Capítulo 58
•DANIEL OVIEDO•
Me pongo unos jeans rotos por la rodilla junto a una camiseta negra y mi chaqueta de cuero. Al final Jesús me convenció para salir esta noche.
No debería, puesto que no tengo ganas de salir de esta habitación donde aún huele a su fragancia pero como dice él, por un par de horas no pasará nada, además me vendrá bien para despejarme.
Bajo las escaleras acomodándome la chaqueta y peinando mi tupé despeinado. Él sonríe totalmente satisfecho y me indica que ya podemos irnos.
Al cabo de unos minutos llegamos a una discoteca bastante abrumadora y alborotada. La gente baila, salta y bebe sin parar y me siento fuera de lugar. Veo parejas acarameladas en los cómodos sillones del local y suspiro recordándola.
-¿Qué vas a tomar? -me pregunta Jesús animado
-Un whisky bien cargado -articulo serio
-Como mandes -ríe
Lo pide y me lo extiende cuando el camarero lo coloca en la barra. Me empujo la copa de una sola vez y pido otra ronda, y así sucesivamente.
Bailo sin parar mientras trago copas animadamente. Poco a poco voy perdiendo la timidez y su recuerdo se esfuma de mi mente con rapidez.
-Saca alguna a bailar, no seas soso -ríe Jesús
-Que va tío, paso -musito
-Aquella de allí te está mirando y no te quita el ojo de encima
Me indica cuál de todas es y me señala a una rubia descomunal que me sonríe levemente cuando la observo.
Ella se acerca y se sienta sobre mi regazo. Acaricia mi cuello con sus uñas suavemente y cierro los ojos. No siento lo que sentía con mi sirena.
-L...lo siento -digo apartándola- tengo que irme -musito marchándome
Sé que estoy borracho, que no doy pie con bola en estos instantes pero no quiero cagarla aún más. No puedo estar cerca de otra mujer que no sea ella, mi sirena, mi ángel.
No quiero cometer un error o simplemente una locura. Quién sabe si acabo en la cama con alguna. No podría ni imaginármelo.
«Mi faceta de mujeriego pasó a la historia».
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro