Capítulo 25 - Susurros de un ciclo eterno
You YuMo había mantenido una rutina estricta por casi tres meses, todos los días eran monótonos, es decir, desayunar, ir al bosque, esperar a Yue Jin, cultivarse, entrenar, regresar, darse un baño, cenar, intentar dormir, y así día tras día, sin un solo descanso.
Yi Hen, quien había sido puesto como director de la academia por los tres reyes, estaba impresionado por las actitudes y repentino cambio de You YuMo. Si bien sabía que estaba decaído a causa del estado de Wen ShanShui, era impresionante la dedicación que aplicaba en sus entrenamientos. Incluso si estaba en solitario había avanzado muchísimo, su cuerpo estaba algo más marcado, su energía espiritual era al menos cuatro veces más fuerte que cuando había regresado del inframundo, y hasta quizás estaba un poco más alto.
Por otro lado, Chang Gao y Bai GuangXuan habían avanzado mucho en su cultivo, habían aprendido incluso hechizos de alto nivel para realizar curaciones y habían mejorado mucho sus escudos.
Feng Baoshi había avanzado muchísimo también, lograba generar varios hechizos de muy alto nivel y gracias a las enseñanzas de Yi Hen manejaba mejor su arma, de los tres era el que más había mejorado. No era extraño que algo así sucediera, todos tenían en claro que Feng Baoshi era algo así como el favorito del maestro de lanzas, era lógico que tendría un avance superior. Nunca faltaban los susurros envidiosos y desagradables de los discípulos de Songshu, era como si estuviera minado de ellos, sin embargo, generalizar sería injusto, pues había muchos que eran excelentes personas. Además, ¿quién se animaría a decirle algo al príncipe de Feng? Su padre era un rey, nadie se atrevería a siquiera mencionar algo en voz alta, dirigir una sola palabra daba miedo.
Con el joven rubio era diferente, cada tanto le hacían burlas a la distancia, lo discriminaban por lo que era, cualquier cosa que pudiera ser molesta aprovechaban para quejarse, incluso si era alguna cosa tonta.
Honestamente, You YuMo no le tomaba importancia, incluso había comentarios que ya había bloqueado en sus oídos. Estas personas eran solo un montón de moscas volando en los alrededores, porque aunque lo molestaran a lo lejos, nadie se animaba a acercarse demasiado.
Por suerte la mayoría no era así, incluso había quienes consideraban que You YuMo era de naturaleza alegre y divertida, después de todo, siempre que una persona se le acercaba con buenas vibras e intenciones, él los trataba con mucho respeto y amabilidad. Era una lástima que, después de que el rumor de su verdadera naturaleza se esparciera, ya no muchos se acercaran a él.
Ya era casi la hora del atardecer, You YuMo no le había contado a nadie que, hace ya un tiempo, encontró una pequeña cueva dentro del bosque que, al ingresar por un estrecho camino que parecía terminar casi en la entrada, si continuaba más en lo profundo, tenía un gran charco de agua y espacio para cualquier actividad. El agua apenas daba por sus tobillos y muchas otras zonas eran de piedra; el techo era alto y en la cima había una abertura bastante grande por donde ingresaba la luz, no era mucha, lo suficiente como para iluminar el interior.
You YuMo iba diariamente, pues allí había encontrado lo que necesitaba, paz, el sonido del agua correr y el sonido que provocaba el viento al golpear las rocas, todo esto lo ayudaban a calmar su espíritu.
De un momento a otro y como el cielo se oscurecía no pudo continuar con su cultivo, «hoy quiero llenarme de comida tanto como pueda», pensó en sus adentros, estaba muy agotado.
Caminó a paso desacelerado por el bosque, no estaba en sus planes dirigirse por la academia todavía puesto a que por esas horas se encontraría con Yue Jin. Lo normal era encontrarse en el bosque por la mañana, sin embargo, al parecer algo importante había sucedido, no sabía qué era ese algo, pero en el día anterior, luego de que Yue Hua regresara desde el mundo demonio, le había comunicado el mensaje de que Yue Jin quería verlo a esas horas, de alguna manera tenía las expectativas elevadas.
En ese justo momento You YuMo esperaba sentado en una roca, era un lugar bastante oculto a decir verdad; estaba entre varios matorrales y arbustos, a menos que otro estuviera realmente cerca sería imposible ser vistos.
Eso pensó por un corto momento, y es que de la nada comenzó a escuchar pasos acercarse.
Su corazón se aceleró por los nervios, si alguien viera que estaba esperando a un demonio que salía desde un portal podía dar por hecho que lo mandarían a matar, sin contar que primero lo atarían, golpearían, y luego sí, matarían cruelmente. «Problemas y más problemas, ¡basta ya!».
Siempre y cuando se mantuviera en las sombras no pasaría nada, de todos modos no quería llamar la atención más de lo necesario y escondió al extremo su presencia.
No le importaba lo que creyeran sobre él, lo que le dijeran era irrelevante; pero lo que sí le importaba, era que sus problemas afectaran a sus amigos. Si le quisieran hacer algo a él, Yi Hen y compañía saltarían a defenderlo sin dudar, no podía permitírselo, no podía permitir que sus amigos se vieran envueltos en problemas por su culpa.
Debía cuidarse de no causar ningún alboroto.
Sacudió la cabeza para entrar en razón, necesitaba calmarse, tenía que esconderse y dejar de ser pesimista, no era propio de él pensar así.
Rezó porque Yue Jin se esperara para aparecer, ¡que sucediera luego de que estas personas se fueran, por favor!
Aunque rogó a los cielos, los pasos solo se acercaban más y más, al igual que perros cazadores siguiendo el rastro de su presa.
Se comenzaba a escuchar el murmullo, a lo que You YuMo comenzó a prestar más atención. Eran al menos cuatro personas, y estaban armadas.
—Esa basura amarilla tiene que estar no muy lejos de aquí —escupió uno de ellos.
Otro se burló:
—¿Eres de esta academia y no conoces el bosque?
—¡Cállate! ¿Quién demonios quiere entrar en este basurero? ¡Nadie viene aquí! ¿Acaso te divierte investigar esta clase de lugares?
—Claro, ¡pero bien que la sala de las chicas sí te gusta investigarla! —pronunció otro más.
—¡Ya cállense! Las chicas no son tan idiotas como para dejarse ver, ¡déjense de tonterías y busquen al perro!
La nuez de adán de You YuMo subió y bajó, solo pedía una cosa, que no vieran a Yue Jin aparecer, solo eso.
Los reyes habían ordenado matar a cualquiera que saliera de un portal, ya fuera demonio o no. Los tres viejos conocían a la perfección la historia de su padre, quien había encerrado a los demonios en fuertes sellos y liberando al mundo humano de una terrible guerra. El odio que le tenían a los demonios era inimaginable, el hecho de escaparse de los sellos ya era terrible, un disgusto, una vergüenza, una amenaza al honor de su difunto padre. Por esto mismo, los reyes no querían escuchar absolutamente nada de esa especie, incluso si el sabio e inteligente maestro Yi Hen había hablado de que quizás había demonios ayudándolos, no había lugar para ellos.
Desde cierto punto de vista tenían sus razones, todos los demonios, incluyendo a Yue Jin y Ye Hua, habían atacado al mundo mortal en el pasado, habían intentado destruir el mundo humano; claro que en ninguna cabeza entraba la posibilidad de que ahora, como por arte de magia, esos mismos demonios los quisieran ayudar, esto solo podía significar tres cosas: traición, doble traición y más traición.
You YuMo apretó sus puños y se deslizó bajo las altas hiervas, por fortuna, los matorrales y arbustos hacían difícil caminar e incluso ver.
Los pasos cruzaron a escasos pasos de él, y como si esta vez una bendición cayera sobré su ser, las personas comenzaron a alejarse. You YuMo tenía aún sus manos temblorosas, se sentó sobre sus piernas y con ambas manos se tapó la cara.
—Maldita sea...
El débil sonido de un portal abrirse fue lo que lo sacó de sus pensamientos.
Naturalmente, era Yue Jin quien salía de allí, iba muy sereno como siempre, con su porte elegante y vestimentas bien acomodadas. El hombre vio con claridad el estado de nerviosismo de You YuMo, adivinando al mismo tiempo de que algo no andaba bien.
You YuMo hizo una seña de silencio con el dedo y expresó en voz baja:
—Hay gente cerca, si me ven contigo tendremos problemas.
—Seré breve entonces. —Asintió Yuè Jìn.
—¿Cómo está él?
—Anoche hubo una pequeña complicación, como sabes, he mantenido energía espiritual dentro de su cuerpo continuamente, sin embargo, tendré que controlar también la salida de ella, pues como ha recibido demasiada estos últimos meses, su cuerpo no resiste y la libera con mayor intensidad.
—¡¿Co-Cómo está ahora?! Está mejor, ¿verdad? —preguntó, muy alterado.
—Ahora está bien, solo fue ese cambio y está estable.
Esta vez esas palabras llegaron diferente a You YuMo; por alguna razón recibió una fuerte punzada en el corazón. Quizás era porque esa mañana Yue Jin no había podido informar, quizás ese "algo importante que había sucedido", para You YuMo simbolizaba que obtendría algún cambio en las palabras, pero no era nada nuevo.
—Entiendo... —El rubio no pudo evitar agachar la cabeza.
—Seguiré pendiente, pero no puedo obligarlo a despertar, eso es algo que solo él podrá hacer.
You YuMo comprendía esto, pero realmente quería verlo, hacía más de tres meses que quería esto, era tan doloroso que su corazón parecía hundirse en lo más profundo de la oscuridad.
—Puedo al menos... solo una vez...
—No puedes, lo siento... nadie puede. —Yue Jin bajó sus párpados con una infinita lástima en su corazón, no podía dejar que nadie hiciera algún tipo de contacto con su hermano—. Realmente quiero que lo veas, You YuMo. Sin embargo, cualquier estímulo diferente podría descontrolar su energía.
—Está bien, lo entiendo —rio—. No sé por qué pregunté; soy idiota de a momentos. No sé qué me pasa, disculpa mi insistencia.
—No te disculpes, está bien y lo entiendo.
—Saluda a Wu ShuangJue y Ming Shan de mi parte, ¿lo harías?
Luego de asentir aceptando el mensaje, el portal se volvió a abrir y Yue Jin ingresó casi al mismo tiempo, no sin antes pronunciar las palabras de siempre:
—Regresaré cuanto antes.
—Sí... nos vemos luego, cuídate.
Al darse la vuelta y mostrar una espalda recta, el portal desapareció, dejando a You YuMo solo una vez más. Pensativo, juntó todas sus emociones y suspiró con fuerza.
—Así que aún sigues durmiendo, luego no te quejes si me levanto al medio día, o incluso por la noche —expresó con los ojos llenos de lágrimas.
Fin capítulo 25.
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¡Muy buenas a todos! 💖💖
Vamos viendo cómo Yōu YúMò va procesando y aceptando todo a su manera, de cierto modo, todo lo que está pasando le ayudará a mejorar en sí mismo, a esforzarse más y no rendirse, tiene que luchar con sus pensamientos negativos, y al mismo tiempo, mejorar para luchar.
Les dejo por aquí un ejemplo de la cueva en la que Yōu YúMò realiza su meditación:
¡Abrazotes! 💖💖
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