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O5: Espacio Reducido.

Cuando recobro el conocimiento se dio cuenta que se hallaba en una habitación iluminada, sus ojos divisaron el techo blanco, el sonido de un ventilador, además de un pip, pip que sonaba constantemente, movió su rostro a todas partes, aún no asimilaba del todo la situación.
Su cuerpo se encontraba tan adormecido pero no sentía dolor alguno, tenía vendas desde las manos hasta su hombro, apenas y lograba moverlas, su pierna rota estaba enyesada y colgaba de un aparato que la mantenía estable, podía jurar que todo su cuerpo estaba vendado.

Una enfermera entro a la habitación, la cual al verlo despierto salió rápidamente en busca del médico, tardó poco menos de un minuto cuando entro un doctor y detrás de él, sus padres y los idiotas de sus amigos.

El aún no lograba asimilar que estaba vivo.

—Bakugou-san, ¿Logra escucharme?. —le pregunto el doctor mientras le pasaba una linterna por los ojos para que enfocará la luz, él no respondió nada—. A de estar desorientado, tomara un par de horas que logré estabilizar sus sentidos. —explico el doctor—. Como sabe el accidente que sufrió fue bastante grave para su cuerpo y mente. —podía escuchar todo, podía ver a su mamá respirar más tranquila y a su padre limpiándose las lágrimas, pudo ver las sonrisas de satisfacción de sus amigos.

Pero él no se sentía bien, faltaba un algo que le hacía doler el pecho.

Sus padres hablaban con el doctor, miraba a Kirishima mover la boca y a Denki hacer expresiones raras en la cara, Sero se mantenía callado y solo sonreía, Mina contenía las lágrimas. Sus amigos estaban ahí, con él.

Pero, faltaba alguien.

——Todo estará bien Bakubro, haremos una fiesta para cuando salgas del hospital, estará a reventar, ya verás. ——le decía Kirishima bastante motivado.

—Le mandaré mensajes al resto para que hagan espacio ese día. —le seguía Denki.

—Nada de fiestas, este mocoso debe descansar y solo eso. —se interpuso su madre, sus amigos hicieron un puchero.

—Mitsuki-san, solo será una fiesta pequeña con nuestros conocidos. —comento Sero para lograr convencerla.

—Eso dijeron la última vez, recuerdo perfectamente que tuve que ir a la comisaría a sacarlos junto con Inko, porque Izuku y el tonto de mi hijo habían destruido el restaurante en una competencia sin sentido, así que mi respuesta es un rotundo no, y otra co...

Podía ver a su madre mover la boca sin parar, podía verla, pero, cuando el nombre del peliverde salió de aquellos labios, sintió un fuerte nudo en la garganta, los recuerdos lo golpearon como si fuesen piedras en su cara, todo lo vivido esos tres días en aquel espacio, recordó el olor de la sangre que salía del cuerpo de Deku, el asfixiante dolor en sus pulmones por la falta de aire, el hambre y la sed que sentía, como su garganta ardía y a la vez quemaba, el dolor de su pierna rota y el miedo que paralizaba su cuerpo al pensar que el resto de los escombros caerían. ¡Joder! recordó el sabor de sus labios mezclados con la sangre, sudor y lágrimas de Deku.

Recordó a Deku.

—Mi no... mi novio, ¿Dónde... esta?. —como pudo logro preguntar, sentía tan seca la garganta, apenas y podía mantenerse tranquilo, quiso levantarse de la cama, pero su cuerpo simplemente no le obedeció.

Sus padres y amigos se quedaron callados observándolo sorprendidos.

—Katsuki, ¿De qué hablas?. —inquirió su madre, Bakugou recordó que no le había dicho a nadie de su relación con Deku, tampoco contó que habían estado separados por dos años por estupideces—. Hijo, ¿Por que lloras? Estás preocupándonos. —sus padres se alteraron al mirarlo, Katsuki solo quería ponerse de pie he ir en busca de Izuku.

—¡¿Dónde está?!. —grito removiendosé en la cama, sus amigos le detuvieron, el doctor llamo a la enfermera para que lo sedaran.

—Bro, ¿De quien hablas?. Creo que no estás del todo consiente. —argumento Kirishima.

Katsuki golpeó su cabeza contra la almohada buscando desesperadamente ponerse de pie. Miro a su madre y padre, los cuales empezaban a comprender el agresivo actuar de su hijo.

—Mamá, papá. —¡Oh! Eso era serio, rara vez llamaba así a sus padres, los mencionados intentaron calmarlo, pero él lo único que quería era a su Deku—. ¿Dónde está mi novio?... ¿Dónde está Izuku?, Necesito que alguien me diga que está vivo, ¡Maldición!. —la voz se le cortó, su cuerpo volvió a estar débil, tanto que no sabía si seguir llorando o reírse de la situación.

Sus amigos quedaron tan sorprendidos por lo que había dicho, pero a él eso no le importaba. Necesitaba saber dónde estaba su pecoso.

Cerro los ojos buscando una manera de mantenerse tranquilo, fue ahí cuando sintió como acariciaban su cabellera y sus brazos, abrió los ojos observando a sus padres a su lado, su mamá le sonreía y su padre de igual forma solo sonreía.

—Está vivo. Él está vivo. —su alma pareció regresar a su cuerpo, se dio el derecho de llorar de la felicidad. Su madre no hizo más que abrazarlo, sabía que su hijo no era de llorar por cosas sin sentido. Si Bakugou Katsuki lloraba era porque sentía tantas emociones a la vez y debía de expresarlas.

—Se...Se estaba muriendo en mis brazos. —le dijo a su madre, ella lo abrazo más fuerte—. Yo, yo no podía, no pude hacer nada, él, ¡Mierda! ¡No puedo vivir sin él!.

—Lo sé cariño, lo sé, desde que son unos bebés ha sido así. Izuku y tú.

—¿Dónde está?. —volvió a preguntar, miro a su madre, ella vio a su esposo. Masaru suspiro, eso no era bueno.

—Esta en el intensivo de este hospital, Inko-san no los dijo hace un momento. Fue inducido en coma porque su pulmón estaba colapsado, lograron estabilizarlo a tiempo. —oír aquello fue horrible para el rubio—. Los médicos son optimistas, dicen que con un tratamiento especial Izuku se recuperará rápidamente.

—¿Oíste eso mocoso?. —su madre le dio un leve golpe en la cabeza—. Tu Izuku estará bien, cuando a ambos les den de alta tendremos una conversación. ¿Cómo es eso que ustedes salían y ni enterados nosotros?. —reclamo su madre con humor.

Él no dijo nada, solo podía respirar tranquilo al saber que su chico se hallaba bien y fuera de peligro.

—¡Nosotros también queremos saber!. —reclamo Mina desde atrás.

—¿Izuku está saliendo con Bakugou? Vaya, esa no me la esperaba. Ustedes siempre estaban peleando cuando estábamos en la U.A —decía un sorprendido Denki.

—Bueno, dicen que del odio al amor solo hay un paso. —comento tranquilamente Sero.

—Yo de hecho lo sospechaba. —dijo Kirishima bastante distraído.

—¿Lo sospechabas?. —preguntaron todos en la habitación. Katsuki gruñó, eran unos metiches.

—Bueno, es que Bakubro se comportaba bastante relajado cuando estaba con Izuku, además en varias ocasiones lo vi abrazándolo... —se quedó callado cuando logro ver la mirada asesina del rubio, obviamente le advertía que si decía algo más era hombre muerto. Pero bueno, Kirishima le gustaba jugar con fuego—. Además hace poco Bakugou se emborracho y me obligó a que llamara a Izuku para que lo fuera a recoger. Cuando llegó aquí mi buen amigo se le tiró encima y empezó a darle besos por todo el rostro, le decía a Izuku que era el algodón de azúcar más lindo que había visto en toda su vida.

—¡¿Bakugou hizo eso?! —reian todos ante lo contado.

El rubio se estaba hartando de ellos.

—Y luego le dijo que lo amaba, Izuku estaba tan avergonzado. Debí suponer que se traían algo desde ese día. —el resto de sus amigos se reían de aquella anécdota, sus padres parecían no sorprenderse. Después de todo ellos habían visto ese tipo de comportamiento con Izuku y su hijo desde que eran bebés.

—¡Larguénse ya de mi habitación!. —grito avergonzado.

—Oye amigo no es nada malo, ya sabes cuando uno se enamora suele ser cursi. —se burló Denki.

—¡HE DICHO QUE SE LARGUEN!. —una explosión salió de sus manos.

—Bueno, ya fue suficiente, dejemos descansar al señor gruñón, llamaré a Inko para avisarle que su yerno está despierto. —las mejillas del rubio se sonrojaron por culpa del comentario de su madre—. Y de paso le diré que nuestros hijos andaban de novios sin decirnos nada.

—¡Eres una vieja bruja!. —grito Katsuki.

—¡¿Qué, ya no soy mamá?!.

—¡Cállate y lárgate, y todos ustedes extras mueranse!

—¡Je, ya te quiero ver decir eso frente a tu algodón de azúcar! —fue lo que dijo Mina antes de salir huyendo de ahí seguido del resto de sus amigos y los padres de Katsuki.

Cuando se encontró solo, Kacchan junto sus manos en signo de rezo, le agradeció a todo lo divino que existía por haber protegido a su pareja.
Ahora solo quedaba recuperarse lo más rápido posible para ir a verlo.

• • •












Izuku despertó un mes después. Recuerda perfectamente ver a su mamá llorar al lado de la cama, ella sollozaba como si hubiese estado esperando lo peor, Izuku le regaló el intento de una sonrisa, ella le abrazo con el cuidado de no lastimarle.
Izuku se sintió mejor al verla sonreír. Era medio día cuando su cuerpo decidió que ya habia sido mucho reposo, aún se hallaba bastante desorientado, andaba con una mascarilla respiratoria, su cuerpo estaba tan entumecido que quiso moverse, pero los médicos se lo impidieron ya que aún debia permanecer a lo mucho una semana en observación.

El acepto, le dolía respirar, debido a la herida que apenas había sanado, hizo una mueca cuando miro que tenía un par de cicatrices nuevas en los brazos. Su habitación estaba llena de flores y obsequios que muchas personas y conocidos habían enviado.
Esa tarde casi noche recibió la visita de All Might, su mentor parecía tan aliviado de verle por fin consciente, incluso derramó un par de lágrimas al verlo mejor, su madre había entrado para ver cómo se hallaba, Midoriya Izuku no pudo evitar notar como su mamá y All Might se miraban de cierta forma que lo puso incómodo.

Todo la habitación se llenaba de corazones cuando esos dos se miraban.

—Ajam. —exclamo cuando los dos adultos salieron de su trance todos avergonzados—. Gracias por venir, All Might. —su tono de voz salió un tanto mas serio, no lo culpen, después de todo el a veces podía ser celoso si se trataba de su madre.

—Bien, entonces me retiro. —se apresuró a decir Toshinori—. Inko, ¿Te apeteceria tomar algo?. —Izuku se mordió la lengua ante el atrevimiento.

—Eso estaria bien, Toshinori. —el peliverde rodó los ojos, ya que podía hacer.

—Por cierto, Joven Midoriya, ¿Bakugou-san no ha venido a verte?. —Izuku desvío ilegible la mirada, no sabía que había sido de Kacchan en todo ese tiempo, cuando despertó lo primero que hizo fue preguntar por el. Su madre le había dicho que se había recuperado hace más de dos semanas y había empezado a trabajar hace una, no mentía al aceptar que lo decepcionó un poco al no verlo por los alrededores.

—A de estar ocupado, me gustaría dormir un rato. —se digno a responder muy bajo, intento sonreirle a los dos adultos quienes no muy convencidos prefierieron dejarlo pasar.

—Regresare en un rato cariño. —aviso su mamá, Izuku negó. Ella se veía tan cansada y las ojeras en sus ojos eran muy notables.

—Ve a descansar mamá, lamento haberte preocupado. All Might, llévala a casa, por favor. —el héroe retirado acepto con una sonrisa para nada discreta.

—Esta bien, pero vendré mañana. Cualquier cosa me llamás. —el asintió, su mamá le dejo un beso en la mejilla y luego se marchó al lado de All Might.

Cuando ambos adultos se fueron, suspiro, porque en aquella habitación llena de presentes y flores, se sintió muy solo. Habia estado inconciente un mes entero, no pensó que sus heridas fueran tan graves, debió suponerlo, después de todo cuando estuvo soterrado levemente recuerda solo la mitad del tiempo que estuvo bajo tierra, el resto estába tan borroso en su cabeza, debió estar inconciente el resto del tiempo.

Kacchan de seguro estuvo muy molesto con él por haber perdido la conciencia tan rápido, se sentía inquieto cada que pensaba en el rubio. Instintivamente llevo la mirada a su teléfono, su mano pico cuando quiso tomar el aparato y marcarle a su número, una ansiedad horrible lo golpeó cuando quiso oír la voz del otro.

Pero se detuvo de cualquier acto, de seguro él rubio debía estar ocupado o molesto con él. Cualquiera de las dos.

O quizá solo era miedo de su parte.
No lo sabía, no quiso saberlo, por eso mismo decidido cerrar los ojos y dormir.

Le dejaría sus problemas amorosos a su yo del mañana.








• • •

Despertó de nuevo a eso de la una de la madrugada con un peso extra sobre de el. Izuku parpadeo somnoliento y con una liga de saliva en la boca, él se dio cuenta que estaba durmiendo de lado y que unos brazos rodeaban su cintura, además de una tenue respiración en su cuello que lo hizo temblar.

Sus labios temblaron cuando se atrevió a encarar a quien estaba detrás. Kacchan dormía tranquilamente mientras lo abrazaba. Izuku no pudo decir nada por largos minutos, solo pudo observar el rostro tranquilo del chico que dormía a su lado.
Se atrevió entonces a pasar delicadamente su mano por el rostro ajeno, las luces estaban apagadas y solo la luz que se escabullia por las ventanas y por la puerta alumbraba levemente la habitación.
Kacchan se veia tan cansado porque no despertaba con su toque, Izuku se mordió los labios al ver que el rubio tenía cicatrices en el cuello y de seguro en otras partes del cuerpo. Tenía bolsas debajo de los ojos, pero aún así se aferraba a la cintura de Izuku como si su vida dependiera de ella.

Izuku respiro intranquilo, las ganas de llorar le ganaron más y cuando menos lo noto lágrimas caían por sus mejillas y mojaban su rostro. Como pudo se dio vuelta en la cama, la mascarilla estorbaba, quería oler el dulzón aroma de la piel del otro y con cuidado de no despertarlo, se quitó la mascarilla, pego su rostro a la piel de Bakugou, con delicadeza le abrazo para estar más cerca. Izuku respiro mucho más tranquilo porque Kacchan estaba bien, su Kacchan estaba bien y estaba con el.

—¿Cuánto llevas despierto?. —se asusto un poco cuando escucho la voz estrangulada por el sueño de Kacchan. Izuku se escondió más en su cuello.

Kacchan en su lugar, escondió su nariz entre la cabellera verdosa del otro, tenía la ojos entreabiertos, la mirada perdida en la oscuridad, pudo sentir humedad en su cuello, Izuku lloraba, su cuerpo temblaba pero aún así no se alejaba.

—Desperte... hace un momento. —respondio el pecoso.

Katsuki no dijo palabra alguna, se dedicó a acariciar la espalda de su chico con vehemencia, recorrió la cicatriz que había quedado por el accidente, Deku tembló ante el toque.

—Tu mamá me llamo hace poco, me dijo que despertaste, no dudé en venir enseguida. —conto el rubio con la voz cansada.

Eran las seis o siete de la noche cuando el se dirijía a su apartamento, se encontraba cansado y bastante frustrado, ya que no le permitían ver a Deku, la tia Inko se lo habia negado ya que el rubio no comía ni descansaba bien por estar todo el día al pendiente de Deku, iba a trabajar y después al hospital, se veia fatal, él sabía que lo estaba pero necesitaba estar cerca de su nerd cuando despertara o se volvería loco de tanto esperar. Al final Inko le había prohibido la entrada porque no quería que se enfermara. A regañadientes obedeció.

Aún así cuando recibió la llamada de que Deku había despertado no dudó en dar la vuelta y correr al hospital, se había topado con All Might y con su tía fuera del mismo, sospechosamente estaban muy juntitos, pero ese no era su asunto.
Cuando ella le dijo que podía verlo, el rubio corrió todo el recorrido hasta la habitación del nerd, solo para encontrarlo profundamente dormido.

Izuku estaba bien, eso era lo que importaba, así que permaneció callado observando su rostro dormido, sus ojos pesaban, se estaba quedando dormido el también. Así que no vio problema en dormir al lado de su novio, como pudo se acomodó a su lado, cuando menos lo noto, quedó dormido al lado de su nerd.

—Kacchan. —susurro Deku después de un rató. El peliverde elevó la mirada, Kacchan ya le miraba—. Te amo. —le dijo muy avergonzado.

Bakugou cerro los ojos, saboreo aquellas palabras con tanta pasión.

—Yo también te amo, nerd. —respondio para luego tomar el rostro del peliverde, con mucha necesidad ambos se dieron un beso que les urguia con ansias. Suspiraron cuando sus bocas se encontraron, el aliento de ambos se mezcló y el vaivén de sus lenguas provocaban un chasquido que se lograba oír en la habitación.

—Ah, Kacchan, no respiro amor. —menciono el peliverde jadeante. Kacchan gruñó cuando se separó.

—Cuando estés completamente recuperado no te vas a escapar de mi. —amenazo el rubio. Izuku río ante lo oido, asintió varias veces.

—Esta bien, supongo que lo esperaré con ansias. —de nuevo Katsuki gruñó, Izuku tenía una faceta bastante conqueta—. Se gentil, ¿Sí?

—Jodido nerd cachondo.

—No soy cachondo.

—Sí lo eres, eras tú quien me decía que quería tres bebés.

—¡Es-Espera, ¿Qué? ¿Co-Cómo sabes eso?.

—Lo importante es que ya se cuántos hijos vamos a tener.

—¡Kacchan!. —se quejo el peliverde avergonzado.

Se abrazaron de nuevo, sus cuerpos completamente pegados creaban un calorcito que los mantenía calentitos. Izuku pudo estar tranquilo, Kacchan pudo respirar aliviado. Ambos permanecieron en esa posición que los confortaban sobre esa cama de hospital, compartiendo un pequeño espacio reducido.








FIN.

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..................(1)....

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, agradezco que se hayan tomado el tiempo de leer este mini Fanfic Katsudeku.
Fue corto y con mucho fluff, en lo personal me gustó, confieso que está historia fue inspirada en un sueño que tuve donde está pareja quedaba soterrada bajo escombros y todo lo que soñé intente plasmarlo en la historia.

Gracias a las personas del grupo de Facebook, por haber apoyado la historia y siempre votar en ella. Me hacen muy feliz. 
Nos volveremos a leer luego.

Gracias.

Wuan Quidox 🍁

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