Paraguay (1)
Lo que iba hacer no tenía palabras, estaba obligado, y sabía que si no cumplía el siguiente reto sería el doble de peor.
Y así fue llego a la casa de Paraguay, mientras que Javier (Bolivia 2p) fundashi diplomado, grabaría todo lo que ocurriese, Shizoney la chica que parecía normal, ya había dejado micrófonos por todos lados.
Al cabo de unos segundos la puerta se habría dejando a la vista a Daniel, que tranquilamente abrí la puerta.
- Hola - fue el saludo tímido de Julio, ya que aún sabia muy bien lo que se venía.
- Julio, y ese milagro que llegas aquí, paso algo.
- No nada - le dijo tratado de esquivar cualquier pregunta.
- ¿Te pasa algo? - interrogó - te noto extraño - dijo haciéndose a un lado para que el menor pudiese entrar a su casa - pasa, y cuéntame que pasa.
- Está bien - Asintió pasando dentro, aunque aún no se atrevería a decirle cualquier cosa relacionado con el Reto -
- Ahora si, dime paso algo, te noto cambiando - dándose cuenta que Julio no estaba tan enérgico como siempre -
- Bueno... - observó a todos lados, se sentía observado, y si estaba siendo observado por Javier que estaba muy bien escondido, como si de un ninja se tratase -
- Que pasa - miro a todos lados sin percatarse de nada -
- Daniel, tengo algo que contarte... - dijo bajando su cabeza y desviando su mirada a otro lado, tratando de que no se note el sonrojo que tenía en ese momento - Yo...
- Dime - fue lo que le dijo, esperando alguna respuesta ante la extraña situación -
No se sabe cuanto tiempo fue, pero Julio por fin lo dijo, le costó decir algo referente al reto/venganza departe de July, pero lo dijo, aunque después se armo un silencio que para el boliviano fue incómodo, el silencio fue callado cuando el mayor de los hablo.
- Bueno. - dijo mirando ante lo dicho - No pensé que pasaría algo así.
- Si lo se - le dijo aun desviando la mirada para que no le vea a los ojos, aun se sentía incómodo, ya que solo había contado una parte del reto, y que entendiera de que iba la cosa.
- Está bien - se levantó del sillón en el cual estaban sentados todo ese rato y prosiguió diciendo - Yo puedo ayudarte - fue lo que le dijo, para luego sentarse al lado del boliviano.
- ¿Qué? - le dijo sin comprender, con un tanto se sorpresa fue tomado cuando sintió que le acababa de dar un beso, se apartó lo más rápido posible - Pero, porque - no obtuvo respuesta ya que fue tomado de nuevo, aunque un poco brusco, aun así era un beso muy candente.
El menor apenas podía mantener el beso, pero la vuelva ya no existía, poco a poco, Julio se acostumbraba a lo que pasaba, sentía las manos del otro tocar la mayor parte de su cuerpo, se sentía algo incómodo, pero sabía que alguien más observaba, y efectivamente Javier estaba ahí, mirando y grabando todo lo que pasaba, con baterías extras para su videocámara.
No se sabe como pero al cabo de un par de minutos, tanto él como el dueño de casa, ya no tenía nada de ropa encima, el mayor tocaba y manoseaba lo que quisiera, mientras tanto el menor estaba tratando de evitar algún gemido o jadeo. Julio miro a los ojos a Daniel, este se encontraba en su rostro que antes parecía inocente, o de la inexistente inocencia que ya no demostraba, la lujuria se apoderó del paraguayo.
Lo que en ese momento pasaba era, que Julio trataba de que no le doliera la penetración, el miembro del paraguayo entraba despacio, pero aun así, para el boliviano aun así le parecía doloroso, suspiraba tratando de tranquilizarse, pero se le hacía casi imposible por los nervios que tenía en ese momento. Daniel tomó de la erección del menor para estimular y que el otro olvidase el dolor provocado por la penetración, mientras Julio hacia aun lo imposible, pero al final el miembro del mayor entro por completo y trato de mantener la calma, al cabo de unos segundos Daniel empezó a dar las primeras estocadas en el interior del boliviano.
Julio se sostenía del respaldar del sillón mientras recibía las penetraciones, gemia suave, pero cuando las penetraciones aumentaron el ritmo, los gemidos se fueron aumentando el volumen, hasta el punto de no poder concentrarse mucho para dejar de hacerlo.
Ya no faltaba mucho para que ambos pudieran terminar con todo, y era cierto Paraguay, entre otros unos veces más y todo el semen que tenía quedo dentro del menor, al cabo de un segundo Julio llego a su fin, cayó rendido en el sofá, como fue que había llegado a ese punto.
El mayor fue a buscar algo, pero Julio se adelantó y decidio cambiarse como pudo e irse de una vez, sentía una vergüenza grande ante lo un paso, aun no sabe como fue pero llego a su casa, y fue directo al baño, una ducha era lo que necesitaba, y sabía que aún faltaba dos más y el reto/venganza se acabaría, pero ese día no lo iba a seguir, sería mañana, por ahora solo quería algo de calma.
Por ahora...
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