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Capítulo Tres





Hacía tiempo que no dormían tan bien. Durante tres meses se acostumbraron a dormir con la falta del otro pero siempre teniéndose en sus corazones.

Es muy cómodo y cálido. Es el lugar donde deben estar, su lugar correcto, su destino.

Entre sueños Chenle se deja impregnar por el aroma a roble y pino de su Alfa, sintiéndose protegido y amado. Su aroma a pino es agradable, energizante, que lo induce a la relajación y a la sensación de limpieza y bienestar. Y en conjunto con el roble se une un olor penetrante, a tierra, madera y hierba seca. Todo perfecto para su lindo y joven Alfa.

Cuando el sonido irritante de una alarma interrumpió sus sueños profundos, gruñe sin querer de forma adorable para el recién despierto Alfa.

Jisung apaga la alarma de su celular teniendo al más pequeño rodeándolo con sus bracitos impidiendo que se levante.

—Chenle tengo que pararme —le dice mientras suavemente intenta quitar aquellas manos encima de él.

—No, no te vayas de mi lado —puchereteo triste con los ojos cerrados y voz somnolienta.

—Tengo que ir a la Universidad, luego volveré. Sueltáme —al ver la negativa, tuvo que hacerlo a la fuerza. Se zafo del agarre del menor y se levantó.

Con su cuerpo desnudo se dirigió al baño.

Luego de diez minutos salió bañado y limpio con una toalla enrollada a su cintura.

Chenle apoya el codo encima de la almohada para recargar la mejilla en su mano, aún recostado tras las sábanas, mira con cierta molestia al más alto.

—Podríamos seguir disfrutando nuestro momento —comentó —Digo, si quieres, claro.

—Es miércoles —le recordó obvio dándole la espalda mientras rebusca la ropa que usara entre su armario. —Por cierto, no te pregunté ayer. ¿Por qué estás aquí?

—¿No quieres que esté aquí?

—Estoy feliz —reveló sincero pero su expresión se ve confusa —Pero estamos a mitad del semestre.

Chenle se recuesta para mirar el techo en silencio, por varios segundos mientras su pareja se viste —Alguien importante se murió o algo así, tengo una semana libre por luto.

—¿Y no deberías estar allá rindiendo respeto por el muerto? —frunce el ceño y lo mira.

—Ya veo que no quieres que me quede.

Jisung ladea una sonrisa —Me alegro que hayas venido —soltó con honestidad, estremeciendo el corazón del Omega.

Una vez terminó de vestirse, tomó su bolso y se acercó a su pareja para depositarle un beso en los labios —Voy a desayunar e iré a la Universidad, cuídate.

—Que mi suegro te lleve, yo te recogeré hoy.

—No, no es ne...

—Te recogeré —afirmó sin opción a cambio.

Jisung asintió y se despidió. Bajó por las grandes escaleras de su casa y llegó a la cocina. La señora de servicio justo acaba de dejar su desayuno mientras le saluda cortésmente.

Su padre se ve sentado con el celular en la mano mientras come. Sin su madre, no es nada. La casa queda en un silencio infernal haciendo falta la Omega de lindo olor a Gardenias.

—Buenos días, padre —saludó llamando su atención mientras se sentó.

—Oh, buenos días —deja el aparato a un lado y le sonríe a su hijo. —Come, te estaba esperando. Me enteré por la señora Jeon que vino Chenle —comenta refiriéndose a la señora de servicio, la cual se queda en casa y duerme junto a ellos menos los sábados y domingos que son sus días de descanso.

Jisung asiente con un ligero rubor en sus mejillas. Ayer no pensó con claridad cuando beso cada parte del cuerpo del menor en plena sala. Al menos su cerebro logró pensar mínimamente para llevárselo a la habitación.

—Si, está descansado.

—Me imagino —su padre parece saber lo que pasó.

—Se quedará una semana con nosotros.

—Bienvenido sea.

—Tambien trajo regalos pero más tarde cuando estemos todos los dará —culminó mientras come. —Oh, y llévame a la Universidad hoy, por favor. Chenle quiere recogerme después, creo que quiere salir a algún lado.

—Esta bien. En diez minutos partimos, ¿Te parece?

—Me parece bien.












—¿Te sientes bien? —le preguntó con su suave y dulce voz aquel hermoso Omega también de cabellera rosada. Su aroma dulce de fresas y rosas tan distinguido y bello como siempre. Vistiendo su ropa de médico y sentado al borde de la cama mira al menor con preocupación.

Jaemin asiente —Estoy bien, Hyung. No tiene porqué preocuparse.

Taeyong entrecierra los ojos sin creerle —Tus exámenes de sangre no mostraron nada fuera de lo usual. Te desmayaste trabajando pero tus signos vitales no indican un cansancio acumulado para que hayas perdido la consciencia.

—Estaba cansado, Hyung —frunció el ceño un poco molesto por la intromisión del mayor. No es nada, no le pasó nada.

—Hablé con tu madre más temprano —reveló, aún sabiendo que lo que diría podría molestar al menor pero como doctor y amigo de la familia, hizo lo mejor —En tu análisis de sangre agregue que examinarán tus biomarcadores sanguíneos —Jaemin lo mira con confusión sin entender qué es eso —Pasé la respuesta vía Correo Electrónico a tu madre quién es tu guardia, puedes pedírselo luego para leer a profundidad los resultados pero resumiendo, tuviste un ataque de ansiedad y te desmayaste, eso fue lo que pasó. Mandé a hacer la prueba sin decirte porque cuando llegaste tenías un flujo sanguíneo lento, tus manos y pies estaban muy fríos aún cuando tú corazón bombardeaba rápido. Son síntomas de ansiedad, no de cansancio ni enfermedad.

Cada palabra pronunciada por el mayor, fue clavándose muy hondo en el pecho del menor quien lo miró perplejo.

—Y-Yo no... —quiso negarlo, quiso decir que no pero nuevamente, sintió que la respiración se le fue.

No quiere molestar a nadie porque eso no es nada, no es absolutamente nada. Puede con ello, puede hacerlo solo. Él puede...

Taeyong lo toma de los hombros —No te asustes, eso es completamente normal y más en tu círculo de trabajo. Te asignaré un psicólogo de confianza, tu madre ya lo sabe, hablara con la empresa para empezar a tratarte.

—No estoy enfermo —dijo en un hilo de voz, sintiendo que sus ojos se acumulan de lágrimas. Sólo a veces es un poco nervioso y ansioso, nada del otro mundo. No significa que está mal. Jaemin no está roto.

—No estas enfermo, solo estás preocupado —le dice suavemente.

Asiente ligeramente, sintiéndose pequeño e indefenso.

Se supone que está bien. Él está bien. Esto no es nada.













Luego de que su padre lo dejara en la Universidad, Jisung se dirigió hacia el salón de clases el cual tiene algunos pocos estudiantes. Llegó temprano como siempre. Es un gran salón con capacidad de cien alumnos. Subió por algunos escalones y se sentó en la cuarta fila.

Sacó sus apuntes y empezó a releerlos.



—¿Qué hay? ¿Tan temprano y estudiando? —se sentó a su lado su compañero Wonbin. Un beta de extraordinaria belleza, tez pálida y caballera castaña.

—Al menos no reprobaré esta clase —se encogió de hombros desinteresado mandándole una punta al contrario a quien no le gusta dicha materia de Historia y parece que la reprobara.

—Yo vine para hacer cálculos, no para aprender la vida de quien se lo inventó, cómo comía ni de qué color cagaba ¡No es mi problema! —se echó hacia atrás con su silla harto.

—Buenos días —una hermosa Omega, alta y esbelta cruzó por detrás de los muchachos, saludándolos. Castaña y de piel ligeramente tostada.

—Tiempo que no te veo, linda —le guiña un ojo juguetón.

—Buenos días —respondió Park sin siquiera voltear a mirarla, teniendo su vista fija en el libro.

La muchacha se posiciona a su lado derecho mirando el asiento vacío. Con un puchero tierno se inclinó hacia el Alfa para intentar llamar su atención.

—¿El asiento a tu lado está libre? ¿Puedo yo...

—Esta ocupado, es de Jimin —contestó simple y hasta un poco tosco. Su claro desinterés notorio.

—Oh... Esta bien —asiente y con un puchero triste se sentó al lado de ese asiento vacío.

Jung de pronto siente un jalón en su camisa, es Wonbin quien lo acercó a él para susurrarle —¿Qué te hizo la pobre Gisselle, eh? Es linda y amable.

El azabache frunce el ceño mirándolo con claro disgusto —¿Qué te pasa? Te he dicho que tengo novio.

—Ah... ¿Por esa razón hueles a arándanos? —cuestionó una vez arrugó su nariz para aspirar mejor el aroma ajeno que tiene impregnado el más alto.

—Si.

—¿No dijiste que es una relación a distancia?

—Entonces si recuerdas —le miró fulminante.

—Osea si, sé que me dijiste que tú novio está por ahí en alguna parte del mundo estudiando pero no sé, las relaciones a distancias no son muy confiables. Cómo no has mencionado nada más de él, supuse que tal vez ustedes ya han... —cada vez su voz suena más pequeña y aguda al darse cuenta del fuego en la mirada azabache el cual parece listo para cavar su tumba en ese instante. —Lo siento. No debí de suponer sin preguntar.

—Buenos días, ¿Están cotillando sobre mi? —la voz autorita de Jimin o como muchos la llaman, Karina, sobresaltó al castaño quien negó de inmediato.

Ella, una Alfa pelirroja. Alta y de porte temible, seria con una personalidad más parecida a la de Jisung, con quien se sentó justo a su lado dejando colgando su maletín en la parte superior de su asiento.

—Estamos hablando de mi novio, mi destinado —enmarcando muy bien la última palabra para hacerle entender al beta.

—¿D-Destinado? ¡Nunca me dijiste eso! —exclamó herido. Al notar que la muchacha no parece sorprendida se dio cuenta de que es el único que no estaba al tanto —¿Se lo dijiste a ella y no me lo dijiste a mi? ¿Yo, que fui la primera persona que se sentó a tu lado en el primer día a primera hora la primera clase que tuvimos? —se tocó el pecho de manera dramática.

Jisung frunció el ceño —Estoy seguro que lo he mencionado antes.

—El problema es que Wonbin a veces tiene la cabeza en las nubes —soltó ella obvia.

El día pasó con normalidad junto a sus compañeros de clases. Las horas fueron pasando hasta que de un abrir y cerrar de ojos se encuentran saliendo de la última clase caminando por la acera.

Giselle hizo aparición con cierta timidez junto a su amiga Minjeong, la cual la jalaba para acercarse al trío, intentando ayudarla.

—Chicos, ¿Y qué harán después? —la apodada Winter, bonita y rubia les preguntó fingiendo normalidad.

—No tengo nada, por si me necesitas —Wonbin contestó de inmediato guiñandole un ojo.

La Alfa se cruzó de brazos —Estudiar, es un día aburrido más.

Jisung parece no haber prestado atención a la pregunta ni las miradas insistentes e interesadas de ambas Omegas, ya que sus ojos se encuentran fijos en su celular, tecleando.

—Jisung —llamó la japonesa con suavidad y dulzura esperando llamar su atención.

El contrario alzó la mirada un poco confundido y arrojó con desinterés —Estoy ocupado hoy.

—¿Qué harás?

—Su novio vino del extranjero, es claro lo que hará —ríe con picardía el beta causando sorpresa en las chicas.

—¿Tu novio? —le miró perpleja Gisselle, en un leve toque molesto.

