•DANIEL OVIEDO•
Aparco la moto frente a su casa y abro la puerta mientras sostengo su mano delicadamente. Decido prepararle algo de comer cuando la obligo a acostarse en el sofá para que descanse y preparo una pizza.

-Si sabe igual de bien de lo que huele -dice sonriendo

-Bueno, no soy un gran chef pero las pizzas son mi especialidad -sonrío tontamente

Se acerca lentamente a mí y acaricia mis hombros bajo la tela de mi camisa. Muerdo mi labio inferior inconscientemente y ella sonríe tímida.

-¿Tú no estabas mareada? -pregunto a modo de burla

-Se me ha quitado -dice encogiéndose de hombros

-Tú lo que querías es tenerme para ti -digo exigiendo un beso cuando rozo sus labios sutilmente

-Quizás -murmura mordiendo mi labio

Muerdo su labio como respuesta a su cariñosa pero excitante mordida y sonrío sobre sus labios.

-No me tientes bonita -digo riendo

-¿Por qué? -dice colocando sus manos en mi abdomen

-Por...porque me dan ganas de hacerte mía sin parar -digo finalmente

Juguetea y coquetea con mi abdomen, mi camisa y mis labios, y gruño cuando pego su cuerpo al mío haciéndole notar la erección existente bajo mi pantalón.

Suelta un leve gemido que escapa de sus labios sin ningún impedimento y uno nuestros labios ferozmente mientras da un leve salto y rodea con sus piernas mi cintura.

-Nunca había sentido este fuego dentro de mí -susurra mordiendo el lóbulo de mi oreja

-Me gustaría apagarlo pero no quiero presionarte -articulo deteniendo el beso

-No me vas a presionar, quiero hacerlo Oviedo

Subo hasta su habitación con ella en la misma postura cuán koala anclado al árbol y la dejo caer sobre las frías sábanas delicadamente.

-Entonces...¿me dejas ser el primero? -pregunto con un hilo de voz irremediable