Tenía al caballero dorado en mis brazos, estaba frío al igual que aún no despertaba y tal como dije antes haría lo que había escuchado por parte de los dioses gemelos; sería muy divertido al igual que entretenido con esa idea. Aún estaba sentado en mi trono y teniendo a tan adorable caballero, el esperar a que la tonta de Athena venga o lo haga mi contenedor era algo aburrido pero el ver a tan adorable caballero que aún estaba inconciente en mis brazos; lo acomode bien entre mis brazos y piernas para ver con más atención realmente se veía tierno no se porque pero comencé a acariciar suavemente sus cabellos al igual que sus mejillas.

Hades:sus cabellos al igual que sus mejillas son suave al tacto y me agrada mucho como se siente...*se le cruza una pequeña idea*a qué sabrán sus labios? Solo lo sabré cuando los pruebe...

Tal como lo dije lo hice, realmente sus labios eran dulces lastima que estaban algo fríos; me levanté de mi trono y aún teniendo al caballero entre mis brazos me fui en total silencio. Me lo lleve conmigo a un cuarto secreto que nadie sabe, lo despoje de su armadura la cual tomo su apariencia original antes de que esa armadura dorada se escapara use mis poderes para encadenarla e inmovilizarla; deje con cuidado al pequeño caballero en la cama para desvestirlo de manera gentil y juro que quede más que sorprendido al ver su cuerpo semi desnudo.

Estaba algo molesto por las cicatrices que tiene en su hermoso cuerpo al igual que note que varias de sus heridas eran algo recientes, asumí que eran por la pelea que tuvo con el juez de Wyvern pero estás eran mucho antes de la pelea con Radamanthys; hice algo que jamás creí hacer en toda mi vida el usar mis poderes para husmear los recuerdos del castaño. Decir que estaba en shock era poco y nada, realmente estaba horrorizado con todos los recuerdos que tiene este caballero; sentí mucha tristeza y enojo por como lo han tratado de su infancia.

Hades:*se sienta al lado del castaño inconciente*pobre de ti muchacho, has sufrido mucho en tu infancia...*acaricia suavemente la mejilla ajena*pero descuida que de ahora en adelante estarás mejor y me aseguraré de que ni siquiera la tonta de Athena te aleje de mi lado...

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