De pronto, antes de que el azabache pudiera contestar, el sonido furioso de un derrape interrumpió la charla. Todos miraron a la entrada del estacionamiento para ver un moderno y atractivo vehículo el cual venía a toda velocidad asustando a los estudiantes y causando una conmoción a plena luz del día. Brillando y destellando lujosidad por todos lados. La carrocería está pintada en blanco y luce reflejos celestes que combinan con otros en el interior. Su silueta, combinada con sus formas aerodinámicas, lo asemejan a un avión de combate.

Es un poderoso Lamborghini SC20, el cual solo existe uno en todo el mundo y lo tiene él, Zhong Chenle.

El lujoso vehículo se detente justo delante de los estudiantes universitarios causando miradas de sorpresa y una gran boca abierta de parte del beta.

Un Omega de cabellera rubia y un olor distinguido y fuerte a arándanos rojos se muestra como el conductor. Vistiendo ropas de la reconocida marca Gucci junto a accesorios como un pendiente, un anillo de oro y una cadena del mismo material.

Jisung cerró los ojos y tomó una gran bocanada de aire intentando relajarse y no reclamarle nada al menor por su entrada tan... Singular.

Chenle se quita sus lentes de sol dorados brillando como si fuesen de oro y envía una mirada al grupito frente a si para detenerse en su Alfa.

—Amor, conoce a mi nuevo bebé —alza una mano al aire y la agita con emoción, sonriendo con picardía y moviendo sus hombros con elegancia.

—¿A-A q-quién le habla? —cuestionó Wonbin confundido mirando hacia los lados y detrás suyo.

Jisung rueda los ojos con fastidio. —Me voy chicos, pasen una buena tarde —con una reverencia los dejó para acercarse al lujoso vehículo.

—¿Ese no es un influencer? —cuestionó Minjeong confundida, recordando vagamente aquel rostro.

—Si —asiente Karina con los brazos cruzados con bastante tranquilidad.

—¿¡Lo sabías!? —Wonbin la encara.

—No es un secreto, incluso hay fotos de ellos dos —contestó la Alfa obvia.

—¿No puedes ser un poco más normal? —cuestionó Jisung una vez se sentó de copiloto, un tanto cohibido por tanta extravagancia. Incluso para él se siente demasiado.

—¿Normal? ¿Yo? —suelta una carcajada con su aguda voz chillona —Solo estoy haciéndote lucir, no me agradezcas —con modestia volvió a colocarse sus gafas y le envía una mirada al grupo despidiéndose —Sigan cuidando de mi Jisunggie, adiós —soltó de manera respetuosa hacia aquellas personas. Los conoce, o al menos a dos de ellos. Al beta castaño y a la Alfa pelirroja ya que su novio le ha hablado de ellos pero las dos Omegas, nunca escuchó que las haya mencionado.

Y lo notó, notó las miradas de celos y molestia, en especial de una de ellas, mirándole con ferocidad. Con una sola mirada supo perfectamente lo que le sucedía a esta. Le gusta Jisung.

Alzando su mentón con altanería vuelve su mirada al frente y arrancó con fuerza.

—¡Maldita sea, ¿Puedes tener más cuidado?! —aunque tenga puesto su cinturón de seguridad igual se siente en peligro.

—Solo estoy estrenando a mi nueva belleza —soltó con obviedad, conduciendo rápidamente por las calles pitando a todo aquel que le molesta en su camino.

—Por esa razón querías buscarme —masculló entendiendo.

—Eres mi Alfa, claro que debes ser la primera persona que se monte en mi vehículo.

—Solo te quedarás una semana, volverás a Francia.

—Y me lo llevaré conmigo —soltó con simpleza.

Jisung negó no pudiendo creerlo. Sin evitarlo, rió un poco. Chenle tiene el dinero suficiente para llevárselo a otro país.

—¿Cuánto costó? ¿Un millón? —se atrevió a preguntar curioso, ojea la caja enfrente super moderna. Es realmente un auto muy lindo, es la primera vez que ve un modelo así de Lamborghini. Nota incrustaciones brillantes en la palanca —Lo hicieron muy bien, de verdad parece tener oro.

—Es oro de verdad, cariño —soltó el menor fanfarrón ocasionando que el contrario le mire perplejo —Cinco millones de dólares.

—¿Cómo? ¿P-Por qué compraste un auto tan caro? Hay muchos modelos y...

—Este modelo no está a la venta, solo existe uno en el mundo ¿Y adivina quién lo tiene? Si, yo —se toca el pecho con orgullo. —Fue difícil llegar a un acuerdo y comprarlo pero lo hice.

Jisung simplemente pasa sus manos por su rostro con cierta angustia. —No creo que a tu padre le guste esto.

—Que se joda —se encogió de hombros.














Una vez llegaron a casa vieron a Yejin junto a su hijo pelirosa, de inmediato ambos Omegas jóvenes al verse soltaron un grito agudo que ensordeció a los presentes y corrieron hacia el otro para apapacharse con fuerza.

—Te extrañe, Lele —casi lloriquea Jaemin sin soltar al menor.

—Yo también mi amorcito, mi alma gemela —asiente con dramatismo.

Jisung simplemente niega divertido por aquel par de tontos.

—¿Estas bien? Me dijeron que estabas en el hospital —dice el rubio una vez se separaron, mira de arriba a abajo al mayor quien asintió.

—Estoy bien, solo es trabajo excesivo.

—Ash... —masculla con molestia —¿Debería comprar esa empresa y ser tu nuevo jefe?

—N-No creo que debamos llegar a tal extremo —ríe Nana un poco nervioso mientras niega. Cuando el pequeño Zhong dice algo verdaderamente lo cumple por esa razón, no hay que andar de juegos con el.

—Cuando lo necesites solamente márcame y listo —le guinó un ojo.

—Gracias.

De pronto tocaron el timbre.

—Debe ser Jaehyun —sonrió su madre para abrir la puerta.

En ese momento un hermoso Alfa de cabellera castaña hace aparición, con su piel pálida de porcelana y ojos brillantemente mieles, una dulce sonrisa de forman en sus belfos. Sonriente y carismático como siempre. Vistiendo unos pantalones de tela beige y una camisa simple de un tono blanco. Su porte alto y atlético como siempre.

—¿Cómo estás mamá? —abraza de inmediato a su progenitora en la entrada.

Ahora, es un reconocido actor de gran magnitud. Reconocido como el hombre más bello de Corea.

Y detrás de él viene entrando el Omega que le robó su corazón años atrás, su única alma gemela. Aquel delgado pelinegro con una apariencia ligeramente parecida a los conejos. Vistiendo unos pantalones holgados de tono azabache y un polo marino. Sostiene en brazos a la linda criatura creada por ambos. Jung Lia de tres años, una bebé tan tierna como un algodón de azúcar.

—¡Lili! —Jaemin corrió pasando de su hermano mayor para dirigirse a la menor y tomarla en brazos, empieza a dar vueltas en su sitio causando carcajadas de la pequeña quien se aferra a su cuello.

—Ya veo que me olvidaste, aún cuando cancelé mi agenda por ti —Jung se toca el pecho fingiendo estar herido.

—Si que exageran todos, solo me desmaye, no pasó nada.

—¡Cierto! Hyung, adoré definitivamente la última película que sacó —se acercó Chenle al Alfa mayor, recordando que hace un mes salió aquel filme y obviamente fue el primero de todos en comprar un boleto para ir a verlo en París —Estaba hermoso y precioso.

—Si, si, ya entendemos que es bello —Jisung simplemente lo interrumpe. —La verdad tengo hambre.

Su madre rió —La cena estará servida en unos minutos. Aguanta un poco más, tu padre también vendrá —se acercó a Jaemin y éste le pasó a la pequeña, su linda y única nieta. Besa aquella mejilla suave y dulce con amor —¿Cómo estás, Lili?

