Capítulo 03 - Retirada Parte I
Reuniendo toda la fuerza y sin siquiera importarle lo que pudiera haber en los alrededores, la bestia embistió con sus cuernos a ambos jóvenes. Juntos esquivaron el potente ataque sin sufrir un rasguño, para Wen ShanShui eso significó algo positivo, que You YuMo hubiera realizado un movimiento tan veloz en un abrir y cerrar de ojos demostraba que sus reflejos eran muy buenos.
—¿Te ha hecho daño? —Volteó Wen ShanShui, preocupado de que algo le sucediera.
—Estoy bien, son mis oídos que todavía duelen. Puedo con esto.
Wen ShanShui estaba horrorizado con el poder de esa criatura, era la primera vez que veía algo así de grande, y eso no era poco decir. Él era un cultivador con experiencia, había visto muchas cosas en su vida, desde demonios enloquecidos, fantasmas resentidos, bestias enormes y tan extrañas como el mundo mismo, pero algo como esto era su primera vez. Ambos analizaron a la criatura mientras se daba la vuelta, era probable que todavía no estuviera liberando toda su energía acumulada; aun así, el aura era mortal. La presión los debilitaba y el olor los sofocaba, si no actuaban rápido la situación podía empeorar.
You YuMo se incorporó rápidamente.
—¡Cuidado, detrás!
En un parpadeo, la bestia había vuelto a embestir, esta vez se dirigió nada más que hacia Wen ShanShui, quien de inmediato la esquivó con un salto hacia otro lado. Al perder al hombre de su rango de visión, el feroz animal volteó hacia You YuMo. Él, a toda prisa, saltó sobre el lomo de la criatura, sujetándose del grueso y rojo pelaje. Al sentir la molesta sensación de ser montada, ella se sacudió varias veces con desesperación, saltó y se golpeó contra un árbol con la intención de quitarse al humano de encima. Aun así, You YuMo logró desenfundar su espada para clavar el filo directo en la nuca del enemigo.
La bestia dejó escapar fuertes aullidos al sentir tal dolor en su cuerpo. Giró una de sus patas en un movimiento anormal para quitarse el intruso de encima, nadie se hubiera esperado semejante movimiento, los huesos de la criatura parecieron doblarse como si fuera elástico y, gracias a eso, consiguió arrojar lejos al desprevenido You YuMo, dejando la espada clavada en su cuello.
Wen ShanShui quedó congelado en su lugar. No había podido reaccionar ante la desastrosa escena, o más bien, fue porque nunca se hubiera esperado que un animal tan grande fuera así de flexible, ¿cómo había girado sus patas de esa manera?
No importaba si había derrotado a un enemigo, ella no se calmaría hasta acabar con los dos. Volteó hacia Wen ShanShui y, veloz como una flecha, sacó sus garras para atacar otra vez. Por fortuna, ninguno de esos ataques pudieron acertar, Wen ShanShui tenía buenos reflejos, muy buenos reflejos, por lo que ese ataque y otros más que vinieron a continuación fueron predichos por él con facilidad.
La esquivó con agilidad por un rato, con su espada bloqueó el ataque de los fuertes cuernos, mientras que otros fueron esquivados con largos saltos. De vez en cuando lanzaba algún hechizo, utilizando en ocasiones sellos o talismanes mágicos ya preparados de antemano.
Cuando por fin encontró el momento indicado, Wen ShanShui se volteó para perderse de su vista. No quiso esperar nada más para correr hacia donde había caído You YuMo. Por el fuerte ruido del golpe, era evidente que no era nada superficial el daño que tendría.
Observó con dificultad entre la profunda oscuridad para encontrar al joven. Era complicado moverse debido a los árboles, que ocultaban muy bien cualquier cosa; además, estaba esa espesa niebla que, de tanto en tanto, se hacía más densa. Aun así, continuó el camino y, persiguiendo su presencia espiritual, lo encontró más pronto que tarde.
—¡Oye! —exclamó, incorporándolo.
—Yo... Ugh... —se quejó el joven rubio—. Estoy bien, solo me golpeó, quizás me fracturé alguna costilla con la caída. Qué recuerdos de cuando era niño.
¿Recuerdos? ¿Cuántos golpes podría haberse dado de pequeño como para fracturarse así? Wen ShanShui suspiró y sonrió al notar que el muchacho continuaba diciendo tonterías.
—Bien, ya aprendiste tu lección, ¿verdad?
El hombre metió sus manos en las solapas de su ropa, sacando desde allí una pequeña tela con garabatos escritos. Era un talismán protector. El objeto brilló y se agitó en las manos de su portador, quien liberó algo de su energía espiritual sobre él para convertirlo en una especie de grueso cristal que envolvió el cuerpo de You YuMo.
—¿Qué es esto? ¿Protección? —preguntó el chico—. Interesante.
—Así es, es un escudo que te mantendrá seguro. Ahora, escucha. —Acomodó a You YuMo y se acuclilló—. No salgas de aquí dentro por ninguna razón, el escudo puede ser fuerte, pero, si sales de él, perderá su poder.
—Sí... Está bien, igual no puedo moverme mucho. Auch... Duele, me duele —se quejó, tocando sus costillas.
Con la respuesta afirmativa, Wen ShanShui se sentía más cómodo. Se levantó, volteó hacia la bestia que venía en camino y saltó para llevársela lejos. Al guiarla, se dio cuenta de que la criatura parecía estar adormecida. Caminaba tambaleándose, sus ataques no eran más que estocadas y embestidas feroces que, si bien estaban dirigidas a ellos, no eran nada precisas. De hecho, había sido bastante fácil de esquivar.
Wen ShanShui decidió utilizar esa extraña ventaja a su favor y saltó hacia un árbol para llamar su atención. Enfurecida, ella rugió y gruñó sin dejar de hacer contacto visual; desde su boca salía espuma, y de su nariz salía algo como el vapor. Rugió de nuevo antes de golpear el árbol con sus cuernos, logrando quebrar con facilidad una gran parte del tronco. Al ver que Wen ShanShui no bajaba incluso después de varias sacudidas, usó sus garras para treparse.
El árbol no soportaría tanto peso, por lo que empezó a ceder, cayendo de a poco. El hombre aprovechó ese momento para saltar sobre ella, justo como lo había hecho You YuMo con anterioridad; de inmediato sacó la espada que había quedado clavada allí. El corte era muy profundo, así que, al sacar la hoja, la bestia comenzó a desangrarse.
Con dos espadas espirituales en su poder, Wen ShanShui bajó del lomo de la enorme criatura para cortar el cuello, sin embargo, por culpa de los movimientos desenfrenados, solo consiguió cortar una de sus patas delanteras. No importaba cuánto la hiriera, ella saltaba como si no le preocupara, eso hasta que se alejó para lamer su herida. Luego, rugiendo con rabia y salpicando saliva, volvió a atacar.
Esta vez, Wen ShanShui no saltó, sino que se agachó para que pasara sobre él y, en ese justo instante, aprovechó para cortar el tórax y vientre de manera vertical.
Estaba hecho; la bestia cayó rendida al suelo. La pérdida de sangre y las heridas graves la hicieron colapsar. No había modo de que se levantara, o eso pensaba Wen ShanShui, porque, pasados unos segundos, ella volvió a levantarse. ¿Cómo era eso posible? ¿Cómo podía moverse en ese estado? Se veía más inestable, sí, ¿pero no debía morir ya con eso? ¡Podían verse las tripas! ¿Qué clase de nivel de cultivo era ese? Los ataques no cesaban, su fuerza era impresionante. Wen ShanShui pensó que no duraría mucho, seguro eran los últimos ataques que el débil cuerpo ajeno podía realizar, como un ataque de adrenalina o algo así.
—¿Por qué no muere? —gruñó, preparando ambas espadas otra vez.
Se puso en posición de ataque y, justo cuando corrió hacia ella con la intención de proporcionar el golpe final, abrió sus ojos rojos que parecían brillar y liberó muchísima energía para aumentar la presión en el entorno, provocando que Wen ShanShui cayera al suelo. No esperaba que, estando tan malherida, pudiera soltar semejante poder. Lo más extraño no era el hecho de ser presionado por esa energía, cualquier cultivador podría usar ese truco a su favor, lo que lo desconcertaba era que una bestia lo estuviera haciendo con tanta eficacia sobre él. ¡Todo era muy extraño!
Con mucha dificultad, Wen ShanShui intentó ponerse de pie, aunque al hacerlo, la criatura no esperó ni un segundo para estirar sus garras y abalanzarse sobre él.
No sería posible de esquivar; ese ataque lo recibiría de lleno, lo sabía muy bien. De todos modos, Wen ShanShui se defendió como pudo, incapaz de mover bien sus piernas o de realizar algún escudo protector, solo le quedó esperar. Cuando vio que la criatura estaba peligrosamente cerca, sus ojos se cerraron por sí solos. Sin embargo, pasaron largos segundos sin que sintiera nada. Volvió a abrir los ojos solo para ver frente a él un escudo humano. You YuMo había clavado una flecha en la cara del animal con sus propias manos, y, al mismo tiempo, la bestia terminó enterrando una de esas enormes garras en su cuerpo.
Antes, mientras la pelea se llevaba a cabo, You YuMo sintió que la batalla se alargaba demasiado, por eso, no pensó dos veces para salir del escudo y acercarse a ver, por ende, cuando la energía que presionaba a Wen ShanShui fue liberada, y sabiendo lo que eso ocasionaba, no pudo quedarse quieto, no cuando sabía que, con esfuerzo, podía defenderlo a tiempo.
Wen ShanShui quedó aterrado y pálido a causa de la cantidad de sangre que desprendía el pecho del joven. Sin dejar que pasara un segundo más, empleó ambas espadas para dirigir una fulminante estocada en la bestia, dividiendo su cabeza en dos. Aulló fuerte y agudo, sus ojos rojos brillaron con intensidad, luego dejaron de hacerlo poco a poco, hasta que, al fin, con ese último ataque se desintegró.
Wen ShanShui atrapó el cuerpo del joven antes de que cayera al suelo.
—¡You YuMo! ¿Por qué saliste? Maldita sea.
No obtendría respuesta, y aun así había preguntado. No tenía sentido reprenderlo ahora, lo primero era sanar, aunque sea la parte más profunda de la herida. Sacó un frasco y un trozo de tela desde el interior de sus ropas. Con habilidad, rápido y con movimientos precisos, colocó la tela en el suelo y vertió el líquido del frasco sobre ella. Buscó las plantas medicinales que había comprado y, al tocar el sitio donde las había puesto, se dio cuenta de que ya no estaban allí. Se alteró aún más, buscó en todo el interior de sus ropas, sin embargo, las plantas habían desaparecido, así como así.
Fin capítulo 03 parte 1.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro