Capítulo 07 - En la biblioteca
El reino en el que se encontraban ahora era conocido por ellos, no necesitaron detenerse en los pueblos para quedarse a dormir esa noche ni descansos prolongados en medio de la nada. Esto era debido a que estaban al corriente de las ubicaciones donde se encontraban posadas de camino, pequeñas casas de acogida y construcciones armadas con el fin de refugiar a los viajeros.
Solo había pasado un día desde el momento que cruzaron a Tian, ahora se encontraban subiendo las largas escaleras de piedra que dirigían al palacio y, por consiguiente, a la biblioteca de Yi Hen.
A pesar de que conocían el camino como la palma de su mano, algunas cosas habían cambiado; muchas personas reconstruían la capital del palacio, al igual que la academia, solicitado por Sheng ZhiGuang y Wei De. La naturaleza era sabia, muy pronto no dejaría rastros de suelo quemado, las verdes pasturas crecerían de nuevo, los árboles quemados volverían a crecer poco a poco, borrando los malos recuerdos que había sufrido ese lugar.
You YuMo tenía hermosos recuerdos de esta zona de la capital, fue donde él y su maestro pasearon por todo el día, donde le compraron el sujetador de cabello verde que ahora llevaba puesto, donde comieron y escucharon a los soldados hablar sobre la reina y otros detalles que interesaban en la investigación sobre el reino, había pasado por mucho allí. Wen ShanShui, al mismo tiempo, parecía recordar demasiadas cosas; por su expresión, no cabía duda de que no eran recuerdos muy bonitos.
Rememoró aquel fatídico día, a You YuMo cubierto de su propia sangre y casi sin vida, el camino que hizo llevándolo en sus brazos, el momento en el que atravesó el pueblo en llamas, la desesperación de no encontrar a ninguno de sus hermanos allí. Recordó cuando casi rompe su propio núcleo espiritual, rogando a los cielos poder curar las heridas más importantes de su discípulo; y el peligroso escape hacia Yún, en donde casi son capturados antes de cruzar el puente. Bajó la mirada, agraviado por sus recuerdos, ¿cómo podía este lugar volverse tan tormentoso para su mente?
Wen ShanShui pensaba que Yi Hen querría irse de allí también, que construiría una gran biblioteca, pero ubicada más cerca de la capital, o al menos en una zona más concurrida. Bueno, Yi Hen sabía lo que hacía, quizás solo había cambiado de opinión, o quizás siempre fue su idea ampliar la antigua biblioteca de la academia.
Pronto y casi de manera imperceptible, sintió una cálida mano rozar la suya, acción que lo sacó por completo de sus pensamientos.
—Estás tan pálido que pareces un muerto, tomaré tu mano para que entres en calor.
Wen ShanShui le sonrió y apretó el agarre. Siempre era comprendido por esta persona, incluso cuando no decía nada, se sentía acompañado, ¿cómo no ser feliz junto a él?
—Gracias. A decir verdad, hace un poco de frío.
La entrada a la antigua academia estaba bastante reformada e incluso el pequeño camino rodeado con árboles estaba en buenas condiciones. La gente trabajaba muy rápido en esos días, de seguro eran recompensados como era debido para que llegaran a este nivel. Si algo hacían bien los tres nuevos reyes, era recompensar a la gente trabajadora.
No mucho después de caminar llegaron a la biblioteca. Aún estaba hecha un desastre por dentro, sin embargo, conociendo a Yi Hen, era posible que este desorden fuera a propósito. Él era muy inteligente y sus ideas estaban bien organizadas, sin embargo, para arreglar sus cosas o el entorno en el que trabajaba, era un desastre. Pasaría un tiempo hasta que ordenara todo en su lugar.
Wen ShanShui tocó la puerta de la oficina de Yi Hen. Como no hubo respuesta, You YuMo volvió a tocar con algo más de fuerza. A causa de esto, Wen ShanShui se preocupó y entró de una vez.
—¡Yi Hen!
Dentro, y para su tranquilidad, había alguien, no era el hombre de cabello plateado y ojos dorados, sino un joven con una insignia del reino Feng, de cabello castaño sujetado con un adorno muy caro de color rojo.
Llevaba un arco dorado en su espalda, junto a una hermosa lanza del mismo color que reposaba en el suelo. Además, en su cintura llevaba una espada. ¿En serio usaba las tres armas?
El joven dormía con unos cuantos libros desparramados a su alrededor, uno de ellos estaba abierto sobre su rostro, estaba claro que el joven se había dormido con ese libro en la cara mientras intentaba leerlo. You YuMo soltó una carcajada silenciosa.
—Yi Hen lo debe de tener estudiando sin un solo día de descanso, siempre es tan riguroso.
Seguro que eso era cierto. Si bien You YuMo no conocía a Feng Baoshi lo suficiente como para hablar de él, sabía que no era un fanático de la lectura como Yi Hen.
Pronto, el joven dejó de hablar y reír debido a un movimiento extraño desde el suelo, ¡era una puerta que se abría desde el suelo, un sótano! Como era del mismo color y tipo de madera que el suelo, no se notaba para nada. Por suerte, no fue nada aterrador lo que salió de allí, era Yi Hen. Llevaba algunas telas de araña y polvo sobre su ropa, incluso sobre su cabeza, aunque no parecía preocuparle demasiado verse así. Estornudó sin tener la oportunidad de saludar, claro que, al mismo tiempo que sus ojos se cerraban y frotaba su nariz maltratada por el polvo, el rostro de Wen ShanShui se iluminaba.
—¡Hermano! ¿Estás bien? ¿Qué hacías ahí abajo?
Yi Hen se alegró de verlo, se acercó y apoyó una mano en el hombro del joven de ojos grises.
—ShanShui, es bueno que hayas vuelto. Tú, siempre llegas en el momento preciso, nunca cambias.
You YuMo dio dos pasos y se inclinó, doblando su mano y puño a la altura del pecho, en un respetuoso saludo.
—Yi Hen, me alegraa mucho verte con salud —dijo él.
—¿De dónde sacaste tanta formalidad, You YuMo? Hace muy poco que no nos vemos y has cambiado tanto —rio—. Eres mi cuñado. ¡Somos familia! Ya no me saludes así.
La cara de You YuMo se había vuelto rosa, la palabra "cuñado" todavía no era común para sus oídos. Lástima que no pudieron seguir con la pequeña reunión familiar, pues un fuerte golpe se escuchó detrás de sus espaldas.
—¡¿Quién es y qué haces aquí sin permiso?! —gritó el joven que tenía un libro aun cubriendo su cara.
Cuando el libro cayó al suelo y sus ojos fueron liberados, vio a los tres hombres parados justo frente a él.
—¡¿EH?! ¡Wen ShanShui y You YuMo! L-lamento haber gritado.
—¿Qué hace el príncipe de Feng aquí? —expresó confuso Wen ShanShui—. ¿No será un poco raro para su padre que pasen tanto tiempo juntos?
—Él es mi guardia personal ahora. —Sonrió Yi Hen, de manera sombría y sarcástica—. Cuida de mi puerta para que nadie entre. Como está a mi cargo, nada tiene por qué ser sospechoso.
—¡Lo siento! Yi Hen, ten piedad. He leído más de veinte libros en menos una semana. Déjame descansar, ¿quieres?
—Podrás descansar cuando termines las tareas.
You YuMo sintió mucha lástima por el chico, aunque Yi Hen era muy simpático y siempre iba por ahí con una sonrisa, con sus discípulos podía llegar a ser muy estricto, incluso con el príncipe, quien era mucho más especial que el resto.
Bueno, ante los ojos de Yi Hen, cualquiera que incumpliera las reglas, no realizara las tareas o no entrenara lo acordado, se lo tenía merecido. Feng Baoshi había estado vagando sin hacer sus tareas por toda una semana, por lo que su castigo no sería menor a leer cuarenta libros en menos de una semana, pero... ¿leer por leer? Claro que no, debía aprender al menos lo básico de cada uno.
—Está bien. Demonios, acepto mi error —sollozó el príncipe, haciendo un puchero.
—Hermano, debemos hablar, esto es importante. —Wen ShanShui los interrumpió, fijando la vista en su hermano.
Las manos de Yi Hen se movieron con ligereza para liberar dos taburetes que estaban siendo usados como mesas, repletos de papeles y documentos de todo tipo.
—Siéntense, por favor. Yo también tengo algo que decirles.
Mientras decía esto, Feng Baoshi lo miraba con algo de duda, pero Yi Hen le hizo una seña con su mano para que siguiera con lo suyo, era como un permiso para quedarse.
Sin sorprenderse, You YuMo y Wen ShanShui se sentaron en los taburetes para mirar al hombre de ojos dorados.
—Fueron al bosque, ¿cierto?
—Fuimos —dijo Wen ShanShui de inmediato.
El mensaje que envió Wen ShanShui antes no decía que "irían al bosque", pues como estaban comunicándose en clave, más o menos debía decirlo con palabras sutiles. Por eso era que Yi Hen ya lo sabía.
—Eres realmente confiable, sabía que comprenderías mi nota, ¿y bien? ¿Qué encontraron? ¿Qué tal nuestro amigo el durmiente?
—Es difícil no comprender algo así después de todos estos años —dijo Wen ShanShui—. No está ahí. Solo hay un sello de piedra destrozado.
Yi Hen levantó ambas cejas con sorpresa.
—¿Es así? Entonces es verdad... Cada vez tiene más sentido... ¿Algo más? ¿Vieron algo más?
—El guardián del sello se apoderó de la zona. —Asintió Wen ShanShui—. Sus venas, huesos y cuerpo han convertido el bosque en un lugar protegido y casi inaccesible para la gente común. Cuando el sello fue liberado, algo selló al protector también, absorbiendo su energía poco a poco para que no se interpusiera.
—Hmm... ¿Conocieron a ese guardián o ya estaba muerto?
—Solo quedaba una parte de su energía espiritual, aunque lo conocimos, él ya ha desaparecido —respondió You YuMo.
—¿Hace cuanto fue liberado el sello? ¿Qué más les dijo al respecto?
—Nada, ni siquiera él sabía. Era como si su mente hubiera estado dormida por mucho tiempo, dijo ser un fiel seguidor de Tian LiuYun III y de haber participado en la guerra contra los demonios.
Feng Baoshi miró de reojo por encima de su libro; recordó que en su reino también había un sello demoníaco, no era un secreto para nadie, aunque sí que era una historia vieja que a nadie le importaba, tanto así que algunos creían que era un mito.
—Umm... Yi Hen, si es de utilidad, puedo mandar a alguien a que revise el sello de mi tierra. A pesar de que a estas alturas ya es evidente que no estará allí, no está de más que nos saquemos la duda.
—Sí, perfecto. Asegúrate de enviar a cultivadores, cuanto más nivel, mejor. Los soldados corrientes no serán de mucha ayuda. Estos sitios estaban protegidos por humanos superiores que no permitirían que cualquiera ingrese.
Aunque en ninguno de los tres reinos del este hubiera demasiados cultivadores, de esos tres, el palacio de Tian Feng era el que más poseía, incluso había algunas academias de cultivadores como en Tian, solo que mucho más simples. Por ende, Feng Baoshi se puso de pie y tomó una hoja para redactar una carta urgente.
De repente, las velas que iluminaban el lugar se apagaron. La habitación ya de por sí era oscura y apenas iluminada por el sol, por lo que quedaron en absoluta oscuridad de la nada; aparte, se escuchó un leve sonido de viento por debajo del piso, como si una ráfaga de viento se hubiera levantado bajo tierra, al mismo tiempo, una extraña sensación se comenzó a percibir.
You YuMo se puso de pie de inmediato, olió algo extraño y escuchó que esa ráfaga de viento ser absorbida por algo que no logró comprender, algo raro estaba al acecho o estaba saliendo desde la mismísima nada.
—Hay algo extraño abajo —señaló preocupado.
Dándose cuenta de que You YuMo ya había sentido algo, Wen ShanShui sujetó su espada con fuerza y observó hacia la entrada de la que había salido Yi Hen antes.
You YuMo maldijo para sus adentros, pareciera que, en este mundo, todo conspiraba contra él para hacerlo entrar en túneles y sótanos, ¿acaso los cielos le estaban enviando una señal?
—Bajemos de una vez, no se alarmen tanto —Yi Hen habló con sosiego.
You YuMo no mostró el disgusto en su rostro, pero era obvio que no quería entrar. Ya había tenido suficiente de este tipo de lugares, nunca resultaban ser amigables.
Yi Hen abrió la puerta de madera a toda velocidad, mostrando una sonrisa tranquilizadora mientras lo hacía.
—Yo sé lo que es —expresó—, pero aún no puedo confiar en que sea seguro. Bajemos con precaución y no se asusten.
El maestro de lanza bajó primero, le siguió Wen ShanShui junto a You YuMo y, por detrás, un escurridizo Feng Baoshi. El espacio allí debajo era bastante más grande de lo que se imaginaba You YuMo, era incluso más espacioso que la habitación de arriba, un lugar así solo podría haber sido construido para ser un refugio muy cómodo, mas eso no le importó mucho, solo el poder respirar tranquilo y que no hubiera musgo por todas partes era un punto a favor para el sótano, lo hacía sentir aliviado.
Después de caminar por un par de minutos y de haber llegado a una sala más grande y oscura, Yi Hen lanzó un hechizo de fuego para encender un montón de lámparas colgadas en las paredes. Gracias a esto se logró ver un agujero negro en el aire, ¡de allí salía toda esa ráfaga de viento! El hombre de cabello plateado miró con recelo, no se movió y esperó hasta que saliera un joven de ese agujero.
No había dudas, era un portal, como el que habían visto en los recuerdos de la niña. A You YuMo se le erizaron los pelos de todo el cuerpo, al mismo tiempo que Wen ShanShui, sacó su espada para estar protegido. Lo extraño fue que ni Yi Hen ni Feng Baoshi se movieron; ambos se mantenían serios y calmados, como si no les sorprendiera.
El joven que salía del portal no tendría mucho más de veinte años, sus ojos eran de color amarillo claro, el cabello era tan negro que parecía brillar en tonos azulados, en él, algunos finos mechones rubios se mezclaban dándole un aspecto poco común, lo llevaba atado en una fuerte y larga cola de caballo. Su expresión era seria, pero con rasgos amables al mismo tiempo.
Aunque era evidente que era un portal como el antes visto, este joven no era el hombre alto de ropas rojas ni el fantasma sádico con ropas de luto. Wen ShanShui miró la tranquilidad de su hermano, ¿se conocían? Esta situación no era normal.
El portal se cerró en un abrir y cerrar de ojos luego de que el joven terminara de salir de él, se inclinó y saludó con un puño dentro de su palma.
—Yi Hen, he vuelto con información... —Su hablar frenó de golpe cuando se percató de las espadas de Wen ShanShui y You YuMo. Debido a esto dio dos largos pasos hacia atrás, su mirada se volvió preocupada y una gota de sudor cayó por su mejilla—. Ellos... ¿Los llamaste para que me maten?
Yi Hen no entendió del todo, pero le siguió la corriente.
—¿Qué crees?
El entrecejo del joven se contrajo, estaba indignado, era como si esas palabras pudieran tocar la fibra más sensible de su confianza y orgullo, exclamó:
—¡Yi Hen! ¡Te he estado ayudando tanto y aún no me crees! ¡¿Qué más tengo que hacer para que confíes en mí?!
—¡Ah... está bien, no te enfades! No son nada maño, no te harán daño —rio y tranquilizó el ex maestro de lanzas.
—¡¿Y por qué me están apuntando con un filo como ese?!
Yi Hen observó las espadas, ciertamente, tenían un filo extraño cubriendo la hoja de sus espadas. Esto debía ser algún artefacto que conocía, pues este joven jamás le había levantado la voz de esta manera, y estas espadas lo hicieron entrar en un estado casi colérico, algo debían tener que lo molestara.
—Eso... ¿Qué es ese filo? ¿Me lo puedes explicar? Es la primera vez que veo algo como eso —consultó Yi Hen.
—Él es un demonio, ¿verdad? —Adivinó Wen ShanShui.
—No hay de qué preocuparse, me ha demostrado su sincero apoyo. Deja eso, parece darle miedo. —Para evitar problemas, colocó su mano sobre la empuñadura con delicadeza—. ShanShui, bájala, confía en mí.
Wen ShanShui dudó por un momento, era la primera vez que veía a un demonio "cuerdo" por así llamarlo, pero decidió confiar en su hermano. Despacio, observó a You YuMo y le asintió, dándole a entender que lo mejor era hacer caso a las palabras de Yi Hen, por lo que guardaron sus espadas al unísono.
Enderezando su pose, el joven demonio los analizó con cuidado. Había pasado mucho tiempo desde que vio un filo de ese tipo y de verdad le temía, sin embargo, siempre y cuando no le estuvieran amenazando, todo estaba bien. Acomodó su ropa y se aclaró la voz.
—¿De dónde sacaron eso?
La pregunta fue demasiado directa, a lo que Wen ShanShui respondió solo apretando los puños y con suma desconfianza en sus ojos. Por otra parte, Yi Hen se cruzó de brazos y le dirigió una mirada tranquilizadora.
—Está bien, ShanShui, no es un mal chico. Está ayudándonos con todo esto. De hecho, fue él quien me dijo lo de los sellos. Yo solo estoy comprobando que todos hayan sido realmente liberados. Ahora le creo más que antes.
—¿Cómo es eso? —Los puños de Wen ShanShui se aflojaron con esas palabras—. ¿Por qué nos ayudaría? ¿Qué sucede con los sellos?
—Mejor sentémonos. —Yi Hen señaló hacia una mesa de piso que había en la habitación—. La charla no será corta y abrir esos portales te cuestan mucha energía, ¿verdad? Es mejor si descansas un rato aquí.
Con esto, Yi Hen intentaba calmar la situación, era como si deseara que todos se sentaran en la misma mesa para cambiar las poses defensivas.
—No des información extra sobre mí, hablar contigo es una cosa, a este hombre no lo conozco, Yi Hen —resopló en dirección a la mesa.
—Lo siento, lo siento mucho.
De esta manera, el joven demonio observó a todos sentarse después de él. No estaba muy contento con tener dos armas letales de demonios a su lado, aun así, logró calmarse con rapidez gracias a las palabras del ex maestro de lanzas. Confiaba en Yi Hen, si estaba él, no le harían daño, o eso quería creer. Esperó a que todos estuvieran sentados y comenzó a hablar mucho más tranquilo que antes.
—Empezaré por presentarme. Soy el quinto rey demonio, Yue Hua. Espero que nos llevemos bien de aquí en adelante.
Fin capítulo 07.
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¡Personaje nuevoo, yes xD!
Yuè Huá está en la guía de personajes, pero igualmente lo colocaré por aquí algunas imágenes extras xD:
Y por aquí referencias de cómo se ve (más o menos) la biblioteca :3
Espero les haya gustado el capítulo ¡nos vemos en el que viene! ヾ(Ő∀Ő๑)ノ 💓💓💓
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