Capítulo 10 - Ejército de cadáveres
Los cadáveres se habían levantado a gritos y no necesitaron esperar a nada para lanzarse en ese momento, eran demasiados, al menos trescientos o cuatrocientos muertos se movían desesperados hacia su dirección.
Feng Baoshi, quien aún estaba en el techo de la casa junto a Yi Hen, lanzó una flecha. Fue precisa y atinó justo en la cabeza de uno de los cadáveres, haciéndolo caer al piso de inmediato, aunque esto pasó a su lado, los demás enemigos no se inmutaron por lo que le había sucedido a su compañero. Continuaron corriendo, aplastando su cuerpo como si fuera una alfombra.
Al ver esta escena aterradora, Wen ShanShui sacó un talismán con un hechizo de fuego, en ese justo instante, el papel amarillo se encendió y lanzó una enorme llamarada, consiguiendo acertar en varios de ellos.
Entrecerró sus ojos tratando de analizar, el fuego les hacía daño, pero el talismán no generaba el suficiente como para detenerlos a todos, no importaba si sus cuerpos eran consumidos por el calor, ellos corrían de manera aterradora hacia ellos.
Por encima del techo de la casa, Feng Baoshi continuaba lanzando flechas sin parar, mientras que Yi Hen se movía de manera ágil, cuidando sus espaldas, defendiendo y atacando.
Los enemigos eran cada vez más, aunque eran unos trecientos al inicio, ahora de seguro eran unos quinientos, y quién sabe a cuantos habían "matado" ya, no parecían terminarse para nada.
Yi Hen dejó un momento su lanza y creó una barrera, quizás los enemigos lo sentirían a esto como una pared o algo inalcanzable y se detendrían, después de todo, no tenían ojos como para distinguir entre una barrera y una pared, si funcionaba, quizás se detendrían.
Pero no era tan sencillo, las afiladas uñas de los enemigos comenzaron a intentar rasgar el grueso cristal dorado, no formaba parte de su plan detenerse, ni siquiera si había una pared entrometiéndose en su camino.
Yi Hen contrajo ambas cejas intentando pensar otra solución rápida, pero los enemigos no darían tiempo a algo como esto. Eran tanta cantidad que se estaban acumulando a su alrededor como hormigas, tanto que ya hasta era peligroso quitar la protección. Sabía que su barrera no sería destruida tan fácilmente, pero los enemigos no parecían cansarse en lo más mínimo, es decir, por más que ahora soportara con la barrera a su alrededor, si esto se alargaba demasiado, su energía espiritual se podría acabar y finalmente podrían romperla.
No les quedaba más que luchar.
Feng Baoshi se estaba quedando sin flechas, por lo que sacó una lanza de color dorado desde su espalda.
—Deja la barrera, no malgastes tu energía.
Yi Hen entendió y la quitó después de mirar el entorno, ahora debían encargarse de todos los muertos que se habían amontonado a su lado.
Gracias a la extraordinaria habilidad de Feng Baoshi con cualquier arma en sus manos pudo derrotar y proteger la espalda de Yi Hen.
Hasta este momento los cadáveres solo corrían de forma aterradora, pero ahora hasta se habían trepado en las paredes y techos. Estaban prendidos como arañas, amenazantes como tigres.
Wen ShanShui junto a You YuMo habían creado una línea de fuego para alejarlos, pero aunque se estaban quemando por completo, no parecían sentir el más mínimo dolor, ingresando e ingresando en esa zona como si nada.
—Son realmente tercos... —chasqueó la lengua You YuMo.
Saltó algunos pasos hacia atrás, y luego de tomar un pequeño impulso, saltó para cortar la cabeza de uno que estaba demasiado cerca.
Tras dibujar un rostro desagradable por esa escena, giró sobre sí mismo para continuar con otro enemigo que lo asechaba por detrás.
Al parecer, aunque los cadáveres no sintieran dolor, tenían puntos críticos, estos eran la cabeza, el cuello, y extrañamente, el corazón.
Justo cuando otro cadáver acechaba desde la espalda de You YuMo, Wen ShanShui se percató y cortó su cabeza, por suerte, logró hacerlo antes de que este pudiera tocarlo, el joven de cabello dorado había quedado helado por un momento; pero rápidamente volvió a su posición inicial y continuó con sus ataques. De su rostro cayó una gota de sudor, si hubiera estado un poco más cerca, solo un poco más, esa criatura hubiera perforado su pecho.
—Ten más cuidado, protege tu espalda también. —Le miró Wen ShanShui con ojos preocupados.
Todo cambió cuando de la nada los cadáveres quedaron inmóviles. Gracias a eso, los cuatro se reunieron rápidamente en un mismo lugar, no se hablaron, solo miraron alrededor, analizando cada detalle para averiguar qué era lo que estaba sucediendo. ¿Por qué habían dejado de atacarlos?
Esa pregunta fue contestada cuando un hombre de rojo cayó desde el cielo, aterrizó de manera lánguida, parecía imperturbable y elegante, los miró sin mucha expresión, con una mirada tan fría que los hacía sentir más que amenazados.
Wen ShanShui y You YuMo reconocieron a ese hombre.
«¡Es el mismo hombre de los recuerdos de la niña!», pensaron al mismo tiempo.
Si este hombre estaba aquí, ¿no significaba que era el tercer rey demonio y que el fantasma que vieron en el recuerdo era el cuarto rey fantasma? Solo con relacionar la personalidad que lo caracterizaba y el comportamiento que había tenido en los recuerdos de la pequeña, se podrían dar cuenta de esto de inmediato.
Sin darles mucho tiempo para asimilar más detalles, por detrás de este elegante hombre apareció alguien más joven, Yi Hen abrió los ojos con asombro al reconocerlo, era Yue Hua.
El hombre demonio lo empujó no muy fuerte para que quedara frente a ellos.
Yue Hua estaba atado con una cuerda de restricción de energía espiritual, la cual estaba siendo sujetada por el mayor.
—¿A ellos los estabas ayudando? —preguntó él.
Yue Hua no contestó, arrugó la nariz y miró hacia un costado.
—Contéstame —presionó el hombre de ojos rojos.
—No los reconozco. —Sacudió la cabeza el demonio más joven.
—¿Por qué insistes en mentirme?
—No quiero mentirte, no estoy buscando nada. Yue ZhaoLin... Ya déjalo, esto no es lo que quieres —contestó ya un poco más afligido el joven.
—No sabes qué es lo que quiero. Dímelo, ¿por qué me ocultas cosas?
Yue Hua volvió a negar con su cabeza, no iba a soltar una sola palabra al respecto, por ende, señaló a los humanos.
—Pregúntales y verás. No nos conocemos.
El demonio miró a los hombres frente a él, para luego barrer su mirada hacia su hermano una vez más.
—No necesito preguntarles a estos humanos si los has ayudado o no, ya lo he visto con mis propios ojos, solo quiero que me lo digas tú.
Las pupilas de Yue Hua se contrajeron, su piel se erizó, ¿eso era cierto?
—¿Qué quieres decir con que lo has visto?
—Sospeché de ti hace un tiempo, de repente te volviste muy interesado en los planes de nuestro hermano mayor. Te los conté porque confiaba en ti. Intenté creer que tal vez habías cambiado de parecer y querías ayudar. —Hizo una breve pausa y arrugó sus cejas—, pero esa noche que fuiste a intentar ver al hermano mayor... me volvió a parecer algo extraña tu actitud, por lo tanto, decidí probarte. Te conté el siguiente paso que tomaríamos con el cuarto rey fantasma; pero esta vez seguí cada uno de tus pasos, es decir, vi cuando los trajiste hasta aquí. Yue Hua, no tiene caso mentirme.
Yue Hua contrajo los hombros escondiendo su cabeza, cada palabra había sido como un golpe en las costillas, su hermano había desconfiado de él, lo había vigilado, ¿tan mal había hecho su trabajo? Se sentía miserable.
—No es que quiera traicionarlos.
—Lo sé, sé cuanto es tu amor por la familia, y nosotros sentimos lo mismo por ti. Por eso, antes que nada quiero saber por qué. Tiene que haber una razón para esto.
