🌸Navidad contigo 🌸
♡《𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 ú𝒏𝒊𝒄𝒂: 𝑵𝒂𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅 》♡
Honey_Honey3
(Espero y te guste, Honey)
El año había pasado muy rápido. Ahora se encontraban en Diciembre.
Las calles eran pintadas de blanco gracias a la nieve, se podía ver a los niños entusiasmados por abrir regalos. Todos yendo a diferentes lugares para comprar cosas para celebrar navidad.
Aunque él no era de celebrar mucho esa fecha, este año sería distinto, más cuando se propuso la meta de hacer que cierto chico tuviera una linda festividad a su lado, tal y como en los viejos tiempos.
-soft.
✿
El año había pasado extremadamente rápido. Hace tan solo cuatro meses atrás empezó a rogarle a Chuuya por su perdón, o bueno. A molestarlo diciendo palabras claves para demostrar que quería su perdón por todo lo que había causado en el pasado.
El pelirrojo luego de estar ignorando constantemente su "perdón", porque sí. Él sabía que estaba pidiendo perdón a su manera, una bastante molesta, si solo hubiera pedido perdón como las personas normales lo hubiera aceptado luego de algunas semanas, porque su corazón aún lo quería.
24 de Diciembre, saliendo de la oficina de Mori, jefe de la Port Mafia, fue cuando Chuuya acepto su perdón.
Se veía molesto, pero sus mejillas sonrojadas decía lo contrario. Se retiró feliz de la mafia listo para empezar su segundo plan:
Hacerle a Chuuya una navidad inigualable.
El plan era fácil, hablaría con Mori para pedirle el día libre a Chuuya, así tenerlo en su hogar todo el día sin ninguna excusa para correr lejos. Al explicarle la situación a Mori, acepto, no planeaba nada en su contra, así que se retiró tranquilo y feliz por tener la primera parte de su plan lista.
El segundo paso era hablar con lagarto negro, Akutagawa y la agencia para ir a su casa a decorarla, posiblemente Chuuya lo enviaría a volar de un puñetazo al saber que todas esas personas estaban en su casa.
Sin embargo, al entrar con todos atrás de él, algunos nerviosos, notó que todo el apartamento estaba decorado.
Dazai sabía que Chuuya nunca decoró demasiado el lugar en donde vivía, si acaso algunos muebles lo suficientemente caros como para alimentar a varias personas en la calle, el resto del dinero lo gastaba bebiendo, comprando vinos más caros que su pulmón y yendo de compras con Kouyou.
Pero sin dudas nunca espero ver el apartamento así, los muebles estaban en varios rincones, normalmente Chuuya solo tenía un sofá y dos mesas, una para sostener el televisor y la otra como adorno. Parecía una casa abandonada de no ser por ver cuando costaban aquellas tres cosas decorando su sala de estar.
La cocina era en donde más muebles habían, la mayoría eran amplios y estaban por toda la pared con muchas cosas, al pelirrojo siempre le gustó la cocina. No era de extrañar que aquella estuviera llena de varias cosas.
Su habitación era igual a la sala, una cama demasiado grande para alguien de 1,60, un gran armario con muchas prendas de ropa, y una pequeña mesa de noche al lado de la cama.
Además de eso, dos puertas, una para el baño; en donde solo habían cosas típicas, lo que más llamaba la atención era ver una tina y ducha.
Y la otra habitación con repisas llenas de libros, una mesa con varios papeles ordenados, y en el centro un escritorio con una silla. Todo estando ordenado perfectamente.
Tres peleles estaban esparcidos por la habitación, posiblemente a Chuuya no le dió tiempo de acomodarlos, o el viento de colo en la habitación.
Además de eso, la otra habitación no tenía nada más que una cama matrimonial y un armario. El balcón tenía una mesa con dos sillas y una taza usada encima, y el cuarto de lavado siendo totalmente normal.
Dazai notó algo extraño abajo de la alfombra en el cuarto, imaginó que era por alguna emergencia, igualmente; vivía en un tercer piso, tenía que ser algo de la mafia, y no deseaba que nadie más se enterará.
Ahora, había un gran árbol de navidad decorado con las luces apagadas, los muebles habían aumentado unas cuatro veces más, varios cuadros decoraban las paredes vacías, y se podían ver muchas cosas referente a navidad por la casa.
Dazai retiro a toda la agencia, lagarto negro y a Akutagawa de la casa. No tenían nada qué hacer ahí ahora que todo estaba decorado.
Pudo notar una chimenea en medio de la sala, ¿para qué?
Al parecer se las arregló para conectar la terraza a su sala, la chimenea funcionaba, eso era seguro.
Aunque había gastado varios yenes en comprar decoraciones para el hogar de Chuuya. Sus ahorros de la Port Mafia ahora eran menos, y él que se había prometido a nunca tocar esa plata a menos de que fuera una emergencia.
Suspiró y salió corriendo de aquel lugar al ver cómo era la hora en que Chuuya volvía a casa.
Desde lejos, escondido en unas plantas, pudo notar como dudo en abrir la puerta. ¿Era su imaginación o se veía triste?
Finalmente cerró la puerta tras de sí mismo, al fin pudo salir de las plantas. Con cuidado de no ser visto, por si Chuuya salía de su hogar, se retiró del edificio.
Con cuidado se puso en marcha para su siguiente parte del plan, para esto Akutagawa lo esperaba arriba de un árbol.
-¿Akutagawa? puedes salir ya.
Tal y como dijo una figura negra salto de los árboles para luego caer ileso al suelo, vestía más abrigado y con ropa diferente a la mafia.
Hizo una señal con su cabeza para luego caminar lejos de ahí.
Tenía que tener todo listo antes del 25.
Entraron al centro comercial, en esas fechas se llenaba mucho más que cualquier otro día.
Afortunadamente llegaron a su destino gracias a Akutagawa. Por eso le había llamado, su misión el día de hoy para la operación "Chuuya feliz" -él mismo le puso el nombre-, era activar su habilidad para apartas a todas las personas para que pudieran moverse rápido.
Dazai caminaba tranquilo abajo de la habilidad del pelinegro, intentando no tocarle. Akutagawa activo la habilidad para luego impulsarse arriba del castaño, haciendo una especie de barrera en donde las personas se alejaron rápidamente para no se tocadas por la tela negra, unas pocas supieron de quién se trataba esa tela, solo salieron corriendo gritando por su vida, otras miraron curiosas, no era normal que los usuarios de habilidad salieran a la luz tan fácil, mayormente por ser criminales y porque siempre les pasaba algo.
Era algo nuevo para muchos ver una habilidad así caminando tranquilamente.
En un momento se quedaron quietos, haciendo que un niño curioso tocará la habilidad, haciendo que del dedo una gota de sangre saliera, el niño empezó a llorar tan rápido como sintió un suave ardor. La herida no era nada profunda, y él mismo tocó un borde en donde sí era algo filoso, pero en esos momentos Rashomoun no era verdaderamente filoso.
La madre le empezó a gritar y llamar a los guardias, Dazai solo le dijo a dónde ir y Akutagawa continuo moviéndose.
Los guardias llegaron rápido por aquella persona, con armas de fuego en mano pidiendo que se rindieran, lo que no esperaban es ver cómo aquél pelinegro bajaba lentamente para entrar a una tienda de sombreros y ropa.
Los guardias se dedicaron a vigilar desde lejos, sabían que no tenían oportunidad con alguien así, y otros fueron con la mujer que pedía cárcel al mafioso por dañar a su hijo.
Dentro de la tienda Dazai llamo a Akutagawa para ayudarlo a elegir un sombrero.
-¿Cuál está más feo?- Enseño uno totalmente negro, y otro igual con un copo de nieve decorando.
Akutagawa eligió el del copo de nieve, Dazai asintió seguro de la opción.
Luego de eso siguieron viendo diferente ropa, Dazai le pedía ayuda a Akutagawa para saber cuál prenda el pelirrojo prefería, él no muy seguro de los gustos de su superior elegía la ropa que en su mente que quedaba mejor al pelirrojo.
Así se la pasaron por cuatro horas, yendo de tienda en tienda con el mismo método siendo vigilados por policías desde cerca, comprando camisas, pantalones, sombreros extraños que Dazai encontraba y zapatos.
A Akutagawa le pareció bastante curioso ver cómo su superior tenía todas las medidas del cuerpo de Nakahara apuntado en un papel que guardaba en su gabardina, y solo lo vio sacarlo dos veces.
Prefirió no preguntar cómo sabía la talla exacta de su cadera, pues según el castaño "esa prenda le quedaría apretado de la cadera".
Ya estaba atardeciendo, y por desgracia del mafioso; se tenía que ir, necesitaba cumplir con una misión encargada de último momento gracias a su jefe y otro individuo.
Se despidió de Dazai, para luego tomar un taxi e irse directo a la mafia, el chófer casi llora al saber en dónde tenía que dejar a aquel chico.
Dazai salió con una gran sonrisa, teniendo en sus manos nueve bolsas llenas, y dos más en el suelo.
¿Cómo llevaría todo eso?
Anteriormente, además de utilizar a Akutagawa para trasladarse, también le dió varias bolsas.
Le tocó llamar a Atsushi y esperarlo por media hora.
El albino no preguntó de dónde había sacado tanto dinero para comprar todo eso, siempre decía que nunca tenía dinero y ahora tenía un montón de prendas en esas bolsas.
⊰⊹
En toda la noche no pudo cerrar los ojos, estaba emocionado.
Luego de cuatro años sin verlo, pidiéndole perdón, lo había aceptado nuevamente. Estaba algo feliz, aunque no lo demostrará y dijera lo contrario.
Estaba feliz de tener otra oportunidad para pasar Navidad con él nuevamente. Los años anteriores, pasaron la fecha juntos, curiosamente en dos veces les tocó pasarlo juntos por una misión. En la primera los fuegos artificiales iluminaron el cielo mientras ambos peleaban, Chuuya se calló al ver cómo los ojos de su compañero reflejaban las luces de la fría noche.
Dazai tampoco respondió, en ese momento notó lo lindos que eran los ojos de su compañero molesto.
La siguiente navidad, ambos estaban paseando las calles desoladas de Yokohama, en los restaurantes se veían familias, y en las casas se escuchaban risas y música. Ellos estaban yendo al puerto, para ese momento Chuuya tenía la moto de Albatross, así que ambos fueron solos.
Dazai se agarraba fuerte de la cintura de su compañero, el corazón le latía a mil y sentía como sus dedos sufrían por el frío, además de ver su muerte cerca por la velocidad.
En algún momento Chuuya notó como estaba Dazai, empezó a disminuir ir velocidad, aunque le gustaba ir así, le gustaba el viento frío pegando en su rostro, ver las estrellas y sentir como era libre. Pero ahora disminuyó hasta ir a 70 kilómetros, Dazai abrió los ojos y se permitió a ver todo lo que los rodeaba.
Cuando estaban por llegar el reloj marco las 12 y los fuegos comenzaron, llenaron el cielo de muchos colores, ambos disfrutaron viendo esa vista con las estrellas en el cielo. Y aunque Dazai maldijo por no ver los ojos de Chuuya, apenas toco suelo lo agarró de los hombros para verlos siendo reflejados por las luces de la cuidad.
El siguiente año fue diferente, ambos estaban en una habitación sentados al otro lado, casa uno viendo afuera, para notar como la habitación fue llenada de luz. Nuevamente Dazai vió los ojos de Chuuya.
Ese día se habían peleado por culpa del castaño. En esas fechas por cuestiones especiales, tuvieron que compartir habitación, Dazai decidió pasar una navidad decente, y así lo fue hasta que Dazai hizo un comentario sin querer y Chuuya se enojo con él.
Pero Dazai estaba seguro que esa navidad fue la mejor, por primera vez alguien le regaló algo, ni siquiera Oda le había dado algo, mayormente porque Dazai desaparecía o lo negaba, no se creía merecedor de un regalo. Pero esa fecha fue diferente, se sintió bien compartiendo la cocina con su compañero mientras ambos vestían un traje de "santa" y un árbol con diferentes luces y una música relajaba el ambiente.
⊰⊹
Dazai estaba listo. Se vistió con un traje igual al que utilizaron con 18 años, y salió rumbo a los departamentos de Chuuya, atrás de él Atsushi y Akutagawa cargaban los deferentes regalos envueltos con papeles llamativos, uno en especial con perritos y con gorro de navidad.
Era bastante tarde, por lo que, Chuuya tendría que estar en casa haciendo la cena.
Se la paso el camino ansioso, ¿y si no le gustaba todo lo que le compró? ¡incluso compro un vino extremadamente caro! junto con mucha ropa, sombreros, zapatos y varias cosas que no le encontró sentido, pero según él, todo contaba.
Saco un clip y con mucho cuidado abrió la puerta, Atsushi se asustó por un momento, afortunadamente Akutagawa le pegó antes de que pudiera decir algo. Su segunda regla era no decir nada.
Dazai hizo señales, ambos chicos pasaron, uno más temeroso que el otro.
Dejaron todos los regalos debajo del árbol que estaba prendido, se podía ver dos luces prendidas, una en la cocina y la otra en la habitación.
Un ruido salió de la habitación, la puerta fue abierta.
Dazai saco a los dos chicos, ambos se pegaron la cabeza en el suelo, Atsushi quejándose por el nuevo dolor al ser lanzado tan brusco.
Dazai cerró la puerta y les hizo una señal para que se fueran, Akutagawa asintió y luego de fue, Atsushi le siguió el paso alzando la mano en señal de despedida.
Ahora sí estaba listo.
Su próxima parte del plan empezó al escuchar los pasos dirigirse a otra parte lejos de la sala y no escuchar nada sobre los regalos, que posiblemente no se veían por estar la luz apagada.
Luego de eso salió corriendo al techo, busco por dos minutos hasta que encontró lo que necesitaba.
Luego de pensarlo mucho, se lanzó.
No sabía cómo, pero la chimenea era lo suficientemente ancha como para poder deslizarse lento y tranquilo por ahí.
Al final del camino tuvo un problema, y fue que no aguantó más para empezar a ahogarse por culpa del hollín.
Empezó a estornudar, cuando sintió la libertad, cayó encima de palos de manera. Curioso porque la chimenea que tenía Chuuya no había nada.
Luego escuchó muchos gritos.
Tenía diferentes cosas suaves para no lastimarse al haber caído, pero los palos de madera no entraban en su plan.
Cuando enfocó mejor la vista, notó como no era la casa de Chuuya.
Vió a una mujer agarrando a sus dos hijos, ambos felices por santa y ella entrando en pánico agarrando el celular como podía.
Luego un hombre salió con una toalla amarrada de la cintura, se veía enojado.
Dazai tomó aire, y como puso salió de la chimenea. Ninguno de los presentes -excepto los niños emocionados- se atrevió a moverse o decir algo. Dazai agarró la oportunidad y dejando manchas en el piso y la alfombra, se dirigió a la puerta, la mujer agarró a sus dos hijos y los apartó.
-¿¡Qué haces, demonio!?- Le gritó alterada agarrando su celular para lanzarlo, sin migo esfuerzo Dazai lo evitó haciendo que cayera al suelo y todas las piezas salieran volando. La policía al otro lado del celular los maldijo por otra broma así.
-¡Mamá, no es un demonio, es santa!- Dijo una niña alegré, el castaños juro ver brillos en sus ojos verdes.
-¡Hijo, santa no existe!- Nuevamente la mujer grito. Agarró a los niños, ahora a la nada de llorar, y los llevo con el hombre que seguía quieto. Luego agarró una escoba y con una mirada de miedo le dijo a su esposo: "cuida a los niños. Yo me haré cargo de este demonio."
Dazai tuvo que abrir la puerta y salir corriendo, llenando todo el piso de color negro mientras era perseguido por la mujer de cabellos negros.
Tardó unos cuantos minutos para poder salir de la vista de la mujer. Le había pegados dos veces, una por los pies y la otra por la cabeza. Mayormente las vecinas habían salido a ver por qué gritaba la mujer y quien era ese tal "demonio" del qué hablaba.
Al final llamaron a toda la familia para ver cómo el castaño corría por su vida; termino llenando todo de color negro.
La hora era bastante tarde. Se suponía que a esas horas tendría que estar comiendo para ver los fuegos artificiales desde el balcón.
Su plan se vió arruinando por meterse en la chimenea equivocada, al menos no se había quedado atrapado ahí, eso en verdad sería una tortura. No quería morir estando atrapado en una chimenea.
No había hecho todo aquello para nada.
Com cuidado de no ver a la mujer por ahí o que las vecinas chismosas dijeran algo, toco la puerta del pelirrojo.
Luego de unos segundos se abrió, se veía algo preocupado al ver al castaño así.
-¿Dazai? ¿por qué estás negro?- El nombrado sonrío algo forzado.
-Sorpresa~. Quería pasar Navidad contigo, pero mis cálculos fallaron y me metí por la chimenea equivocada.
-¿Dices, chimenea..?- El castaño asintió, los ojos ya le empezaban a arder. Cuando notó, Chuuya estaba haciendo todo el esfuerzo que podía por no reír.
Eventualmente, no aguanto y estalló a carcajadas. Duro, aproximadamente tres minutos riendo, terminó en el suelo agarrando su estómago, incluso parecía estarse ahogando, pero Dazai estaba muy ofendido para ayudarlo.
-¡Chuuya malo, no te rías de mí! yo solo quería pasar Navidad contigo.
La respuesta tardó en durar. Solo dejo de reír cuando notó como Dazai dió un paso en la casa, manchando el piso de negro.
-¡Dazai, sal de mi casa!- Grito levantandose del piso.
-Entonces deja de reír. Amo tu risa, pero no me gusta que te rías de mí.
-Bien. Andate a dar un baño entonces, aún faltan 20 minutos para las 12 y que los fuegos comiencen.- Contestó a lo que Osamu le había dicho anteriormente.
Chuuya pensó que pasaría navidad solo, ahora sabía de dónde venía el que su puesta estuviera abierta y los regalos que encontró bajo su árbol.
Originalmente pensaba invitar a Dazai al apartamento, pero su orgullo era mayor, si bien lo había perdonado, no podía invitarlo ahí a pasar Navidad, y menos al saber que, posiblemente estaría ocupado y pasaría navidad solo como los últimos 4 años atrás; solo y en el trabajo.
Pero no, Mori le llamo diciendo que no tendría que ir ese 25, horario cambiado derrepente.
Nakahara no le importó, eso significaba pasar Navidad en su casa solo, al menos prefería tener la mente ocupada con trabajo.
Pero se prometió a él pasarla sin ni Gina pizca de alcohol en su ser, por eso se puso a hacer una comida, mañana llevaría para algunos de sus subordinados por tener que trabajar sí o sí.
Grande fue su sorpresa al escuchar su puerta sonar, pensó en algún vecino o repartidor.
Pero eso no le importó como salió, tenía una camisa larga negra y un pantalón ancho del mismo color, su cabello amarrado en una colega alta, y un delantal rosa con estampado de osos.
Depende de quién fuera vería cómo se podría cambiar para lucir más respetado. Pero al ver al castaño todo sucio y deprimido, abrió la puerta sin pensar en su apariencia.
Luego se enteró que se había tirado por la chimenea y que todos esos regalos eran de él, además del día libre. Lo que mayormente le hizo gracia, fue que su chimenea era falsa y quién tenía una de verdad, era en el último piso conectado con la azotea.
Dazai escuchó todo mientras intentaba quitarse el hollín, maldiciendo muchas veces.
Salió de la dicha dándose cuenta de dos cosas, la primera era que, la camisa más grande que tenía Chuuya era una de él y las demás no le quedaban, y que; faltaban 5 minutos para las 12.
Salió sin camisa del baño, salió corriendo directo a dónde venía el sonido; de la cocina.
Chuuya estaba sirviendo la comida esperando a Dazai. De la nada una mano lo agarró y lo llevo afuera, mientras el castaño abría el balcón, los fuegos artificiales comenzaron.
El cielo nuevamente de iluminó, diferentes formas y colores decoraban el cielo.
Su mirada se dirigió al castaño, ahora sentado al otro extremo de la mesa.
Notó como no tenía camisa y temblaba del frío, río un poco y luego cayó en cuenta que ni siquiera tenía vendas.
Diferentes cicatrices se lograban ver gracias a la luz, realmente no le importaba, y si Dazai tuvo la confianza para salir así del baño, sin importarle cómo iba, él tampoco tenía que hacerle mucha mente, sabía que Dazai sentía asco por su cuerpo y esas marcas.
Solo sonrió y miro nuevamente al cielo, entonces Dazai lo vió.
-En definitiva. Tus ojos son el mejor regalo.- Dijo de la nada, siendo escuchado por el pelirrojo, lo miro, notando como el oscuro de sus ojos se iluminaba por un una explosión de color verde.
Algo maravilloso de ver.
Se acercó para depositar su mano en la del de mayor estatura.
-Tus ojos también son el mejor regalo.
Ambos; bajo la luz de la luna y los últimos fuegos artificiales, sonrieron y pronunciaron:
-Feliz Navidad, Chuuya.
-Feliz Navidad, Osamu.
Luego de el espectáculo, ambos fueron adentro para que Dazai se vistiera bien, sin darle importancia aún, a las vendas.
Luego de que Chuuya le diera su camisa con vergüenza, fueron a comer la cena que Chuuya preparó, junto con un vino, el más especial del pelirrojo.
Al final, casi a la 1 de ma mañana, fueron a abrir los regalos que Dazai le compró. Deleitándose y dejando su orgullo de lado para abrazar al castaño algunas veces.
Sin dudas una de las mejores navidades para ambos.
~Fin~
¡Feliz navidad atrasada Honey_Honey3!
Disculpa por no poder subirlo ayer 😭
Si ven que algo no calza muy bien, dígamelo, porq sé que había algo qué tenía que cambiar, pero nunca lo encontré ksjfjd
En mi país se celebra del 24 al 25, pero sé que en otras casas de mi país igual, se celebra del 25 al 26; la historia es igual.
Tqm💝
~terminado: 26/12/22~
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