Capítulo 33 - Viejo amigo.
Luego de un parpadeo, You YuMo volvió a la realidad, al mundo real.
Como era de esperarse, estaba otra vez en las celdas del laboratorio. Junto al cadáver de He Ping, quien ahora comenzaba a desintegrarse poco a poco.
Los fantasmas podían compartir recuerdos, pero si He Ping estaba allí, ¿por qué no se mostraba? ¿Quizás no había un fantasma en realidad? Lo más probable era que el cuerpo de He Ping solo fuera una cáscara de recuerdos, por lo que ahora ya vistos por la persona indicada, solo le quedaba desintegrarse por completo y desaparecer.
Él tampoco sabía la respuesta, lo único que logró hacer fue entregar una leve reverencia. Al hacer esto, observó con más atención. Entre la ceniza que caían, había dos piedras rojas. Sus pupilas se encogieron y de un momento a otro las agarró. No dejaría que FengHuang las viera primero.
—Gracias, viejo He Ping.
Su espalda se erizó cuando escuchó los suaves pasos de alguien por detrás.
—Yo... Antes podía... hechizos de, ¡fuego! Especializado... Ahora... he aprendido... Más hechizos, pero... no recuerdo... quién me enseñó.
You YuMo frunció el ceño.
—¿Qué me vas a hacer?
—Ya lo dijeron... Te convertiré, ¡en! Una zajiao... Por suerte... Mi amo me había regalado... Esa comida... para cuando necesitara una nueva zajiao. —FengHuang señaló al frente, y allí, You YuMo vio a dos personas en el suelo—. ¡¿Q-qué...?! ¡Maestro Wei De, maestro Sheng ZhiGuang! —exclamó aterrado.
Ambos maestros estaban amordazados; sus manos y pies también estaban atadas. No podían moverse más que como gusanos en su lugar.
—¿Los conoces...? —preguntó FengHuang—. No pasa nada, ya no los recordarás... Y te los comerás. —Le sonrió acariciando su cabello.
—¡No! ¡Espera! ¡Ellos no han hecho nada malo! ¡Déjalos en paz!
—Ehh... No puedo... Es tu comida... Para cuando despiertes... Si es que despiertas.
You YuMo mordió su labio inferior hasta hacerlos sangrar de la rabia.
—¡Maldita sea!
—Deja de llorar... No importa... Ya verás... —continuó, moviendo ahora sus manos medio derretidas.
—¡¡No, espera!!
FengHuang lanzó a los ancianos adentro del círculo. Ambos comenzaron a gritar y pedir auxilio, pero por culpa de la tela que bloqueaba sus bocas solo pudieron escucharse desagradables gemidos cargados de terror. Luego lanzó dos bestias medianas, atadas y adormecidas.
You YuMo ya había sido amarrado por completo en la piedra y no podía hacer nada para ayudarlos. Solo podía mirar y esperar lo peor.
Luego de acomodar de manera adecuada todo el lugar, como si fuera un escenario para alguna clase de obra callejera muy desagradable, FengHuang se fue alejando poco a poco, recitando los hechizos hasta salir del círculo.
Cuando la zajiao salió de la zona del conjuro, todo se volvió brillante. El círculo y los sellos comenzaron a brillar con una fuerte luz. Al mismo tiempo que esto sucedía, You YuMo recibió una oleada de dolor de una sola vez.
Sus labios se apretaron, por supuesto, quería gritar. Todo se sentía irreal, su corazón parecía punzar, era como si quisiera estallar, latía con tanta velocidad que parecía salir de su cuerpo. Su interior quemaba y pinchaba, como si tuviera miles de agujas clavándose una y otra vez.
Las manos de You YuMo se apretaron y gritó luego de escupir una gran bocanada de sangre.
—¡¡FengHuang!! ¡¿Qué estás haciendo?!
Esa voz era una muy conocida, no había dudas de ello. You YuMo podía reconocer a la perfección los sonidos, aun así, entró en confusión. No esperaba ver a esa persona allí.
Transcurrieron un par de segundos para que You YuMo le gritara.
—¡¡Wu ShuangJue!! ¡¡Saca a los maestros de aquí!!
Wu ShuangJue intentó correr hacia el círculo y obedecer. No parecía querer ver esto, sus ojos estaban abiertos por la sorpresa, sus manos temblaron.
—¡¿Qué demonios?! ¡Déjalos, FengHuang!
Aunque intentó ingresar y quitar a todos de allí, no logró hacerlo a tiempo, puesto que el círculo explotó frente a él. Varias rocas cayeron desde la pared y el suelo tembló, Wu ShuangJue terminó en el suelo por la explosión, pero se mantuvo allí firme, observando la trágica escena.
—¡You YuMo! ¡Mierda! —Solo podía ver cómo el humo y el polvo flotaban. No lograba ver nada más.
Se puso de pie y se dirigió hacia FengHuang de manera vacilante.
—¿Qué has hecho? ¡¿Qué demonios has hecho?!
—El amo... me dijo... yo...
—Idiota... —lloró el joven con el corazón destruido—. ¡Él era un amigo!
—¡No! ¡Ahora va a ser MI amigo! —enfatizó FengHuang, empujando a Wu ShuangJue y provocando que cayera de espaldas.
El castaño se enfureció, justo cuando se estaba levantando para devolver el golpe, escuchó un gemido y una fuerte respiración. Estaba incrédulo, no quería pensar en lo peor, aun así, para aclarar sus ideas se acercó al sonido.
—¿Qué es eso...? —Intentó visualizar entre el polvo y lo que quedaba de humo, pero desde allí, una especie de bestia con forma de lobo, dorada en su totalidad y de ojos verdes, saltó en su dirección. En su rostro aún se veían tres marcas rojas, Wu ShuangJue no dudó, esa bestia era You YuMo.
You YuMo intentó mantenerse de pie sobre sus cuatro patas, luego de tambalearse en el lugar cayó sin fuerzas.
Wu ShuangJue lo miró con miedo mientras caía, luego barrió su mirada hacia los maestros, aunque ellos no se movían. Con velocidad, volteó para ver el estado de las pequeñas bestias que FengHuang había colocado, pero estas ya se habían desintegrado por completo.
—You YuMo... ¿Qué te han hecho?
—¿Qué? Pero... Él tiene... Que haberse convertido en una zajiao... No en... Bestia. ¿Qué sucedió...? Amo Tian Huo... ¡¿Qué sucedió?! —FengHuang entró en un estado de ansiedad, abrazaba su cabeza y tiraba lo que encontraba en su camino—. ¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué pasó?! ¡¿Cómo sucedió?! ¡No! ¡Van a regañarme! —rugió desesperado.
Wu ShuangJue dejó de lado el descontrol de FengHuang y pasó de él. Parecía ya estar acostumbrado a las actitudes de la zajiao, solo lo ignoró como si fuera el berrinche de un niño. Luego y con extremo cuidado analizó a You YuMo.
—Tú... ¡FengHuang, rápido! ¡Él no comerá a los sacrificios, necesita algo más, dale algo más para que no muera! La energía de esas pequeñas bestias no fueron suficientes, ¡rápido!
Para este punto FengHuang estaba descontrolado. Al igual que un rayo, furioso y cargando un ataque con el puño, se dirigió hacia Wu ShuangJue para golpear directo a su rostro.
—¡¡Es tu culpa!! ¡¡Tú no querías que yo tuviera un amigo!!
Sin embargo, cuando su mano iba a quemar la cara del chico, algo detuvo el ataque.
La mano cayó al suelo, escupiendo chispas y lanzando pequeñas gotas de fuego, había sido arrancada por completo justo cuando iba a hacer contacto con el joven de ojos azules.
El lobo dorado había levantado su cabeza a gran velocidad, quitando del camino la mano que atacaba a su compañero.
Esa mano comenzó a chispear de inmediato, al igual que el brazo de la zajiao.
—No hagas eso... —balbuceó FengHuang—. Cuesta... recuperarme.
Wu ShuangJue miró con sorpresa a la bestia.
«¿No se supone que este sello los obliga a seguir las órdenes de Tian Huo?», pensó Wu ShuangJue.
FengHuang había recitado el conjuro de Tian Huo, el círculo lo era igual. Los sellos dispersos por toda la habitación también lo eran. Aparte, FengHuang seguía sus órdenes, ya fuera por obligación o no, las demás zajiao le debían obedecer, ¿no había sido siempre así? ¿Por qué You YuMo entonces atacó en su contra?
—Me duele... Es muy raro... Hay que decirle al amo Tian Huo. Él no era humano... Wu ShuangJue... Él ya era una zajiao... Yo no lo hice mal. No le digas, ¡no quiero! No quiero que me regañe —sollozó como si su vida dependiera de las palabras que dijera el joven humano.
A Wu ShuangJue le recorrió un sudor frío por todo el cuerpo, sus ojos abiertos habían quedado congelados por el ataque que casi no pudo evitar. Tragó saliva con fuerza y le habló a FengHuang.
—¿Q-Qué? ¿Qué dijiste, FengHuang?
—Yo lo hice bien... lo hice bien... Él es una zajiao... no lo he hecho mal.
Wu ShuangJue volvió su mirada hacia You YuMo al percibir un movimiento.
—¡You YuMo! ¿Puedes hablar? ¿Puedes moverte? ¿Entiendes lo que digo?
You YuMo no habló, en cambio, gruñó con rabia colocándose frente a Wu ShuangJue. Parecía querer protegerlo.
—No te preocupes, he estado con él por un largo tiempo. No puede matarme.
FengHuang comenzaba a llorar descontrolado.
—¿Por qué? ¿Por qué? El sello es del amo Tian Huo... entonces... ¿Quién te creó a ti? ¿Qué otro humano puede hacer esto?
—FengHuang, piénsalo, si es como tú dices, y en realidad él ya era una zajiao, lo único que hiciste fue despertar su lado de bestia por completo. Por seguro, opacaste su energía humana, y por eso tomó esta forma. No te equivocaste al recitar, te equivocaste de contenedor.
—¡No!
FengHuang iba a atacar de nueva vez a Wu ShuangJue, parecía que la verdad lo hería, no quería escuchar ni razonar. Era como un niño.
You YuMo volvió a rugir con un fuerte y nítido sonido. El enemigo era fácil de predecir ahora mismo, por lo que aprovechó la confusión para arrancar un gran trozo de cuello de FengHuang, haciéndolo caer desplomado en el suelo.
Casi como un regalo de los cielos, esa zajiao ya no se movía. You YuMo había arrancado casi la mitad de su cuello con ese mordisco, y a cambio solo había recibido algunas quemaduras en su boca.
Pronto, se dio la vuelta y verificó el estado de su excompañero de clases. No era de extrañar que Wu ShuangJue estuviera pálido por todas las emociones que cargaba ahora mismo, también logró notar que su energía espiritual estaba por los suelos. ¿Por esa razón no había podido defenderse del puño antes? Wu ShuangJue nunca había sido alguien que demostrara sus miedos e inseguridades con facilidad. Ni siquiera si esto era visible, él no diría nada. Sin embargo, esta vez Wu ShuangJue parecía querer hablar con sinceridad, desde el fondo de su corazón.
Cerró los ojos e inhaló aire, luego miró al lobo de ojos verdes.
—You YuMo, sé que no servirá de nada disculparme, aun así, ahora mismo lo haré de todos modos. Sé que no fue mi mejor decisión unirme a Tian Huo, y no pienso excusarme con esto. Cuando ellos llegaron a mi casa y amenazaron a mi familia, no lo pensé dos veces. Sabes, soy el mayor de mis hermanos, y ellos lo son todo para mí. Todo lo que he hecho es para salvarlos a ellos... sin embargo, en otro lugar de mi corazón me siento arrepentido. Quizás si hubiera luchado podría haber escapado hacia otro lugar con ellos. Tal vez todo sería diferente, sin embargo, dudé de mi fuerza, fue mi culpa. No quise traicionar a la academia, no quise traicionar al maestro Wen TianZe, no quise decepcionarlos a ustedes.
«¡No quise decepcionarlos a ustedes!». Esas palabras fueron grabadas en el aire.
Wu ShuangJue no pudo evitar que su voz temblara y saliera un poco entrecortada:
—Siento haberlos dejado solos. Ahora, incluso si fui fiel, mi familia ya no está. Mis sirvientes tampoco están —Wu ShuangJue miró con lágrimas al Lobo dorado—. You YuMo, ¿puedes perdonarme?