Yue Hua sentía que comenzaba a llorar cuando escuchó los sentimientos de su hermano. Ninguno de ellos decía lo que sentía, pero siempre le dejaban ver la confianza que le tenían. Nunca le habían hecho daño, por el contrario, si él les pidiera algún favor, probablemente moverían cielo y tierra para ayudarlo. Por lo que él ahora era el extraño y el traidor. Su mente dio vueltas por un momento. Sin embargo, un recuerdo apareció en su mente, era su verdadera meta, la razón por la que iba en contra de sus hermanos en esta oportunidad; en realidad, si quería ayudar a los suyos, a su familia, primero debía ayudar a los humanos.
No titubeó más.
—Yue ZhaoLin, quiero hacer entrar en razón a nuestro hermano mayor, quiero salvarlo. Por eso, déjame ir.
—Así que sigues con eso, creí que lo habías dejado atrás. —Suspiró—. La última vez nuestro hermano fue atacado por la espalda y con juegos sucios. Esta vez no será lo mismo, todo estará bien.
—No, no lo estará. —Yue Hua se puso derecho, sus manos estaban atadas en su espalda con la fuerte cuerda roja, pero eso no lo hizo parecer más débil, exclamó—. ¡Ustedes van a acabar muriendo! ¡La última vez casi fue de esa manera, y esta vez será peor! ¡Ya sabes cuál es el último recurso de nuestro hermano! ¡¿Realmente estás de acuerdo?!
—No maldigas. —contestó Yue ZhaoLin, con los ojos brillando con ira.
—No estoy maldiciendo, así será, hiciste un trato con ese fantasma. Estás ayudando al hermano mayor con esta masacre, ¿de verdad crees que todo será tan fácil?
—No estás dispuesto a parar, ¿no es así?
—Suéltame...
Haciendo caso omiso a su pequeño hermano, Yue ZhaoLin estudió las caras de las personas frente a él.
Wen ShanShui y You YuMo tenían los pelos de punta, ya lo habían visto antes y no querían ver una repetición de la muerte de la niña y su familia. Aunque en realidad el demonio no tenía ni el aura ni la expresión de querer matar a alguien en ese momento, todavía no podían olvidarlo.
—Humanos, si más o menos valoran sus vidas, les recomiendo retirarse cuando el momento lo indique. Yo me despido.
El demonio agarró con más fuerza la cuerda roja que sujetaba a Yue Hua y lo jaló hacia él; el joven de ojos amarillos no miró a Yi Hen ni a ninguno de los humanos, tampoco se negó a ser llevado. Quizá por el temor de que su hermano perdiera la compostura y los matara a todos, o quizás para remediar parte de la culpa que sentía en su corazón.
Por fuera del ahora cerrado portal, los cadáveres comenzaron a enterrarse de nuevo en la tierra, eran como topos haciendo túneles. Bueno, al menos ya no lucharían más.
Lo más apropiado en ese momento era retirarse, sus fuerzas no podrían contra un ejército de muertos tan enorme, no podían tampoco cavar la tierra para sacar uno por uno y quemarlos.
Ya que todo parecía haberse calmado al menos por un rato, You YuMo y el resto decidieron volver e informar con urgencia.
El plan era fácil, viajarían a pie hasta XuanYa, en donde conseguirían caballos y regresarían de inmediato al palacio, y como no querían dejar que esta situación se desconociera hasta su llegada, Yi Hen se encargó de enviar un mensaje urgente con un ave de la zona.
—Has aprendido a manejar eso muy rápido, hechizar animales para enviar mensajes puede ser muy útil —felicitó Wen ShanShui.
—Es más sencillo de lo que parece, puedo enseñarte cuando quieras.
Las negras nubes fueron desapareciendo a medida que se retiraban de Huo, You YuMo volteó por un momento.
—Era el mismo que estaba en los recuerdos.
Wen ShanShui le asintió, y tras este comentario le contaron la historia a Yi Hen y a Feng Baoshi.
—¿Así como así? —preguntó Yi Hen.
You YuMo y Wen ShanShui le asintieron.
—¿Por qué razón atacarían a una familia en medio de la nada? Si ese humano hizo algo para perjudicarlos, ¿qué fue tan grave como para hacer algo así?
—En el recuerdo no mencionaron nada sobre eso. —Wen ShanShui lo miró fijamente—. De todos modos, no creo que necesiten una muy buena razón para hacer ese tipo de cosas, al menos el rey fantasma parecía disfrutarlo mucho.
Honestamente, Wen ShanShui no creía hubieran hecho esa masacre solo por diversión, debía haber algo más. Todos volvieron a estar silenciosos por un rato hasta que llegaron a las montañas de nuevo, y tras dar un par de pasos, fueron bloqueados por un montón de mujeres que venían en dirección a ellos, una de ellas los interrogó:
—Cultivadores, ¿qué los trae a este territorio?
Feng Baoshi observó las ropas conocidas de esas mujeres, sin dudas eran del reino Yun, era imposible equivocarse y, por eso mismo, ya podía hacerse una idea de lo que buscaba este grupo.
—Estábamos verificando algo en Huo, no es seguro que vayan ahora. Les informaremos mejor en el pueblo que sigue, por favor, den la vuelta y acompáñenos.
La joven de cabello ondulado y ojos claros soltó una suave carcajada.
—No era de mi conocimiento que el joven príncipe de Feng se encontraba en una misión secreta. ¿No puede decirnos ahora qué es lo que se oculta en Huo? ¿Por qué deberíamos dar la vuelta?
Feng Baoshi arrugó el ceño.
—Ahora no es el momento de dar explicaciones. ¿Dónde está Yun Reqing?
La mujer a quien él buscaba no tardó en salir de entre esa pequeña multitud de mujeres, peinó su delicada cabellera rubia y lo miró con sus penetrantes ojos verdes.
—¿Mi primo ha estado bien últimamente? —saludó junto a una reverencia—. ¿Por qué mi primo no le contesta a mi subordinada y, en cambio, me llama a mí?—cuestionó con voz dulce.
Feng Baoshi cambió un poco la expresión de su rostro, realmente no quería encontrarse con esta mujer, si bien era su prima y no se portaba mal con él, no soportaba lo pegajosa y manipuladora que podía llegar a ser con los demás.
—Prima —saludó igual con una reverencia—. He estado bien, y respondiendo a la pregunta, si mi prima está cerca, es mejor hablarnos directamente, ¿verdad?
A Feng Baoshi de verdad le parecía incómodo hablar de esta manera educada frente a su prima, y es que las demás chicas estaban mirando. Si se esparcía el rumor de que ambos príncipes se hablaban como "amigos", era inevitable que perderían algo de respeto ante los demás, ser príncipes o princesas no era tan sencillo, siempre había que mantener cierto estatus, postura y lenguaje frente a los demás.
A Yun Reqing no le importaba mucho esto, aunque también estaba al tanto y no era tonta, solo siguió el juego con una cara divertida.
—Estoy de acuerdo, sin embargo, ¿Por qué mi primo nos bloquea el camino? Mi padre el rey ya me ha liberado del encierro y estamos aquí con órdenes directas.
—¿Mi tío te ha enviado? —Fingió una sonrisa.
—Claro que sí. En vista de que los soldados no han enviado ninguna carta desde hace un tiempo, he solicitado un permiso para venir a verificar que todo esté bien.
Era una fortuna que estas chicas no hubieran llegado antes, de lo contrario, no creía que la fuerza del equipo fuera suficiente contra ese ejército de cadáveres. Ellas y los reyes no conocían aún el poder del enemigo. Con más razón era mejor solo prevenirlas y contarles todo en un lugar más seguro, cuanto antes mejor.
—No será necesario ni prudente que vayan. —Se volteó Feng Baoshi—. Junto a estos caballeros ya hemos inspeccionado. La zona es demasiado peligrosa, recomiendo dar la orden de regresar. Les contaremos en detalle en el siguiente pueblo.
Por la mueca de desagrado que el rostro de Yun Reqing dibujó era obvio que no estaba de acuerdo, su padre por fin le había encargado algo y quería cumplir con su deber, pero justo cuando iba a rechazar las palabras de Feng Baoshi. Vio al joven apuesto de cabello negro que había peleado por Yún en la guerra. Los ojos eran fríos, pero amables, sus cejas negras afiladas, hermosas, todo era casi hipnotizador para ella, su altura, la postura y el aura que emitía eran realmente cautivadoras. Al verlo ahora de nuevo frente a ella, entendió que era obra del destino, esta vez no daría marcha atrás e iría por él.
Wen ShanShui, por otro lado, también la reconoció, hizo una leve inclinación de respeto, solo que, a diferencia de esta chica, no le dio muchas vueltas al asunto, casi no recordaba la confesión de esa mujer, en ese momento su mente solo pensaba en la guerra y en You YuMo, ¿cómo podía acordarse de alguien que conoció por unas pocas horas mientras que solo quería abrazar a otra persona? Además, de seguro solo le gustaba su apariencia.
—Como dijo Feng Baoshi, es mejor que regresemos, es peligroso —dijo You YuMo tras también realizar una reverencia.
En realidad, You YuMo habló porque creyó que un silencio repentino sería incómodo para Wen ShanShui, pues, aunque ella no lo sabía, él había escuchado la declaración hacia su ahora esposo.
Al final y con una sonrisa que parecía estar iluminada, Yun Reqing accedió al pedido de Feng Baoshi y sus compañeros de viaje. Todo el grupo de chicas dio la vuelta para continuar hacia XuanYa.
En el camino, Feng Baoshi les explicó a todos quienes eran estas mujeres. En Yún no era normal aprender hechizos de alto nivel, pero sí era normal aprender el uso de varias armas. Estas chicas pertenecían a una academia femenina de artes marciales. Era una academia que el mismo Tian LiúYún había creado con la única finalidad de que su hermosa hija pudiera defenderse y aprender en un lugar seguro. Aun así, en la guerra pasada todas fueron llevadas lejos para que estuvieran protegidas, siendo Yun Reqing la única que logró escaparse con intenciones de ayudar, era una lástima que el rey no le permitiera hacer casi nada para ayudar, de hecho, solo confirmó que no confiaba en ellas.
Pasaron algunas horas más hasta que llegaron a XuanYa, la noche estaba por caer, por lo que reservaron varias habitaciones en una gran posada cercana, cuando por fin llegó la hora de la cena, todos comieron en una mesa privada en la planta baja.
Allí, Feng Baoshi se encargó de detallarle a Yun Reqing y al resto de las chicas lo que estaba sucediendo, o al menos la información que habían podido recopilar con los sucesos. Excepto Yue Hua, a quien no mencionaron.
Yun Reqing comprendió la gravedad del asunto más rápido de lo que cualquiera se esperaba, tomó su taza de té con las manos algo temblorosas.
—Entonces mi primo ha peleado valientemente contra los muertos, es un alivio que todos estén bien. Esta noche debe ser utilizada para descansar el cuerpo y la mente —dijo tras dar un sorbo.
Todos asintieron y se retiraron de las mesas. La posada era de muy buen nivel, tenía decoraciones e iluminación por todas partes, las linternas de papel eran de color rojo y dorado, casi parecía una decoración de año nuevo. Los adornos, los cuales también parecían ser verdaderamente caros, estaban dispersos por toda la habitación, de tal forma que era agradable al ojo.
You YuMo observaba los alrededores y la decoración. ¿Cuánta gente tendría la posibilidad de quedarse en un lugar así? Un viajero promedio no podría ni soñar con pagar una noche en este lugar, por lo que de seguro era un lugar de nobles y dedicado a nobles. Sin embargo, ¿cuál era el sentido de tener tantas cosas lindas si al fin y al cabo lo que iba a hacer uno allí era dormir?
You YuMo sonrió en sus adentros mientras se dirigía hacia alguna parte. «Nunca voy a entender del todo a los nobles».
Por otro lado, Wen ShanShui había subido a la habitación que compartiría con You YuMo, lo había esperado por un tiempo y, como no aparecía, se sintió un poco extrañado. Sin mucha prisa y tampoco despacio salió al jardín de la posada para buscarlo. Había varios árboles de duraznos, solo que los frutos ya no estaban. Era un lugar precioso, un jardín lleno de flores y pequeños arbustos bien cuidados, colores armonizados y en el centro, posaba un hermoso estanque con peces. Si el joven hubiera salido a tomar aire, lo más racional sería encontrarlo allí, sobre algún árbol. Wen ShanShui lo llamó un par de veces, pero no recibía ninguna respuesta. De repente se le vino a la mente otra posibilidad, supuso que quizá solo había ido por un par de duraznos a la cocina, por lo que se dio la vuelta para ir a mirar allí.
No llegó a cruzar la puerta cuando Yun Reqing apareció frente a él, casi pechándose "accidentalmente" contra él. Wen ShanShui dio un veloz paso hacia atrás para mantener la distancia, acto que la joven interpretó como timidez.
—Buenas noches, maestro Wen TianZe. ¿También ha salido por aire fresco?
—Buenas noches, ya no tengo el título de maestro, por favor, no me llame de esa manera —contestó—, solo estoy buscando a alguien.
—Ya veo... eso es bueno, si ya no tiene esa responsabilidad encima y tampoco hay una guerra, entonces yo tengo la necesidad de volver a una cierta conversación, ¿usted lo recuerda?
Wen ShanShui suspiró queriendo poner sus ojos en blanco.
—Princesa Yun, ¿qué espera de mí exactamente?
—Usted ya lo sabe. Si usted acepta tener una relación con alguien como yo, riqueza y poder es lo que le espera, solo tiene que aceptarme. Dos personas fuertes son mejores que una, con alguien como usted a mi lado, podría hacer crecer mi academia. Con sus enseñanzas seríamos las cultivadoras más fuertes de todo el reino. No solo puedo ofrecer cargos de alto nivel, sino también una familia, ¿no sería maravilloso?
Wen ShanShui frotó sus sienes como si le doliera la cabeza, no podía creer todo lo que acababa de escuchar. «De verdad, esta mujer ha planeado en su mente toda una vida».
—Este cultivador lamenta decepcionarla —hizo una leve reverencia—, mi respuesta es la misma que antes. No puedo aceptar.
—¿P-pero qué clase de hombre me rechazaría? ¿Es que usted es tan tímido? Acaso vivir de viajes, exponiéndose al peligro todos los días, ¿es más atractivo que mi compañía?
Como si fuera un fantasma, una voz habló burlonamente desde atrás
—No es tímido, y se lo puedo asegurar, señorita. De hecho, es bastante agresivo y descarado cuando le conviene —se rio el que hablaba.
Por detrás de las sombras salía un joven de cabellos dorados y ojos verde esmeralda, iba masticando algunos duraznos, junto a una sonrisa burlona que era evidente. You YuMo se colocó justo al lado de Wen ShanShui y apoyó su brazo sobre el hombro.
—Este hombre ya está ocupado, digamos que casado. No va a aceptar su propuesta, princesa.
Yun Reqing abrió sus ojos y su tez se volvió roja.
—¡¿Cómo es eso posible?! —Tosió para acomodar su voz—. ¿Qué mujer es mejor que esta princesa? —preguntó señalándose a sí misma.
You YuMo se burló.
—Su mujer es realmente hermosa, ¿ah que sí, Wen ShanShui?
—No juegues de más —dijo aun frotando sus sienes—, pero... sí, es una belleza. —Miró fijamente a la joven—. Nadie puede competir con esa persona —añadió como si no fuera suficiente.
You YuMo elevó las comisuras de sus labios, algo sorprendido por la respuesta sincera. No era conveniente ser brusco con las palabras ni muy directo debido a su posición, pero este tema era algo que quería dejar claro de una vez.
—Este hombre incluso insistió en regalarle a su esposa una joya. —Sacó su collar desde debajo de su ropa y luego metió su mano en el pecho de Wen ShanShui para sacar la de él—. Algo como esto. Es preciosa, ¿verdad?
Con esta simple acción, You YuMo ya había dicho todo lo necesario para que se esclareciera el asunto.
No había otra respuesta, ellos dos eran personas casadas, ya habían hasta realizado el ritual ceremonial ante los dioses.
Con esto, Yun Reqing debía rendirse de una vez por todas.
—Ah... así que es así. ¿Entonces no cambiarás de parecer? S-sabes, yo podría darte un hijo... y... un palacio...
You YuMo sonrió y miró a Wen ShanShui, quien estaba un poco rosado en las comisuras de sus ojos. You YuMo no sentía ni una pizca de celos, ni en lo más mínimo. Él no dudaba del amor que se tenían mutuamente, ni siquiera le preocupó la respuesta que Wen ShanShui le daría a la joven. Él ya la conocía.
—Princesa, ninguna riqueza, ninguna persona, nada podría sustituirlo.
La joven quedó nuevamente con una sonrisa congelada en su rostro. ¿Quién no aceptaría su propuesta? ¿Sabía este hombre cuántos interesados había por esa posición? No era algo que entrara en su cabeza.
—No solo riquezas, usted será realmente favorecido con lo que busque, también me tendrá a mí. ¿Es que no lo entiende?
Las cejas de Wen ShanShui hicieron un tic. ¿Cuánto rato habían perdido en una conversación sin sentido? Endureció su mirada y expresó con una seriedad mayor a la anterior.
—Princesa, le tengo respeto, no me haga perderlo. Disculpe si soy grosero con mis palabras, sin embargo, no es agradable que siga insistiendo.
No podía creer que alguien la rechazaría sin siquiera pensarlo, observó los ojos serios y grises del hombre. Luego analizó al joven rubio que, sin una pizca de preocupación, mascaba unos coloridos duraznos. Al final entendió, no tendría oportunidades allí.
—Está bien, lamento esta situación incómoda, no volveré a mencionarlo.
Wen ShanShui negó con la cabeza.
—No hay de qué disculparse, es mejor que ahora vaya a descansar como todos.
Yun Reqing asintió y entró en la posada sin decir nada más, y tras perder su figura, You YuMo le mostró una sonrisa a su pareja.
—¿Cómo es eso que andas rechazando princesas por ahí, Wen ShanShui?
Wen ShanShui sonrió y le llevó hacia atrás de la oreja un fino mechón de cabello dorado.
—Ya deja ese tema, no deberías molestarla, ¿de dónde sacaste eso? —dijo señalando los duraznos que abultaban su pecho.
—De la cocina, son de verdad deliciosos, ¿quieres uno?
—Solo si no son robados, entonces tomaré uno. —Wen ShanShui subió sus labios formando una sonrisa.
—¿Uh? Son duraznos conseguidos justamente. —Mostró un puchero y ofreció uno—. ¿Lo quieres o no?
—Sí, entonces quiero probar un poco.
—Toma est- ¿Hmm?
Wen ShanShui no tomó el durazno, sino que, en cambio, prefirió besar un poco los labios del joven, saboreando a su manera. Estuvo un momento considerable degustando de esa manera, y cuando por fin se sintió satisfecho, separó sus labios junto a un pequeño hilo líquido trasparente, sonrió.
—Saben bien, están dulces —susurró algo seductor.
—Umm... sí... supongo... —You YuMo no esperaba este beso en lo más mínimo, más bien, ni siquiera esperaba que a Wen ShanShui se le ocurriera "probar" así. Aunque sus mejillas se habían vuelto rojas y tenía bastante vergüenza, You YuMo le dirigió nuevamente una sonrisa, y con ella, le volvió a ofrecer un rojo durazno—. Come uno entero entonces.
Wen ShanShui lo aceptó y, tras terminarlos todos, volvieron a subir a su habitación.
Fin capítulo 10.
╭══════ ❀ ══════╮
¡Buenaas! Capítulo súper largo lo sé (゚∀゚ ) jeje, pero bueno, al fin Yun ReQing dejará de ir tras Wen ShanShui, y veamos que pasa con el joven Yue hua en los próximos capítulos ( ◞・౪・)7
¡Nos vemos en el capítulo que viene! 💖💖💖💖
╰══════ ❀ ══════╯
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro