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Capítulo 3: "Fiesta de novatos"


-Aaaliiissooon- casi como una melodía en el viento, mi nombre sonaba escalofriante.

Joder... No, no estoy soñando, estoy completamente despierta y eso da un miedo que te cagas.

Me levanté, miré nuevamente a Emma, podía ser una broma suya, pero su respiración era tan profunda que descartaba mis sospechas.

- Aaaalisson...

Oficialmente estoy asustada.

¿Qué se supone que se hace en estos casos?

Me coloqué mis pantuflas, caminé hacia la puerta asomando mi cabeza en el pasillo para confirmar que no había nadie.

-Alissoooon...

De un momento a otro me vi saliendo del cuarto, bajando las escaleras, siguiendo aquella voz que repetía mi nombre una y otra vez.

Tanto que había criticado a las protagonistas de las pelis de terror cuando en lugar de correr iban hacia el peligro, y estaba haciendo exactamente lo mismo.

- Aaaaalliiiissoooon...

No lograba identificar si se trataba de una voz femenina o masculina, se escuchaba distorsionada, extraña... Tampoco tenía todos los sentidos claros, en ese momento el miedo nublaba mi juicio y la capacidad de pensar.

Pasé por alto cuando el frío de la noche chocó contra mi piel, estaba temblando y no era precisamente por ese motivo. Salí al campus el cual estaba desolado, alumbrado por un par de lámparas, lo cual lo hacía aún más tenebroso, ya que los árboles creaban una especie de sombra que se movía con la brisa.

Creí divisar una silueta a lo lejos... Y no sé por qué razón mis pies se dirigían hacia ella.

Mi cabeza me gritaba "para, corre en dirección contraria" mientras mis desagradecidos pies preferían seguir de curiosos.

- ¿Alisson? - una voz completamente diferente y mucho más cálida y reconfortante me sacó de aquella extraña situación.

- ¿Allan? - un gran alivio me recorrió el cuerpo.

Allan estaba allí, con un cigarro en una de sus manos, que luego acercó a su boca pausadamente disfrutando como el humo salía entre sus labios. Llevaba un pulóver negro ceñido a sus músculos brazos, un pantalón ajustado y su cabello negro perfectamente despeinado.

- ¿Qué haces con esas pintas? - intervino- ¿dime qué no vas así a la fiesta? - y esto último lo dijo sin apartar la vista de mi cuerpo, con una mirada tan pícara como divertida.

Reaccioné al instante, llevaba una camiseta de tirantes blanca, casi transparente y sin sostén, acompañado de un short bastante corto de ositos, lo cual además me hacía ver infantil. Crucé mis brazos sobre mis pechos intentando ocultarlos.

Mi cara debía estar roja, sentía el calor en mis mejillas.

- Yo... Salí a coger aire- quise cambiar el tema para no morir de la vergüenza- ¿De qué fiesta hablas?

- Todos los años Jayden, que imagino no sabes quién es y antes de que preguntes te digo que es el chico más popular en esta universidad, da una fiesta de bienvenida a los novatos, o sea, a nosotros.

- ¿Está permitido hacer fiestas dentro de la universidad?

- No, el caso es que él no vive dentro de la universidad, tiene según me han dicho una putada de mansión cerca. Entonces... ¿Vienes a la fiesta? - preguntó.

- No sé, no soy muy de fiestas, además ya estaba durmiendo.

- Yo te veo despierta- señaló lo obvio con una sonrisa- y permíteme decirte que no puedes vivir solo de la literatura "chica de los libros."

- ¿Quién te dijo que vivo solo de eso? - sí, había resumido en una frase mi deprimente realidad.

- No sé, pero algo me dice que es así.

- Tú no sabes nada de mí.

- Demuéstramelo, demuestra que me equivoco y que no eres una aburrida.

¿Me estaba retando? ¿Quién se creía?

- Yo no tengo que demostrarte nada- negó con la cabeza sin borrar aquella estúpida sonrisa.

- ¿Ves? Eres una aburrida.

- ¡Qué no soy una aburrida! - exclamé irritada.

Se encogió de hombros- no me demuestras lo contrario.

- Está bien, voy- yo era una aburrida, pero no iba a permitir que nadie se burlara de mí- andando- le dije dando algunos pasos.

Me detuve al notar que él no hacía lo mismo.

- ¿Qué esperas? - le cuestioné, continuaba parado con aquella sonrisa burlona que estaba comenzando a odiar y una ceja enarcada.

- No voy a negar que me encanta como te queda esa ropa, pero no creo...

- Ya lo sabía, estaba por ir a cambiarme- le grité exasperada.

Y mentira, de ser por mí ya estaría llegando a la fiesta en pijama haciendo el ridículo.

- ¿Segura? - continuaba burlándose de mí- porque tu habitación queda hacia el otro lado.

No le contesté subí echando humos de lo cabreada que estaba. Entré sigilosa a la habitación. Me puse algo sencillo, no tenía idea de que ropa se podía usar en esos casos, así que escogí un jeans, el primer pulóver que me apareció y los mismos tenis blancos que había usado durante el día por si había que caminar demasiado. Me solté el cabello y pinté mis labios en total oscuridad, haciendo mi mayor esfuerzo por no despertar a la insoportable de mi compañera.

Estaba siendo una chica mala, dejando de lado que al día siguiente tendría mi primer día de clases, para irme de fiesta con un extraño. Sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo. Era lo más emocionante que había hecho en toda mi vida, al menos hasta ese momento.

- Ya estoy lista- le dije al chico que se encontraba fumando nuevamente.

Le dirigí una mirada de reproche- ¿Qué? - preguntó.

- ¿Sabes que eso acorta tu tiempo de vida?

Él comenzó a reír carcajadas como si yo hubiera dicho una estupidez y no entendía su reacción.

- De algo hay que morir chica aburrida- respondió aun riendo.

Vaya chiflado...

Me miró de arriba abajo y no se tomó las molestias de ocultar aquella sonrisa provocadora, burlona y a la vez reconfortante que al parecer lo caracterizaba.

¿Era posible transmitir todo eso con solo una sonrisa o una mirada?

Él lo hacía, y además le quedaba perfecto... Lucía aún más guapo.

¿Qué estoy diciendo? Estoy molesta, me llamó aburrida.

Tiró la colilla al suelo, aplastándola acto seguido con la suela del zapato contra el asfalto antes de comenzar a andar.

Caminamos conversando de todo un poco hasta llegar a una casa enorme. Tal como lo había mencionado Allan, era lujosa e inmensa, situada a penas a unas cuadras de la universidad.

Las puertas estaban abiertas de par en par, desde el exterior se escuchaba la música a todo volumen. Nos adentramos en lo que sería una sala, claro que en ese instante no lo parecía. Había más gente en aquel espacio que en la misma universidad. Unos bailaban, otros se limitaban a conversar mientras bebían algo en unos vasos plásticos, y otros se besaban de manera muy escandalosa frente a todos.

Había escuchado acerca de las fiestas universitarias, pero vivirlo en persona era muy distinto y la verdad es que no me gustaba ni un poco.

Sí, yo era el ser más aburrido de la faz de la tierra.

No me juzguen...

- Ven, sígueme- me dijo Allan tomando mi mano para abrirse paso entre la gente.

Llegamos hasta la cocina, Allan se dirigió al refrigerador como si estuviera en su casa, imitando a otros chicos que hacían lo mismo, y se giró hacia mí con dos botellas de cerveza en las manos.

Jamás había bebido alcohol, pero no deseaba que volvieran a llamarme aburrida. Así que la acepté sin rechistar.

- En estas fiestas es mejor tomar bebidas selladas- añadió- nunca sabes que te puedan echar en los vasos.

No tenía idea de a qué se refería.

- ¿Qué te pueden echar? - él me lanzó una mirada de "en serio no sabes".

Debí parecerle el ser más tonto que había conocido.

- Drogas, a veces drogan a las chicas para aprovecharse de ellas- debió ver mi cara de espanto cuando añadió- no digo que en esta fiesta pase eso, hablo de manera general.

Lo miré sorprendida por el conocimiento que tenía sobre el tema ¿Frecuentaba fiestas como estas? Al parecer sí.

Nos paramos a observar el ambiente tomándonos aquel líquido embotellado que no me resultaba para nada agradable.

Un chico alto, rubio, bien parecido apareció en el salón causando que todos volvieran su vista hacia él.

Allan se acercó a mi oído para que pudiera escucharlo por encima de la música, aquello causó que se me erizara cada bello de mi cuerpo, pero intenté disimular.

- Él es Jayden, cursa el último año de administración de empresas, su familia es sumamente rica, pero no es una leyenda solo por eso, sino porque monta las mejores fiestas y es popular.

Lo detallé en la distancia, sí que era guapo, casi tanto o más que Allan.

Una vez más tenía una sensación extraña y abrumadora, como que todos aquello me resultaba familiar, y era imposible, jamás había asistido a una fiesta así de loca. Lo más cercano a una fiesta era cuando Judith y yo celebrábamos nuestros cumpleaños, con globos, tortas, karaokes y maratón de películas románticas.

¿Qué me está sucediendo? Todo se me hacía tan raro.

- Ahora vuelvo- me dijo Allan- espérame aquí.

Continúe bebiendo y disimulando que me la estaba pasando genial, sin moverme del lugar.

Pero no estaba para nada cómoda. La música alta taladraba mi cerebro, las luces que apagaban y encendían con diferentes combinaciones de colores irritaban mis delicados ojos, tanta gente a mi alrededor me alteraba y la cerveza en apenas dos tragos ya comenzaba a marearme. Sin mencionar lo inusual que me resultaba tener a una pareja a mi lado manoseándose sin ningún tipo de reparo.

-Aaaaalissoooon...

Oh no... No podía ser real, otra vez no...

Comencé a temblar, mi cabeza palpitaba.

Miré hacia todos lados asustada.

Esto tiene que ser una broma de mal gusto.

Sentía el latido de mi corazón en mis oídos, la vista se me perdía entre la gente.

Estaba sola en aquella fiesta, bueno, no sola estaba con Allan, pero era un extraño a fin de cuentas y encima no sabía dónde estaba.

Entonces, divisé a Allan al otro lado del salón y sentí alivio. Estaba de frente hacia mí, con ambas manos metidas en los bolsillos lo que le daba un aire misterioso, mirándome fijamente.

¿Qué hacía? Sonreía y su sonrisa se podía considerar perturbadora.

- Juega conmigo Alisson- dijo sin ni siquiera mover los labios, o eso me pareció...

Sacudí la cabeza para espabilarme. Estaba mareada, no lograba enfocar la vista, era eso lo que sucedía.

Allan comenzó a moverse, se desplazaba entre la gente y yo intentaba hacer lo mismo para alcanzarlo.

¿A qué estaba jugando?

Lo seguí escaleras arriba ¿A dónde iba?

Subí con algo de dificultad, intentando no tropezar con las personas y con los escalones y sin perderlo de vista.

Se detuvo al final del pasillo, no había nadie alrededor, solo puertas a ambos lados que imagino conectaban con las habitaciones.

Su mirada era fija, intensa, acompañada de una sonrisa ladeada que me paralizaba. En cualquier otro caso habría sentido miedo, pero aquello que se removía en mi interior distaba mucho de ser temor.

- Allan ¿Qué haces? - cuestioné, él no contestó- ¿dónde estabas? - continúe interrogando, pero no emitía palabra alguna, solo me miraba...

- Me estás asustando Allan- hizo un gesto de silencio con su mano.

Yo me acerqué, no entendía nada.

Me detuve frente a él con cara de confusión. El chico se acercó aún más, podía sentir su aliento, su respiración estaba acelerada y la mía completamente descontrolada. Podía jurar incluso que sus ojos se habían oscurecido aún más. Mis manos sudaban, me estaba poniendo nerviosa. Sus grandes ojos negros escrutaban cada detalle de mi rostro, yo me removía incómoda en el lugar. No obstante, no era capaz de dar un paso atrás y poner distancia entre nosotros.

¿Qué sucedía conmigo?

Contemplaba mis labios con vacilación mientras mojaba los suyos. Tragué saliva nerviosa y mordí mi labio inferior por instinto. Sus pupilas se dilataron en respuesta, o eso me pareció. Cerré mis ojos, no soportaba su intensa mirada, me debilitaba tenerlo tan cerca, jamás en la vida me había pasado algo así. El alcohol recorría mis venas y podía sentir el calor subir y expandirse por todo mi cuerpo.

Me iba a besar, de eso estaba segura, tan segura como que yo no pondría resistencia.

- Eh! Ustedes... - gritaron detrás de mí.


Hola, hola mis queridos lectores.

Gracias por estar aquí 🥰

¿Qué les ha parecido el capítulo?

¿Una voz que llama a Alisson? 😟 ¿Quién será? (Yo sentí miedo)

Y Allan muy misterioso... siempre está cerca cuando aparece la voz 🤔
Y muy intenso también 😏

¿Se besarán? ¿Quién interrumpió el momento del beso?

Muchas preguntas como siempre y pocas respuestas.

No olviden votar ⭐ y dejar muchos comentarios...

Los quiero con toda mi misteriosa y oscura existencia... 🖤


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