Este extra se desarrolla luego de la batalla final contra el primer rey demonio, el cuarto rey fantasma y los muertos vivientes de Yue ZhaoLin.

Al parecer, lo más grande había pasado, solo que, a diferencia del resto, Feng Baoshi tenía otro problema con el que lidiar, debía hablar cara a cara con su padre. Si bien el hombre ya había dejado en claro que no iba a meterse más con Yi Hen, aún no tenía del todo su consentimiento para mantener la relación. Claro que, incluso si su padre no estuviera de acuerdo, se las arreglaría para seguir con el maestro, no pensaba dejarlo.

Mantenía una relación oculta con un hombre, todo lo contrario a lo que debía buscar para su descendencia. No era solo el hecho de compartir género con Yi Hen, sino que era un tanto "especial", dicho así por Tian Feng, su padre: "un hombre al que nunca le podrás leer la mente". Y eso no le gustaba, ¿cómo podía dejar a su hijo en manos de alguien cuyas intenciones eran impenetrables? Pero claro, mientras que para el rey era algo desagradable y peligroso, para Feng Baoshi era una cualidad que lo atraía.

Entonces, ahora mismo el príncipe estaba en la carpa de su padre, ya para ese momento se habían construido varias de este tipo gracias a que Chang Gao, Bai GuangXuan, Ti ChenYing y Ti WuChang, acudieron a la ayuda enseguida al desastre, trayendo cosas útiles y necesarias para todos los que estaban en Songshu.

La carpa no era la gran cosa, pero tenía algunas cuantas características que las demás no tenían, obviamente, era un intento de carpa real, por lo que la privacidad era una de las cosas esenciales.

Tian Feng comenzó:

—Estoy tranquilo, así que no quiero gritarte.

—Padre, lo diré directamente y sin dar vueltas con el tema. —Exhaló Feng Baoshi—. Yo tengo una relación romántica y seria con Yi Hen, no voy a alejarme de su lado aunque me lo pidas de rodillas, ¿es eso lo que querías escuchar? ¿O hay algo más que quieras saber?

El hombre casi se ve obligado a escupir una bocanada de sangre, no obstante, pudo aguantarla como un verdadero campeón.

—Quiero que me cuentes todo al respecto.

—No.

—¿Desde cuándo eres así de mal criado?

—No es ser mal criado, padre, es mi privacidad. Pero puedo contarte que lo conocí en Yun, fue cuando nos alertó del ataque inminente de Tian Huo, y luego, cuando se ofreció como voluntario para entrenar las tropas y pelotones que participarían en la guerra, lo conocí mejor.

—¿Estás enam... estás... a ti te atrajo desde el inicio? ¿Él hizo algo para atraerte? ¿Algo extraño quizás?

—Padre, te decepcionarás al escuchar que fui yo quien lo acosaba constantemente hasta que se fijó en mí, no diré nada más, solo debes saber que yo amo a ese hombre, nada más.

El viejo casi pierde el equilibrio otra vez, tosió varias veces con mucha fuerza, quizás se había atragantado con su propia saliva, ¿de verdad su hijo había ido tras el hombre? ¿Eso quería decir que a Yi Hen no le interesaba en un principio? ¿Fue su Feng Baoshi quien lo sedujo? No quería decir nada más al respecto, tampoco podía asimilarlo todavía, por lo que se sentó y se frotó las sienes.

—Él no tiene familia, no tiene más que su conocimiento y nivel de cultivo, no te brindará nada. Es un cultivador educado y entrenado para pelear en guerras, podría morir en una batalla o abandonarte por su lealtad, además, ¿y si en realidad te está sacando beneficios? ¿No lo has pensado? Estás cegado, te has encaprichado con él.

Feng Baoshi se alteró, ¿cómo iba a creer eso? Claro que jamás se le hubiera pasado por la mente algo así.

—¡Padre! Usted no conoce qué tipo de relación tenemos, usted no conoce a ese hombre y tampoco le ha dado la oportunidad. Desde el fondo de mi corazón, puedo asegurar que esa persona me quiere igual que yo a él.

—No puedo ver cómo mi hijo defiende a un hombre de esta manera. —murmuró Tian Feng, frotando su entrecejo.

—Ese hombre es parte de tu familia ahora, quiero realizar una ceremonia matrimonial con él, aunque aún no hemos hablado bien de eso, lo haremos.

Esas palabras cayeron como flechas en la espalda del viejo Tian Feng, cada frase de su hijo parecía exprimir su pecho, no le cabía en la cabeza algo como eso, pero así era.

—S-supongo... que en ese caso sí lo sería.

—¿De verdad lo dejarás en paz? Antes dijiste eso.

—Él no tuvo rencores y nos salvó a pesar de todo, le debo la vida, por eso simplemente no quitaré la suya, realmente no quiero tener nada que ver con ustedes, pero debo estar seguro de que no te esté usando, y de que tus sentimientos sean verdaderos.

—Él jamás me haría daño, y mis sentimientos son solo y exclusivamente para él, si algo le pasara, no volveré a amar a alguien. Padre, no puedo amar a otro que no sea él, ¿le quedó?

El hombre no podía creer tantas palabras vergonzosas, ese hijo suyo no cambiaría de parecer por nada del mundo, eso estaba más que claro, ya no había nada de que discutir allí.

—Escucha, hijo. Esto iba a pasar de todos modos, solo no sabía si decírtelo ahora. —Suspiró—. Puedo notar tus sentimientos, y creo que puedes hacer las cosas que necesito, no dudo de que podrás hacerlo bien.

—¿A qué se refiere?

—Dejaré el palacio de Feng y la capital a tu cuidado, bueno, a los pueblos en general, junto a... él —Se refirió a Yi Hen con un tono agobiado—. Debes liderar como te he enseñado todos estos años. Sé duro y no perdones. Yo me quedaré un largo tiempo aquí con mis hermanos, necesitamos acomodar muchas cosas.

—Padre, si usted me dará el trono para que se lo cuide, yo reinaré con gusto, pero lo haré a mi manera. Si usted no está satisfecho luego de verme, puede retirarme y poner a alguien más.

—Está bien, está bien, dejaré que hagas lo que quieras, ¿contento?

—¿Debería estar contento?

—Eso no lo sé, pero te aseguro que no les faltará nada, y... Solo quería disculparme, por dudar de ti.

Los ojos de Feng Baoshi se abrieron de par en par, ¿había escuchado bien?

—Yo... mientras mi padre me permita estar con quien yo amo y no lo lastime, entonces yo perdonaré cualquier cosa del pasado.

—Hecho.

Feng Baoshi hizo una leve reverencia, por dentro, esa palabra lo había hecho casi saltar de alegría, no podía creerlo.

—Gracias, padre.

Al salir de la carpa y caminar unos pasos volvió a encontrarse con la realidad, debía liderar el reino de su padre. La charla había terminado de manera bastante agradable, y no solo eso, sino que ahora tenía el palacio para "jugar" junto a Yi Hen, bueno, tendrían mucho trabajo también, pero mientras estuvieran juntos, realmente no importaba.

«Incluso si viviéramos en una cueva, si estamos juntos, entonces estaría bien».

Claro que por su mente ya pasaban un montón de posibilidades, incluso quería regalarle una biblioteca decente, o al menos mostrarle las tantas que había en su reino, quería verlo y abrazarlo. ¿Lo haría bien? ¿Estaba preparado? ¿Era suficiente como para gobernar ese extenso territorio?

Sin embargo, todos esos miedos desaparecieron al ver un poco más adelante, era una silueta demasiado conocida, con las piernas y brazos cruzados parecía esperar con impaciencia, se veía cansado, ya que llevaba sus ojos cerrados y sus cejas algo fruncidas. Por uerte no había nadie cerca, solo ruinas, troncos y muchas cosas tiradas, no era para nada un hermoso paisaje, pero allí, solo con la presencia de ese hombre, era suficiente.

Feng Baoshi dibujó una sonrisa.

—¿Estuviste esperándome?

Esa voz pareció despertarlo, por lo que Yi Hen abrió sus ojos de inmediato:

—Lo hice, de hecho estuve aquí desde el principio, ¿qué tal fue?

—Él te ha aceptado.

En realidad, Yi Hen estaba tan nervioso que podría morir, claro que su rostro no lo demostraba, pero su corazón latía con fuerza, todo dependía de una frase corta, positiva o negativa, y al escuchar lo que deseaba, no pudo evitar acercarse y abrazarlo.

—Si él no nos aceptara, igualmente te hubiera abrazado, lucharía por quedarme a tu lado, ¿entiendes lo que quiero decir?

—Si... Yi Hen, quédate conmigo para siempre, por favor.

—Ni siquiera deberías pedirlo —murmuró al oído.

—Mi padre me ha dejado el palacio —comunicó, devolviendo el abrazo—. Él y mis tíos organizarán mejor las cosas aquí, liderarán también desde el palacio principal, y para estar seguros de que todo esté bien en nuestro territorio, me dejará allí... Contigo.

—¿Él me incluyó a mí cuando te lo dijo? ¿Es broma?

—Lo hizo... Yi Hen, reina junto a mí y ayúdame a hacerlo bien, por favor.

—¿Eso es una propuesta de matrimonio?

—Lo es.

Yi Hen solo había preguntado como una broma, sin embargo, por alguna razón la respuesta fue muy seria, de verdad seria y honesta, nunca se hubiera esperado eso, bueno, quizás tenía las esperanzas, pero ni él mismo podía comprender por completo ese sentimiento.

—Entonces... este humilde maestro acepta la propuesta de matrimonio de su majestad Feng Baoshi.

Aunque dijo esto, de repente el príncipe pareció querer decir algo, quizás por los nervios no logró hacerlo, provocando un sonido ahogado como un sollozo; por ende, Yi Hen de inmediato separó el abrazo y sostuvo las mejillas coloradas del joven con ambas manos. Allí vio los ojos derramando lágrimas, una dulce y tierna expresión de tristeza y felicidad evidentes que movieron su corazón.

—¿Baoshi? ¿Por qué lloras?

—Tú también lo estás haciendo...

Yi Hen no se había dado cuenta de que por sus mejillas rodaban abundantes lágrimas, impresionado volvió a abrazarlo con fuerza, era verdad, él también estaba llorando.

—Este maestro nunca llora... Pero si es por ti, entonces lo hace.

Era algo muy extraño que Yi Hen derramara lágrimas, y claro que lo haría, fue aceptado por el padre del hombre que amaba, y no era cualquier persona quien debía aprobarlo. Era alguien con tal poder que podría haber ordenado que lo mataran, que lo persiguieran, que arruinaran sus vidas, y, sin embargo, el viejo Tian Feng accedió a la relación, e incluso aceptó que ambos reinaran juntos su parte del territorio mientras se arreglaban las cosas, ¿cómo podría no llorar de alegría? ¿Cómo no podría abrazar a esta persona?

—Baoshi... —Besó esos labios rosas, incluso si ambos rostros estaban llenos de lágrimas, besó y besó profundamente hasta que cayeron sentados en el suelo, Feng Baoshi por encima de su prometido, en un nuevo y agradable abrazo—. Baoshi... Te amo, ¿entiendes? Yo realmente ya no sé qué hacer...

—Todo estará bien, yo también te amo demasiado. —Sonrió—. No sé cómo es que hemos llegado hasta este punto.

El momento duró un largo rato, ambos se reían a carcajadas por estar llorando, era una escena extraña, y de todos modos, lo que importaba era que habían sobrevivido a dos guerras, habían superado mil obstáculos juntos, y ahora obtendrían su recompensa, ¿qué más podían pedir? Ya tenían más de lo que necesitaban.

Ambos se tomaron de las manos y caminaron hacia su carpa, Yi Hen dijo de repente:

—¿Qué dices si preparamos un hogar para Wen ShanShui y You YuMo?

—¿Un hogar?

—Ellos van de pueblo en pueblo, no tienen un lugar al que regresar, ¿qué dices si les hacemos un regalo?

Feng Baoshi le dibujó una risa de aprobación, Yi Hen de verdad siempre estaba al tanto de sus seres queridos, claro que algo así se le ocurriría tarde o temprano.

—Siempre piensas en todo y en todos. Claro que sí, es una idea maravillosa. En cuanto lleguemos me haré cargo de todo, aunque deberás ayudarme un poco.

Fin extra 12.

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¡Holiiis!

Por fin estos dos estarán juntos y sin que nadie los moleste, Tiān Fēng tuvo que aceptar a su hijo tal cual es, y más le valía, okno pero oksí xD

Veamos si se hace realidad el deseo de construir una casita para nuestros protagonistas, después de todo, Yí Hén tiene razón, ellos no tienen un lugar al que volver, al menos no un lugar al que puedan llamar "casa" :')

¡Muchas gracias por leer hasta aquí! ¡Les mando un súper abrazoo~!

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