Sus piernas ardían, su cuerpo temblaba, su vista seguía sin ser buena, y aun así, no había dejado de moverse en absoluto.

Utilizando lo poco que quedaba de su energía espiritual, You YuMo creó una burbuja de aire y agua al ver un río enorme, de seguro si lo atravesaba estaría a salvo, o eso quiso pensar.

Había conseguido realizar un hechizo en extremo peligroso, uno que jamás se hubiera imaginado tener que hacer. Por suerte, incluso si su energía estaba desequilibrada y su fiebre por los cielos, lo había logrado a la perfección.

Sin saberlo con exactitud por culpa de lo desorientado que se sentía, había recorrido algunos li de distancia. Del otro lado había un bosque, aunque el cielo estuviera negro y no transmitiera nada de confianza, lo era mejor alejarse de Songshu tanto como pudiera, aunque a decir verdad, ¿acaso había un lugar seguro en ese mundo ahora mismo?

No le gustaba admitirlo, este sitio era perfecto para esconderse, la oscuridad del cielo lo ayudaría, los árboles y la naturaleza en general también serían perfectos, y como siempre lo hacía, buscaría alguna cueva o al menos algo similar en donde pudiera refugiarse.

Era consciente de que su cuerpo no iba a aguantar por mucho tiempo más; su fiebre seguía subiendo, la cabeza se sentía como si quisiera reventar, aunque quisiera, no podía darse el lujo de elegir demasiado.

El hechizo de velocidad extrema iba cobrando su factura, sus pies parecían haber sido quemados por el suelo, sentía como si tuviera lleno de ampollas y quemaduras, las rodillas parecían querer zafarse, su cadera estaba adormecida, mientras que sus brazos pesaban como rocas gigantes.

—Dioses... si de algo les valgo, ¿pueden ayudarme? —Se balanceó mientras intentaba caminar.

Dicho esto y como si su rezo hubiera sido escuchado, el joven divisó una cueva, por primera vez en mucho tiempo se sintió favorecido, no diría nada más, solo tomaría ese lugar como su refugio.

Su cabeza punzaba con más intensidad que antes, pero su cuerpo se sentía un poco más flojo, quizás era solo que, al sentirse más seguro y calmado, ahora su cuerpo se comenzaba a tranquilizar.

Transcurrió un tiempo caminando y avanzando dentro de la cueva, y más temprano que tarde llegó a una zona que era muy similar a la cueva en la que entrenaba su meditación, solo que bastante más cerrada. Al menos había agua y algunos rayos tímidos de luz, el frío allí debajo parecía congelar hasta los huesos.

Luego de dejarse caer al suelo sacó desde sus ropas la bolsita de medicina que Yi Hen le había entregado. Era un alivio que al menos esto estuviera en sus manos, si lo tomaba adecuadamente, entonces no tardaría tantos días en recuperarse.

—Es asquerosa... —expresó, curvando sus cejas tras tomar el medicamento.

Estaba exhausto y no iba a malgastar su energía para quejarse más, no obstante, la medicina tenía el efecto secundario de provocar mucho sueño, por lo que luego de parpadear un poco e intentar mantenerse despierto, simplemente cedió, quedando profundamente dormido.

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Por otro lado, Guang Jin, Yi Hen y Feng Baoshi estaban saliendo de la academia Songshu, el maestro y director quería hablar cara a cara con los reyes por lo sucedido con anterioridad, los iba a intentar persuadir para que cancelaran la cacería de You YuMo. Tenía en claro que sería una tarea muy difícil, ya que Guang Jin, una de las personas más influyentes, desconfiaba de él y Feng Baoshi, todo a causa de su cercana relación con el híbrido.

Los reyes se quedaban en una mansión un poco más cerca al pueblo Songshu que de la academia, aunque de todos modos no tardaron en llegar hasta allí.

Guang Jin entró como si de su casa se tratase, y por detrás, lo seguían los otros dos.

Con los nervios de punta caminaron a paso acelerado hacia el gran salón, Yi Hen tragó saliva con fuerza, era un hombre que siempre tenía un segundo, tercer o hasta cuarto plan cuando hacía las cosas, para hablar con estos viejos cascarrabias siempre tenía uno o dos planes extras por si acaso.

Pasaron por la puerta e ingresaron al gran salón, allí estaban los tres reyes, con el ceño fruncido y sumidos en un profundo disgusto.

Yi Hen se inclinó y levantó puño y palma en un saludo respetuoso.

—Buenas tardes, su alteza Tian LiuYun, su alteza Tian Guang, su alteza Tian Feng.

Tian LiuYun, quien era el rey que más aprecio le tenía a Yi Hen se puso de pie.

—Jiang Xin, te tengo una estima muy grande, he confiado en ti tantas veces y nunca me he arrepentido de ello, pero ahora solo puedo dudar de ti y de tus amigos, realmente no sé qué pensar, ese chico estaba filtrando información a los demonios, y tú, incluso si lo tenías en frente, lo defendiste hasta dejarlo escapar.

Ya había comenzado, no había tiempo de saludos, el hombre de ojos dorados enderezó su espalda.

—Con todo respeto, ¿en qué momento hemos hecho algo para que su alteza desconfíe de nosotros? Conozco a ese joven, no es del tipo que traicionaría a su propia gente o a sus principios, ¿es que se han olvidado que incluso después de ser torturado, de haber sido convertido en una criatura extraña para él mismo, corrió hacia la batalla para apoyarnos? ¿Acaso se olvidaron de que gracias a él, el ejército de bestias nos apoyó hasta el final y ganamos de manera abrumadora?

Los reyes se miraron entre ellos, luego, Tian Feng también se puso de pie para hablar:

—Pudo haber hecho algo como eso, pero, ¿cómo sabemos que no era parte del plan de los demonios? Ya sabemos que uno de los reyes fantasma está trabajando con ellos y que llevan planeando guerras entre humanos desde hace quien sabe cuanto tiempo. Es muy creíble y lógico que las bestias también quieran unirse al rey demonio.

—¡Eso! —añadió Tian LiuYun—. Imagina la posibilidad de que existan manadas iguales a ese híbrido, poderosos y que deseen vernos muertos, ¡no podemos dejarlos libres! Los demonios de seguro pueden manejar bestias como esas.

«¡¿Estos hombres acaso saben algo de historia?! ¿Al menos algo que no fueran las hazañas de su padre?». Yi Hen chasqueó la lengua.

—En la historia, en miles de años de registros —comenzó él—. Los demonios jamás han trabajado con las bestias, pues la mayoría no son seres muy inteligentes, solo Tian Huo pudo crear a esas zajiao con una cierta "inteligencia" que él mismo controlaba. Además, ¿qué extraña razón habría para que las bestias trabajen con los demonios para destruir sus propias tierras? No digo que sea imposible, pero sería muy extraño que algo de esa índole sucediera. Y en caso de suceder, You YuMo es un híbrido, es más humano que bestia, eso lo podemos ver todos —dijo, señalando al exterior—. Ese chico no quiere ver el mundo humano destruido, también es su hogar.

—Según sé, Jiang Xin, también es la primera vez que los demonios trabajan en conjunto con los fantasmas, ¿qué tan raro es esta teoría entonces? —preguntó Tian Guang, uniéndose al mismo tiempo a la conversación.

—Mi señor —explicó de inmediato—. Los reyes fantasmas son seres inteligentes a los que no les interesa mucho lo que suceda en este mundo. No puede comparar una raza, la cual tiene niveles de cultivo elevados, y las bestias comunes.

Guang Jin entró en la conversación de inmediato, como si quisiera defender la posición de su padre:

—Según lo que he escuchado, ese híbrido puede darles órdenes a las demás bestias, fue así que llegó a apoyar en la guerra.

—¿A qué quieres llegar? —preguntó Yi Hen.

—Él debe ser un líder que pasa disfrazado entre los humanos o algo por el estilo. Según lo que he visto tiene algunas habilidades especiales como la que usó para desaparecer en el bosque, si él quiere revelarse, utilizará a esas bestias otra vez.

—No tiene razones para revelarse, siempre ha peleado a nuestro lado y lo seguirá haciendo.

—Yo no lo creo, no me tragaré esa tontería. En mi opinión, si él estaba informando al enemigo, me temo que tenemos a un rey demonio, un rey fantasma y un líder de bestias conspirando para aniquilar a la raza humana, ¿qué otra explicación hay?

—Mi hijo tiene razón —añadió Tian Guang—. Todas las bestias le hacen caso a las más fuertes para asegurar su pellejo.

—Su majestad, You YuMo posee más energía espiritual a causa de su cultivo y entrenamiento humano. En ese entonces, la razón por la que pudo controlar a las bestias fue gracias a la piedra espiritual que Tian Huo. Las pudo controlar porque él era una bestia con una piedra que maneja bestias, si hubiera estado en su estado humano no podría haberlo hecho tan fácilmente, y ahora que esa piedra ya no existe, es casi imposible.

Las palabras de Yi Hen parecían hacer eco en toda la sala, pero era una lástima, a los reyes no parecía importarles toda esta información, era como haber escuchado a una simple mosca pasar.

Tian LiuYun respondió:

—Que esa bestia en realidad esté con el enemigo, es algo que podría pasar, las bestias y los demonios buscan exterminar a la raza humana. Es preferible anticiparse a los problemas que sufrir las consecuencias.

Yi Hen entendió la lógica de estos ancianos. Si a ellos les parecía lógico que las bestias trabajaran con los demonios, entonces así era. Si el muchacho había conseguido liderarlas solo porque tenía la piedra, entonces para esta gente significaba que You YuMo era el líder de las bestias, no había más vuelta que dar.

—Se ha decidido que si alguien llega a ver o ayudar a ese joven será severamente castigado —Guang Jin volvió a abrir la boca—. No importa qué razones haya, esa es la orden.

—Cualquier cosa que no sea humano es una amenaza ahora, deben buscar al muchacho en el bosque, Jiang Xin, tú ayudarás en la búsqueda; usa esta situación para demostrar que puedo volver a confiar en ti y tráeme a ese joven —gruñó Tian LiuYun, volviéndose a sentar en su silla.

Yi Hen chasqueó muy sutilmente su lengua, ¿qué hiciera qué cosa? ¿A quién demonios le interesaba su confianza? No necesitaba nada de esas personas, más bien, ya no las quería ni ver. Sin embargo, por más rabia que tuviera, ahora mismo y para mantener las cosas en calma debía seguir el juego. Si querían verificar su lealtad hacia ellos, que lo hicieran.

Conocía el hechizo que You YuMo había empleado en ese entonces, tenía esperanzas y casi la certeza de que no estaría en ese bosque, era casi cien por ciento seguro, por lo tanto, solo se limitó a fingir una sonrisa, incluso si lo encontraba no daría información.

—Está bien, lo haré —aceptó en alto, luego murmuró—. Sin faltas voy a encontrarlo antes que el resto.

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Fue por la noche que esos ojos esmeraldas se volvieron a abrir, se veían caídos, ojerosos, cansados por la fiebre y la fatiga. You YuMo había despertado mareado otra vez, el calor de su frente no había bajado en lo más mínimo, esto se debía a que no estaba tomando la medicina cada cierto período de tiempo como se suponía que debía hacer.

No era su culpa, pues la debilidad misma lo obligaba a caer inconsciente por varias horas, o simplemente se dormía por culpa de la fuerte medicina.

El frío que sentía en esa cueva parecía congelar su alma, se frotó sus brazos e intentó levantarse para armar una fogata, claramente no pudo hacerlo, ni siquiera hubiera podido salir a buscar ramas secas; sus pies estaban muy adoloridos y por culpa de a la fiebre sus piernas no se movían.

—Mi suerte puede ser un poco mala a veces... —se quejó con un hilo de voz e inclinó la cabeza hacia atrás para apoyarse en una roca.

Pensó en las posibilidades que tenía para salir de allí pronto, y por más vueltas que le diera, esas posibilidades tal vez no existían.

Al menos ahora podía razonar un poco mejor. Su fiebre no parecía ser normal, y aunque su energía había sido casi consumida por el hechizo de velocidad extrema, desde antes había percibido se estaba bloqueando, o al menos, disminuyendo. Al mismo tiempo, de a momentos sentía que dentro de él todo se descontrolaba, como si su energía comenzara a salirse de su ruta natural.

Otra cosa llegó a su mente mientras reflexionaba en cómo salir, ¿cómo se reuniría con Yue Jin si estaba tan lejos? ¿Y si Wen ShanShui volvía a tener un problema? ¡No tenía manera de saberlo ni de ir junto a él!

Esto hizo que el corazón de You YuMo se hundiera en la oscuridad. Rodó sobre sí mismo lleno de pensamientos y dolor, luego masticó otra medicina, ¿por qué todo lo que le daba Yi Hen era tan asqueroso?

Sus labios se apretaron, honestamente, ahora mismo no le importaba si sabía bien o mal.

—ShanShui, eres el único que puede encontrarme ahora. Yo no puedo ir a verte...

Fin capítulo 28.

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Heeeyy, aquí tenemos a Yí Hén intentando calmar las cosas (como siempre (ಥ﹏ಥ) ay mi niño)

Pero bueno, espero les haya gustado el capítulo, no tengo nada más que decir uwu, les mando un abrazotee 💖💖

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