Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 05 - Reencuentro.


El viento fresco de la noche los envolvía, la oscuridad no les permitía ver adecuadamente y la confusión invadía a ambos maestros. Wen ShanShui no sabía qué más decir. Aun así, en medio de todo ese sombrío alrededor, el joven rubio sí que reconoció a la persona frente a él.

—¡Ah! ¡Eres Wen ShanShui! ¡Sabía que eras tú, no podía ser nadie más! No podía haberme confundido.

—¿Q-qué se supone que estás haciendo aquí? —Frunció el ceño como si no creyera lo que estaba viendo—. Más importante... ¿Estás bien? ¿En serio estás bien?

—¿Se conocen? —preguntó Yi Hen, asombrado.

—Él es el chico de Jiazhi, You YuMo.

—Oh... ¡El chico que te ayudó en aquel entonces!

—¡Qué bueno que te encontré! —interrumpió You YuMo, sin dejar que los dos continuaran hablando—. El líder de la aldea te echó, ¿verdad? Perdónalo, no es más que un viejo rabioso, no es malo. Te fuiste sin decir nada. ¿Sabes lo sorprendido que estaba cuando escuché lo que ocurrió en Jicheng? —exclamó, aún metido en la burbuja.

Wen ShanShui negó con su cabeza, como si le costara hasta pensar. Quizá nunca se hubiera esperado volver a verlo, a pesar de que lo había deseado, ya era algo que se había quitado de la mente. Bajó el sello de papel amarillo y la burbuja se rompió al hacer contacto con el suelo, permitiendo que el muchacho pudiera ponerse en pie con normalidad.

—Hablaremos en otro sitio, ninguno de nosotros debería estar aquí.

Apresurado y sin perder un segundo, You YuMo corrió hacia Wen ShanShui, con la intención de agarrar una de sus mangas. Solo que, antes de cualquier otro movimiento, Yi Hen lo sujetó de la muñeca, provocando que rebotara sobre sus pies.

—Tú, jovencito, ¿por qué corrías? No pienses que olvidaré eso.

—Ah... Es que... Bueno, en realidad pedí indicaciones para llegar al palacio, pero por alguna razón terminé metiéndome en este bosque. No sabía hacia dónde ir. —Observó la frialdad en los ojos de Yi Hen y comprendió que era muy sospechoso. Acomodó su voz y continuó—. De la nada apareció esa energía, era tan horrible que no supe cómo reaccionar, me hizo acordar a... Como sea, ¡solo tenía mucho miedo! —culminó, peinando un mechón de cabello cerca de sus labios para verse tierno e inocente, luego se lo llevó para atrás de su oreja.

Yi Hen enarcó una ceja sin decir una sola palabra, dando a entender que debía seguir dando explicaciones.

—Entonces fue que los vi a ustedes dos —añadió You YuMo—. La silueta de Wen ShanShui me pareció conocida, por lo que decidí acercarme con cuidado en caso de que me equivocara. Creí que me podrían ayudar a llegar, ¡pero se voltearon tan rápido que me asusté y salí corriendo lejos! ¡Casi muero del susto! —exclamó con nerviosismo.

Yi Hen hizo silencio otra vez, sin embargo, al cabo de segundos, sus mejillas se estiraron, intentando aguantar una carcajada sin éxito. You YuMo rodó sus ojos e intentó quitar el fuerte agarre en su muñeca.

—No te rías, casi me matan de un infarto.

—Lo siento, pero... —Otra carcajada fue liberada—. Ah... ¡Mi estómago, duele! ¿Qué tan despistada puede ser una persona? Hay un único camino que conduce al palacio y, aun así, te perdiste. ¡Solo uno! —Secó una lágrima causada por la risa.

Wen ShanShui dejó salir un suspiro y se adelantó un paso. Si eso continuaba, su hermano iba a burlarse de él por el resto de su vida.

—Yi Hen, ya déjalo en paz. Hablaré con él e iré a verte más tarde, déjalo conmigo por ahora, ¿bien?

—Sí, creo que será lo mejor. —Suspiró, calmando su risa—. Dejaré al muchacho a tu cuidado. Ven a verme sin falta más tarde, quiero hablar sobre muchas cosas.

Al ser liberado del agarre, You YuMo se escondió rápidamente detrás de Wen ShanShui, frotándose la muñeca y dirigiendo pucheros hacia Yi Hen; cualquiera diría que casi le muestra la lengua. Solo entonces, Wen ShanShui colocó una mano sobre el cabello del joven.

—No te preocupes. Yi Hen, iré más tarde.

—Te estaré esperando. Y tú, jovencito —dijo, señalando con el dedo—, pórtate bien con mi hermano. Si me entero de que desobedeciste las normas, no querrás seguir caminando por Tian nunca más.

Aunque ese hombre de cabello plateado dijera eso con una sonrisa, You YuMo sintió una mirada amenazante que le provocó escalofríos. Agarró las mangas de Wen ShanShui con fuerza y volvió a esconderse en sus espaldas mientras asentía repetidas veces.

—Muy bien, así me gusta. Nos vemos más tarde. —Culminó, comenzando a caminar en dirección contraria.

Por otro lado, Wen ShanShui miró a You YuMo, quien ya se notaba más tranquilo.

—Vamos, te voy a mostrar por dónde debiste haber caminado. Y recuerda no volver a ingresar en este bosque, está prohibido.

Después de que el joven asintiera, caminó con él casi colgado del brazo. Entre los árboles y la oscuridad, muchas cosas vinieron a su mente. Casi todas giraban alrededor de la duda: ¿por qué estaba You YuMo allí? Desde que se habían separado, Wen ShanShui no se lo había podido quitar de la cabeza, incluso había deseado regresar a Jiazhi en varias ocasiones. Aunque claro, al final del día, y siendo realistas, no importaba cuánto lo deseara, no iba a lograr verlo.

—Tu herida en el pecho... ¿Se ha recuperado? —inquirió.

You YuMo soltó poco a poco su agarre, como si todavía temiera que algo malo apareciera. Bajó el cuello de su ropa, dejando a la vista parte de sus pálidas clavículas; por debajo, justo en su pecho, una espantosa cicatriz sobresalía en su pura y blanca piel.

—¿Esto? —preguntó en tono serio.

Por supuesto, Wen ShanShui apartó la mirada; todavía se sentía culpable por eso y no era fácil de ver para él.

—Lo lamento —expresó entristecido—. Si te hubiera obligado a volver cuando tuve la oportunidad, y si no hubiera subestimado la fuerza de mi enemigo, eso no estaría ahí.

—¿Qué? ¿Te culpas por esto? ¿Es una broma?

La pregunta del joven hizo que Wen ShanShui dirigiera su mirada a él. Claro que sentía que la culpa había sido suya. En ese momento, You YuMo no reconocía el peligro que podía asechar; él, por el contrario, estaba consciente de lo que podía ocurrir. Si hubiera querido echarlo como era debido, hubiera sido más firme al enviarlo lejos, cosa que no hizo. Sabía que, en el fondo, no lo deseaba lo suficiente, no quería que se fuera.

—Porque si te culpas a ti mismo por esto, eres un tonto, Wen ShanShui.—Sonrió, mirando el rostro entristecido del otro.

—¿Eh? ¿Disculpa? —preguntó, confuso por esas palabras.

—Yo, y tan solo yo, fui el que decidió seguirte, fui el que insistió en quedarse y, por último, fui el que decidió ser herido. Cedí a mis impulsos, y eso me llevó a esto. —Se colocó una mano en el pecho—. Esta cicatriz es mía, es mi responsabilidad, es algo que elegí. No tienes que sentirte culpable.

Wen ShanShui lo miró impresionado. Era claro que esas palabras venían de una persona con valores bien definidos, no de un muchacho que no entendía la situación, despistado e impulsivo como se hacía ver. Estaba conmovido, había una extraña y gran calidez que entibiaba su corazón. De alguna manera, sintió que estaba siendo perdonado.

Wen ShanShui esbozó una sonrisa y añadió:

—Ya veo... Gracias y... lo siento.

—Debo agradecer lo que hiciste por mí. Me cargaste hasta casa, además, me diste los primeros auxilios, ¿cierto? Una buena amiga de la infancia me lo contó.

—¿Una buena amiga? —Wen ShanShui recordó a la chica con la que había hablado en el destruido Jicheng—. Oh... Claro, ella lo hizo... —pensó en voz alta.

—Gracias a ti, el viejo me contó la verdad sobre Jicheng. Tardé casi un mes completo en recuperarme, no podía creer lo que me contaba. Todo lo que viví en ese pueblo era el producto de la imaginación y sueños de una bestia. Es increíble.

—Algo así era muy peligroso, ¿él acaso no te prohibió salir hacia allí? ¿No te advirtió del peligro?

—Claro que yo tenía prohibido salir —contestó con un hilo de voz, rascando su cabeza con torpeza al mismo tiempo.

Wen ShanShui enarcó una ceja, entendió de inmediato que el joven escapaba sin tener el permiso de nadie.

—Y, aun así, salías.

—Lo siento. —Sonrió avergonzado—. Deja eso de lado. Gracias a lo ocurrido, y luego de asimilar las cosas, me di cuenta de que quería salir de allí. Wen ShanShui, la verdad es que quiero conocer el mundo. Quiero elevar mi nivel de cultivo para que nadie pueda hacerme frente, quiero mejorar por mí y por los demás, para proteger a mis seres queridos. Necesito fuerza, que alguien más me enseñe a llegar lejos. —Observó el panorama y, con una sonrisa, agregó—: Una amiga me contó que aquí entrenan a los cultivadores más poderosos de Tian. ¿Es eso cierto?

—En parte es cierto —explicó Wen ShanShui—. Aquí están los maestros más poderosos reconocidos por la reina. Si bien se perdieron muchas vidas de poderosos cultivadores en los años de la epidemia, el nivel de cultivo de Tian se ha recuperado poco a poco. No obstante, eso no quita la posibilidad de que haya cultivadores igual de fuertes en otros sitios, incluso podrían serlo más. Hay reinos de cultivo en los que Tian nunca ha ingresado, de eso estoy seguro. —Rascó su mentón de forma reflexiva—. Entonces... Por lo que me dices, ¿quieres entrar en esta academia? Porque si es así, puedo ayudarte con eso.

—Exacto —asintió en voz baja—. Quiero entrar, pero... ¡¿Qué?! ¿Puedes ayudarme a entrar? —exclamó y elevó los ojos llenos de ilusión.

—Sí, puedo ayudarte. Ya que no perteneces a una familia con renombre, la posibilidad que te queda es que un maestro te recomiende.

You YuMo recordó el momento en que se conocieron. Aquella persona frente a él era un cultivador del palacio, esa parte la recordaba a la perfección, mas también era un maestro, nada más y nada menos que el del camino de la espada; casi lo había olvidado.

—¡Cierto, tú eres uno de ellos! ¿Cómo se me pudo haber olvidado? —Sujetó su cabeza y se revolvió el cabello. Juntó sus manos e hizo una cara convincente—. ¡Wen ShanShui! Ayúdame a entrar, por favor, ¿sí? ¡Quiero entrar!

—Lo haré. —Le sonrió—. He visto tus habilidades de cerca, y creo firmemente que puedes con esto. —Volvió su mirada hacia delante—. Por cierto, en cuatro días inician las clases, empieza a prepararte mentalmente. Has llegado justo a tiempo.

La sonrisa de You YuMo se estiró casi hasta sus orejas. No podía ya contener su emoción, había recorrido tanto para llegar ahí, le había costado tanto convencer al viejo He Ping para que lo dejara ir, que escuchar estas palabras, era como escuchar una bendición de los dioses. Eran demasiados sentimientos, no pudo hacer otra cosa que lanzarse sobre los brazos de Wen ShanShui.

—¡Muchas gracias, Wen ShanShui! Eres el mejor, nunca podré pagarte por esto, ¡gracias! —Frotó su cabeza contra el pecho del joven maestro.

Wen ShanShui suspiró. No era alguien habituado al contacto físico, pero podía comprender la emoción del joven. Por eso, no lo alejó ni un poco; aunque, a decir verdad, se sorprendió de sí mismo por no hacerlo. Se limitó a dar suaves palmaditas en ese cabello dorado, pues no podía culparlo.

—Está bien, no debes pagarme nada. Ahora, deja de jugar, debemos continuar.

—¡Entendido! Haré lo que digas. —Emocionado y dando un brinco, You YuMo lo siguió sin hacer demasiado ruido.

Cuando por fin salieron del bosque, pronto se toparon con el camino largo y ancho que dirigía hacia el palacio. Era una senda de tierra formada por el desgaste de la vegetación, en sus alrededores, se lograba ver la naturaleza y una increíble paz.

Un camino de bambú y estanques de loto repartidos de manera simétrica decoraban el borde del camino. Los árboles un poco más lejanos, con la briza nocturna todavía agradable, danzaban y creaban un sonido arrullador junto al débil cantar de las aves de la noche.

Ambos hombres pasaron varios minutos conversando hasta que llegaron a una bifurcación y, a partir de allí, el camino solo los dirigía hacia la academia. You YuMo observaba los alrededores, nunca se había ido tan lejos de He Ping o Jicheng. Aparte, en su camino hasta allí, no era como si hubiera podido hacer demasiadas paradas para disfrutar los paisajes.

—Es increíble lo grande que es ese bosque. ¿Por qué no pueden...? ¿Podemos, entrar ahí?

—No está permitido porque esas son las normas, está prohibido y eso es todo. Nadie puede hacerlo sin el permiso de la reina.

You YuMo miró con travesura hacia un costado, añadiendo:

—Eso lo hace más interesante. Es raro. Si un lugar es peligroso, ¿lo natural no sería que se dijera la razón?

—Por favor, controla tu curiosidad y haz caso a las reglas. —Wen ShanShui inspiró y soltó el aire con lentitud. ¿Este chico llegaría a pasar siquiera un mes antes de ser expulsado?—. No querrás recibir castigos por culpa de un capricho, ¿verdad?

—No debes preocuparte, haré lo que me digas y seguiré las reglas. No quiero que me eches como antes.

—No lo haré, sin embargo, debes adaptarte a las normas. Si en un lugar no se puede ingresar, entonces no ingresas. Por cierto, ¿exactamente cómo llegaste hasta aquí?

—¿Mmm? Ah... Pedí indicaciones. Estuve bastante tiempo viajando sin dinero. Fue de lo peor, no lo recomiendo para nada. La próxima vez que haga un viaje largo, me aseguraré de tener bastante, y sobre todo, muchos, muchísimos duraznos.

Ante esa última declaración, Wen ShanShui no pudo evitar reír, ¿podía alguien vivir solo con duraznos?

—Bueno, sin dudas, tuvo que haber sido un viaje agotador.

—Sí... Bueno, varias personas me ayudaron. Algunos hasta me llevaron en sus carruajes. Inclusive me ofrecían agua y comida.

«Lo único que no he hecho bien es dormir. Es imposible de ese modo, no puedo lograrlo fácilmente», pensó You YuMo para sus adentros.

—Entonces es un alivio. Hay muchos que ayudan a los viajeros, pero no siempre es fácil encontrarlos en el momento indicado, el cielo ha sido amable contigo.

You YuMo sonrió en respuesta, luego, habiendo transcurrido un corto tiempo, hablando y aprendiendo el uno del otro, llegaron una de las zonas de entrenamiento. Se encontraba vacía, aun así, los faroles de piedra y las linternas de papel que estaban colgadas le daban una cálida y reconfortante luz al lugar. «Así que es aquí donde entrenan. Los pabellones son increíbles, la zona de entrenamiento es enorme también, la energía qi de la tierra es abundante; es lógico que salgan reconocidos cultivadores de aquí», observó el rubio. Pasaron de largo el paraje y comenzaron a subir de nuevo por la montaña, ahora por un camino más delgado y estrecho, también rodeado por árboles.

—¿A dónde me llevas exactamente? —consultó You YuMo, mirando impresionado los decorados alrededores.

—A mi casa, debes descansar como se debe. Sé lo largo que es el camino para llegar desde He Ping hasta aquí. —Wen ShanShui señaló al frente—. Pasando por ahí.

Atravesando la zona de entrenamiento y luego de subir por la montaña un poco más, muy escondida entre algunos árboles, había una pequeña casa de madera. Estaba un tanto alejada del camino, se veía muy reconfortante y aislada de cualquier ruido, como si hubiera sido hecha para meditar. You YuMo visualizó asombrado cada parte. En los alrededores no solo había árboles de diferentes especies, sino que, a la derecha e izquierda de la casa, había dos hermosos estanques con lotos florecidos. ¿Podía quedarse ahí? Sus ojos se iluminaron al pensarlo.

—Así que tienes tu propio hogar aquí. Creí que los maestros tendrían un pabellón aparte en donde quedarse todos juntos o algo así, nunca esperé que tuvieras una casa en medio de tantos árboles, es casi como estar en medio de un bosque. Es hermoso.

—¿Que te imaginabas qué? —Se rio—. Los maestros vivimos separados, necesitamos nuestro espacio, después de todo, vivimos en la academia casi todo el año.

Al acercarse a la casa, Wen ShanShui abrió la puerta, con magia prendió las linternas de papel que colgaban de las paredes y se dirigió al comedor. Mientras, el curioso You YuMo analizaba la casa por dentro, los rincones, los adornos, las lámparas. Por alguna razón, todo le daba una sensación confortable, incluso el aroma, que era como un suave y agradable olor a lotos, un olor similar al que desprendía Wen ShanShui.

Al terminar de mirar y analizar, observó al hombre que se acercaba y no pudo evitar sonreír. La razón era que le estaba trayendo una fuente con varias frutas, bollos al vapor y un vaso con agua. Cosas que aceptó de inmediato. Primero tomó la fuente, la colocó en una mesa de piso y se sentó sobre un almohadón, atacando de inmediato a la comida.

—Lamento no tener nada más elaborado —expresó Wen ShanShui.

—Da igual, estaba muriendo de hambre. Nunca volveré a viajar sin dinero o comida —Agarró un durazno grande y lo mordisqueó—. Eshtoy muy agradeshido, fue um muilagro haberte emcontrado, algúm día lo devolverué —balbuceó, masticando con energía.

—Está bien, no hay nada que devolver, solo come. Yo regresaré para ver a mi hermano.

Wen ShanShui tenía muchas ganas de interrogarlo ya mismo, quería saber sobre muchas cosas, no obstante, había decidido que no le preguntaría nada hasta que descansara lo necesario. Hacerle preguntas en el estado que estaba sería muy ansioso y hasta egoísta de su parte.

—¿Eshe de hoy era shu hermamo? ¿Cómo she llama?

—¿Hablas de Yi Hen? Bueno, es más conocido por Jiang Xin, ¿por qué preguntas?

—No, no. —Tragó haciendo ruido—. En realidad, por nada en especial. Solo quería saber quién era.

—Él es maestro a cargo de los discípulos de lanza. Él y yo crecimos juntos, nos conocemos desde niños. Es algo así como un hermano para mí.

—Oh, ya veo... Siempre pensé que hubiera sido divertido tener hermanos.

Sin decir nada más, el joven de ojos grises mostró una cara satisfecha, tomó una jarra grande con agua caliente y subió varios escalones. A los pocos minutos, regresó junto a You YuMo.

—Bien, escucha, You YuMo. Por ningún motivo salgas de esta casa. Acabo de prepararte agua caliente para que tomes un baño. También dejé algo de ropa limpia. Mi cuarto está al fondo en el segundo piso, así que ve y descansa cuando termines, ¿de acuerdo?

—¡Tienes razón! No me he podido bañar bien desde hace un tiempo, muchas gracias. ¡Salvaste mi vida otra vez!

—No necesitas agradecer. Recupera tus energías, come todo lo que necesites y descansa. Regresaré más tarde.

Sin más demoras, Wen ShanShui salió por la puerta, y You YuMo, sin perder un segundo, se puso de pie para comenzar su segundo y detallado recorrido por la casa.

A medida que investigaba a más profundidad las habitaciones, notaba algunos gustos de Wen ShanShui. «Así que guarda esto así... Le gusta decorar de esa forma... Papeles, seguro son para las clases, mejor no tocarlos...», pensaba con alegría.

Estuvo recorriendo un rato hasta que no quedaron más habitaciones por visitar. No era una casa muy grande, tampoco tenía muchos adornos u objetos; podría decirse que tenía lo mínimo y necesario para vivir.

Antes de dirigirse al baño y con una sonrisa pícara, tomó todos los duraznos que quedaban en la cocina, los comió y, solo después de disfrutarlos como se merecían, se dirigió al piso superior. El agua aún estaba caliente, así que se quitó la ropa y se frotó el cuerpo con un paño mojado; cuando terminó de quitar las hierbas pegadas a su piel y el barro seco de algunos días atrás, se colocó una toalla en la cintura para así entrar en la bañera de madera. Descansó con una felicidad inexplicable. Por fin estaba en un lugar tranquilo y seguro. «Me alegra haberlo encontrado, es alguien confiable. ¿Será el destino? No, eso fue un golpe de suerte», meditó con los ojos cerrados.

Se sintió la persona más afortunada del mundo. Todo se había aclarado y las cosas habían salido según lo deseado. El viaje había sido muy difícil, con mucha incertidumbre en su corazón, sin embargo, ahora, toda esa intranquilidad había sido dispersada por Wen ShanShui. No solo había conseguido llegar al palacio con éxito, sino que su reciente sueño de entrar a la reconocida Academia del Palacio Tian por fin era una realidad. Incluso había encontrado a Wen ShanShui muy rápido, ni siquiera necesitó buscarlo demasiado. You YuMo sabía que ese hombre podría haber estado en cualquier otro sitio, o quizás en alguna misión lejana al reino, la buena suerte estaba de su lado.

—Cuando tenga el suficiente poder, devolveré esta amabilidad —susurró.

En ese justo momento sintió un pequeño ardor en su mejilla. Se frotó con la mano y se miró para ver si se había cortado o algo similar.

«Quizás me picó algún insecto», pensó al ver que su mano estaba sin manchas.

Por otro lado, Wen ShanShui había escuchado todo sobre el viaje que Yi Hen realizó y sobre las academias que había visitado. Estaba algo decepcionado, ya que, a pesar de los esfuerzos de su hermano, nunca lograban encontrar nada de información, ni siquiera en las bibliotecas más grandes y completas del reino. Por otro lado, aprovechó para contarle en detalle lo sucedido en la montaña Jiazhi, pues Yi Hen todavía no se sentía del todo cómodo con You YuMo. Después de escuchar la historia de principio a fin fue que pudo aceptarlo, también lo aceptó como nuevo discípulo de Wen ShanShui, esta vez con más ganas que antes.

Al dar por finalizada la extensa charla con su hermano mayor, Wen ShanShui regresó a su casa en la madrugada. Al entrar, notó que algunas linternas ya estaban apagadas. Apenas había algo de luz en las habitaciones, así que hizo el máximo silencio posible, deduciendo que You YuMo ya estaría dormido. Se dirigió a la cocina y sonrió, ese joven rubio había terminado con todos los duraznos.

—De verdad le gustan mucho. Procuraré tener más.

Subió en silencio las escaleras de madera y se dirigió al cuarto donde debería estar el muchacho dormido. Dentro, tal y como se había imaginado, abrazando una almohada en una pose bastante graciosa, dormía con profundidad el joven ladrón de duraznos. Lo tapó con la sábana blanca que poco a poco se deslizaba hacia el suelo, ya que por lo visto, los movimientos de You YuMo habían lanzado todo hacia los pies.

Después de acomodarlo con cuidado, observó su rostro. A diferencia de la última vez, ahora tenía en total cuatro marcas rojas sobre su piel, ¿por qué? ¿Iban cambiando con el pasar de las horas o algo así? Analizó un poco más la delicada tez de porcelana, dormía tan lleno de paz que contagiaba el sueño, ya no podía mirar sin sentirse somnoliento.

Por los acontecimientos, el joven de ojos grises se sentía más cansado de lo normal. Ni siquiera había podido organizar los papeles para sus clases, cosa que quedaría para la mañana siguiente. Por lo menos, una presión en su pecho que había estado molestándolo hacía algún tiempo había desaparecido. «Luego de un buen baño, por fin regresaré a dormir con normalidad».

Fin capítulo 05.


╭══════•>☘<•══════╮


¡Hola a todooos!

Antes que nada quería agradecer a todos los que le dedican su tiempo a mi novela, de verdad les estoy muy agradecida, la novela está creciendo mucho y es todo gracias a su apoyo (≧◡≦) 💓 Mi deseo más grande es que disfruten la lectura, si ven algún error díganme con toda confianza 💕

 Me encanta leer los comentarios sobre lo que piensan y sienten, me hacen muy feliz, gracias gracias y triple gracias. 😭💕

¡Nos leemos en el capítulo que vieneee! 💕💕💕

╰══════•>☘<•══════╯


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro