O1: Pánico.
—¡Debe ser una jodida broma!. ——grito el rubio a punto de un colapso mental, sus manos sostenían un barandal de hierro que estaba encima de él aplastando su cabeza, como pudo uso su don para hacer explotar el metal y mandarlo lo más lejos que pudo.
Katsuki gruñó destenzando sus brazos cuando logro liberarse, hecho un vistazo al edificio donde se encontraba, sentía el temblar de la estructura y como los vidrios hacían un sonido al ser movidos por el concreto. No ayudaba mucho que estuvieran dándose pequeños temblores cada cinco minutos, la estructura del lugar de por sí ya estaba dañada, si llegaba a quedarse en ese lugar de seguro moriría.
Debía salir lo más rápido posible de ahí.
Camino entre los pasillos lo más rápido que pudo, su prioridad era sacar a todos los civiles que aún quedarán, y es que maldita sea, nadie se esperaba que un terremoto de 9,8 a la escala de Richter sacudiera con violencia la ciudad de un momento a otro, es cierto que habían sido avisados todas las agencias de héroes de lo que se avecinaba y aunque lograron sacar y evacuar a los civiles a una zona segura no faltó el idiota que se quedó atrás o la gente necia que no quiso salir a tiempo. Y ahí era donde entraba él y su equipo de rescate; se habían dividido en grupos de dos y debían cerciorarse de que no quedará nadie entre las estructuras, Dynamight chequeo su reloj, debía darse prisa, le quedaban solo tres minutos para que el terremoto azotara.
—¡HAY PUTAS MADRES ALGUIEN AQUÍ!. —grito malhumorado, cuando el silencio lo invadió optó por asentir para el mismo y emprender su camino a la salida, tomo su comunicador y de muy mal humor como siempre le hablo a su compañero que también estaba en ese edificio—. ¡Deku de mierda termine en mi sector, apresurate tú también carajo! —no espero a tener respuesta, sin embargo el otro contestó como siempre con buen humor.
—¡Kacchan, también he terminado podemos irnos ya!. —le aviso, juro oir una pequeña risa de su parte.
Katsuki entro al elevador, presionó el botón de bajar y mientras aún chequeaba su reloj pudo oír en uno de los pisos que había pasado el grito de alguien, instintivamente el héroe detuvo el elevador y salió de el a toda prisa buscando aquel grito, no ayudaba mucho que el jodido edificio fuera una gran recidencial habitable donde todos los jodidos pasillos eran apartamentos, tuvo que ir abriendo puerta por puerta o mejor dicho, ir explotando puerta por puerta hasta que halló al mocoso que lloraba escondido debajo de la mesa de su casa, aterrado porque sus padres no estaban.
—¡Silencio carajo, te sacaré de aquí!. —le hizo saber, el pequeño niño asintió con mocos en la cara y se dejó llevar por el héroe profesional—. Aquí Dynamight, tengo un civil más, dile al bastardo mitad y mitad que suba a por el ahora.
—Entendido. —fue lo que obtuvo del otro lado.
Cuando hubo llegado al elevador miro que su reloj marcaba que faltaba un minuto para el sismo. Tomo al niño en brazos y con una explosión se impulsó por el edificio hacía abajo, tenía que salir lo más rápido posible de ahí se recordaba todo el momento.
Volvió a ver su reloj, treinta y dos segundos. ¡Mierda!, pensó el rubio.
Cuando llegó al primer piso quedaban solamente diez míseros segundos, ¡maldición! no le daba tiempo de salir del edificio, y aunque quisiera el terremoto los alcanzaría, fuera de la estructura divisó la silueta de Todoroki y en lo único que pudo pensar en ese momento fue en lanzar al niño fuera de ahí con toda la fuerza que podía y así lo hizo.
El mocoso fue recibido por Shoto en brazos para que no se lastimara. Katsuki estaba a punto de correr a la salida también cuando las alarmas avisando el sismo empezaron a sonar, gruñó fastidiado cuando los vidrios y pedazos de concreto caían a sus lados.
—¡BAKUGO! —grito Shoto desde fuera, el otro héroe intento proteger a su compañero con un muro de hielo pero este se rompió cuando una viga callo ocasionando que se creará polvo.
Katsuki Bakugou como pudo intento buscar la salida pero ya era tarde para eso, el héroe fue atrapado por el edificio que empezó a caerse sobre de el.
Cerro los ojos esperando lo peor, pero lo último que sus ojos lograron y alcanzaron a ver fue una cabellera de color verde sobre su cuerpo y unos rayos verdosos que se expandieron por todas partes.
|Espacio Reducido|
Lo primero que sintió al recuperar la conciencia fue un terrible dolor en su pierna, Katsuki parpadeo aún desorientado, la poca luz lo dejaba ver muy poco, sentía que el polvo se le metía por la nariz y que todo a su alrededor olía a humedad y tierra.
—Al fin despiertas. —oyó decir a alguien, el rubio llevo su mano hacia esa voz dispuesto a explotarlo pero deteniéndose en el momento en que su mirada se posó en la del pecoso que estaba frente a él—. Que bueno que recuperaste la conciencia. —le dijo Deku con una sonrisa en el rostro.
Sin embargo Katsuki no se sentía del todo bien y menos si veía el estado en el que se encontraba—. ¿Qué...? —intento preguntar pero el dolor en su pierna era insoportable y fue ahí donde por fin pudo comprender lo que estaba pasando.
Tenía la pierna fractura era la única explicación, además le habían administrado los primeros auxilios y amarrado fuertemente la herida en su pierna para que no sangrara, supo qué había sido Deku el único capaz de eso. Katsuki regreso a ver al pecoso frente a él, este aún le sonreía, parecía un poco nervioso y es que estaba seguro que Kacchan le gritaría.
—. Por favor, no vayas a usar tu don, estamos atrapados aquí y si se te ocurre alguna locura harás que todos los escombros caigan sobre nosotros. —advirtio Deku sonriendo grandemente.
Pero Katsuki no prestaba atención a lo que Deku le decía, el... él estaba mirando como del pecho de su compañero salia sangre, más bien su traje estaba manchado de sangre en muchas partes—. Deku. —pronuncio lentamente, rechinó sus dientes en puro acto de impotencia al no saber que decir o hacer, se había quedado en blanco, aún así quería una explicación.
—Un hierro casi perforó mi pulmón cuando el edificio se nos vino abajo, yo no lo saqué pero por el impacto de la caída... bueno el hierro salió solo, ¡Pero no te preocupes que no es nada grave, la sangre que vez es de mi cabeza así que no te preocupes no es nada grave Kacchan, me preocuparía más por tu pierna, un pedazo de concreto callo sobre de ella, intenté que no pasará pero no pude evitarlo, todo el peso estaba sobre de mi y mi prioridad era que no murieras! —dijo el héroe.
Kacchan frunció el ceño, apretó las manos y empezó a maldecir a todo pulmón—. ¡Me importas una mierda no estoy preocupado por ti, y deja de murmurar como idiota!.
—¡Ah, oh, sí, sí!. —se digno a responder muy nervioso el pecoso—. Pero solo para que estemos en la misma página, por favor no hagas ninguna explosión o todos los escom...
—¡Ya sé maldición, se caerán sobre nosotros, ya sé!.
—Bien. —murmuro.
La única distancia que los separaba eran unos veinte centímetros, podían oír sus respiraciones y el sonido de sus corazones latiendo rápidamente por el pánico que sentían. Ninguno iba a aceptar que estaban aterrados de lo que estaba pasando. ¡Carajo estaban soterrados a saber cuántos metros bajo tierra!
—Mido... ya... dori... ¿Me oyes?... ¿Ahí me... Oyen?. —Izuku busco por el suelo el sonido de su intercomunicador, cuando lo tuvo en sus manos el aparato estaba casi roto y apenas funcionaba.
—¡Hola, ¿Me oyen?. —intento comunicarse, la estática era lo que más se escuchaba hasta que la señal pareció funcionar milagrosamente.
—¡Midoriya, gracias al cielo estás bien!. —escucho la aliviada voz de Iida del otro lado.
—Iida-kun, bueno, si y no, pero Kacchan está conmigo. —se apresuró a decir.
—Bakugou está contigo, esa es una buena noticia. Fue difícil comunicarnos con ustedes, después de que el edificio cayera tuvimos que evacuar y por órdenes de los superiores no podemos acercarnos al lugar del desastre hasta dentro de unas horas porque el sismo continua.
—Lo comprendo. —fue lo único que pudo decir, estaba decepcionado de la noticia, miro como Kacchan fruncía más el ceño ante lo informado y de un rápido movimiento le arrebató el aparato al peliverde—. ¡Kacchan! —se quejo.
El otro lo ignoró y prosiguío a hablar el—. Escucha atentamente cuatro ojos, deben sacarnos de aquí, el maldito nerd está en estado grave y los escombros están por caernos encima.
—¡¿Qué? ¿Midoriya está bien?!. —oyó que dijo otra voz, debía ser la cara redonda—. ¡Deku-kun, resiste!.
—¡Cállate carajo!. —grito el rubio en su lugar.
—Uraraka-san tranquila estoy bien, Kacchan solo exagera. —se apresuró a decir Izuku un tanto nervioso, Katsuki lo vio mal pero comprendía que el peliverde no quería preocupar a los demás.
—Empezaremos con el rescate lo más rápido posible, no se preocupen por ello. Ustedes solo enfoquense en mantenerse con vida. —contesto Iida, su voz sonaba más seria ahora con un tono preocupante en ella—. Pero lastimosamente tengo que informarles que nos tomara un par de días poder sacarlos de ahí.
—¡¿Qué?!. —esta vez ambos gritaron, no, eso debía ser una broma. No podían esperar tanto.—. ¡Debe haber otra forma para sacarnos antes, maldición te dije que el Nerd está grave ¿Es que acaso no entiendes? Tiene el jodido pulmón perforado y yo la maldita pierna destrozada!.
—¡Lo comprendo perfectamente, pero no podemos ahora mismo, siguen habíendo sismos y si por accidente pisamos mal podemos terminar matandolos a ambos, la búsqueda para su rescate empezará por la madrugada. Por favor comprendan!. —exaltado el antiguo delegado de la clase se expresó, Katsuki no supo que hacer ya que el idiota tenía razón. Solo le tocó tragarse todas sus groserías.
—Solo... Solo apresurense. —así dio por finalizada la comunicación. Miro de reojo como Deku se hacía chiquito en su lugar, no se atrevía a mirarlo a la cara.
El pobre chico respiraba con dificultad, estaba herido por todas partes pero esa herida que golpeó su pulmón era la que más le preocupaba, se notaba que había pasado la piel y llegado al órgano respiratorio con facilidad y aunque solo perforó débilmente el pulmón eso ya era algo grave en la situación en la que estaban.
El aire escaseaba, no tenían agua ni alimento para todos los días que estarían ahí, y maldición el espacio se caía a pedazos. Si lo calculaba eran aproximadamente un metro y medio de ancho y uno de largo.
Katsuki escupió un par de groserías mientras veía a Deku murmurar, el peliverde estaba entrando en pánico, el rubio lo conocía.
—Tengo miedo Kacchan. —confeso el pecoso.
El rubio trago pesado con un fuerte nudo en la garganta y un dolor en el pecho—. Yo tambien Deku.
Debían sobrevivír se prometió el rubio, cueste lo que cueste sobrevivirán ambos en ese espacio reducido.
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
/
....................(1)....
Espero disfruten este pequeño Fanfic Katsudeku. Es el primero que escribo, espero hacerlo bien.
Gracias por leer. 🍂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro