Capítulo 44 - El mejor regalo (+18)
Atención: Este extra tiene contenido de sexo explícito (los capítulos +18, incluyendo este, tienen una versión censurada, excepto el extra 07 y 11).
Había pasado ya un mes desde la catástrofe, y las cosas habían cambiado bastante. Ahora, o mejor dicho, como en un principio, los tres reyes estaban en el palacio principal de Tian, lugar donde habían crecido, que conocían como la palma de sus manos. En ese sitio espacioso entregaron varias órdenes a soldados y voluntarios para ayudar a los necesitados, Songshu se había destruido por completo, al igual que algunos pueblos cercanos. Debieron auxiliar y ofrecer refugio a muchos, además de curar heridas y enterrar a los fallecidos.
Al principio, algunos pabellones médicos habían quedado abarrotados, pero para este entonces, por suerte, ya muchos estaban recuperados.
Como los tres ancianos estaban ocupados en palacio de Tian, Tian LiuYun le había dejado el palacio de Yun a su hija, quien, para su sorpresa, podía atender bastante bien los asuntos que tener un palacio implicaba.
Por otro lado, Tian Feng dejó a Feng Baoshi en su palacio, junto a Yi Hen. Aunque no lo admitiera, sabía que funcionaban de maravilla juntos, sobre todo porque el maestro de su hijo era un genio en todo lo que hacía. Era curioso que Yi Hen no pudiera mantener su habitación ordenada por mucho tiempo, pero gobernar una población le resultaba sencillo. Como era un aficionado a toda clase de lectura, comprendía perfectamente las leyes y las formas de gobierno, entendía la nobleza y la realeza como si se hubiera criado en su entorno. La verdad era que nunca dejaba de sorprender a quienes lo conocían.
Tian Guang no tenía con quién dejar su palacio, Guang Jin nunca regresó, era un hombre fuerte y lo sabía, pero su salud era débil, por lo que todos lo consideraban como una víctima más de las explosiones y el fuego, era lo más realista. El único que no quería creer esto era su padre, se negaba a admitir que su hijo nunca volvería, que había traicionado a su raza. Inclusive, ahora se sabía que uno de los culpables de la demora para la ayuda en la guerra contra Huo, había sido él y alguno de sus soldados.
Sin embargo, Tian Guang seguiría esperando el regreso de su hijo hasta la muerte.
Por otro lado, Chang Gao y sus sirvientes ya se habían reportado como sobrevivientes, antes comunicaron lo acontecido desde sus puntos de vista. Resultaba que, cuando la explosión se generó, ellos estaban en un pueblo relativamente cercano llamado YangShu, y al notar la gran llamarada que se acercaba, lograron reunir suficiente energía entre él y sus compañeros para proteger al pueblo. Como era de esperarse, la energía del demonio no había llegado con tanta fuerza hasta allí, por lo que entre todos, es decir, Ti WuChang, Ti ChenYing, Bai GuangXuan y Chang Gao, se habían podido manejar a la perfección.
Los cuatro continuaban con su antiguo trabajo, es decir, ayudar a los pueblos afectados, con la diferencia de que, en esta ocasión, había casas pulverizadas hasta más que las cenizas.
También estaba el esperado problema de fantasmas resentidos, malvados, o simplemente perdidos, muchos eran soldados aferrados a la vida, amor u odio, todos ellos debían ser devueltos a su camino original de reencarnación.
Sobre ese tema en específico, se encargaron, al menos en mayor medida, Wen ShanShui y You YuMo, ambos eran quienes más acostumbrados estaban a esta clase de cosas, por lo que terminar con más de doscientos fantasmas en un par de noches fue tarea fácil. Bueno, dentro de todo fácil, y es que algunos fantasmas solicitaban compartir recuerdos, algunos serían normales, de sus vidas con sus familias o el trabajo, pero otros eran sobre sus trágicas infancias, de sus sufrimientos, y quien sabe cuantas cosas más, por eso, en ese sentido, no era una tarea nada sencilla.
Y así pasaron varios meses más, poco a poco todo regresaba a la normalidad.
Esa, por cierto, era una mañana normal, quizás un poco nublada, pero el viento del invierno ya era parte de su día a día, pronto comenzaría a nevar.
You YuMo y Wen ShanShui se dirigían montando en caballo hacia el reino Feng. Yi Hen y Feng Baoshi, quienes ahora vivían en el palacio de dicho reino, habían enviado un ave mensajera para que ambos fueran de visita. La carta como siempre no especificaba mucho, pero básicamente decía que tenían un regalo para ambos, un regalo que por fin estaba listo para ser entregado.
Desde que todo había acabado, ambos recorrían las tierras de aquí para allá, ayudando gente por donde fueran, derrotando bestias, exorcizando fantasmas, purificando deidades, etc. Siempre se quedaban en posadas por las noches, y por los días, recorrían los reinos, era una vida nómada a decir verdad, no tenían un punto fijo en donde vivir; por esa razón, ver a sus amigos, familia o conocidos cada tanto, era algo así como una recarga de energía. Claro que, a pesar de la distancia, cada tanto se enviaban cartas, preguntaban por la salud de todos y un poco sobre la situación, pero las cartas nunca se compararían con tener a una persona su lado.
El viaje no fue muy largo, y tras llegar al palacio de Feng, You YuMo y Wen ShanShui fueron recibidos como reyes. El príncipe ahora llevaba unas ropas más caras y detalladas, mientras que Yi Hen seguía llevando unas muy ligeras y bastante simples, cosa que no le sorprendía a nadie, después de todo, nunca le había gustado mucho la ropa llamativa, además, con esas prendas no podía luchar en caso de ser necesario.
Tras una larga charla y un banquete agradable, Yi Hen y Feng Baoshi los guiaron hacia un gran bosque ubicado en una montaña cercana al palacio, allí no se escuchaba nada más que la naturaleza, había un pequeño arroyo cerca que se conseguía oír como en susurros, You YuMo estaba maravillado con semejante belleza.
Más pronto que tarde llegaron al lugar que se les quería mostrar, era una pequeña casa de madera, muy similar a la casa que Wen ShanShui tenía cuando vivían en la academia, quizás algo más grande y firme, era hermosa. El lugar estaba rodeado de grandes árboles y un estanque, era como un gran escondite secreto; uno perfecto, pues no muy alejados y aunque apenas tenían hojas, había algunos cuantos árboles de duraznos. You YuMo con solo ver eso estaba maravillado, quería ir a mirar de cerca, pero se aguantó las ganas.
La hermosa vista no era lo que Yi Hen y Feng Baoshi querían mostrarles.
Ambos conectaron miradas y sonrieron.
—Esto es todo suyo —confesó Yi Hen—. Es nuestro regalo para ustedes.
You YuMo quedó boquiabierta, ¿cómo que para ellos? ¿Ese lugar? ¿Todo ese lugar? Debía estar bromeando, ni siquiera era gracioso, no sabía cómo contestar a esto.
Fue Wen ShanShui quien habló primero:
—¿Estás bromeando? No podemos aceptar esto, es demasiado, es parte del territorio de Tian Feng.
Feng Baoshi se interpuso, como si ya estuviera esperando esa respuesta.
—Es solo un terreno que nadie utiliza, nadie visita este lugar porque está detrás del palacio, y yo soy el príncipe heredero, si quiero regalarles esto, es mi problema. ¿No es bueno esto? ¿Acaso tienen en dónde vivir ustedes dos? —Al no recibir respuestas, exhaló—. Como sea, sabemos que a You YuMo le gustan este tipo de lugares, y sabemos que a ti también te gusta estar en paz, Wen ShanShui, ¿cuál es el problema con simplemente aceptarlo?
Wen ShanShui bajó los párpados.
—Es demasiado, no sabría cómo devolverles el regalo.
—Tonterías, no hay algo como devolver un regalo. Buneno, está hecho, al menos con esto tendrán un lugar al cual llamar hogar —bufó el príncipe.
Un lugar al cual llamar hogar, un lugar en donde ambos podían estar tranquilos, un lugar al cual volver siempre que estuvieran cansados, ¿había algo mejor que eso?
You YuMo sintió que derramaría lágrimas e hizo una profunda reverencia.
—¡Muchas gracias! ¡Esto es perfecto! ¡Gracias a ambos por pensar tanto en nosotros!
Yi Hen negó con ambas manos.
—Esto es una manera de agradecerles también, por siempre estar ahí apoyándonos, de verdad, muchas gracias.
—Yi Hen... —murmuró Wen ShanShui—. Somos nosotros quienes deberían agradecer, siempre estás detrás de todos. Hermano, Feng Baoshi, muchas gracias.
—Bueno, bueno, está todo bien ahora, ¿no? Dejémonos de cosas y disfruten de su nuevo hogar, ya todos saben que esta parte de la montaña es privada, no deben preocuparse por visitas inesperadas o cultivadores despistados. La energía qi de la montaña es buena para el cultivo, así que podrán aprovechar eso también.
La charla fue corta después de esto, Yi Hen y Feng Baoshi regresaron al palacio, mientras que Wen ShanShui y You YuMo se propusieron a investigar la zona que se les había entregado, ¡tenían un hogar, una casa propia!
You YuMo se colgó del cuello de Wen ShanShui, abrazándolo con fuerza.
—Ahora, cada vez que estemos cansados de viajar, podemos simplemente quedarnos aquí. ¡Vamos a ver por dentro también!
Wen ShanShui sonrió y devolvió el abrazo.
—Tomémonos un descanso, ¿qué dices? Quizás un invierno tranquilo no estaría mal.
—¡Estoy muy de acuerdo! Es más, lo necesito.
De esta manera, ambos recorrieron la zona, era perfecto, había un arroyo cerca, un montón de árboles de gran tamaño para treparse, y lo más importante, había paz, una paz infinita, sin nadie que la perturbara, un viento puro y agradable, era sencillamente perfecto. Desde bien arriba y si fijaban la vista, podían ver pequeños puntitos, los que serían el palacio y la capital de Feng.
Por otro lado, la casa no era la gran cosa si se hablaba de detallada arquitectura, era muy similar, tanto por fuera como por dentro, a la antigua casa de Wen ShanShui. Esto los hizo sentir aún más como en su hogar, era perfecta.
La revisaron por completo, tenía todo lo esencial para vivir cómodamente, incluso un baño climatizado, era demasiado.
—Yi Hen y Feng Baoshi de verdad pensaron en todos los detalles —mencionó You YuMo con melancolía—. Nunca seré capaz de devolver todo lo que han hecho por mí.
—Mi hermano siempre es así, haciendo este tipo de cosas sin esperar nada a cambio, no me cabe duda que fue su idea.
—Tu hermano te quiere mucho.
Los labios de Wen ShanShui se curvaron en una sonrisa.
—Lo sé, siempre me ha cuidado desde las sombras.
—Cuando estaba solo en Songshu, él siempre se veía ocupado, y a pesar de todo, estaba también al pendiente de mí; cuando me molestaban, él reprendía y castigaba a los discípulos en secreto, siempre lo supe.
—En ese entonces tuve que haber estado a tu lado... yo... Lamento haber subestimado el poder del enemigo.
—No fue tu culpa. Estabas muy herido, no puedo culparte por dormir tanto. Además, ¿crees que yo no podría solo? Eran solo un montón de niños asustados, nada más. Creo que gracias a lo que pasó, he aprendido a salir adelante por mí mismo. Ahora sé que si algún día vuelves a irte, podría esperar hasta la muerte por ti, con esperanzas de que siempre regresarás. —Wen ShanShui no contestó a esas palabras, por lo que You YuMo añadió—. Sabes, antes yo... —Sin poder seguir, las palabras del joven fueron tomadas por los labios del hombre a su lado—. ShanShui yo... deja que hable... Estoy diciendo algo importante.
Wen ShanShui dejó salir un suspiro y contempló los cristalinos ojos de You YuMo, ¿cómo podía decir cosas tan lindas de la nada? ¿Cómo iba a resistirse? Escuchar las palabras de "te esperaría hasta la muerte" solo encendían un extraño sentimiento de felicidad y tristeza, solo quería tenerlo y cuidarlo, para que así nunca estuviera solo.
—No volveré a dejarte solo, YuMo, de verdad, no lo volveré a hacer.
You YuMo se rio y apoyó sus brazos estirados sobre los hombros de Wen ShanShui.
—Más te vale, aún me debes más de cuatro meses, lo sabes perfectamente, solo me pregunto cómo lo harás.
No importaba si era pronto o dónde estuvieran; ahora tenían un hogar donde recuperar, de alguna manera, el tiempo perdido. Aunque ambos sabían que, mientras permanecieran juntos, acompañándose en los momentos felices y difíciles, no necesitarían nada más. Juntos, podrían enfrentar cualquier desafío. Hubo un instante de silencio en el que sus miradas se mantuvieron fijas, conectadas. Estaban de pie, justo frente a la habitación, y sus sentimientos se volvían cada vez más evidentes. ¿Sería imprudente ceder tan rápido a sus impulsos?
Wen ShanShui dudó por un momento, comenzando a separarse para continuar con el recorrido. Pero You YuMo no quiso apartar sus brazos de los hombros de Wen ShanShui y, con una sonrisa burlona, respondió:
—Claro, Wen ShanShui, el gran maestro Wen TianZe, aunque es atrevido cuando los ojos ajenos no lo miran, todavía le teme a que alguien entre a su casa y lo encuentre en la cama con otro hombre.
Wen ShanShui gruñó e insistió en alejarse, ¿qué pasaba si Yi Hen regresaba con Feng Baoshi?
—No puedes, nadie vendrá, sé lo que estás pensando, maest...
Como si le importara, sin dejarlo terminar, Wen ShanShui presionó sus labios para silenciar las palabras seductoras, luego, tras terminar y recuperar el aliento, dijo con un hilo de voz:
—Ya que insistes. Si vuelven... tendrán que esperar afuera, me temo que seré el primero en disculparme por las molestias. —Besó de nuevo.
You YuMo se sentía feliz por los besos, los sentía tan cálidos y dulces que hasta eran adictivos. Entrelazaron sus cuerpos allí mismo, quitando poco a poco las ropas exteriores y, solo cuando el beso terminó, You YuMo volvió a juguetear. Primero enredó sus dedos en el suave cabello negro, como si quisiera despeinar esos largos mechones que siempre iban arreglados, luego, como sus movimientos no eran interrumpidos por el hombre ante él, acarició con el dedo índice el pecho desnudo de Wen ShanShui, de arriba a abajo, una y dos veces, acariciando esa hermosa piel con cicatrices.
—ShanShui, hacemos esto a plena luz del día, ¿no tienes vergüenza?
—¿No fuiste el que se negó a soltarme primero?—bufó—. ¿Qué estás buscando con tocarme así?
—¿Mmnn? Solo te busco a ti, nada más. Cuando ya no me atacas, entonces me toca a mí, ¿no?
A medida que las palabras y las caricias se entrelazaban, las respiraciones de ambos se volvieron más entrecortadas con el roce de sus pieles. Wen ShanShui besó el cuello del joven mientras lo empujaba suavemente hacia atrás, cayendo juntos en una acolchonada y limpia cama.
You YuMo sintió que todo su cuerpo estaba envuelto en fuertes llamas, claro que Wen ShanShui era el responsable, era el único que le hacía sentir tantas cosas en su cuerpo y, aunque estaba avergonzado por su evidente rubor, no detuvo los movimientos. Como era costumbre, Wen ShanShui ya estaba mordisqueando y besando su cuello, por lo que, con sus dos manos, You YuMo tomó las mejillas del hombre y lo atrajo nuevamente hacia arriba, para así depositar un tierno beso en sus labios, del cual Wen ShanShui partió para entrelazar sus lenguas.
Ambos se movieron para estar en el centro de la cama, las ropas superiores ya habían sido quitadas, por lo que sus pechos estaban completamente expuestos, You YuMo los conectó mediante un abrazo.
—Hazte cargo de mí —susurró al oído.
Ya para este momento Wen ShanShui se sentía mareado, rasgó las últimas prendas de You YuMo y se posicionó sobre él.
—Lo haré, así que quédate quieto por un momento.
—¡Eeh! ¿Por qué las rompes? ¿Con qué me voy a vestir ahora?
—No fue a propósito... Pero puedes no vestirte de todos modos...
—Yo quiero vestirme con estas luego, ¿te harás responsable de traerme ropa nueva?
—Lo haré —dijo en un tono ahogado y algo ronco—. Olvídate de esa tontería.
—No es... una ton...
Aunque el joven no lo supiera, con sus pocas acciones anteriores había conseguido que algo dentro de Wen ShanShui se sintiera ansioso, el miembro inferior ya estaba erguido, mojando la única prenda que le quedaba puesta. Pero debía ir despacio, quería saborear todo de ese joven, quería dejar sus huellas, marcarlo para dejar algo de él en la persona que amaba, lo quería todo. No le importó parecer egoísta o desesperado hacia él, no le importaba, lo amaba y deseaba hasta ese extremo, ¿era eso un pecado? ¿Podía amarlo hasta el punto de querer que sea solo para él?
You YuMo fue quien, sorpresivamente, sacó las últimas prendas de Wen ShanShui con sus propias manos, su respiración era acelerada, pero ya no quería seguir con el ataque de dientes y chupones de Wen ShanShui, y es que lo volvían loco.
—¿Cuánto me vas a hacer esperar? —preguntó, atreviéndose a tocar allí debajo de manera constante.
Wen ShanShui sintió una ola de agua hirviendo en todo su cuerpo.
—Sigue...
Mientras era estimulado por debajo, besó desde la frente hasta el pecho, luego y aunque eso supuso que You YuMo dejara de tocar allí, se movió lentamente hacia el abdomen, hasta que por fin llegó más abajo.
You YuMo no quería que Wen ShanShui mirara tan de cerca esa zona, por lo que metió sus dedos en el cabello negro para llamarle la atención. El mayor se dio cuenta de inmediato y lo miró. Sus grises ojos vieron cómo You YuMo negaba con la cabeza.
No necesitaba más que eso para entender y, aunque el joven no deseara que lo hiciera primero con la boca, Wen ShanShui todavía tenía otras maneras de conseguir lo que quería.
—¿Puedo hacerlo de esta manera entonces? —susurró al oído, al mismo tiempo que su mano envolvía el miembro con mucho cuidado.
You YuMo sintió esa corriente eléctrica que lo volvía loco y asintió en respuesta. Al verlo así de indefenso, Wen ShanShui sonrió con ternura en su mirada.
Los movimientos fueron más bruscos a medida que You YuMo lo pedía con gemidos, los cuales intentaba aguantar por ser demasiado atrevidos, pero no importaba si se mordía o apretaba los labios, eso ocasionaba que el sonido fuera todavía más provocador, y que Wen ShanShui acelerara el movimiento todavía más, frotando de vez en cuando la punta con su dedo, hasta que finalmente el líquido blanquecino salió.
La corriente eléctrica hizo que You YuMo no pudiera controlar su último gemido, su espalda se curvó involuntariamente y su cabeza fue hacia atrás, acciones que Wen ShanShui vio de principio a fin.
Tras esto, el hombre de ojos grises se elevó para abrirle las piernas de par en par. You YuMo no supo cómo reaccionar, por lo que su reflejo más honesto fue cerrar muy fuerte los ojos y cubrir su cara con las manos.
Mientras tanto, con el líquido que había salido antes y una crema que siempre llevaba encima, Wen ShanShui aprovechó a introducir un dedo dentro de You YuMo, con eso sería mucho más fácil ablandar y acostumbrar esa zona estrecha y delicada.
You YuMo volvió a gemir y abrió los ojos al sentir que algo dolía.
—Despacio... ShanShui... despacio... No hay apuro...
Wen ShanShui frunció el ceño, claro que sentiría más deseo por el tono que se estaba empleando. Sus mejillas apenas estaban teñidas de un rosa pálido, pero las comisuras de sus ojos tomaron un color mucho más oscuro. Chasqueó la lengua, no porque algo le molestara, sino que se estaba conteniendo al máximo para no ingresar de una sola vez. Al mismo tiempo que masajeaba, comenzó a besar en diferentes lugares para que You YuMo no prestara tanta atención a la molestia de su parte inferior. Cuando vio algunas pocas lágrimas caer, Wen ShanShui se enterneció y besó los temblorosos párpados;
—¿Lo estoy haciendo mal? —preguntó con dulzura.
—No... está bien... ese es el problema, que se siente demasiado... Mng... —gimió antes de terminar de hablar.
Poco a poco la expresión tensa se fue cambiando a una más placentera, You YuMo estaba sintiéndose mejor y se notaba por el movimiento de sus caderas.
Con cuidado siguió moviendo sus dedos de manera circular e introdujo un dedo más, solo cuando You YuMo ya no se quejó por eso fue que introdujo el tercer dedo. Había sido bastante más rápido que la última vez, y aunque no lo dijeron en voz alta, esto los hizo felices a ambos, pues You YuMo solía estar demasiado apretado allí debajo, a veces costaba mucho hacerlo sin que al principio doliera.
—YuMo... Relaja tu cuerpo —le recordó al oído.
You YuMo asintió e hizo una leve inhalación, la cual fue interrumpida por un fuerte movimiento que lo hizo ver el cielo y las estrellas. Ahogó un grito y cerró sus ojos con mucha fuerza; luego, al sentir una gran presión invadiendo sin pausas el estrecho interior, movió su cabeza hacia un costado, aguantando otro gemido que creyó que quemaría su garganta.
Wen ShanShui finalmente había introducido esa parte de él, no era nada pequeño, era caliente y parecía palpitar, You YuMo lo sentía todo claramente.
—S-solo... despacio... Por favor, o vas a lastimarme...
El invasor entrecerró sus ojos y jadeó, por ese jadeo, You YuMo volvió a abrir sus ojos, quería mirar hacia arriba, quería ver la expresión de Wen ShanShui.
Sobre él, con un rostro hermoso y seductor, estaba esa persona que tanto amaba, solo por él se sentía así, solo Wen ShanShui lo hacía volverse loco. Ahora, al ver que del otro lado era el mismo sentimiento, lo hizo sentir todavía más feliz, el deseo y el amor que ese hombre le tenía era evidente solo con ver el brillo de sus ojos.
You YuMo estaba tan encantado y enternecido que elevó sus manos y atrajo ambas mejillas hacia él, besó a ese hombre con pasión esta vez y, cuando ambos labios se separaron, le expresó con dificultad.
—Hazlo como quieras, solo ten un poco de consideración con mis caderas.
La parte baja de Wen ShanShui se sintió más entusiasmada gracias a ese permiso, hasta se había vuelto un poco más grande, o quizás, bastante más grande.
—¡¿AH?! ¿C-cómo es que solo por eso...? ShanShui, maestro, Wen TianZe, por favor, cuidado.
—Mejor no digas más... YuMo, ¿por qué te gusta buscarme?
—Tú... —gimió, intentando recuperar el aliento—. No diré, no diré más nada...
En ese momento, más de la mitad ya estaba dentro, pero sin esperar a que reaccionara, Wen ShanShui ingresó lo que quedaba con solo un empujón. En consecuencia, You YuMo curvó su espalda, mientras que sus ojos se abrieron de par en par; pensaba que esa estocada iba a doler horrores, pero para su grata sorpresa, esta vez no fue tan doloroso, sino que Wen ShanShui había dado justo en ese lugar, en esa zona donde se sentía realmente bien. Sus mejillas se ruborizaron todavía más al percatarse del grito que había dejado salir. Subió sus manos para tapar su boca, pues parecía producirle demasiada vergüenza el soltar semejantes sonidos, un poco de ellos estaba bien, pero ese nivel era demasiado, ¿por qué esta vez era más difícil de controlar?
Viendo los ojos humedecidos y ese intento inútil de ocultar el placer, Wen ShanShui acarició el dorso de las manos para, posteriormente, quitarlas de allí, él sí quería oírlo, quería todo de él.
You YuMo intentó explicar que quería cubrirse, no obstante, el movimiento brusco que Wen ShanShui hacía dentro de él no le permitía formular siquiera una frase, su mente estaba en blanco, el sudor fluía, su visión se alternaba entre borrosa y nítida, las lágrimas caían y sus palabras simplemente estaban desordenadas, su cuerpo no podía hacer nada más que aceptar felizmente esa invasión.
You YuMo estiró sus brazos y abrazó la espalda del hombre, sin darse cuenta de que estaba dejando marcas de rasguños justo allí.
Wen ShanShui no se quejó ni pensaba quejarse por eso, contempló en primera persona la belleza tan excitante que tenía frente a él. Disfrutaba cada reacción, cada gemido, cada mirada, simplemente, era adicto a él.
De repente, el abdomen de Wen ShanShui se acercó con mucha más fuerza, comenzaba a dar estocadas más feroces y profundas al mismo tiempo; You YuMo ya conocía esto, ya sabía cómo estaba Wen ShanShui y cómo actuaría a continuación. Se agarró con todavía más fuerza de su espalda y cuello para soportarlo; el sonido del líquido salpicando, los gemidos y el golpe de sus cuerpos era tan vergonzoso y sensual que ambos sintieron que terminarían solo con eso.
Wen ShanShui siguió con movimientos veloces y precisos, su respiración también se aceleró, se acercó al rostro de You YuMo para besarlo y luego se hundió en el recodo de su cuello para terminar lo que tanto deseaba.
You YuMo movió involuntariamente el cuello hacia atrás, dejando a la vista esa pálida zona que se movía de arriba a abajo, aceptando cada estocada que era enviada hasta lo más profundo de su interior, en ese momento, ambos liberaron su líquido espeso, temblando, uno conectado al otro.
Wen ShanShui se dejó caer sobre You YuMo y, al mismo tiempo, ambos se envolvieron en un fuerte abrazo. Necesitaban un momento para recuperar la respiración, necesitaban seguir abrazados y transmitiéndose calor, pues, después de todo ese movimiento y excitación final, sus mentes solo podían pensar el uno en el otro, incapaces de articular una sola palabra más.
Wen ShanShui fue quien volvió en sí primero, aun jadeando, preguntó:
—YuMo... ¿Estás bien? ¿Te dolió? ¿Te gustó?
You YuMo todavía respiraba a una velocidad agitada, tragó saliva con fuerza, moviendo su nuez de adán de arriba a abajo y volteó a mirarlo.
—¿Cómo podría no gustarme? No dolió —sonrió cansado—. ShanShui siempre será el mejor para mí.
Wen ShanShui sonrió y se acercó para besarlo; estaba demasiado feliz por esas palabras, demasiado feliz de tenerlo entre sus brazos.
—Eso es bueno, porque hoy no voy a dejarte ir.
Claro que no lo haría, no podía soltarlo todavía, no quería, y al parecer, del otro lado se percibía el mismo sentimiento, ninguno quería separarse. You YuMo sonrió y estiró sus manos para acariciar las mejillas del hombre frente a él.
—Aquí me quedaré, por lo tanto, quédate conmigo también. Te amo, ShanShui.
FIN.
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¡Wolaas! ¡AAAYY Chicooos!
¡Aquí termina esta historia! Estoy muy feliz de haber compartido esto con ustedes. Les agradezco de todo corazón que me hayan acompañado hasta aquí. Todos mis niños también se los agradecen TuT 💕Si disfrutaron de la historia y sonrieron aunque sea una vez, entonces considero que mi meta fue alcanzada, realmente aprecio todo su apoyo y su presencia de siempre, incluso si eres un fantasmita que no vota o comenta, gracias por leer y darme la oportunidad 💕. Por suerte no todo termina aquí, EDF tiene varios extras, conocerán la historia completa de Wú ShuāngJué y Yuè Huá, y también conocerán algo más de Yí Hén y Fēng Bǎoshí, se contará lo que sucedía mientras Yōu YúMò esperaba a que Wēn ShànShuǐ despertara, y algunas cositas más, ¡ojalá les gusten! 💕 ¡Abrazotes para todooos!
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