🐺1하나🐺
“Cuenta la leyenda que hace muchos años antes de que existieran las cambiaformas, en Busan, existió un hombre llamado Jeongguk. Él era un hombre guerrero hijo del rey Jeon Sung (lamentablemente su madre murió al dar a luz) y el próximo heredero al trono, el joven príncipe era muy noble y amable con todo el pequeño reino, era generoso, trataba a los plebeyos como igual y todos le adulaban por su buen y gran corazón.
Jeongguk amaba a su padre, era su ejemplo a seguir y siempre procuraba ser el mejor en todo para ser digno de la corona.
—Padre, disculpadme por la molestia pero solicito su permiso para faltar a mis clases de filosofía esta tarde.
El rey volteó a mirarlo.
—¿A qué se debe tal petición?
—Quiero entrenar con el guerrero Kim Seok Dong y su hijo Seok Jung. Quiero convertirme en un digno guerrero que cuide por el bienestar del reino en el futuro.
—Me enorgullecen tus palabras hijo. Puedes ir, y si quieres puedes cambiar la filosofía por el entrenamiento. —animó el hombre a su hijo que con una gran sonrisa asintió felizmente.
—Seré un gran guerrero padre, lo prometo. —con una reverencia se retiró del salón.
Kim Seok Dong era el guerrero estrella y protector actual del pequeño reino, mejor amigo y confidente del rey. Tenía a su hijo Seok Jung quien fielmente reemplazaría y seguiría sus pasos al crecer para convertirse en el próximo guerrero y protector del príncipe Jeongguk y su pueblo.
—¿Entonces Seok Jung será el guerrero más importante? —cuestionó el príncipe de catorce años.
—Será el protector del reino pero usted su majestad, será quién cuidará de todos nosotros. Ustedes dos tienen una tarea muy importante en el futuro así que tienen que estar unidos y confiar sus vidas el uno al otro.
—Como usted y mi padre.
—Sí príncipe Jeongguk, como su padre y yo.
—Jeongguk y yo seremos los más grandes guerreros y mejores amigos que existirán en el mundo. —Seok Jung abrazó a su mejor amigo con entusiasmo.
—Entonces pequeños guerreros, a entrenar. —sacaron sus espadas poniéndose en guardia.
Conforme pasaba el tiempo los dos muchachos fueron creciendo y con ello las diferencias y peleas también, a pesar de que el príncipe se esforzara por mejorar sus movimientos Seok Jung siempre fue el más destacado y habilidoso con la espada y más aún desde que suplantó a su padre al cumplir la mayoría de edad, y que ahora con 23 años ya ha derrotado a varias tropas enemigas en busca de atacar al pequeño reino y ganándose todo el cariño del pueblo. Pero dejando de lado a Seok Jung, el príncipe Jeongguk comenzó a sentir cierta envidia y desprecio hacia el joven guerrero, ya que el rey consideraba al muchacho como otro hijo suyo, si bien no le molestaba el que lo quisiera como un hijo sino que su padre lo ponía sobre encima de él, justo como ahora, en una cena de agradecimiento después de ganar una habitual batalla.
—Vaya padre, que Seok Jung no hizo todo el trabajo solo. —comentó Jeongguk con fingido tono de gracia después de escuchar a su progenitor agradecer por millonésima vez de la noche al chico castaño.
El rey volteó a mirarlo.
—Cierto, hijo. Tu también eres un gran guerrero, todo el reino se sentirá orgulloso de tenerte como futuro rey. —Jeongguk sonrió feliz— Y más teniendo a Seok Jung como gran defensor de la seguridad de todos. —terminó de decir el rey mirando con orgullo al último mencionado, el príncipe borró su sonrisa ante el acto y bebió de su copa de vino.
—Gracias padre. —agradeció educadamente y forzando nuevamente una sonrisa, Seok Jung se dio cuenta de ello y aclaró su garganta incómodo. A pesar de ser el guerrero y el que cuidaba la vida del príncipe, ya no tenían una buena relación, Jeongguk habitualmente le daba miradas frías y un trato seco y distinto a los demás. Claro, siempre se portaba así sin que sus padres estuvieran presentes, y Seok Jung sabía más que nada que la razón era porque el rey le tenía más preferencia que a su propio hijo y que por más que quisiera quitarse del camino, Jeon Sung se encargaba de mantenerlo al frente de todo.
Dada la situación del asunto, su majestad próximo heredero al trono se convirtió con el pasar de los días un hombre frío, sin sentimientos, ya no sonreía ni salía de su habitación por pasarse horas y horas practicando para enorgullecer a su rey.
Una vez mientras caminaba por los pasillos miró al jardín donde vio a Seok Jung ayudar a las sirvientas del palacio con unas cajas de verduras, estaba por ignorar el asunto pero las palabras de la mujer cansada por el peso de los vegetales lo hizo enfadar.
—No se moleste, joven. Este no es su trabajo.
—Quiero ayudar, no es molestia.
—Muchas gracias, nos ha ayudado mucho desde que el príncipe cambió, ya no es alegre y amable desde los dieciséis y sin embargo usted sigue siendo un amor. No le diga a nadie pero su majestad Jeon Sung piensa que usted no solo es el mejor guerrero sino que también podría ser un excelente rey.
—No creo que deba decir eso, solo soy un guerrero que promete cuidar al príncipe y al pueblo, no más. Con permiso. Ah, y el príncipe Jeongguk ah cambiado porque está preparándose arduamente y por eso no sale de su habitación. Llevar la corona conlleva mucho más de lo que te imaginas y más aún que nuestro reino está creciendo.
Bellas palabras que el príncipe no pudo escuchar ya que se había retirado con enfado del lugar. Iba de camino al pueblo a ser el mismo joven de antes, quería pasar tiempo con sus aldeanos pero por las palabras de su plebe toda lucesita de esperanza se apagó, lamentablemente se convirtió en un hombre ambicioso en hambre de poder sobre su aldea reiterando varias veces su posición.
—Alteza. —Seok Jung entró a la gigantesca habitación del príncipe.
—¿Qué quieres? ¿Vienes a invitarme a otra fiesta de celebración por tus grandes e increíbles victorias en batalla? —preguntó sarcástico y con fingida amabilidad.
Jeongguk se encontraba sentado en el suelo recostando su espalda en la base de la cama mientras bebía de su copa de vino, su apariencia a pesar de ser un hombre atractivo se veía desfavorable y la habitación olía demasiado a licor.
—Nada de eso, sabes que no me gustan las fiestas pero tu padre siempre las hace.
Jeongguk hizo una mueca.
—Mi padre siempre te consiente y te adula en todo, después de todo el piensa que serías mejor rey que yo. —soltó con voz dura.
—Jeongguk...
—Príncipe Jeongguk. —alzó la voz lanzando su copa y estrellándola contra la pared. Se levantó del suelo con dificultad, ya estaba mareado por el vino.
—Lo siento, príncipe Jeongguk.
—No, no lo sientes. No sientes nada de lo que yo siento cada vez que escucho decir a mi padre y a los demás que eres el mejor, el gran protector y un mejor rey para el pueblo. No sabes lo que es que te hagan menos y que no importa cada esfuerzo que hagas siempre te faltará más. Pero claro, eres el guerrero estrella, el gran Kim Seok Jung que lo tiene todo, tienes el cariño del pueblo, el del palacio y el de mi padre.
—Quizá no sienta lo mismo que tú pero eres mi amigo. Yo creo más que nadie que tú eres digno de la corona, no puedes dejar que los demás digan lo contrario. —lo tomó de los hombros para que lo mirara— Yo creo en ti.
—Estupideces, —se soltó de su agarre— siempre quisiste ser mejor que yo, competías solamente conmigo para humillarme por no ser tan bueno como tú, en las batallas siempre salías a defenderme como si fuera un inútil, por tu gran sobreprotección todos me hacían menos.
—Mi propósito siempre ah sido defenderte, te defendía porque no quería que te lastimaran. ¿Nunca te has preguntado el porqué tu padre nunca ah salido a las batallas? Los reyes no pelean en la guerra, y si lo hacen siempre tienen a guerreros custodiando que no lo lastimen. Nuestra alteza te cedió aprender a pelear porque eres su único hijo y te adora pero yo como actual guerrero defensor tengo que cuidar por tu bienestar. En las batallas mi prioridad eres tú, antes que el reino, siempre serás tú. El rey no quería que aprendieras a pelear pero si no fuera porque mi padre convenció al tuyo de dejarte agarrar una espada y salir en batallas no sabrías como defenderte.
—¿Ves? Desde un inicio quiso tratarme como un inútil, y si tanto me quiere como tu dices, ¿por qué siempre te prefiere a ti?
Seok Jung se quedó callado, él tampoco entendía al rey.
—Pero esto se acaba aquí. —tomó su espada en camino a la puerta.
—¿Qué piensa hacer?
—Esta noche todo el reino sabrá quién es su verdadero rey.
—No puedo dejarte salir así. —el castaño lo detuvo pero en ese momento Jeongguk sacó su brillante espada y lastimó el brazo izquierdo de Seok Jung con una gran cortada escapando de su vista.
El príncipe salió corriendo del palacio entrando al gran bosque donde visitó a una bruja en lo alto de la montaña, tenía varios días pensando su hazaña y ya era tiempo de hacerla. El nombre de la mujer era Tzésika, una vez la ayudó de ser linchada por el pueblo, defendiendo su vida ya que la mujer era buena y no hacia daño a nadie y ella en agradecimiento le prometió devolverle el favor algún día que Jeongguk lo necesitara y ahora iba por el.
—Príncipe Jeongguk tanto tiempo sin verlo, —la mujer lo recibió gustosa— ¿qué lo trae por acá?
—Buenas noches Tzésika, creo recordar que me devolverías el favor después de haberte salvado la vida hace siete años.
La bruja lo miró por cortos segundos a los ojos, el inocente brillo que poseía antes el joven príncipe ya no estaba.
—Claro que lo recuerdo, ¿qué es lo que quiere a cambio? —preguntó intrigada.
La mirada de Jeongguk se ensombreció de maldad pura.
—Quiero ser un lobo.
La mujer no sabía que hacer o decir pero de todas formas cumplió las ordenes de su alteza. Finalmente después de terminar el brebaje advirtió al príncipe de su uso.
—Tiene que tener cuidado mi príncipe, si este hechizo se utiliza para fines malos las consecuencias serás catastróficas.
—No hay de que preocuparse, yo solo busco justicia por mi nombre y defender a mi gente. —habló mientras miraba la sustancia azul.
De regreso al palacio esa misma noche las tropas enemigas del pueblo vecino atacaron al reino, Seok Jung y los demás guerreros salieron a luchar a capa y espada mientras se formaba un caos y buscaban al príncipe.
Jeongguk sonrió emocionado viendo toda la escena. Al fin defendería a su pueblo por encima del guerrero, se convertiría en un hermoso lobo y derrotaría a los malos.
—Ahora si todos sabrán quien es el verdadero rey, nunca más nadie me hará menos y Seok Jung quedará en el olvido.
Tomó el brebaje y tragó duro por el horrible sabor. De inmediato sus manos comenzaron a cambiar y a salirle pelo negro, su rostro, su espalda y piernas comenzaron a transformarse pero no en un gran lobo como el habría querido.
—¡Traten de encontrar al príncipe y traiganlo a salvo! —gritó Seok Jung a sus guerreros mientras peleaba con tres hombres hasta que un aullido feroz a lo profundo del bosque en una roca alta hizo presencia.
Era una bestia enorme de fácilmente tres metros con grandes colmillos y ojos rojos como el fuego. Grandes patas y garras y pelaje negro como la noche. No hubo tiempo de huir, no hubo tiempo de esconderse, en cuestión de minutos todo se convirtió en gritos, desesperación, sangre y dolor. El ser malvado de Jeongguk se encargó de hacer de él mismo una bestia asesina de todo, atacó a sus aldeanos, las chozas, los molinos, todo.Aún si la pobre gente intentaba lincharlo no pudieron hacerlo muriendo en el intento. Seok Jung fue el último objetivo que la bestia sin razón ni conciencia se encargó de acorralar después de que el muchacho intentara asesinarlo.
Seok Jung con el cuerpo ensangrentado por los rasguños y poca fuerza sostuvo su espada para defenderse. Hasta que se congeló unos segundos cuando lo miró a los ojos reconociendo aquella mirada desde que era niño, esa mirada que se oscureció con el tiempo al pasar de los años.
—Jeongguk.
La bestia gruñó.
—¿Cómo pudiste? ¡Mataste a todos incluído tu padre! —señaló al rey tirado en el suelo completamente destrozado por Jeongguk. Furioso comenzó a pelear ganándose dolorosos rasguños por parte de la bestia negra. —¡Era tu familia! ¡Tu pueblo! ¡Tu hogar! —le encajó la espada en el costado izquierdo.
Pero Jeongguk ni se inmutó, con su gran garra sacó la espada y la arrojó lejos tirando a Seok Jung al suelo de un golpe.
—¡Seok Jung! —era Tzésika quien cargaba una espada brillante hecha de diamante— ¡Ten! —la bruja arrojó la espada y Seok con dificultad corrió a alcanzarla pero en ese instante la bestia encajó sus garras en su pierna derecha impidiendo su agarre.
—¡No! —agarró una piedra picuda y la encajó en su pata librándose de él y con rapidez recogió la espada poniéndose al frente del gran animal.
Jeongguk dio un gran rugido mostrando sus horripilantes fauces al hombre, Seok Jung juntó la poca fuerza que tenía mirando con precisión a lo que una vez fue su mejor amigo. Tomó con fuerza la espada, ambos esperaban el momento perfecto de atacar y corrieron al frente para enfrentarse mutuamente, después de un grito y un rugido monstruoso los dos cayeron al suelo, la espada fue encajada en el corazón de Jeongguk y las filosas garras fueron encajadas en el pecho de Seok Jung.
Tzésika mira con horror la escena y corrió hacia ellos con preocupación hasta que el joven guerrero sacó la espada y el gigante cuerpo disminuyó su tamaño mostrando al príncipe Jeon que con nulas fuerzas y con sangre en el cuerpo volteó a mirar a ambos.
—P-Perdón. —sus ojos se cerraron y su corazón por fin dejó de latir.
Seok tosió con dificultad y mucha sangre salió de su boca, su cuerpo había quedado con grandes heridas pero las garras de la bestia lo estaban llevando al final de su vida, Tzésika posó la cabeza del guerrero en su regazo y con un pañuelo limpió la sangre de su rostro.
—Estarás bien, puedo curarte, tengo esencia de flor de loto que te pue...
—No tiene caso, solo, solo dejame morir como los demás. —detuvo la mano de la mujer que estaba dentro de su bolso donde contenía la sustancia.
Volteó a mirar al príncipe fallecido.
—Era mi mejor amigo, iba a ser un excelente rey, tenía mucho qué dar y no se porque cambió.
—Fue el rey. Su majestad nunca quiso a su hijo, siempre lo culpaba por la muerte de la reina y lo sobreprotegía porque se parecía a su madre, decía que cuando lo miraba a los ojos el rencor que tenía hacia él lograba disminuir pero se obsesionó contigo por ser el hijo que el rey deseaba tener.
—¿C-Cómo sabes eso? —tosió derramando más sangre.
—Yo era amiga de la reina y el rey cada que podía iba a visitarme para solicitar mis servicios de bruja, siempre me pedía brebajes para disminuir y desaparecer habilidades del hombre, yo creía que los utilizaría contra los ejércitos enemigos y no que aquellos brebajes iban servidos a la copa y a la comida del príncipe. Perdonadme por favor, si tan solo hubiera sabido antes que el rey humillaría tanto al príncipe y hacer que cambiaria tanto...
—No tiene caso que te culpes, el rey nos engañó a todos. —tosió nuevamente.
—Si solo hubiera algo que pudiera hacer. —se lamentó la mujer en lágrimas al ver al pueblo lleno de sangre de gente inocente.
Seok Jung le dio una mirada a Jeongguk y después miró a la bruja.
—Sí hay algo que puedes hacer. A Jeongguk le encantaban los lobos, los amaba y quería uno de pequeño, había ocasiones en que nos nombraba manada. —rió débilmente al recuerdo— Quiero que tomes nuestras almas y traigas de vuelta al reino de antes, pero esta vez de cambiaformas en honor al príncipe y al buen hombre que una vez fue, quiero que nos desaparezcas del mapa y que ningún hombre pise nuestra tierra. Cambia nuestro destino para bien. —su cuerpo comenzó a dar pequeñas convulsiones y a derramar más sangre.
—Lo haré, se lo prometo. —Seok Jung sonrió débilmente y cerró los ojos dejando de respirar.
Tzésika se levantó con lágrimas y corrió a su casa para comenzar a hacer su promesa, conjuró varios hechizos y combinó varios brebajes hasta que obtuvo lo que quería. Volvió al pueblo y tomó la espada de Seok Jung y la corona del príncipe bañándolas en la sustancia incolora y disminuyendo sus tamaños. Con lo sobrante del brebaje metió una flor de loto y la transformó en una flor de diamante con el centro de oro.
—Que toda alma inocente de esta noche resurgan en nueva tierra, nueva vida y nueva forma. Que la unión del lobo y del hombre sea para bienestar de sus familias y su pueblo. Que el destino y la gente de este reino sea de felicidad, nobleza, gratitud, generosidad, y buenos corazones así como el príncipe; y también de valentía, protección, liderazgo y fuerza como el guerrero Seok Jung. Pasaran generaciones y generaciones donde las almas del príncipe Jeongguk y el guerrero Seok Jung reencarnarán para proteger a su pueblo como lo fue marcado desde el día en que nacieron.
La flor de loto liberó un resplandor enorme y varias luces doradas se levantaron de los cuerpos muertos, eran todas las almas a excepción del rey y del ejército enemigo que flotaron hacia la flor y fueron guardadas en el amuleto. Todos los cuerpos desaparecieron junto a los destrozos y la sangre, la bruja corrió hacia el bosque y liberó las almas a una gran manada de lobos.
—Ustedes serán el futuro de una nueva especie y una nueva vida. Hagan de sus manadas un destino mejor. ”
—Y así fue como nuestra especie se creó. —terminó de contar mirando a su hijo de seis años que tenía sus ojitos abiertos por el asombro de la historia. Ya era hora de dormir y como siempre le contaba un cuento a su retoño para que durmiera.
—¿Por qué me pusiste el nombre del príncipe si se hizo malo? —preguntó el pequeño indignado cruzando sus bracitos y volteando el rostro al lado contrario de su progenitor. Su padre rió.
—Él no era malo, fue el odio de su padre y su indiferencia que lo hicieron así.
—Pero tu no me odias, ¿verdad? —preguntó asustado.
—Claro que no JungKook. Yo te amo hijo y daría la vida por ti y tu madre sin dudarlo.—le aclaró mirándolo a los ojos.
—Así es bebé, tu padre te ama con todo el alma y juntos haremos que tu destino no sea como el del príncipe de la historia, porque que haremos que tu destino sea feliz. —dijo su madre que recién entraba a darle las buenas noches a su hijo después de ponerse su pijama.
—¿Lo prometen? —hizo puchero.
—Lo prometemos. —dijeron ambos con ternura y arroparon a su hijo para que durmiera.
••••••••••••••••••••••••••••
Se que el fic empezaba en febrero (no dije fecha) pero pues no me dio tiempo hasta ahorita :'v
Chale, pero pues no es tan tarde :v son las 00:16 del 1 de marzo :v
La escuela me consume:( le echaré ganitas a los fics que tengo pendientes solo tenganme paciencia y confianza 😅
Gracias por la espera infinita y espero les haya gustado este capítulo, el próximo cap será publicado el próximo sábado 😉
LOS AMOOOO💕💕💕💕
Atte: Pastel. ❤🎂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro