"Princesa Athanasia?".
-pequeña Jamileth debes de estudiar mucho para ser la mujer más bella e inteligente del imperio, tú junto a jeanette son nuestros tesoros.
La condesa Rosalía, su tía.
Acaricio su cabello con suavidad y la miro con sus grandes ojos verdes.
La pequeña oji cerúleo azul solo cerró sus ojos ante su caricia.
-"siempre supe que el tío Roger y la tía Rosalía nos veían como tesoros, no sé qué beneficios les daremos a ellos pero ellos quieren usarnos...lo veo en sus ojos".
Hace 1 año conoció a su tía Rosalía, ella frecuentaba la mansión yendo a visitar a su tía zenim pero casi siempre pedía verlas. Cada vez que se encontraban ella les sonreía con cariño y amor pero tras esos sentimientos se escondía la enorme avaricia de la condesa yedith.
Y Jamileth lo veía con claridad.
No entendia el motivo de sus tíos de querer que sean unas damas finas y elegantes, pero su instinto le decía que a pesar de ser familia ellos las querían usar.
Si bien odiaba estudiar y era rebelde no era tonta. Era madura e inteligente solo que no lo quería demostrar.
Suspiro mirando su vestido celeste, su cabello estaba atado a una coleta, como siempre, tenía botas marrones. Estaba en el jardín de la mansión.
Su hermana estaba con sus tías, su primo estaba estudiando y su tío estaba en su oficina.
Alice y Amy, las sirvientas que se encargaban de cuidarlas, estaban colgando la ropa. Estaba sola.
No tenía ganas de jugar ni de ir al pueblo. Ni ella ni zenit tenían permiso de irse de la mansión pero las gemelas ignoraban esa orden y se iban al pueblo muchas veces a comer algo o a disfrutar de la tiendas.
-...tal vez debería de ir a practicar con la espada.
Cuando vio a kiel entrenar con la espada ella se interesó y en secreto aprendió a usarla. El maestro de kiel la descubrió por casualidad y decidió entrenarla en secreto.
De vez en cuando ella entrenaba junto a kiel, era su pequeño secreto. El maestro del joven Alfierce vio un gran potencial en Jamileth.
Tal vez en el futuro no sea una duquesa, marquesa o condesa pero sería alguien grande. Estaba seguro de eso.
-jamileth.
Se exaltó cuando escuchó la voz de su tío, ella dejó las rosas de lado y lo miro curiosa.
-te gustaría tener una amiga? -su sonrisa amable desconcertó a la menor, ella ladeo la cabeza.
-pero si tengo a zenit y kiel.
-lo sé, pero a veces es bueno tener más amigos -cerro sus ojos sonriendo más amplio, desde que se encontró con la princesa supo que zenit no sería la indicada para acercarse a la princesa.
Ellas dos eran muy distintas. Eran encantadoras pero Athanasia tenía una actitud fuerte como la de Jamileth.
Tenía pensado llevar sin una orden a su sobrina al palacio. Correría el peligro de ser castigado pero no le importaba. Su plan debía de comenzar antes que la princesa capture por completo al emperador.
Podría usar a jamileth para acercarse a athanasia y luego a jeanette para capturar el corazón del emperador. Cuando se quiera dar cuenta las gemelas iban a tener a sus pies al emperador y la princesa sería olvidada.
-quién es la niña?.
-es la princesa athanasia -ella parpadeo sorprendida y luego bajo la cabeza pensativa.
-"el tío querrá que me acerque a la princesa para ganar algún beneficio?...creo que sí, pero nosotras solo somos ...huérfanas, si bien somos parte de su familia no somos importantes, será inútil llamar la atención de la princesa".
Mordió su labio inferior y miró seria a su tío.
-bien, pero! -lo apunto con energía sorprendiendo al duque -debes dejar que aprenda esgrima y todo tipo de protección personal que yo quiera!.
El mayor quedó sorprendido.
-e-esgrima?, jamileth eres una dama no puedes..
-entonces dile a zenit que sea la amiga de la princesa -se cruzo de brazos dándole la espalda al duque que suspiró derrotado.
-...bien, pero deberás prestar más atención al estudio -miro con el ceño fruncido a su sobrina que sonreía alegremente.
-si!, lo prometo, gracias tío! -lo abrazo de golpe dejándolo en shock -le contare a kiel!.
Se fue corriendo alegre ignorando el shock del albino.
Cuando reaccionó suavizó su mirada. Su esposa pegaría el grito en el cielo cuando se entere pero por lo menos conseguiría adelantar sus planes.
-espera, kiel sabía de su interés por el esgrima?.
Parece que si bien su hijo era educado e inteligente era un gran confidente con Jamileth.
-tienes que ir?.
Zenim, kiel y zenit estaban fuera de la mansión despidiendo a yami y Roger.
La mayor de las gemelas estaba mirando triste a su hermana, tenía miedo, ella había escuchado que el emperador había asesinado a mucha gente.
-no te preocupes, estaré bien!.
Sonrio despreocupada haciendo sonreír a zenit. La sonrisa brillante de su hermana siempre la calmaba.
-no hagas ninguna locura yami -kiel acaricio el cabello de su prima que asintió alegre.
La duquesa se alejó un poco de los niños acercándose a su esposo.
-no crees que es muy pronto?, yami no tiene mucha educación y elegancia, ella no es como su hermana, un solo error y sabes lo que pasará.
-no te preocupes, sé lo que hago, vi en la princesa una similitud con Jamileth, dudo mucho que algo le pase a esa niña -los dos miraron a la oji cerúleo azul que hablaba alegre con su primo y hermana -ella siempre se salva...algo siempre la protege y no es precisamente un Ángel.
Sin más que decir los dos partieron hacia el palacio.
Todo el camino el duque fue diciéndole a su sobrina cómo debía ser cuando este frente al emperador y la princesa. Por unos segundos la pequeña cayo dormida de tanto hablar enfureciendo al mayor pero no podía hacer nada. Ella siempre fue así.
Cuando llegaron la menor miro sorprendida el palacio.
-así que ellos nacieron en cuna de oro.
El duque sonrió divertido por lo dicho. Cuando estuvieron en la sala del trono, el mayor hizo una reverencia mientras la oji celeste miró curiosa al emperador.
-"parece un hombre malo y me mira con frialdad...aunque sus ojos se parecen a los míos y a los de mi hermana...pero los de zenit son más claros".
El emperador miraba con frialdad y seriedad a la niña ante él, que ni siquiera se inmutaba ante su presencia.
Ella se sorprendió cuando una mano se apoyó en su cabeza y la obligó a hacer una reverencia.
-lamento los malos modales de mi sobrina, aún es una niña.
La menor miro con enojo a su tío y cuando la soltó acomodo su cabello.
-hn, eso no importa duque, qué hace aquí?.
Frunció el ceño mirando al albino que sonrio nervioso.
-supe que la princesa no tiene amigos así que decidí traer a mi sobrina...
-decidiste? -el duque se quedó callado mientras la menor de estremeció ante esa mirada tan brillante como gemas pero decidió callarse -desde cuándo decides cosas que tienen que ver con la princesa?, ni siquiera lo consultaste y por lo que sé, athanasia no quería ningún amigo a su alrededor.
Miro fijamente al albino que puso una mano en su pecho sonriendo con amabilidad.
-lamento mi comportamiento su majestad, su humilde servidor solo estaba preocupado por la princesa, tengo un hijo y me puse en su lugar y pensé que sería triste ver sin ningún amigo a la princesa, espero no haberlo ofendido con mi actuar.
El silencio reinó en la sala y el emperador solo se quedó mirando al duque, para luego mirar a la menor. Ella estaba mirando a su tío con seriedad.
-"acaso el tío es tonto, sabe que si ofende al emperador nos irá mal, no...el tío no es tonto, algo planea".
Frunció levemente el ceño tratando de descubrir lo que planeaba el duque.
-bien -el emperador se paró de su trono y bajo las escaleras hasta detenerse frente a ellos -ven conmigo niña, tú quédate aquí -ordeno al duque que hizo una reverencia.
El rubio comenzó a caminar seguido de la niña que miro a su tío y éste le mandó una mirada de advertencia.
-"tch, maldito viejo, quiere amenazarme con su mirada, si me portó bien podré entrenar pero si hago algo mal no podré hacerlo y seré castigada, que molesto".
Cuando llegaron a los pasillos ella miro al emperador. No era tan grandioso como había escuchado, pero su aura y sus ojos tenían poder.
Si bien era una niña de 5 años podía darse cuenta de muchas cosas.
-niña -se detuvo cuando el rubio lo hizo.
Los dos habían llegado al jardín.
-tu nombre -él la miraba con seriedad y sin interés.
Ella lo miro neutral.
-...Jamileth Jasmine.
Los dos se miraron atentos y cuando el emperador miro el brillo en sus ojos estrecho sus ojos. Se agachó a su altura ante su sorpresa.
-tus ojos....hn, ya veo -sonrio de lado volviendo a pararse -ten cuidado con lo que harás a futuro.
Siguió caminando ante la mirada de yami, ella apretó sus puños enojada ella odiaba que le den órdenes y la miren con tanto desprecio. No le importaba si era el emperador, si pudiera ya hubiese roto algo o le hubiese hecho una broma al rubio ese, pero estaba en juego su aprendizaje en esgrima.
Al llegar a una mesa con dulces y demás cosas, la oji celeste miro curiosa al hombre de cabello rojo y a la niña rubia a su lado.
-papá! -la rubia abrazo contenta al emperador que acaricio su cabello con suavidad.
Jamileth miro todo serena, ella jamás tuvo afecto paternal. Pero ella no lo necesitaba ni tampoco tenía celos.
Desde que se dio cuenta de que los adultos a su alrededor querían usarla a ella y a su hermana empezó a desconfiar de todos. Empezó a vivir en desconfianza con todos, sin la necesidad de recibir afecto de alguien.
-athanasia, hace unos días te encontraste con Alfierce, hoy trajo a alguien para verte.
La pequeña rubia quedó en shock pero sonrio con falsedad.
-quién es papá?.
El emperador se hizo a un lado y dejo ver a la peli marrón. Athanasia se sorprendió al verla.
-"e-es zenit?..no, su mirada es distinta, parece aburrida, sus ojos son celestes pero más brillantes, quién es?".
La peli marrón sonrió levemente e hizo una correcta reverencia dejando encantadas a las sirvientas.
-mucho gusto princesa, soy Jamileth Jasmine, es un honor tener ante mi a la bella princesa athanasia.
Su cabello marrón bailó con suavidad y sus ojos brillaron ante los rayos del sol. Su vestido lila se balanceo levemente, ese día su tía habla dejado su cabello suelto y le hizo una trenza al costado.
-"jamileth?, acaso zenit no existe y ella es su reemplazo, pero es hermosa no debo de confiarme" -sonrio brillante -mucho gusto Lady Jamileth!.
El pelirrojo miro atento a la peli marrón para luego mirar a claude con cautela.
El rubio solo estaba mirando de reojo a Jamileth, parecía estar estudiandola.
Mientras el emperador estaba sentado tomando el té, las niñas estaban un poco más alejadas viendo algunas flores.
-jamileth, tienes hermanos?.
‐??, sí, tengo una gemela mayor y un primo, que es como mi hermano.
-"maldición, zenit existe, aunque ella nunca existió en la novela" -miro de reojo a su padre que las veía atento desde lo lejos.
Por lo menos estaban lo suficientemente lejos para que no escuchen su conversación.
Ante el suspiro de la peli marrón la miro y ella estaba mirando una rosa roja.
-si le soy sincera, fui obligada a venir aquí, no hace falta que sea amable conmigo y diga que le agradó.
Su sinceridad la sorprendió y luego la miro con suavidad.
Esa niña era alguien sincera y amable pero desconfiada e inteligente, como ella.
Tal vez era porque son familia pero se sentía a gusto con ella.
-jajaja sabía que el hombre blanco te había obligado -ante el apodo Jamileth rió por lo bajo.
-hombre blanco jajaja, cuando no está cerca yo le digo viejo zorro -ante el apodo artie rió con fuerza igual que la peli marrón.
Las dos se miraron con una sonrisa y la rubia estiró su mano hacia ella.
-puedes decirme Atthy!.
-y usted puede decirme yami -le sonrió con los ojos cerrados alegre.
Mientras las dos volvían a charlar pero con más confianza de lejos felix sonrió alegre por la princesa.
-parece que la princesa está feliz.
El emperador solo guardo silencio y miro a la peli marrón con desconfianza.
-hn, no te dejes llevar por su apariencia.
-..majestad, sé lo que piensa pero..ella es una niña además no parece mala persona...aunque -se quedo callado viendo las manos de la pequeña, claude lo miro de reojo -parece que ella es una pequeña rebelde.
Rió divertido haciendo que el rubio mire hacia la niña y al ver sus manos arqueo una ceja. Sus manos estaban en tanto lastimadas, ellos conocían bien esas heridas en las manos.
Sin poder evitarlo sonrio de lado.
-que interesante.
El oji gris sonrió con suavidad y volvió a mirar a las niñas.
-"creo que hoy gano un amigo de confianza princesa...y puede que hasta su futuro caballero".
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Las dos niñas caminaban delante del rubio y el pelirrojo, desde que tuvieron confianza no pararon de hablar.
-entonces no te gusta estudiar?.
-no, es aburrido, mi tía me obliga a hacerlo pero a mi me interesa más entrenar -hizo una mueca de disgusto haciendo reír a la rubia.
-genial, entonces quieres ser un caballero como felix? -las dos se detuvieron mirando al pelirrojo que las miro sorprendido.
-eh, yo? -sin entender nada miro a las niñas.
La peli marrón miró atenta al caballero para luego mirar a la princesa.
-hay mujeres que son caballeros? -las dos se miraron con curiosidad y luego miraron a los hombres ante ella.
-papá, yami puede ser un caballero? -el rubio arqueo una ceja ante el apodo.
-hay mujeres que son caballeros, pero debes de ser muy fuerte para serlo.
La peli marrón se quedó pensativa.
Cuando llegaron a donde estaba el duque, éste miro atento a las niñas.
-hombre blanco! -felix rió por lo bajo y jamileth miro con burla a su tío.
-princesa es un gusto volver a verla, espero que se haya divertido hablando con mi sobrina.
La rubia miro con fastidio al duque.
-"yami tiene razón, es un viejo zorro".
-espero que nos volvamos a reunir Atthy -la peli marrón le sonrio amable a la rubia que le devolvió la sonrisa.
-sí, también lo espero.
Hicieron una reverencia ante el emperador y la princesa para luego irse.
-athanasia -ella miro a su padre curiosa -esa niña te agrada?.
Ella lo miro atenta para luego mirar por donde se fue yami.
-ella es amable y muy interesante.
Sonrio alegre al recordar lo divertida que es la peli marrón.
-"pense que era mala idea pero ella es interesante aunque debo tener cuidado...si ella empieza a venir seguido zenit puede aparecer en escena".
El rubio dejó de mirar a su hija para luego mirar hacia otro lado.
Debería confiar en ella o no?.
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