What if..[Ryuuzaki] 🐉🌸
Hola mis queridos uwu
Espero estén muy bien :3
En la noche me llegó inspiración para hacer esto(?)
así que espero me haya quedado bien. 🤠👍🏻
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¿Qué pasaría si..Ryuuzaki hubiese vivido con Aleena y Eliza?
...
No sabía que en algún momento yo podría tener la oportunidad de conocer a alguien tan especial como lo era ella..
Mi sonido favorito era el viento danzar entre las flores..hasta que un día escuché su dulce y encantadora risa. Y supe que me había enamorado de ella..
Desde ese entonces, juré cuidaría a Aleena con todo mi amor..hasta el día en que el universo la hiciera marcharse, no solo de mi lado, si no también de la vida..
¿Era justo? No, no lo era.
Pero desafortunadamente..ni con toda la suerte que surge por mi sangre, podría garantizar mi felicidad eterna.
Ryuuzaki se encontraba sentado sobre un trono que era de madera, en el que inclusive salían raíces con hermosas hojas.
Se veía algo ido, como si de repente se hubiese quedado congelado. Hasta que sintió unas pequeñas tiradas a su abrigo.
Cuando agachó la mirada, notó a Eliza. Quien era su pequeña princesa..su amada hija.
Una pequeña dulce y encantadora de hermosas púas rosadas que caían como hondas suaves, al igual que tenía unos radiantes ojos como los de su padre, salvo que los de ella reflejaban más ternura.
– Papi..¿A donde fuiste?..Llevo rato pidiéndote que juegues conmigo..—mencionó la pequeña con timidez y dulzura, llegando a agachar sus orejas—.
– Mi amor, yo..—suelta un suspiro pesado y agita la cabeza, para después levantarse y cargar a su pequeña hija con delicadeza—. Lo siento, estaba pensando en unas cosas..
–..¿Estás bien, papi? —ladea con suavidad su cabecita, hasta acostar un costado de su rostro en el pecho del mayor—.
– Si, no te preocupes..—sonríe algo enternecido al verla y acaricia su cabecita, empezando a caminar con ella mientras los animales del bosque le daban paso al rey junto su princesa—.
Eliza desde que nació se volvió mi tesoro más preciado, uno que tendría el mayor de mis cuidados.
Ella tenía mucho de mi..tenía mis púas, mis ojos..podría decir que también tenía la misma cara de enojo que yo cuando algo no le gustaba. Y por supuesto, amaba la naturaleza..
Mientras que de Aleena, tenía su dulzura y gentileza, al igual que su inmenso amor por la magia..y por supuesto, su apetito. Y después dicen que nosotros los dragones comemos en cantidad..
Pero apartando eso, era una niña muy hermosa, tanto por dentro como por fuera..No podía sentirme más feliz con la familia que estaba conmigo cada nuevo día.
Pronto, el pelirosa llegó a un lago con cisnes y flores, en el que solía jugar muchas veces con Eliza.
– ¡Un cisne! —sonríe encantada y mira hacia este con maravilla—. ¡Papi, papi, papi!, ¡mira!
– ¡Son preciosos!, ¿verdad que sí? —le habla de forma baja con sorpresa y dulzura, hasta que la baja con cuidado—. Muy bien, mi princesa. ¿A qué jugaremos hoy?
– ¡A la fiesta del té! —dice sin quitar su tierna sonrisa, dirigiéndose a una pequeña mesita con sillitas donde tenía un juego de té y algunas muñecas en ciertos puestos—.
Ryuuzaki suspiró con una sonrisa y fue hacia ella, sentándose en el pasto sobre sus piernas.
– Papi, en la fiesta del té se sientan en las sillas..no en el piso..—ladea la cabeza confundida al no entender porque estaba sentado en tal sitio—.
– ¿Eliza, cómo esperas que me siente en unas sillas donde apenas entran tus muñecas? Me siento en una y podría rompértela, corazón..—le menciona de forma suave hacia ella—.
– Pero eres mi invitado de honor..—baja las orejitas y aparta una corona de flores de la silla que era de ella, la cual era más grande en comparación de las de muñecas—. ¡Ten, hoy tú serás el rey de la fiesta! —sonríe con dulzura y arrastra como puede la silla hacia él—.
Minutos después, Ryuuzaki estaba sentado en la silla que su hija le había dado. Al principio se había negado..pero no podía batallar contra un "él" versión pequeña..pero más dulce. Así que no le quedó de otra y terminó por sentarse en esta, teniendo la corona de flores en su cabeza.
– ¡Maravillosa fiesta de té, majestad! No sabía que esta agua de charco podría ser tan exquisita..—sonríe hacia la pequeña mientras dejaba la taza de té en la mesita, la cual estaba vacía..ya que cuando creía que la pequeña no lo veía, regresaba el agua a la tetera—.
– Muchas gracias, majestad. —sonríe hacia él y le hace una reverencia—. ¡Es agua del hogar mágico de Lily! —toma su muñeca la cual era una encantadora sirena de cabellos rojizos y cola verde—.
– ¿Y donde vive la princesa Lily?, ¿en qué parte de este mágico bosque habita ella? —sorprendido al escucharle y la mira con intriga—.
– ¡Aquí! —corre emocionada hacia un charco de agua con tierra, hasta que se detiene al borde y apunta este—.
Ryuuzaki se quedó mirando a Eliza con risas, ya que le hacía gracia que no le diese asco un charco con agua sucia.
Aunque..también le preocupaba el que precisamente no le tuviese asco y creyese que era buena para ella esa agua.
– Es un encantador hogar, espero un día poder visitar el castillo de la princesa Lily..—menciona de forma dulce mientras apoyaba una de sus mejillas en su mano cerrada, la cual estaba apoyada sobre la mesita—.
– ¿Uh?, ¿qué dices? —se sorprende al ver a su muñeca y acerca su oído a la boca cosida de Lily, para después alejarse y asentir con la cabeza—. ¡Dice que te espera con ansias! —sonríe con ternura hasta que nota a su madre llegar—.
– ¿A qué juegan, mis amores? —se termina de acercar hacia Ryuuzaki y suelta leves risas al ver como tenía la corona de Eliza—.
– A la fiesta del té..nuestra hija intoxica a sus invitados con agua de tierra..—le susurra lo último con una sonrisa un tanto nerviosa—.
– ¡Eliza!, ¿has tomado agua del charco otra vez? —dice preocupándose y yendo hacia ella—.
–..Nopi..—roza discretamente su mejilla con la manga de su vestido, para así quitarse unas pequeñas gotas de agua—.
– Hija, esa agua no se toma..—suspira con pesadez y la aparta del charco—. Te vas a terminar enfermando del estómago.
– ¡Pero mamii..! —baja las orejas y suspira pesado—.
– Ningún ningún, Eliza. Puedes jugar, pero no sigas tomando de esa agua..¿Entendiste? —alza una ceja y pone una de sus manos en la cintura—.
–..Si mami, no lo haré de nuevo..—agacha la mirada y asiente con su cabecita, al igual que agachaba sus orejas—.
– Ven aquí, cariño. —le susurró Ryuuzaki con gentileza, acercándose a la pequeña y cargándola—. Me parece que a tú madre le hace falta relacionarse más con la naturaleza..
– ¿Ryuuzaki, qué estás diciendo? —entrecierra los ojos y pasa a cruzarse de brazos—.
– Que Eliza evidentemente tiene una conexión con la naturaleza..de manera más especial. Y creemos que tú también necesitas relacionarte más con ella..—le menciona con tranquilidad mientras camina junto Aleena al lago que tenían enfrente, sin dejar de cargar a Eliza—.
–..Amor, ¿cuantas tazas de agua de charco le diste a tu papá hoy?..—sonríe un tanto forzada mientras miraba a Eliza sin comprender—.
– Seis..pero él me echaba las tazas de té a la tetera cuando no lo veía..—frunce un poco su carita y mira hacia otro lado—.
– Cariño, n-no lo hacía por mal..—sonríe algo nervioso al ver a Aleena nuevamente—.
– ¿Entonces se puede saber qué locuras estás diciendo? No le hagas ver normal a tu hija el que se lleve esas cosas a la boca..—frunce la mirada hacia él, mencionándole todo lo dicho en forma baja—.
– Solo digo que tu también necesitas tenerle ese amor a la naturaleza..—sonríe algo divertido y al llegar al lago la empuja—.
Aleena se quedó sorprendida al ver que su esposo la había tirado al lago, quedando totalmente empapada. Pero a manera de venganza, fue saliendo entre risas y tomó a Ryuuzaki del cuello de su abrigo para tirarlo con ella al lago.
Ryuuzaki al notar que Aleena le estaba jalando para mojarlo también, trataba de evitar el reírse por ello mientras intentaba alejarla, aunque le fue inevitable no empezar a reír por lo divertido que le parecían esas bromas con su esposa.
Eliza solo miraba entre risas tiernas y emocionadas al ver como sus padres se jaloneaban, ya que el que Ryuuzaki se moviese la hacía sacudirse también y por lo tanto, hacerla reír.
– ¡Los tengo! —sonríe con victoria al ver que cuando se tiró nuevamente al lago, logró hacer que Ryuuzaki cayese a este junto a Eliza—.
El erizo al caer hacia el agua, prefirió caer de espaldas para dejar a Eliza en su pecho y así esta no se hiciera daño. Hasta que ambos terminaron dentro del lago empapados junto Aleena.
– ¡Ya vas a ver! —ríe con entusiasmo el erizo al ver a su esposa reír por lo que hizo, a lo que dejó un momento a Eliza y se fue con algo de dificultades tras ella por la pesadez de su ropa mojada—.
– ¡Ah, no! Eso si que no —empezó a correr como pudo entre el lago, soltando risas divertidas al ver que Ryuuzaki llegaba a lanzarse incluso para atraparla pero no lo lograba—.
Eliza solo se quedaba viendo como sus padres jugaban en el lago, llegando a soltar muchas risas por lo divertido que se veía. Amando sin dudar..aquella relación amorosa que se tenían.
Antes de anochecer, ambos adultos se dirigían a un gran árbol en el que brillaban luciérnagas y algunas velas. Mientras cargaban a Eliza la cual por haberse cansado, quedó dormida.
– Yo me encargo de prepararla para dormir..¿Esta bien? —le susurra con suavidad hacia el erizo, quien asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa—.
– De todos modos estaré ahí para ustedes..en dado caso necesites de algo para Eliza. —susurró de vuelta hacia ella, hasta que entraron por una puerta del tronco del árbol y subieron unas escaleras—.
Pronto, la pequeña estaba acostada en una suave cama de color crema, mientras tenía una pijama color celeste y su suave cabello permanecía esparcido por su almohada.
– Duerme bien, mi lucerito..—menciona de forma suave la peli morada, la cual terminó de arroparla bien y besó con cariño su frente—.
– Descansa, cariño..—susurró de igual forma que su esposa, mientras daba otro pequeño beso en su frente y ponía algunas almohadas alrededor de Eliza—.
Alenna salió del cuarto con Ryuuzaki, para luego tomar su mano y dirigirse con él hacia la habitación donde dormían.
– Ha sido un largo día..—forma una sonrisa pequeña hacia el erizo y suspira levemente—.
– Sin duda..pero fue sin duda uno de los mejores que he tenido..—le sonríe de vuelta y acaricia su mejilla con delicadeza—.
Todo ese día fue perfecto, no hubo un momento donde los dos seres que más amaba en el mundo, no me hicieran reír..
..pero ni el rosado de mis flores podían permanecer intactas para siempre.
Evidentemente, los años fueron pasando..¿Era idea mía o los años en donde más me sentía feliz parecían irse rápido como el viento?..
Sabía que en algún momento Eliza iba a crecer y a formar su propia vida..pero no sabía que se iría de la casa tan pronto..
No hay noche en la que no pase por su habitación..notando todas las muñecas que tanto amó de niña..ahí, acomodadas en repisas polvorientas.
De vez en cuando lograba verla de nuevo y cada vez que la veía..mis ojos seguían contemplando a aquella pequeñita y dulce niña, la cual amé con toda mi vida.
Y como era de esperarse..el tiempo fue haciendo lo suyo..se iba llevando todo..
Mientras yo me mantuve relativamente joven por ser una criatura inmortal..Aleena con el pasar de los años fue envejeciendo y sintiéndose cada vez más cansada.
Una noche, le dije lo mucho que la amaba..sin saber que sería el último te amo que podría decirle a mi esposa en la vida. Y su ida fue un choque emocional muy fuerte para mí.
...
¿Mi sonido favorito cuál era?, ya no lo sabía..ya no podía oírla.
...
Oh, pero esperen. Quedaba aún Eliza..
Mi hija, al tener de mi sangre podría vivir más años que el resto..pero en algún momento, ella partiría a donde su madre.
Permanecí cada momento con Eliza, haciéndola reír así como ella me animaba a mi. Hasta que pronto, su largo cabello rosa se había teñido de blanco..al igual que su apariencia joven se había envejecido.
Esperen..¿Otra vez el tiempo pasó rápido?..¿Ya se iba a ir lo único que conservaba viva mi felicidad?..
Pues si, así pasó, aunque la ida de mi hija me dolió aún más. Debido a que no esperaba tener que enterrar yo mismo a mi pequeña un día..
Ese día cuando enterré a Eliza, no sólo murió mi hija..si no también gran parte de mi. Pero ni el horrible dolor que me ocasionó la muerte de mis dos únicos amores terminaba de acabar conmigo..
Me quedé solo, al final. En el bosque donde pasaron los años más felices desde que existí..contemplando hecho pedazos aquel lugar cerca del lago donde Eliza amaba jugar con Aleena y conmigo.
..Volví a ser el Ryuuzaki de hace siglos..alguien cerrado con el querer conocer a los mortales mucho más allá de mi deber como la criatura mitológica de la suerte.
Y que a pesar de todo..quizás podría decir que tuve suerte.
La suerte..de haber tenido una familia.
La suerte..de haber conocido a una mujer tan especial como lo fue Aleena..
Y la suerte..de haber sido padre de una niña tan especial y hermosa como lo fue mi Eliza.
Y esto lo escribí en un diario.
Antes de rogarle a los Dioses mi extinción..
Para así, irme a descansar..
Donde estaba la verdadera felicidad eterna..
...Donde estaba mi familia.
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Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola.jpg 🤠
Edmond: ..Necesitas terapia.
Arlin: No son ni las 10 am y ya andas publicando cosas así ._.
Edmond: Qué podríamos esperar de la persona que te creó.. 😃
Arlin: Decepción, cómo la que me causas tú por el insignificante ser que eres.. (:
Edmond: Te causo decepción? Pero como notas esas horribles cosas si eres ciega? -hace un gesto de sorpresa-
Arlin: No necesito de ojos para oírte la lengua que tienes..👍🏻
Yo voy a terapia y ustedes también >:v no les parece que es muy temprano para pelear? 7^7
Ambos: Noup. 😃✨
..hay muchos problemas en esta familia disfuncional.jpg xd
Pero bueno, por lo menos despídanse 7^7
Edmond: Au revoir! [Adiós!] -guiña suavemente el ojo y se va-
Arlin: Sayōnara..[Adiós..] -sonríe ligeramente y persigue a Edmond con tranquilidad-
Esta niña >:')
Ahora si, adiooos :'3 que Arlin sin supervisión hace desastres 😀/c va con la chancla
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