You YuMo no supo qué hacer, Wu ShuangJue jamás se comportaba de esa manera. Siempre era arrogante y gruñón, aunque luego del suceso en el sótano había cambiado bastante su forma de ser y pensar, no había cambiado demasiado sus actitudes.
You YuMo asintió con sus ojos entrecerrados, ¿cómo no iba a perdonarlo? Había hecho las cosas lo mejor que había podido. En su momento, aunque no lo conociera al 100 % sabía el tipo de persona que era su compañero.
El joven sonrió con sus ojos humedecidos.
—Aunque eres un idiota, no eres un mal tipo —insultó por alguna razón desconocida.
El lobo parecía enarcar una ceja, aunque, en ese estado, sus expresiones no eran tan fáciles de apreciar en esa forma.
Ambos recordaron lo mismo y voltearon a ver a los maestros que se habían desmayado.
Wu ShuangJue se dirigió hacia ellos y los analizó. Les sacó las telas de sus bocas, y luego cortó las sogas de sus tobillos y brazos. Por suerte, aunque casi sin energía espiritual, ambos vivían. Las bestias que FengHuang había lanzado se habían evaporado. Era en verdad un milagro que los ancianos no hubieran muerto.
Por suerte, el convertir a You YuMo en bestia no había requerido que se alimentara de los sacrificios. Pues solo había requerido mucha energía proveniente de ellas. Sin embargo, la energía de los maestros lo habían ayudado a soportar la transformación. Quizás, si FengHuang no hubiera utilizado a los ancianos como sacrificio, y, en cambio, lo hubiera hecho con personas comunes, ninguno hubiera sobrevivido. Ni You YuMo, ni los humanos.
—You YuMo, si solo has necesitado del conjuro que transforma humanos y un par de bestias, eso significa que dentro de ti hay dos tipos de energía —Pensó un momento—. Ahora eres una bestia completa. ¿Tienes alguna idea de cómo volver a ser humano?
You YuMo negó con la cabeza peluda.
—Mmm... dime una cosa, ¿lo que dijo FengHuang es cierto? ¿Tú ya eras una especie de zajiao desde antes? En verdad tiene sentido lo que dijo, aun así...
Era algo tan fuera de este mundo que le daba hasta escalofríos.
You YuMo no podía hablar en esa forma, no podía explicar su procedencia tampoco. Lo único que se le ocurrió fue mover su cabeza con lentitud. «Eso parece» quiso decir.
Wu ShuangJue limpió su rostro con una de sus mangas, algunas lágrimas habían quedado molestando sus mejillas.
—Bien, como sea, seas lo que seas, está bien para mí. Ahora, aunque sea en ese estado, debes irte, Tian Huo ha llevado todo su ejército con él. Incluso sus bestias, con ellas, destrozará todo lo que haya cerca. Yo detendré a los soldados que están esperando a FengHuang para partir, haré un espacio para que corras, ¿entendiste?
You YuMo lo miró con atención y luego hacia los maestros.
—Está bien, los protegeré, aunque eso cueste mi vida. —El lobo lo miró a los ojos azules y decididos. Podía dejarle el trabajo a Wu ShuangJue, confiaba en su compañero.
Después, ambos corrieron hacia la entrada de la cueva.
Estaba a punto de caer la noche y los soldados parecían sentirse impacientes por ir a la batalla con su amo, habían quedado más de los que Wu ShuangJue recordaba. ¿Habrían traído más? Todos estaban con el ceño fruncido, quejándose o soltando insultos al aire.
—Todos son un montón de imbéciles —resopló—. Buenos para nada. No tienen cerebro para pensar, y si lo tienen no saben cómo usarlo.
You YuMo rodó sus ojos y empujó con suavidad a Wu ShuangJue.
«¿Para qué insultarlos? No vale la pena gastar saliva por ellos», quería comunicar el lobo gigante.
Los hombres vestidos de rojo notaron de inmediato cuando el lobo dorado salió junto al muchacho traidor de Tian, por lo que de inmediato se pusieron en guardia.
—¿Qué sucedió? ¿Y la zajiao que iban a crear? ¿Y FengHuang donde está?
—Esta es la zajiao, en realidad algo raro pasó en el conjuro y terminó de esta manera. De todos modos, es igual de obediente que las demás. Esta bestia se adelantará para ayudar a Tian Huo, ¿de acuerdo?
—No tan rápido, ¿dónde está FengHuang?
—Ya está en camino. Deberían saber que él es un poco especial.
Wu ShuangJue estaba sudando en frío, esos hombres bien podrían dejarlo pasar, no obstante, no eran tan idiotas como pensaba.
—Quiero ver a FengHuang ahora —se quejó el soldado de rojo.
—Él está abajo, ¿por qué no entras y lo ves tú mismo? El lobo se va, vete ahora —se apresuró Wu ShuangJue.
—¡No! Nos vamos todos juntos, niño.
A Wu ShuangJue se le comenzó a poner la piel de gallina. «¿Voy a tener que luchar contra todos estos?».
Chasqueó la lengua y puso su mano en la empuñadura de su espada, se acercó más a You YuMo y con disimulo susurró.
—You YuMo, tú corre, y no voltees. —You YuMo lo miró indeciso y negó casi de forma imperceptible—. Está bien, sé lo que piensas. Ellos en verdad no son nada, puedo con varios de ellos yo solo.
Un rostro complicado apareció en el lobo, sin embargo, lo mejor que podía hacer era irse. Quería llevarse a Wu ShuangJue con él, pero no podía, con la escasa energía espiritual que corría por el joven humano, no había forma de llevarlo a una guerra. Era mejor si se quedaba y cuidaba a los maestros. Él, por otro lado, incluso en esa forma y con toda la energía espiritual que tenía almacenada dentro, podría ayudar en la batalla.
—¡Corre o te matarán antes de que puedas ayudar! —exclamó consiguiendo que You YuMo se exaltara y reaccionara.
Con esa declaración los soldados no tenían nada que esperar. De inmediato se abalanzaron para atacar en grupo, uno tras otro. You YuMo no pudo dejar solo a Wu ShuangJue y mató con sus fuertes mandíbulas y dientes a varios hombres, mientras que Wu ShuangJue con habilidad esquivaba todos los ataques, arremetiendo con su espada contra los enemigos.
Juntos, terminaron con los soldados en poco tiempo, Wu ShuangJue le dedicó una sonrisa con dientes.
—Ahora sí, déjame solo —jadeó sin dejar de sonreír—. No soporto tener a un huérfano cerca tanto rato.
You YuMo lo empujó con una pata y corrió lejos, y luego de algunos cuantos pasos, no pudo evitarlo y volteó. Wu ShuangJue quizá no lo veía, sin embargo, como si hubiera adivinado, como si estuviera justo a su lado, una fuerte voz se logró escuchar:
—¡¡Estoy bien!! —exclamó el joven desde lejos.
Con ese grito inesperado, y al escuchar esas palabras, You YuMo volvió a correr, no en dirección a Yun, como cualquiera pensaría, había algo que quería verificar antes, algo que sería de más ayuda que él.
Por otra parte, Wu ShuangJue entró en la cueva para curar a los maestros y ponerlos en un lugar seguro, no obstante, al entrar, FengHuang estaba de pie, con la cabeza gacha, mirando hacia la entrada, justo por donde venía él.
Aunque tuviera su cabeza hacia abajo, su mirada estaba inyectada en la entrada, esos ojos llenos de odio lo hicieron temblar y hasta dar algunos pasos hacia atrás.
—Así que no servirá de nada cortarte la cabeza. —Sonrió nervioso.
FengHuang comenzó a caminar con lentitud hacia Wu ShuangJue, prendió fuego su cuerpo y su piel comenzó a derretirse, quedando con el mismo aspecto que cuando se habían conocido.
—Yo no tuve la culpa. Él escapó... Fue tu culpa... El amo me odiará...
—Mierda —insultó, desenvainando su espada—. ¿Por qué tenías que tomar esa maldita forma de nuevo?
El aspecto que tenía FengHuang era justo el mismo que cuando nació, o sea que, igual a cuando Wu ShuangJue, You YuMo, Chang Gao y Bai GuangXuan entraron en aquel sótano de la ciudad vieja del palacio.
Nunca había podido olvidar esa espantosa experiencia, el miedo comenzó a invadirlo, sintió todos los pelos de su cuerpo ponerse de punta, con mucha fuerza y seguridad, agarró su espada.
FengHuang se acercó para atacar con un brazo lleno de fuego, ataque que Wu ShuangJue evadió con facilidad.
Analizándolo, FengHuang había recuperado su cuello utilizando el mismo fuego que se desprendía desde dentro, y su mano, que había sido arrancada, se había vuelto a unir con el brazo de alguna extraña manera.
«Debo rebanarlo por completo», pensó el joven humano.
Wu ShuangJue esquivó otro ataque de la mano de FengHuang, en cada ocasión se acercaba con velocidad apuntando a su cabeza. No podía dejar que lo tocara o sería derretido hasta los huesos.
Su espada también comenzó a calentarse por defender tantos ataques hirvientes.
—¿Por qué eres tan problemático? —gruñó—. Gran pedazo de carne inútil.
Wu ShuangJue se dio la vuelta y clavó su espada en la espalda del enemigo. Aunque el ataque fue certero y en un punto vital para cualquier humano. El hombre de fuego no se inmutaba, ya ni siquiera lloriqueaba o se quejaba. Con mucha velocidad, FengHuang se dio la vuelta, llevando de nueva vez su mano cargada de fuego hacia la cara de su enemigo.
El muchacho logró esquivar parte de ese ataque, pero su cuello sí que llegó a sufrir una quemadura por el roce.
Sacó su espada de la espalda de FengHuang y volvió a arremeter hacia su corazón. No obstante, FengHuang tan solo dejaba que Wu ShuangJue lo atravesara, haciéndolo parecer un colador que escupía fuego. Por cada agujero que Wu ShuangJue hacía, una llamarada de fuego salía desde su interior, como si fuera una erupción volcánica. Lo malo de todo esto, era que no importaba la cantidad de agujeros que hiciera, el cuerpo del hombre se recuperaba.
—Me... duele... —gimió FengHuang.
Wu ShuangJue no lograba cortar de manera eficaz ningún miembro de su enemigo, ¿cómo se había vuelto tan duro de la nada?
—Al menos una pierna, algo. ¿Por qué vuelve a pegarse? Maldita sea...
Esta vez FengHuang agarró a Wu ShuangJue desprevenido, pudo tomar el brazo con el que sostenía su espada y tiró de él con fuerza. Al mismo tiempo que le derretía la ropa y piel, lo lanzó hacia atrás.
El humano gimió del dolor, sintió que su brazo había sido arrancado en su totalidad, aun así, y por suerte, el dolor era debido a que su piel se derretía. Quitó sus ropas superiores en llamas, quedando solo con su pantalón para protegerlo.
—Bien, bien, de todos modos me gusta el calor. —Su brazo derecho había sido quemado hasta el punto de ser inútil, ya no podría utilizar la espada con ella.
—¡¡Ya no me puedes atacar!! —FengHuang se dio la vuelta y volvió a arremeter con su mano, solo que, esta vez, Wu ShuangJue se agachó y lanzó su espada hacia arriba, haciéndola girar en el aire. Luego, con su mano zurda, volvió a tomarla, y desde la zona baja hasta la cabeza, hizo un profundo corte vertical.
—¿Sabías que en realidad soy zurdo? —sonrió victorioso el espadachín.
FengHuang no podía creer lo que había pasado por alto, parecía creer que era algo imposible usar dos manos para luchar. Ni siquiera se le había cruzado por la cabeza algo así.
Ahora todo había dado un giro inesperado. El fuego que escupía esa larga herida había quemado de manera terrible a Wu ShuangJue. Desde su rostro hasta sus hombros y pecho, sin embargo, el dolor no lo detuvo esta vez, en el momento que vio la confusión de su enemigo, aprovechó para cortar su cuello, logrando separar la cabeza del cuerpo de una sola vez.
La espada de Wu ShuangJue se rasgó, chasqueó la lengua por eso y, aunque se veía molesto, al mismo tiempo se sintió aliviado. Al menos la cabeza había salido rodando lejos.
El fuego del cuerpo salía como si de aceite caliente y agua se tratase, liberaba pequeños hilos de fuego que intentaban llegar a la cabeza para unirla.
—¿Piensas volver a unirte? —Alejó la cabeza con lo que le quedaba de su espada.
Al mismo tiempo, como si ese movimiento lo hubiera agraviado, el cuerpo poco a poco comenzó a acercarse a él.
—¡¡Maldita sea, muérete de una vez!! —exclamó Wu ShuangJue retrocediendo—. ¡¿Cómo mierda es que puedes moverte así?!
Corrió lejos, esquivando las llamas que lo apuntaban con violencia, mientras, el cuerpo de FengHuang lo seguía sin rendirse. Incluso cuando cayó al suelo, no dejaba de seguirlo y acosarlo. La cabeza también se movía por sí sola, parecía una bola de fuego con vida.
—¡¿Cómo se supone que lo mate?!
Los hilos de fuego que habían intentado unir el cuerpo y la cabeza, ahora solo lo apuntaban a él, como si quisieran asegurarse de terminar con el obstáculo que les impedía unirse antes de hacer cualquier cosa. En ese preciso momento a Wu ShuangJue se le ocurrió una idea, no era algo agradable, aun así podría funcionar.
Sin dudar un segundo más, corrió y agarró la cabeza prendida en fuego con sus propias manos. Sus pies fueron veloces para salir de la cueva, continuó y continuó teniendo un punto fijo en su mente. El dolor era instantáneo e insoportable, pensó en insultar a los cuatro vientos lo mucho que odiaba estar ahí, ¿cómo había podido tener tan mala idea?
Sus manos se derretían, gritaba del dolor, pero por nada del mundo iba a soltar esa cabeza.
Hasta que al fin llegó a un estanque.
La nuez de adán de Wu ShuangJue subió y bajó mientras corría, aunque sabía como iba a acabar esto, nunca frenó, tan solo se lanzó con la cabeza al agua.
«Si una de sus partes muere, no hay manera de que el FengHuang renazca, solo debo hacerlo desaparecer hasta sus cenizas, debo apagar esto para que no pueda unirse».
El joven nadó y nadó a lo profundo del estanque, le había parecido un camino eterno, aunque al final, la cabeza por fin comenzaba a apagarse. Esta, con la fuerza de los hilos de fuego que aún le quedaban intentaba zafarse de las manos de Wu ShuangJue, ahora solo parecía querer volver a la superficie, a donde su cuerpo pronto llegaría.
Wu ShuangJue no cesó ni por un momento, hasta que no se apagó por completo, no se quedó tranquilo.
Sin embargo, su fuerza no era suficiente como para volver a la superficie. Sus manos estaban casi derretidas, parte de la carne y huesos se podían notar con claridad, el dolor era insoportable, no tenía fuerzas.
Ya no podía volver a la superficie por sí solo, solo se dejó caer hacia lo más profundo, algo decepcionado, aunque a la vez conforme con su cometido. Había derrotado a FengHuang, la zajiao que, quizá, les traería más problemas a los suyos, ¿no debería estar más que feliz por eso? ¿Por qué se sentía tan angustiado entonces? De repente, recordó muchos momentos de su vida, a su familia, a sus amigos, a sus maestros. Todo volvía a él con oleadas de sentimientos complicados, aunque estaba bajo el agua, sus lágrimas salieron. Pensó que había mucho que quería hacer, mucho que quería aprender, pero ya no lo lograría.
Era tarde, no quería arrepentirse de lo que había hecho al final, no quería arrepentirse de su propia decisión, odiaba eso y no estaba dispuesto. Por lo tanto, sonrió.
«Más te vale llegar You YuMo, y... gracias por perdonarme. Maestro, todos, lo siento, no podré ayudar más que esto», pensó, ahora con una sonrisa entristecida.
Fin capítulo 33.
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Espero que nadie me esté odiando por lo que le pasó a Wú ShuāngJué (ಥ﹏ಥ) tengo que admitir que fue muy difícil de escribir este capítulo :')
¡Nos vemos en el próximo! (つд⊂) *se va llorando dramáticamente*
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