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Capítulo 37 - Ruinas.


Los heridos habían sido tratados, los muertos quemados y enterrados, varios soldados habían sido enviados a reconstruir lo que quedaba de Tian, a ayudar a la población y verificar su estado. Para sorpresa de los nuevos reyes, había algunos pueblos que lograron sobrevivir, algunos incluso ni siquiera habían sido tocados todavía.

Todos los pertenecientes a Tian que habían luchado junto a los tres reyes, fueron en busca de los sobrevivientes del palacio poco después de terminada la batalla. Allí debía estar Wu ShuangJue, cuidando de los maestros. Podrían buscar algún rastro de Yue Jin también. Después de todo, el ahora hermano mayor de la academia había desaparecido luego de lo sucedido con Zhi Jian.

Estaban preocupados por ellos, los ex discípulos de la academia no podían dejar de pensar en su compañero. Los Chang habían sido acogidos en Yun cuando Chang Gao, Bai GuangXuan, Ti WuChang y Ti ChenYing escaparon con Yue Jin y Zhi Jian, por lo que toda su familia había estado a salvo en un pueblo de Yun.

Sin embargo, la familia Wu era un caso aparte. La casa de Wu ShuangJue había sido amenazada y atacada, sin posibilidades de escapar bajo ningún concepto. Fue el joven cultivador quien tuvo que tomar la decisión de ceder para proteger a los suyos.

Todos sabían que Wu ShuangJue tenía un hermano menor y una hermana muy pequeña, además de sus dos padres y una cantidad considerable de sirvientes. Pero no todo había salido bien. Gracias a varias averiguaciones, en la casa de los Wu, se pudo comprobar que, por desgracia, los sirvientes de Wu ShuangJue fueron asesinados uno por uno. Los padres y sus hermanos, sin embargo, nunca fueron encontrados, quizá ya habían sufrido el mismo final.

El camino de Yun hasta el palacio no era tan largo si se hacía a caballo, por lo que llegaron hasta allí en menos de un día. You YuMo ya les había contado lo que había hecho Wu ShuangJue por él, y en consecuencia, todos querían verlo para agradecerle, y por supuesto, para decirle que todo estaba bien, que entendían sus decisiones.

Chang Gao quería propinarle algunos golpes también, de los que Bai GuangXuan se encargaría de frenar.

Transcurrieron varias horas, a pesar de que recorrieron el palacio y lo que quedaba de la academia un par de veces, no encontraban a Wu ShuangJue en ninguna parte. De inmediato, You YuMo frenó en su lugar, volteó y tomó una dirección contraria a la de los demás.

—Iré a verificar algo —avisó.

Corrió en dirección al laboratorio, mientras que el grupo seguía buscando en la zona del palacio. Pensó mientras corría: «¿Se quedó en el laboratorio? ¿Por qué no volvió a ponerse a salvo en el palacio? ¿Qué loco se quedaría en un lugar tan aterrador?».

Por detrás se escucharon fuertes pasos, era Wen ShanShui siguiéndolo, con un semblante más que preocupado.

—You YuMo, no vayas tan rápido, ten cuidado —jadeó.

—Si no están en el palacio, entonces Wu ShuangJue debe de estar por aquí.

Al fin, encontraron la entrada del laboratorio. En el suelo aún estaban los cadáveres de los soldados que habían derrotado junto a Wu ShuangJue, You YuMo se sorprendió y su nariz se contrajo.

—¿Qué demonios?

Ambos hombres taparon sus narices por el fuerte olor a descomposición, había más de veinte cadáveres. El olor era espantoso e inaguantable, por esto mismo, Wen ShanShui no duró más de un segundo en sacar un sello de fuego para quemarlos de manera individual. You YuMo no se quedó a ver los cuerpos arder y entró con prisa en la cueva, seguido de inmediato por Wen ShanShui.

El túnel era en extremo oscuro, por lo tanto, Wen ShanShui creó una pequeña bola de luz blanca que danzó en el aire, no era mucha la iluminación que proporcionaba, pero era suficiente para ver el camino.

—Wu ShuangJue no está aquí... y los maestros tampoco...

Una mala corazonada llegó a You YuMo, ¿qué eran todas esas marcas en el suelo y paredes? Cuando él se había convertido en una bestia, ¿había tanto desorden?

Aunque no había estado tanto tiempo allí en el pasado, y no se había fijado en los detalles de la cueva, esas marcas negras del suelo no estaban antes. Las piedras y paredes estaban por completo quemadas, con grietas y manchas rojas. You YuMo analizó los cortes, se encontraban en el suelo, en las paredes, en una mesa de madera. Sin dudas esas grietas podrían ser provocadas por una espada. Wen ShanShui analizó el suelo con un dedo y barrió el polvo que allí había, eso era carbón.

—Es carbón, esto fue quemado, hay varios objetos que han sido desintegrados aquí. Las pupilas de You YuMo se contrajeron, esto había cambiado demasiado.

—No puede ser... ¿FengHuang volvió a resurgir luego de que me fui de aquí?

El joven de ojos esmeraldas bajó su cabeza y formó un puño con su mano: «¿Qué demonios es? ¿Dónde está?».

Cuando volvió a mirar al suelo se percató, una de las líneas negras salía de la cueva. Era tan grande que no se había dado cuenta al entrar, incluso parecía parte de las piedras del suelo.

You YuMo no tuvo tiempo de parar a pensar, siguió las marcas negras del suelo a una velocidad inexplicable junto a Wen ShanShui.

Primero era solo una enorme marca negra que salía, cuanto más se adelantaban se dieron cuenta de que esto no era con exactitud así. En realidad había dos "caminos", el que estaba más a la izquierda era como si algo se estuviera volcando, dejando pequeñas manchas negras a medida que avanzaba, pero la mancha negra de la derecha era del tamaño de una persona, era como si un cuerpo se hubiera arrastrado.

You YuMo logró notar esto luego de analizarlo mientras corría. «¿Esa cosa te persiguió arrastrándose? ¡¿Qué fue lo que pasó?! ¡Dime que esa marca no es tuya!»

Siguieron corriendo al costado de ese camino por solo un minuto más, ahora podían ver con claridad en dónde terminaba.

No muy lejos había un estanque, era sin dudas en donde You YuMo se había escondido la primera vez que llegó al palacio, fue desde donde Wen ShanShui lo había sacado con una gran burbuja. Aquella noche en la que habían sentido una energía tan espantosa que los hizo salir corriendo con preocupación y miedo.

Las marcas se dirigían hacia ese lugar y se perdían.

—¡¿Wu ShuangJue?! —gritó, asustado.

Justo cuando iba llegando, Chang Gao y los demás ya venían en camino, iban junto a dos personas que habían sobrevivido. Wei De y Sheng ZhiGuang.

Chang Gao estaba entre lágrimas, con los labios apretados, el ceño fruncido, parecía querer golpear algo. Lo que fuera, era probable que estaba bien. Bai GuangXuan contenía el llanto en sus ojos, y Ti WuChang cargaba en sus brazos a Ti ChenYing, quien se había desmayado. Junto a ellos también estaban Yi Hen y Feng Baoshi, sus miradas eran apagadas y sombrías.

Los labios de You YuMo se contrajeron, todas esas miradas no hacían más que ponerle la piel de gallina.

—Maestros... estoy en verdad feliz de que estén a salvo, ahora, me gustaría saber, ¿dónde está Wu ShuangJue? ¿Por qué él no está junto a ustedes? Si ustedes están bien, entonces... ¿Dónde está él ahora? —You YuMo repitió su primer pregunta con el corazón en la boca.

Los maestros agacharon la cabeza y miraron a You YuMo con angustia. Al joven se le congeló su sonrisa.

—¿Por qué no dicen nada? Todo está bien, ¿verdad? —volvió a preguntar el rubio.

—El muchacho Wu ShuangJue, él ya no está. Sin dudas ha peleado como ningún cultivador lo había hecho hasta ahora. Fue una batalla que jamás creí ver con mis ojos, él... lo ha hecho muy bien.

You YuMo soltó las lágrimas que había retenido desde que escuchó "no está" y cayó de rodillas.

—No es cierto, no, justo... —Lloró en silencio—. No, no es nada justo... ¿Por qué me fui sin comprobar que esa cosa estuviera muerta? —You YuMo sintió la culpa correr en su cuerpo—. Si me hubiera quedado un poco más, hubiera podido ayudarlo, hubiera escapado con todos juntos, algo se me hubiera ocurrido —murmuró.

Wen ShanShui se acercó con lentitud por detrás y quedó en silencio a su lado. Sheng ZhiGuang fue hasta ellos, lento y cuidando sus palabras:

—Esa zajiao, FengHuang, resurgía de sus cenizas una y otra vez. El joven Gu Yue cortó y perforó su cuerpo numerosas veces, e incluso le cortó la cabeza la zajiao. Sin embargo, ella volvía a unirse una y otra vez.

—El muchacho se dio cuenta cuando cortó la cabeza —añadió Wei De—. El cuerpo lo seguía y seguía para volver a unirse, por eso la cargó con sus manos. Sus manos estaban... —Wei De no pudo seguir y cubrió su rostro.

—Sus manos cargaron a esa cabeza prendida en llamas, incluso así llegó hasta este lugar y se hundió junto a él —terminó la frase Tian LiuYun.

La mirada de You YuMo se oscureció de manera gradual, luego se puso de pie y retrocedió hasta chocar con Wen ShanShui, quien lo frenó con ambas manos.

«¿Cuánto dolor sentiste? ¿Qué tan solo estabas? ¿Cuánta responsabilidad tenías en tus manos?», pensó para sí.

—Nosotros estuvimos dentro de la cueva todo el tiempo, nos habíamos desmayado cuando el hechizo terminó —explicó Wei De—. Apenas nos despertamos en medio de la batalla, no podíamos hacer nada. Nuestra energía estaba casi agotada.

—Cuando por fin pudimos recuperarnos un poco y movernos —explicó Sheng ZhiGuang—. Seguimos las marcas que había dejado el cuerpo de fuego. Al parecer había logrado llegar hasta el estanque, pero Wu ShuangJue ya estaba tan profundo como para ser alcanzado. Él logró que el cuerpo de la zajiao se apagara. —Sheng ZhiGuang hizo una pausa para preparar sus palabras—. Wu ShuangJue se ahogó, justo allí —señaló el estanque.

Las lágrimas de Chang Gao caían sin control, apretó su mano hasta lastimarse, con rabia, con impotencia.

—Ese imbécil siempre fue tan idiota... tan difícil... maldita sea. Siempre un paso por delante de mí, ¿quién se cree?

Wei De negó con su cabeza de manera pausada.

—Hemos podido sacar su cuerpo del estanque, hicimos lo posible para traerlo de nuevo... en ese momento nuestra energía no daba para mucho. Tampoco pudimos volver a hacer que respirara. Solo... Al menos hemos enterrado su cuerpo, no está muy lejos de aquí.

Nadie dijo nada, por lo que ambos ancianos se miraron entendiendo la situación y decidieron llevarlos a ese lugar. No era tan alejado, era una zona cerca a la entrada de la destruida academia. Ambos ancianos no sabían cómo terminaría la guerra, por lo que no pensaron mucho en donde enterrarían al joven. Con darle una sepultura digna ya estaría bien, o eso pensaron, ahora sentían vergüenza por haber escogido un lugar tan aleatorio. Sin embargo, nadie dijo nada al respecto, tan solo se dirigieron al bulto de tierra. Era tranquilo, hasta que un fuerte viento sopló, fue tan repentino y violento que se sintió como si su aura aún estuviera junto a ellos, como si ese solo cúmulo de tierra liderara todo a su alrededor.

Nada podía hacerles, allí, en ese bulto de tierra y unas cuantas rocas. Solo se encontraría un cuerpo sin vida.

Chang Gao observó el escenario que nunca había esperado tener que ver, para él, era un hecho que iba a luchar contra Wu ShuangJue por el resto de su vida, ya sea por mercado o por eventos y competencias, sin embargo, ahora ya no estaba, ya nunca competiría.

—Mira como has quedado, idiota, creído, asqueroso, demente —rabió, llorando.

La familia Wu se había encargado que un pequeño Wu ShuangJue detestara a los Chang, y los Chang le habían enseñado a Chang Gao a odiar a los Wu. Desde pequeños habían estado compitiendo, ya fuera en torneos o en eventos, en mercado o en donaciones. Siempre como rivales. Pero al entrar en la academia y conocerse, ambos habían cambiado sus puntos de vista.

Por supuesto, no había sido algo instantáneo, fue algo que tomó mucho tiempo en cambiar. Aunque nunca lo hubieran dicho en voz alta, ambos se respetaban en cierta manera. Sabían cuánto se esforzaba el otro por elevar el prestigio de sus casas. A pesar de haber sido criados para ser eternos rivales, en el corazón y también gracias a los esfuerzos de Wen ShanShui, habían conseguido ser compañeros, mejor de lo que nunca se hubieran imaginado.

Chang Gao se dio la vuelta, Bai GuangXuan lo miraba con el rostro cubierto de lágrimas, esta vez fue Chang Gao quien consoló a Bai GuangXuan, le dio un delicado y tierno abrazo.

—Ya no llores, y yo tampoco lo haré más —dijo con suavidad al oído. El abrazo no duró mucho tiempo, aunque las palabras fueron suficientes para calmar un poco el corazón del sirviente.

El joven pelirrojo les dio la espalda y salió caminando en esa dirección, Bai GuangXuan no dejaría que se fuera solo, por lo que intentó secar sus lágrimas. Era difícil puesto a que estas brotaban y brotaban sin control, no importaba si intentaba contenerlas, no podía hacerlo, sin embargo, no las quería allí. Ya no quería que Chang Gao las viera. No dejó pasar más el tiempo, debía alcanzarlo. De inmediato, hizo una

inclinación respetuosa a los maestros y a los demás, dejando al grupo para ir tras su amo.

Ti WuChang, con Ti ChenYing en brazos, se alejó, por otro lado, sabía que no podía seguir a su amo, en ese momento solo estorbaría entre aquellos dos. Por lo que al igual que Bai GuangXuan, se inclinó con respeto y se retiró en otra dirección.

Pronto, de la absoluta nada, llegó un soldado enviado por Tian LiuYun, Tian Guang y Tian Feng llamando a los ancianos maestros. Ellos ya habían tenido suficiente luto por el muchacho, por lo que se despidieron con una inclinación junto a Yi Hen y Feng Baoshi.

You YuMo se acuclilló y quedó allí otro buen rato, observando con ojos apagados el bulto de tierra. Wen ShanShui lo esperaba de pie en silencio, justo detrás de él.

Pasaron varios minutos para que You YuMo por fin comenzara a hablar.

—Si él no hubiera peleado contra FengHuang, era probable que este hubiera ido tras mis huellas, y nunca hubiera llegado a ayudar al ejército, ¿qué tuve que haber hecho entonces?

Wen ShanShui habló con suavidad y calma:

—Hiciste lo que pudiste, no es culpa tuya. Aunque hubieras llevado lejos a los maestros y a Wu ShuangJue, él quizá los hubiera seguido. Nunca llegarías con la ayuda, hubiéramos perdido.

—No merecía morir —sollozó enterrando su cabeza entre sus piernas—. Él intentaba salvar a su familia... solo eso... él tenía una gran familia a la que amaba mucho, él estaba mal por todo.

Wen ShanShui le ofreció una mano a You YuMo para ayudarlo a ponerse de pie.

La posición de You YuMo vaciló por un momento, pero al final limpió esas lágrimas y tomó esa gran mano que siempre lo protegía.

—Lo siento, Wen ShanShui. Wu ShuangJue seguro me patearía la cara si me viera ahora. —You YuMo sujetó la mano de su pareja para levantarse—. Vamos.

—Sí, vamos —expresó con tristeza el maestro, sujetando la pálida mano con ternura.

Ambos se pusieron en marcha tomados de la mano, la calidez del viento era lo único que se podía sentir y escuchar, además de sus pasos desacelerados. De repente, You YuMo volteó para ver el camino de donde venían, como si no quisiera olvidar el lugar. Sin embargo, cuando volvió a darse la vuelta para continuar, sus pies pararon sobre sí mismos. Tocó su rostro y luego se tapó ambas mejillas, presionándolas con fuerza.

—¿You YuMo, estás bien? ¿Duele algo? —preguntó preocupado.

—Me están quemando... duelen mucho —contestó el joven.

—Déjame ver. —Wen ShanShui acercó su rostro y quitó las manos que cubrían el rostro de You YuMo.

Al ver en detalle lo que sucedía, Wen ShanShui comprendió, ya no había marcas en las mejillas.

—Ya no están —dijo con sorpresa.

You YuMo volteó mirando hacia el camino por el que venían y sonrió.

—Supongo que... fue todo por lo que pasó con Wu ShuangJue. —De nuevo, se volteó y sujetó una de las manos de Wen ShanShui —. Sigamos.

Aceptar tus miedos y proteger a tus seres queridos, ambas cosas habían sucedido casi en simultáneo en esos días. Apenas ahora, cuando sus lágrimas habían salido y se había desahogado, solo allí desaparecieron.

Ambos continuaron su recorrido. Habían pasado ya un shichen examinando la academia, estaba en ruinas, todo había sido destruido hasta las cenizas, los cuartos, las zonas de entrenamiento, la cocina y el salón central, ahora solo eran escombros, ni un solo pabellón estaba completo.

Mientras miraban las ruinas, Yi Hen se acercó por detrás, quién sabe de donde había salido.

—Es espantoso...

Wen ShanShui volteó con algo de sorpresa, y de inmediato se recompuso.

—Es horrible —expresó él—. Todo ha sido reducido a simples cenizas. Lo que hacíamos aquí...

Para Yi Hen y Wen ShanShui este escenario era como ver su hogar derrumbado, después de todo, la academia era su hogar, donde habían crecido, allí habían entrenado, habían reído y llorado.

—ShanShui, ya no te culpes por eso, nadie sabía lo que hacían con los muchachos. De haber sabido que los usaban para intentar crear zajiao. ¿Crees que Yue Jin, Wei De, Sheng ZhiGuang, o incluso yo, hubiéramos aceptado continuar?

Wen ShanShui negó con la cabeza, entristecido de que en esa lista no estuviera Zhi Jian.

—¿Han encontrado a Yue Jin? ¿Alguna pista?

Yi Hen retrocedió y de igual manera negó con la cabeza.

—No, aún no, pero hay varios soldados repartidos por todo el reino buscándolo.

—Ya veo...

—Voy a crear una biblioteca, el rey Tian LiuYun se encargará de todos los gastos.

Incluso prometió mantenerla en el futuro —declaró el maestro de lanza.

You YuMo abrió los ojos, nunca se hubiera esperado algo así, tenía sentido, ese hombre era un fanático de la lectura y de la investigación.

—¿De verdad? Eso es genial Yi Hen, deseo que todo prospere —deseó You YuMo.

Todos sabían que Yi Hen amaba los libros, incluso había tenido una colección enorme de algunos muy antiguos, a los que apreciaba muchísimo. La lástima era que, ahora, era muy probable que estuvieran hechos cenizas, al menos una gran mayoría.

—Claro que lo hará —apareció una voz por detrás—. Si es necesario utilizaré mi propio dinero. Todo sea por los deseos de mi maestro —mencionó emocionado Feng Baoshi, que venía desde alguna parte.

—Sí, Feng Baoshi está apoyándome con todo lo que está a su alcance. Es muy confortante tener a un príncipe a mi lado —bromeó.

—Claro que sí, estaré a tu lado, no te dejaré solo, ya lo había dicho —expuso con ojos serios hacia Wen ShanShui, como si quisiera expresarle tranquilidad.

Wen ShanShui sonrió y no apartó sus ojos de los de Feng Baoshi.

—Es bueno que hayan encontrado lo que quieren hacer, Yi Hen. Sabes que puedes contar con nosotros si necesitas algo.

—Sí, lo sé, muchas gracias. —Sonrió con sinceridad.

You YuMo miró hacia atrás, Chang Gao, Bai GuangXuan, Ti WuChang y un nervioso Ti ChenYing se acercaban, aunque aún no olvidaban a Wu ShuangJue, se veían mejor que antes.

—¡Oigan!—gritó un poco más calmado Chang Gao—. Vayan pensando en qué es lo que quieren, el viejo Tian LiuYun está insoportable con querer sacarse su deuda de encima. No deja de molestar con eso.

Bai GuangXuan golpeó la cabeza de Chang Gao por detrás.

—¡Oye! Más respeto, idiota. Estás hablando del rey.

—Sí, sí, lo siento.

De manera natural, la conversación no tenía los ánimos que siempre se sentían, sin embargo, nada podían hacer. Solo salir adelante, ser ellos mismos, poco a poco el dolor dejaría de ser tan fuerte, y todo regresaría a la normalidad, o casi a la normalidad.

—Chicos —les habló You YuMo—. ¿Ustedes que piensan hacer?

—Volveré a construir la ciudad del palacio, y algunas cosas más, por ahora haré crecer el prestigio de mi familia, apoyaré y haré contactos.

Bai GuangXuan se acercó cruzándose de brazos.

—Eres más ambicioso que eso, diles la verdad.

—Claro, también pedí muchísimo dinero —suspiró Chang Gao, como si no quisiera decir esa parte—. No dejaré que mi familia caiga, y tampoco dejaré que los Wu sean olvidados con tanta facilidad. Incluso si debo pelearme con mi viejo, no me importa.

Ti WuChang y Ti ChenYing se adelantaron algunos pasos.

—Nosotros estaremos con el amo, apoyándolo con todo lo que esté a nuestro alcance.

Ti ChenYing aún se veía mareado, sin embargo, tampoco parecía querer quedar atrás de la conversación:

—Sí, nosotros estaremos junto al amo Chang Gao, fuimos acogidos por los Chang como sus sirvientes desde pequeños, ahora vamos a apoyarlos a volver a crecer.

—Ya veo —contestó You YuMo.

—¿Ustedes qué van a hacer? —dudó Chang Gao, elevando una de sus gruesas cejas.

—¿Nosotros? Bueno... Primero queríamos comprometernos ante los dioses, luego supongo que cazar bestias con libertad y conocer los reinos... ¿Chang Gao?

La cara de Chang Gao se había puesto de color morado cuando You YuMo mencionó "comprometernos" y "ante los dioses", ahora parecía estallar como si fuera una burbuja roja. Para variar, no pudo contestar con normalidad, o con fingida normalidad al menos, debido a que se había atorado con su propia saliva, generando una tos seca algo preocupante.

No solo Chang Gao de repente había quedado de un color rojizo fluorescente, sino que todos los muchachos presentes. Excepto Yi Hen que ya sabía sobre eso.

—Me alegro por ustedes. —Bai GuangXuan tosió, y sonrió pellizcando la espalda de Chang Gao, logrando hacer que se enderezara.

Los demás no dijeron nada, solo Yi Hen se aproximó.

—¿Entonces irán al Templo de la Montaña del Diamante? Eso sí que es caro, no quieres nada pequeño, ¿eh, ShanShui? —Se burló con descaro—. Igual tienen suerte de que ese lugar ni siquiera fue tocado por las llamas de la guerra.

—No queremos fiestas ni grandes celebraciones, la montaña estará más que bien, solo con algo así de pequeño... algo así es suficiente —explicó Wen ShanShui con serenidad.

El "Templo de la Montaña del Diamante" era el lugar donde las personas iban a rezarles a todos los dioses para prometerse y sellar por siempre el amor con su pareja. Si bien Wen ShanShui y You YuMo sabían a la perfección lo que sentían el uno por el otro, esto era un acto más formal para que los demás los vieran como pareja, y no como amigos o compañeros de trabajo, incluidos los dioses, por supuesto.

Luego de que el ritual ceremonial acababa, se le entregaba a la pareja dos joyas iguales, las cuales por lo general eran colocadas en las espadas como colgantes, o usadas como collares o pendientes. No se hacía ningún tipo de fiesta, era una manera muy tranquila de prometerse, una que ambos agradecían que existiera.

Chang Gao se acercó con una sonrisa y dio fuertes palmaditas en la espalda de You YuMo.

—En verdad, siempre logras sorprenderme, You YuMo.

No era de extrañar que Chang Gao dijera esto, después de todo, You YuMo estaba a punto de casarse con el mejor maestro de esgrima y artes marciales ahora conocido.

¿Cómo se había convertido en esto? ¿De qué se había perdido?

Wen ShanShui quiso cambiar de tema, hablar solo de su relación era algo incómodo, sobre todo cuando desde hacía ya mucho tiempo ambos se sentían atraídos.

—Lo que vamos a pedir —añadió el de ojos grises—. No es mucho, con tener libertad es suficiente.

—No, no, Wen ShanShui. Necesitamos dinero para comprar duraznos y más comida. ¿Cómo sobreviviremos? Debemos pensar en todo. ¿Recuerdas lo que te dije cuando llegué a la academia? Nunca más viajaré sin comida o dinero.

Wen ShanShui rascó su mentón y reflexionó, sería preocupante viajar por el mundo sin una sola moneda.

—Bueno... tal vez tengas razón. No, tienes razón, debemos pedir dinero también, bastante.

—¿Verdad que sí? Claro que tengo razón. —You YuMo rio, alardeando de sus capacidades.

Chang Gao dio dos fuertes aplausos para llamar la atención:

—Bien, es bueno que tengan pensado qué van a hacer. Díganselo cuanto antes a Tian LiuYun, estaba muy apresurado con sacarse eso de encima. Y... maestro Wen TianZe— expresó en un tono más bajo—. Queríamos saber si alguna vez volverás a ser maestro.

—No creo volver a hacerlo. ¿Por qué preguntas eso, Chang Gao?

—No... Es que... Entonces... Todos queremos saber si estamos preparados como para ser llamados "cultivadores de Tian", ya sabe, era nuestro último año en la academia.

Wen ShanShui abrió los ojos ante tales palabras, había quedado sin palabras, pero al final se rio mientras hablaba:

—Ustedes chicos, todos están preparados. Han sido la generación más especial y complicada que he tenido.

Chang Gao sonrió, esas palabras parecían ser una bendición de los cielos, era como si algo de su interior se hubiera liberado:

—¡¿Lo ven?! ¡Hemos acabado con el entrenamiento intensivo de Tian, chicos!

Wen ShanShui rio una vez más antes de ver como Yi Hen, Feng Baoshi y sus exdiscípulos se alejaban sonrientes hacia el palacio. Todos menos uno.

—Ya no eres mi discípulo —dijo Wen ShanShui al oído de You YuMo, luego, besó una de sus mejillas.

Las pupilas del joven se contrajeron, era la primera vez que Wen ShanShui utilizaba una voz así con él, era en verdad seductora, ¿por qué había dicho eso? Ahora su rostro estaba ruborizado, no supo qué decir, solo tomó la mano de Wen ShanShui y la presionó.

—Cla-Claro que ya no lo soy...

Al fin, también se dirigieron hacia el palacio, lo único que querían era descansar, descansar y poder comenzar con sus nuevas vidas.

La reunión con Tian LiuYun no fue muy larga. No rechazó ninguno de los pedidos, incluso ofreció de más, decidido a no querer tener nada de deudas con esta gente.

Todo había cambiado al salir de ahí, cada uno tenía su camino, cada uno seguiría una línea diferente; por lo tanto, y luego de una cálida despedida, sus caminos se dividieron.


Fin capítulo 37.




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