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Kawaisōna neko [one short]

Era una noche oscura y fría en la ciudad de Tokyo, según los reportajes del clima, se temía que pronto empezaría a llover. Muchas personas parecían estar tranquilas ante el pronóstico del clima, ya que vestían para la ocasión al ser temporada de lluvias.

Sin embargo, había un pequeño felino castaño de ojos color verde oliva, el cual tenía su cabello desordenado y uno de sus ojos permanecía ciego. Este niño era Nean Katsumi.

Nean estaba caminando con un camisón viejo y grande que sacó de la basura, debido a que estaba sumergido en una pobreza extrema, así que no le tocaba de otra que sobrevivir con lo que encontraba.

¿Donde estaba su familia? Asesinada... Por manos de una pavo real que le cambió la vida por completo. La cual fue la principal causante de no solo la soledad que le acompañaba a Nean, sino también, de condenar a este a su abismo emocional.

Mientras Nean caminaba con miedo por las calles, se detuvo un momento frente un negocio de programas, en el que justamente estaban transmitiendo Candy Candy.

"Si quieres reir
Descubre la alegría de soñar
Un mundo de aventuras sin igual
Junto a mi, a tu amiga Candy🎶"

¡Candy Candy! —sonrió emocionado al reconocer la canción, por lo que se detuvo enfrente del televisor para poder verla—.

Nean se quedó contemplando con curiosidad lo que sucedía en ese episodio, pero deseando internamente el que aquella rubia pecosa lograse por fin estar con Terry.

Mientras el pequeño seguía mirando la televisión, logró escuchar los relámpagos que amenazaban con caer, por lo que se asustó y se abrazó así mismo.

— O-Oh... Será mejor que siga... —suspiró un tanto desanimado y agachó sus orejas, él deseaba ver un poco más de televisión, pero sabía que le caería fatal el que llegase a enfermarse por la lluvia—.

Después de unos segundos Nean terminó por seguir con su camino, mientras intentaba buscar con la mirada alguna cosa para poder comer.

Por un momento se detuvo entre la basura, así que había empezado a mover las cosas a ver si encontraba algo, para así al final lograr conseguir una dona a la mitad y un cuarto de pizza.

— Ohh... ¡Que suerte, hoy si conseguí algo para cenar! —sonrió de forma amplia y terminó por salir de aquel basurero, para después sentarse en el piso y comer con algo de desesperación aquellos alimentos—.

Pero tenía mucha hambre... Realmente había estado todo el día sin comer. Y una vez se acabó aquellos alimentos, formó un gesto triste en su rostro.

— ... Me lo hubiese comido más lento... —agachó sus orejitas y soltó un suspiro pesado, hasta que notó que se encontraba cerca de un kiosko—.

Con toda la vergüenza que tenía, decidió ponerse de pie y dirigirse hacia aquel sitio que llamó su atención. Una vez llegó a este, entró en silencio y empezó a buscar con la mirada a alguien, pero no encontraba a nadie.

— ¿Hola? —se asomó con su rostro inocente hacia uno de los pasillos, sintiéndose muy confundido al no ver ni escuchar a nadie—.

Nean empezó a caminar con cuidado por aquel pasillo, hasta que llegó a unos estantes que mostraban papitas y otras chucherías. Por un instante casi agarra una de estas, hasta que logró notar unos bocadillos de atún.

— ¡Uww! —se acercó con prisa y los tomó con cuidado, contemplándolos con emoción—. Atuuun~ —susurró hacia si mismo mientras iba formando una sonrisa—.

El pequeño se quedó con la bolsa y siguió caminando por aquel pasillo, todo le parecía realmente delicioso y apetitoso, pero sabía que ya se excedía enormemente con aquellos bocadillos de atún.

— Ya mejor lo olvido... —bajó su mirada con pena y suspiró, hasta que notó el sector de peluches y volvió a entusiasmarse—.

Todos los peluches le parecían hermosos, pero hubieron dos que le llamaron la atención... Y se trataban de dos gatos con ojos verdes, los cuales se veían muy tiernos. Nean dejó los bocadillos por un momento y tomó aquellos suaves peluches, a los cuales miraba fascinado.

— ... Se parecen a mami y a papi... —los acercó más hacia él y los abrazó con suavidad, hasta que pronto terminó por hacer más fuerte el abrazo —.

A Nean le fue inevitable no empezar a llorar al abrazar aquellos peluches, anhelaba que estos también pudiesen abrazarlo y decirle que lo amaban... Así como lo hacían sus padres. Él se sentía bastante solo sin ellos, ya que evidentemente no tenía a nadie.

Pasaron unos minutos y Nean se mantuvo sentado en el piso, mientras esperaba al encargado del kiosko para preguntarle si podría regalarle los bocadillos. Aunque su corazón de niño también anhelaba poder quedarse con los peluches...

— Ha tardado mucho el dueño... Y no quisiera robarle... —les susurró a los peluches con desánimo, a los cuales no dejaba de aferrarse—.

Mientras Nean seguía esperando pacientemente, llegó a escuchar algunas risas que lo desconcertaron. Por lo que terminó asustándose y miró hacia varios lados.

— ¿Q-Quién anda ahí?...

" Se murieron por tu culpa, Nean~ "

¿¡Quién está ahí!? —gritó entre lágrimas al sentirse bastante nervioso, por lo que su reacción fue levantarse y empezar a temblar—.

" Si tan solo no me hubieses abierto la puerta... Quizás tus padres hubiesen quedado vivos por más tiempo~ "

Nean sintió que el corazón se le empezó a acelerar, ya que aquella voz en su cabeza le recordaba mucho a cierta mujer...

— ¡N-No, no fue mi culpa! ¡Déjame en paz por favor! —empezó a gritar entre sus lágrimas mientras empezaba a retroceder, hasta que sintió que chocó contra alguien—.

Se quedó congelado al no saber contra quién chocó, pero había algo en el ambiente que lo hizo tensarse... Y pudo notar segundos después, como una pluma de pavo real pasó frente sus ojos de manera suave.

Nean se quedó pálido al ver aquello, hasta que alzó la cabeza y pudo notar a Arlin. La cual le parecía bastante alta y temeraria.

— ¡N-No! ¡Aléjate de mí! —le gritó con pánico y horrorizado, hasta que empezó a retroceder de ella y chocó contra alguien más. Para cuando se volteó a ver, era Arlin nuevamente—. ¡DÉJAME YA! —se le quebró su voz empezando a llorar con miedo, notando como alguien entró a la tienda —. ¡A-AYÚDEME, POR FAVOR!

Nean corrió desesperado hacia donde creía que estaba aquella persona que entró recientemente, hasta que se terminó por acercar a una silueta que llevaba bata de doctor.

" En qué puedo ayudarte, mi pequeño adorado?~ "

El castaño se quedó abrumado al ver que aquella silueta se volteó hacia él, volviendo a revelar el que era Arlin. Hasta que notó como su bata de doctora estaba teñida de sangre... Y atrás de ella, se encontraban sus padres tendidos en el piso.

Estos últimos estaban encima de un charco de sangre, al igual que tenían sus ojos totalmente huecos. Ya que la pavo real se los había arrebatado una vez los asesinó.

Nean rompió nuevamente a llorar apenas vió aquella imagen nuevamente, por lo que se lanzó hacia sus padres deseando que fuese una mentira.

" Nos mataste, mi amor... " —le susurró la imagen de su madre muerta, la cual permanecía con el rostro de terror cuando Arlin la mató—.

" Eres la personificación de la decepción, Nean... " —mencionó seguidamente su padre, el cual tenía un gesto de shock—.

— ¡Y-YO NO FUI! ¡YO NO QUISE QUE FUESE ASÍ! —les gritó entre sus lágrimas mientras los abrazaba con fuerza, notando que las tres Arlins se le pusieron encima—. ¡VÁYANSE! —se volteó hacia ellas con desesperación, empezando a tirarles las cosas que tenía cerca—.

...

— ¡Se volvió loco! Empezó a gritar cómo si hubiese visto un demonio... ¡Hablaba solo y de repente abrazaba a la nada! —gritó una señora con angustia hacia el reportero. El cual estaba transmitiendo la noticia de que un niño tuvo alucinaciones y atentó contra las personas que querían ayudarle—.

— Se tiraba al piso y pegaba gritos en descontrol... Honestamente nos dejó a todos muy abrumados. Y-Yo admito que me sentí bastante incómodo... —dijo otro señor el cual estuvo presente en la situación con Nean—.

— Ese niño es un enfermo mental... ¡Debería estar metido en un psiquiátrico, es peligroso que ande solo y en esas condiciones! —comentó a la cámara el que estaba encargado esa noche del kiosko, el cual se veía molesto—.

— Bueno, ustedes ya lo han visto. Se teme que podría tratarse de un niño callejero probablemente esquizofrénico. —se volteó hacia la cámara el reportero, mientras mantenía un gesto neutral—. Según nos informan, el encargado del kiosko había llegado después de repartir unas entregas. Notó que el niño estaba sólo y se le había acercado para ayudarle, sin embargo, el menor empezó a gritarle y a tomar una postura defensiva hacia él. Y seguidamente mantuvo estas reacciones con los demás clientes que se habían acercado a ayudar, debido a los gritos que escuchaban provenir del local...

Mientras el reportero seguía dando la noticia, algunas personas llegaban a comentar entre sí lo que había sucedido. Habían algunos que lo tachaban directamente como un loco, mientras que otros, pensaban que era un consumidor de drogas.

Nean solo se escondía dentro de una caja atrás del kiosko, ya que habían doctores que estaban buscándolo para llevárselo... ¿Llevarlo a donde? Eso lo aterraba.

El pequeño tuvo que dejar aquel peluche que anhelaba con su corazón, ya que al momento de huir sólo le dió chance el recoger los bocadillos de atún...

Dentro de aquella caja donde estaba, Nean estaba llorando en silencio y bastante dolido por lo que escuchaba de los demás. ¿Entonces era un loco?... ¿Era un enfermo mental? ¿Era un peligro para la gente? Esas opiniones sólo lo ponían peor cada vez más y más.

Ante aquel dolor emocional, el hambre se le había "ido". Aunque realmente si la tenía, no se sentía bien como para poder comerse aquellos bocadillos, sentía que simplemente no los merecía... Que no merecía nada.

— ¿P-Por qué tengo tan mala suerte para todo?... —susurró hacia si mismo con un hilo de voz, mientras temblaba tanto por el frío como por el miedo que sentía—. Ahora entiendo porque nadie me quiere cerca... —apretó sus ojos cristalinos con fuerza, dejando desbordar las lágrimas que retenía—.

Ya para cuando pasaron algunas horas, Nean dejó de escuchar a la multitud afuera. Por lo que supuso que estos se habían ido gracias a la lluvia que ya caía sobre la ciudad.

Salió con temor de la caja mientras abrazaba su bolsita de bocadillos, hasta que finalmente se atrevió a empezar a caminar hacia otro lugar, pero logró notar como habían dejado en la basura aquellos peluches de gatito.

— ¿P-Por qué hizo eso?... —agachó las orejas y se acercó rápido a tomarlos, pudiendo notar que estaban sucios de tierra... La misma que él cargaba encima—. Lo tiró porque lo toqué... O-Oh. —miró hacia otro lado y apretó un poco su boca, hasta que finalmente tomó el peluche y se fue a donde vivía. O mejor dicho, en donde sobrevivía, ya ni le importaba mojarse por la lluvia... —.

Era un callejón oscuro y algo peligroso, ya que solían robar por este o dejar los cuerpos en los contenedores de basura. Pero era el único lugar donde encontró un hueco para poder refugiarse de su cruel vida.

No tenía mucho en donde permanecía , solo había una colchoneta en el piso un tanto desgastada. Y la dichosa puerta de su "casita" era un cartón con una manecilla dibujada.

Nean llegó a aquel lugar donde se quedaba y se aseguró de ubicar bien la "puerta". Para después irse al único rincón de aquel oscuro y frío lugar donde le llegaba la luz de la luna.

— ... Al menos los tengo a ustedes ahora... —susurró con suavidad hacia los peluches, mientras se hacía bolita en aquel rincón y se quedaba viendo a la luna—.

Nean no podía dormir, pero no era algo por sus emociones. Sino que al hacerlo, sufría de fuertes dolores de cabeza y punzadas en el pecho, al igual que soñaba con horribles situaciones que no formaron parte de lo que llevaba viviendo, pero las sensaciones que le transmitían... Lo hacían agonizar dormido.

Y esta fue una de las tantas noches donde el pobre gatito sobrevivía su día a día, en los que no sólo buscaba esconderse de los demás... Sino especialmente, de la dichosa Arlin Tsuji.

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Holaaa :3
Una pequeña muestra de la niñez de mi pequeño y pobre gatito(? u_u

Nean:... Que te den >:(

Arlin: Shh! Esas palabras no son para un niño u-u

Nean: Y ojalá tú te pudras con toda la generación que formes! >:(

Arlin: Pero y este- >Bv🔪

Eliza: SHH >Bv -la empuja por las escaleras y abraza a Nean(?- Ya ya u_u

Arlin: Ahg! >-< -choca contra el piso de abajo y gruñe con molestia- T-Te mataré, m-maldita estúpida...

Toshio: Eliza! Acabo de limpiar el piso y ya lo ensuciaste! >:( -c enoja en señor(?*

Eliza: Yo no, ella si(? :D

Arlin: O-Odiosa igual que tú...

Toshio: ... Yo lo soy aún más u-u (?

En fin xD, debo ir a atender a mi bebé a la cual posiblemente le salga un yeso(? u__u
Adiooos uwu /c lleva a Arlin con el poder del guion(?*

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