—Ben —contesta con su voz atropellada y joven, sonriéndole a su abuelita.

—Definitivamente salió a su abuela paterna.

—Creo que salió a su abuela materna —corrigió Yoonoh e inmediatamente recibe una mirada fulminante de su madre. —S-Solo decía...

—¿Y como ha sido cuidarla? Hace unos días tenía fiebre —Yejin se dirigió hacia Do.

—Si, pero ya está bien. Ayer la llevamos donde Yuta-hyung y él la revisó, gracias al tratamiento mejoró rápido.

—Es fuerte, Lia es fuerte —dice la abuela hacia la menor empezando a dejarle besitos por toda su carita recibiendo risas genuinas como respuesta.

—¿Y para cuándo el otro hijo? —preguntó con emoción Jaemin a los casados.

—Es muy pronto, además Jaehyun está muy ocupado con su...

El nombrado interrumpió a su pareja colocando su brazo por encima de sus hombros para atraerlo a si y con una sonrisa pícara respondió —Pronto, no tardaremos. ¿Cuándo lo quieres? ¿Mañana?

—¡Jaehyun! —golpeo al Alfa en el pecho, con su rostro ruborizado intento alejarse de su agarre pero éste se lo impidió.

—¿Por qué tan tímido? Incluso esta noche podemos hacer un bebé.

Doyoung lo fulminó con la mirada. —Recuerda que te dije dos máximo, no más, ve disfrutando todo lo que puedas la paternidad con Lia primero.

—¿Dos? ¿No pueden ser tres? —puchereteo alzando tres dedos.

—Ya lo hablamos.

—Es malvado —soltó con una ola de drama mientras mira a su familia pero inmediatamente recibió un golpe en la cabeza de parte del Omega. —¡Auch! Siempre me regaña y me pega, no sé qué clase de ambiente saludable es esto para nuestra hija —se soba su cabecita mientras se aleja de su esposo.

—Drámatico, suenas como si de verdad yo estuviera abusando de ti.

—Tranquilos, tranquilos cuñados y suegra —interviene Chenle llamando la atención de todos —En este momento nos toca a mí y Jisung traer un bebé a esta familia.

—¿¡Estas loco!? ¿Qué te pasa? —su Alfa de inmediato se ve disgustado —Debemos graduarnos primero, no pienses en estupideces.

—Y por esa razón mis queridos familiares, Jung Jisung murió hoy —relata Jaemin con humor mientras ve la mirada fulminante que Chenle le dirigió a su novio.

—Oh, ya llego papá —avisó Yejin al ver desde la ventana el vehículo de su esposo estacionándose en frente.

—Voy a comer, si muero tengo que tener el estómago lleno —soltó el Alfa azabache para girar sobre sus talones y dirigirse hacia el comedor. Si, son prioridades.

En un ambiente ameno y agradable, la familia quien había crecido y sigue creciendo cada vez más se sentó en la mesa entre charlas y risas para comer juntos.

Para los Jung ese momento tan simple es la felicidad.







¿A qué adivinan quién será el psicólogo de nuestro querido Idol?
¿Gisselle causará percances en el Chensung?
¿Chenle se meterá en problemas con su pequeña compra?

La aparición de nuestros padres 🥺❤️


La compra de Chenle😏




Para los que tienen dudas sobre los Biomarcadores:

—Biomarcador o marcador biológico es aquella sustancia utilizada como indicador de un estado biológico.

Existe un amplio consenso en la comunidad científica en relación con la posibilidad de evaluar el estrés a través de marcadores biológicos asociados a los principales sistemas regulatorios de este proceso: el simpático adrenomedular (SAM), el hipotalámico-hipófiso-adrenal (HHA) y el sistema inmunológico.—

En la actualidad hay estudios sobre la posibilidad de descubrir la depresión, ansiedad y estrés con dichos biomarcadores. Y dado a que el libro está ambientado al 2027, creo que para ese tiempo ya será una realidad (?









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