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Único

Kim Seokjin ha tenido innumerables decepciones amorosas, tan es así que ya no quiere arriesgar su corazón por nadie; ni siquiera por el caballero que Kim Taehyung es.

O al menos eso fue lo primero que Seokjin pensó al darse cuenta del interés que Taehyung tenía por él, y que sin duda era cada vez más evidente al ser compañeros de facultad. 

Jin no imaginó que las atenciones, detalles y palabras de Taehyung, se fueran metiendo poco a poco en su mente y corazón, al grado de querer arriesgarse por un momento a tener una relación con Kim Taehyung, que pese a parecer un coqueto y galante chico, era de los jóvenes más dulces que nadie antes había tenido el esplendoroso placer de conocer.

Taehyung quien era tan sólo unos meses mayor que Jin, quedó rápidamente encantado con la persona del castaño, y es que se veía de inmediato que Kim Seokjin era alguien sencillo, además de bastante risueño.

Kim desde un comienzo aprovechó todos y cada uno de los días de clase junto al castaño, regalándole sin falta; una hermosa rosa blanca y un delicioso chocolate, que al menos al mismo Kim Taehyung le gustaba demasiado.

Con todos aquellos pequeños detalles que Taehyung siempre había tenido con el castaño de Jin, desde un comienzo, el mismo chico de cabello castaño siempre había procurado mostrar una expresión neutral, pues lo último que quería era salir nuevamente lastimado.

—Una flor para otra flor —dice sonriente Taehyung, en el preciso instante en que para frente a Jin, que de nueva cuenta está sumergido entre uno de sus libros de romance, aquel romance que él tanto ansiaba.

Antes de siquiera contestarle a Taehyung o siquiera alzar su rostro, Jin traga duro y controla todas sus ansias por todo aquello que el pelinegro le hace sentir. Especialmente porque desde hace unos días Taehyung empezó a usar una nueva colonia y un nuevo peinado, que lo hacen ver todavía más atractivo y carismático.

—Buenos días, Taehyung —saluda el castaño, algo más bajo de lo usual, pero con una sonrisa sincera mientras toma entre sus manos aquella hermosa rosa blanca que Taehyung sin falta le regala todos los días—. Es muy hermosa. Gracias.

Sonriente, Taehyung siente a su corazón acelerarse por la manera nueva en que Jin lo ha mirado. El mayor siente que ha logrado su cometido de entrar en el corazón del castaño y no puede sentirse más feliz.

Tomando asiento frente a Jin, Taehyung suelta aquella pregunta que antes ya había hecho al castaño, pero que éste mismo le había dejado en claro, no le interesaba en ese momento.

Con los nervios a flor de piel, Taehyung suspira tranquilo y fija su vista a directamente en la del castaño que se ve especialmente, aún más guapo.

—Jin, ¿quisieras tener una cita conmigo?

Pensativo, Jin mira primero a lo vacío que aún se encuentra el salón, para poco después dirigir su mirada a la del pelinegro que refleja mucha ilusión, al igual que su divina sonrisa.

—Taehyung... Yo no soy bueno para tí —comienza diciendo el menor de los dos, rompiendo un poco al mayor—. Creí que ya lo habías comprendido antes.

—No entiendo porqué dices eso, Jin. Eres el chico más sencillo y dulce que conozco. Dudo mucho que tengas un enorme secreto, por el cuál decir que no eres bueno para mí.

—No tengo ningún secreto —comenta divertido—. Es simplemente que soy un chico bastante lastimado en cuestiones sentimentales. Me cuesta mucho creer que no vas a lastimarme, a jugar conmigo nada más.

Serio, Taehyung coloca sus manos sobre las de Jin y enseguida dice aquello que más quiere de Jin.

—Jin, quiero jugar contigo, mas no en el sentido de lastimarte. Quiero jugar contigo en un parque de diversiones, así tengamos 24 años. Quiero jugar contigo mientras vemos una película. Quiero jugar contigo al comer helado, al comer pastel. Quiero jugar contigo al momento de salir a nuestra primera cita. Quiero jugar contigo de día y de noche para hacerte sonreír todo el tiempo.

Tomando aire silenciosamente, Taehyung decide decir todo aquello que lleva guardando dentro de sí, desde que conoció al castaño.

—Quiero asustarte a mitad de una película de terror sólo por el simple hecho de hacer que te refugies en mí. Quiero demostrarte lo divertido que soy. Quiero mostrarte lo ansioso que estoy por cocinar algo para ti, aunque no sepa cocinar nada —ríen—. Quiero enseñarte mis fotos de bebé, inclusive en donde salgo corriendo en ropa interior. Quiero que veas lo divertido que es convivir conmigo, aún sí a veces me enojo y hago pucheros cómo si fuera un bebé.

Inhalando, Jin se siente mal por no querer enseñarle aquella faceta suya a Taehyung o más bien, por no serle tan fácil ni al mismo Jin mirar esas fotos, algo vergonzosas.

—Soy una pésima opción para pareja. Olvidó los aniversarios. Olvidó los cumpleaños. Olvidó dar regalos en cualquier festividad, como Navidad. Olvidó ser expresivo con la gente. Olvidó demasiadas cosas que otras personas no. Cambió de opinión con respecto a lo que me pongo todo el tiempo. Inclusive con respecto a que voy a comer. Jamás te mostraría mis fotos de bebé, son raras, todo yo soy raro —se excusa Jin, no creyendo ni una sola de sus palabras.

—No hay problema, Jinnie.

Llamando por un apodo sumamente lindo, Jin siente su corazón derretirse y su mente sentirse segura de que Taehyung es el la persona que había esperado siempre.

—Yo te recordaré todas esas fechas y te haré ser expresivo, porque con la hermosa sonrisa que tienes, todo el mundo merece conocerla y deleitarse con ella.

Soy Anti romántico —confiesa Seokjin, pues por más que quiera engañar a Taehyung sabe bien que no puede hacerlo, sin embargo, pronto se sorprende al ver la extensa sonrisa del pelinegro frente a él.

—Y yo sumamente romántico —ríe el mayor, depositando entre las manos del mayor un chocolate amargo, que eran los que menos le gustaban a Jin, pero los que más le encantaban a Taehyung—. ¿No te parece eso la señal perfecta de que seríamos la pareja ideal?

—Como uno de estos chocolates fue el primero que te regalé. Y me di cuenta desde ese momento lo diferentes, pero parecidos que éramos —sonrojándose Taehyung, Jin pronto empieza a recordar aquel día en el que después de varios intentos, pudo regresar el chocolate a uno de los bolsillos de la mochila del mayor, que había reído divertido tan pronto cómo descubrió a Jin en pleno acto del delito.

—Te diste cuenta de ello y, al día siguiente me trajiste un chocolate de café.

—Supuse que esa era una mejor opción, después de todo siempre te veía llegar con un café.

Nerviosos y un poco ansiosos, Taehyung logra hacer que la mirada del castaño de Jin se pose nuevamente sobre su persona.

—Déjame ser la persona que te lleve de la mano a un nuevo comienzo.

—Tengo miedo...

—No te lastimare, nunca lo haría.

—Temo que si ésta relación sale mal, mi corazón entero arda y no queden más que cenizas negras del dolor.

—En ese caso hagamos que ésta próxima relación nunca terminé. Seamos felices, juntos.

—Tienes razón —murmura Jin, llamando de pronto y un poco más la atención de Taehyung, quien no puede decir nada, porque Jin vuelve a hablar—. Eres sumamente romántico.

Riendo alto, ambos comienzan a llamar la atención de las personas alrededor de ellos que desde hacía un tiempo sospechaban ocurría algo entre Kim Seokjin y Kim Taehyung.

—¿Te convenceré de tener una cita conmigo si hago aeygo? —interroga Taehyung, no dándole tiempo tampoco a Jin de negarse ante dicha petición que hacía a su corazón latir de sobre manera por lo dulce que aquella acción resultaría con Taehyung cómo protagonista. 

Colocando Taehyung uno de sus dedos índice sobre su mejilla izquierda, y formando un muy adorable puchero, mientras cierra los ojos, Taehyung derrite por completo el corazón no sólo de Jin, sino también de algunos de sus compañeros que se encuentran detrás de Jin.

—Sino sales tú con él, lo hago yo —bromea Jimin bajo y detrás de Jin, sabiendo perfectamente bien lo mucho que a Seokjin le gustaba Taehyung—. Dile ahora.

—¿Estás bien, Jinnie? De pronto te pusiste algo pálido.

Sintiendo un vómito verbal aproximarse, a Jin le resulta difícil seguir callando con respecto a sus sentimientos.

—M-me, me gustas... Y, y de verdad quisiera tener esa cita contigo —exhalando con cierta tranquilidad, MinHo voltea la palma de su mano y con todo el valor dentro de si, sujeta la mano de Taehyung y se siente listo, para decir aquello que lo ha atormentado por tanto tiempo—. Tengo muchísimo miedo con respecto a lo que pueda pasar en esa cita, pero creo que es un riesgo que en definitiva quiero tomar contigo, porque por más que quiera correr lejos de ti, y ocultar todo aquello que siento por ti; mi corazón ya te persigue...

Dejando con mucho esfuerzo Jin, todos aquellos recuerdos de sus relaciones en el pasado fallidas, un peso enorme va abandonando el interior de su pecho que por tanto años el mismo había ocasionado al recordar día y noche todas aquellas malas experiencias.

En mi corazón ha empezado a sonar una dulce canción de amor. Jinnie, tus palabras me hacen muy feliz.

—Parecemos una comedia romántica extravagante.

—Seremos la comedia romántica más extravante que pueda haber...

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