Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 4

Cora

Cora, una vez relajada en casa, recordó las palabras de su hermano: Dylan vendría de vacaciones. Intentó no pensar en lo ocurrido hace casi quince años, pero al dormirse, una pesadilla la inundó. Despertó sobresaltada, se levantó y se fue al sofá, donde finalmente logró conciliar el sueño otra vez.

Dylan

Dylan viajó desde Toronto, Canadá, hasta Londres, donde pasó unos días antes de volar hacia Almería, España. Allí lo esperaba un amigo de la infancia. Aunque se había tomado casi un mes de “vacaciones”, sabía que nunca desconectaba por completo: su móvil siempre estaba listo para atender emergencias de sus negocios.

Dylan y su socio, Joel, habían abierto un hotel en Londres hacía meses, que estaba funcionando mejor de lo esperado. Con los dos restaurantes en Toronto y el hotel, Dylan pensaba en emprender algo nuevo, esta vez en solitario. Había elegido Almería, su ciudad natal, pero aún debía valorar varios factores antes de tomar una decisión.

Sus padres lo visitaban cada dos años y hablaba con sus hermanos por videollamada. Aunque en dos ocasiones lograron reunirse todos en Canadá, Dylan apenas había compartido dos días completos con su familia. Sin pareja ni hijos, sus relaciones pasadas no sobrevivieron a su ritmo de trabajo. Su primera novia, Celine, lo dejó porque pasaban más tiempo juntos en el restaurante que como pareja. La segunda relación, organizada por la esposa de Joel, tampoco funcionó porque él no estaba realmente enamorado.

A pesar de todo, su vida profesional prosperaba. Joel ahora trabajaba solo cuatro días a la semana para estar con su familia, de la que Dylan se sentía parte. Había sido padrino de la boda de Joel y estuvo a su lado en los momentos más importantes, como el nacimiento de su hijo. Recordaba aquellos días de trabajo duro y también los nervios y alegrías compartidas con su socio.

Sam y Vicky

En la oficina, Sam intentaba concentrarse mientras Vicky, su supervisora, lo observaba desde la puerta. Ella era calculadora y dominante, y deseaba controlarlo tanto como aquella noche en su casa. Según Sam, el vino lo había nublado, pero sabía que el alcohol no era excusa. Cora, su novia, lo esperaba en casa, pero él había pasado horas con Vicky y, finalmente, se quedó a dormir allí.

—Sam, necesito tu ayuda —dijo Vicky, entrando sin avisar.

—¿En serio? ¿No puede ayudarte Eric?

—No. Quiero que me ayudes tú, y no hay peros que valgan.

—Un día de estos me iré de aquí —susurró él.

—Y lo lamentarás, Sam. Lo lamentarás.

—¿Cómo?

—Sabes lo que quiero decir. No puedes abandonarme, y lo sabes.

—Tú y yo no somos nada, y nunca lo seremos.

—¿Estás seguro? Te recuerdo lo que pasó hace dos meses.

—Estás obsesionada. Fue un error, y lo sabes.

—¿Un error? Disfrutaste como un niño. No me lo niegues. Y si te marchas, te haré la vida imposible.

—El día que me vaya, será lejos. Ni tú ni nadie sabrá dónde estoy. Aunque lo pierda todo, empezaré de nuevo.

—No me tientes, Sam.

Sam pasó el día irritado, recordando aquel error con Vicky. Sabía que debía hablar con Cora y confesarle la verdad.

Cora y el concurso

El día del concurso de repostería, Cora preparó su maleta y se dirigió al hotel donde se celebraría el evento. Había dos fases: cupcakes de creación libre y tartas elaboradas. Aunque los cupcakes no eran su especialidad, estaba más emocionada por la segunda parte.

Colocó sus utensilios meticulosamente y empezó a trabajar en su tarta. La decoración fue su mayor apuesta: un diseño otoñal con un tronco como base y hojas caídas que parecían reales. Para el sabor, usó flor Angélica, un ingrediente inusual con un toque de regaliz dulce.

El jurado, compuesto por una directora de revista, un chef repostero y su socio financiero, evaluó las tartas por presentación, sabor y técnica. Al final, decidieron dividir el premio de 10,000 euros entre Cora y otro participante, Víctor. Aunque su diseño impresionó, no estaba dispuesta a ceder su receta para un menú, algo que el jurado valoró.

La directora se acercó a Cora y le susurró:

—Tienes un gran talento. No te lo guardes. Si sigues innovando, llegarás lejos.

Cora ganó 5,000 euros, un paso hacia su sueño, pero insuficiente para montar su negocio. Aun así, decidió invertir el dinero sabiamente y buscar nuevas oportunidades.

El final con Sam

Cora caminaba por la calle cuando se encontró con Vicky, quien insinuó haber pasado la mañana con Sam. Confundida y dolida, decidió enfrentarlo. Cuando Sam fue a su casa, confesó lo ocurrido.

—Fue un error. No significa nada. Quería contártelo, pero no sabía cómo…

—Sal de mi casa, Sam. No vuelvas nunca más.

Esa noche, Cora buscó destinos para alejarse y empezar de nuevo. Aunque tenía miedo de lo desconocido, sabía que debía seguir adelante, persiguiendo su pasión y dejando atrás lo que no la hacía feliz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro