Capítulo 10: Donaldo.
Trabajo y estudios.
Trabajo en singular y estudios en plural. El gobierno puto te decía que nunca dejabas de estudiar para trabajar en una misma cosa toda tu vida.
Pero la verdad, sí, nunca dejabas de aprender, pero si no había "trabajos", variedad de cosas en las qué desarrollarte, posiblemente no te serviría de nada ese aprendizaje. Al chile, no sé, prefería una caguama.
Cáncer.
En mi caso no sabía si hice bien con meterme directamente al trabajo. En parte me daba culo aplicar a alguna carrera por miedo a no pasar los exámenes de admisión. Era aterradora la idea de ni siquiera ser bueno para lo que te gustaba.
Yo era muy impulsivo, ahuevo sí, pero en ocasiones me desconocía por el miedo.
-Ven -tiré de su brazo, abrazándolo mientras tallaba su cabeza-, mira puta, yo sé que podrás hacerlo la próxima vez. Fue tu mal rato, pero eres inteligente.
Capgras se mostró incómodo, hace dos horas me dijo que yo no era yo; según mi doble, otra vez. No sé, a veces se le metía el chamuco pero para mí seguía siendo el mismo pedo. Supuse que fue el impacto que tuvo su crisis al saber que reprobó una materia, su padre lo ató al árbol de la calle para que se calmara.
Yo lo pasé a buscar, qué recuerdos.
-Vengo por la tóxica que vive en esta casa. -Le dije a la chacha del lugar, me señaló a la lejanía al wey que daba buenas mamadas.
Cap tenía unas recaídas fuertes, cuando estaba sobrio se disculpaba creyendo que me hacía sentir mal en el proceso; no le gustaba relacionarse con las personas por miedo a actuar así. Me parecía irónico viniendo de una persona que le pegaba a todos con un palo, pero le dejaba en claro que no me molestaba, al contrario, me prendía que me trataran pa' el orto.
-¿Qué es eso? -Preguntó confundido, raspando su voz al igual que sus pies con cada pisada por la calle. Yo lo llevaba a rastras de la sudadera.
-McDonald's, aquí trabajo aunque estoy en prueba. -Le aclaré, consiente de que desconocía también los lugares.
Había cierta indiferencia a su caso por parte de sus compañeros, eran pocos de los que me presentó que parecían respetarlo. Le sucedía también a otro síndrome llamado frégoli, que a diferencia del capgras donde identificabas a una persona como muchas, este le hacía creer al paciente que todos eran una misma persona con distintos disfraces. Iban de la mano, pero al parecer, eso no era muy "traumático" para la bola de imbéciles en su escuela.
Su raza era bien mierda. No tenían corazón esos carbones. Cabrones, digo.
-¿Quieres que te haga una malteada y te dé papitas? -Levantó los ojos al escuchar mi propuesta, centrando sus pies más en la tierra antes de detenernos en los escalones hacia el establecimiento-. A cambio me la chupas otro día.
-That sounds great. -Lo pensó.
No era tampoco bueno haciendo amigos. Le conté mi experiencia; yo los hacía mostrando qué tan bueno era matando cucarachas.
Hace dos años me frustraba porque no sabía cómo hacerlos sin andar chingando, y tampoco creía que a ellos les importara. Me costó un rato entender que esas imágenes y videos de cucarachas bailando que me enviaban con el mensaje "vi esto y pensé en ti" era lo que para ellos era una amistad. Quizás no le entraban a los putazos solo porque no querían, no porque me tuvieran lástima
Yo solo rogaba porque no hubiera reunión de alumnos dentro de unos años. Pinches ojetes, hasta creían que quería verlos después de los memes que me hicieron.
Pero estaban buenos, sí me reí.
Capgras se soltó de mi agarre para adentrarse al lugar. Yo traía mi informe en la mochila así que mientras la abría intenté entrar, pero el puñetas no detuvo la puerta y me di en la madre. Tallé mi labio adolorido antes de volver a intentar.
Con días de anticipación a trabajar, hice una encuesta en un grupo pitero de Facebook sobre las primeras experiencias. Unos dijeron que era algo único en la vida, que hacían buenos amigos, que ganaban buen varo, que en los baños dieron su primera mamada y esas cosas. Otros comenzaban con un "qué hueva", su primer infierno, sus primeros regaños, el comienzo del estrés en sus vidas.
Era como lo que pasaba en prepa pero multiplicado. Me dio cuz cuz la idea, pero traté de mantenerlo bajo control, no dejaría que pasara como mi ingreso a L.A que terminé gritándole a la primera jícara que vi.
No quiero fallar a mis expectativas. Que ni son altas pero mejor eso que nada.
-Quiero agua en bolsa. -Expresé acalorado, dirigiéndome a la puerta del fondo tras asegurarme de que Capgras pedía algo en el mostrador.
Vita me saludó recién crucé el umbral. Tenían puesta una telenovela en el área de descanso, un moreno de aretes ni le prestaba atención. Me acerqué para apoyar a que la vieja dejara de amenazar a su hija por embarazarse y tirarse en paracaídas antes de terminar borracha en un Oxxo. Se vio intensa la discusión.
-Oloverga, no era su mamá. -Susurré, cambiándome detrás del chico que ni se molestó en saludar o dar la bienvenida por andar chateando-. NO, CÓMO PUDO SER SU HERMANA TODO ESTE TIEMPO.
Mi mundo se derrumbó tras ver cinco minutos de ese programa tan nefasto. Pude terminar de vestirme pronto y volví a seguir el procedimiento desinfectante antes de entrar al área de cocina y recibir un corto tour por el lugar. Una chica con cabello naranja freía unos nuggets, que seguro eran para Cap pues en ese horario muy pocas personas venían debido al trabajo o los estudios.
-Ella es Ganser -destacó la gerente, señalando a la mini chamaca que me hizo bajar la cabeza para verla mejor-. Cualquier duda que tengas le preguntas, ¿vale? Y si le urge preparar algo te dará instrucciones y le ayudarás a lavar cada cosa sucia que salga.
Vita, súper animada, nos dejó sola para atender unos pedidos a domicilio. La morra del mostrador se quejó de su compañero que aunque todavía debía descansar cinco minutitos más disque no hacía nada productivo. Me saludó igual antes de darme órdenes.
-Ganser, cursando el cuidado de lactantes. -Estiró su mano, dejando la otra sobre el cuello de su playera gris con el logo.
-Seas mamona, humilde. -Me reí por la presentación-. Cáncer, cursando el MdDonaldo.
Uis, creo que dije algo mal.
-WEY, YO TAMBIÉN DIGO DONALDO. -Le valió pito que le dijera mamona, pero destacó que vino en camión y me dejara de puto tóxico porque debía chambearle.
Ganser me pidió que sacara papas del congelador, eso me confundió porque cuando saqué la caja helada estaban todas las papas ya cortadas y medio deshidratadas. Pensé que las cortaban en el momento, pero se vio aún peor cuando vi que hasta tenían algo parecido a huevo estrellado congelado.
-Lo sé, no lo digas. -Pidió ella, atando su cabello en una coleta tan alta que parecía trapeador de colores-, pero al menos ya sabes todo lo que tenemos para que lo vayas anotando. Luego te harán organizarlo.
Vi cómo preparaban la comida de Cap. Le pregunté a Ganser si podía limpiar el mostrador, accedió sin más. Yo corrí como loco para decirle a Capgras que arrojara cualquier cosa que le dieran de comer porque aunque a mí me gustaba no era sano para él, yo se lo pagaría.
Cap podía tener el pito más sucio que los baños de la escuela, pero a la verga, sus tripitas primero.
Me paseé con mi trapo quitando el polvo mientras inspeccionaba las mesas a lo lejos, buscándolo. Había una madre dándole lechita a su bebé así que me volteé a otro lado, pero devolví la vista a la mesa, aterrado al no ver a Cap porque significaba peligro.
Ya se me perdió otra vez, puta madre.
Me incliné al frente para inspeccionar afuera, hasta ver su melena sacudiéndose mientras hablaba con un tipo de su estatura, bien alto el wey. Me puse nervioso al ver la situación, parecía que estaban por entrarle a los golpes sin que les importara estar a plena luz del día y con la gasolinera al otro extremo viéndoles.
-Gan, compañera -traté de ser respetuoso al hablar-. Hey, ¿puedo salir solo un momento? Creo que hay unos clientes quejándose. No sé quiénes son pero hay una doñita aquí con su bebé y mejor que no empiecen a gritar.
-Seh, ve a ver al tipo que trajiste de la manita. -Rodó los ojos, estaba más atenta a su compañero que volvió para apoyarle.
Salí de inmediato, pasando rápido mientras la gerente atendía un vehículo desde la ventanilla. Me quité la gorra para llevarla humildemente afuera y dialogar con el vergotas que le armaba de pedo a Cap. Yo era un empleado, estaba mal que discutiera el primer día, solo iba a aclarar los malentendidos.
Practica la paciencia espiritual.
-Eres un puto imbécil si crees que puedes dejarme botado tan fácil. -Atentamente, el ex pendejo de Capgras que pensó que no tenían derecho a terminarlo.
-AY, MI GORRA TIENE VIDA, AIUDA. -Fingí que se escapaba de mis manos hasta sentarle tremendo golpe en el estómago.
Verga, estoy chiquito para alcanzar su jeta.
Lo que pasó ese día fue tan impactante, no les voy a mentir, que pensé me despedirían por tremendo golpe. Pero la gerente acababa de discutir con ese tipo por llamada ya que no pasaba a recoger su pedido. También creí que Cap se enojaría pero me agradeció por defenderlo.
Todo salió bien, excepto que desmayé a casi todos mis compañeros cuando me vieron con tremendo moretón en el ojo y la nariz sangrando por el putazo que me dieron. Que yo tuviera cáncer los puso más alerta.
-Y así fue como ayer me dejaron esta mamada. -Terminé mi historia, bebiendo el chocolate frío mientras Dep mordisqueaba su rol de canela y asentía preocupado. El moretón permanecía como si fuera tatuaje.
-Pero qué lindo que lo hayas defendido. -Sonrió, rascando su cuello debajo de su playera que lo hacía ver tortuga-. ¿Fuiste al hospital? Parece que te hizo una cortada.
-Nada del otro mundo. -Afirmé, sacudiendo mi chaqueta que namás me puse por el aire acondicionado de la cafetería.
Era fin de semana por suerte y yo vine al instituto desde mañanita. Depresión y yo quedamos para desayunar, con otra persona a quien esperábamos aún; lo vi bien aunque pensé estaría peor por las babosadas que pasaron en la graduación. Escogió sus alimentos tranquilo, bebió su chocolate, escuchando toda mi historia de principio a fin mientras reaccionaba como si fuera una película de acción.
Pero ese wey me pone incómodo.
Un tipo llamado GAS le acompañaba.
No se quedaría mucho tiempo pues tenía clases, pero cuando volvió con su café en la mano se sentó a su lado mientras le encimaba una pierna y bebía lentamente, con un brazo rodeándolo y protegiendo su cabeza como si fuera un bicho chupa sangre.
Me miraba, a través de sus anteojos, como si pusiera aprueba mi paciencia pues solo verlo sin hablarme era incómodo.
Sorbía, tallaba la cabeza de Dep, y respiraba fuerte como si tratara de decirme algo. Le hice caras también, esperando saber qué pedo.
-¿La gerente no te dijo nada? -Depresión no dijo nada, comió de su pan sin importarle el wey que lo traía como si fuera su mamá.
-No, nada más... -Bebí otro sorbo para humedecer la tostada en mi boca.
Verga, porqué me mira tanto. Da miedo.
-Ya comenzaste, ¿verdad? Tienes los dientes amarillos.
Qué.
Me cubrí la boca de inmediato. Quise aclarar que solo no me lavaba los dientes pero las palabras no salieron de mi boca. No supe si quiso molestarme, pues aunque llevaba una sonrisa sus ojos no parecían querer chingarme. Tanta gente ojete que me buscó pelea me hizo bueno para saberlo, diferenciar las intenciones.
-Puta madre, ya lárgate a tu clase, pedazo de simio -alegó Dep tras no poder comer bien porque el tipo le estorbaba. Arrojó un golpe a su cara para liberarse, consiguiendo risillas de parte del otro-. Consíguete una vida o te quemo en internet, acosador.
-La depre me funa cada noche. -Lo provocó-, pss, pss, no te enojes que no tengo más amigos.
-QUE NO SOMOS AMIGOS, DIOS. -Un cliente detrás se asustó del grito.
Vi el espectáculo de discusiones hasta que el GAS fue dejando lentamente el establecimiento. Continué bebiendo hasta que el vaso quedó vacío, solo con los hielos derritiéndose en el fondo hasta formar un agua café, que no bebería por el mal sabor.
Qué fue eso.
-¿Por qué te llevas tan bien con un desconocido y conmigo no si nos conocemos desde hace años? -Fui directo con Dep, sintiéndome muy ofendido y pisoteado.
-Qué. Me caga ese tipo. -Me miró extraño.
-¿Me quieres ver la cara de pendejo?
-Qué pedo, qué pedo. -Dep miró a todos lados sin agarrar mi idea.
Le expliqué mientras masticaba enojado que me tratara de igual. No era posible que después de tantas cosas que pasamos no se dirigiera a mí de forma grosera, no me tenía la confianza suficiente. Para mí el cariño se daba a través de ofensas buenísimas.
Dijo algo aún más raro, supe que no era de los míos:
-Eso explica porqué pensé que me odiabas... -Me impactó lo dicho.
-¿Uh? Yo no te...
-Buenos días.
Me llegó el olor de gel antes que pudiera reaccionar al saludo. TOC estaba desinfectando el pedazo de madera donde se sentaría, y nos dio un breve saludo antes de quitarse el cubrebocas y mostrar su cara de culo que combinaba con el aburrido marco de sus lentes negros.
-Dije, buenos días, muchachos -repitió. Ambos asentimos sin saber qué decir-. Saluden bien, no se anden con chingaderas.
-Ya falta poco para que aprueben tu nuevo nombre, ¿no? Te deberíamos llamar Theo. -Murmuró Depresión, sin saber cómo reaccionar ante nuestro viejo presidente.
TOC lo confirmó sin decir mucho. Tomó asiento, pidió su menú. Nos dejó apreciar cómo no desinfectaba los cubiertos, ni dijo nada sobre cómo habían limpiado el plato. Parece que solo se preocupó en limpiar la mesa por mi sudor, pero estaba calmado respecto a lo demás.
Dijo que le preguntáramos lo que fuera. Los árboles pintados de amarillo por el sol dorado allá afuera captaron su atención en la espera, viendo las hojas centelleantes caer a los pies de los alumnos.
-Pero tampoco se pasen, idiotas. -Pidió, peinando su cabello con gel como una piedra.
-¿Ya eres común? -Fui el primero en preguntar.
TOC mostró cierta incomodidad, pero también vergüenza en sus manos cuando las recogió y juntó cerca de su pecho mientras se daba tiempo.
Dijo que era un proceso más largo de lo que pensó, que aunque ya había cumplido 20 años, poco a poco se debía ir retirando la condición hasta tener veinte y medio o un poquito más. Debía ir a hacerse unos exámenes todo este tiempo, lo evaluarían y esperaría la aprobación de su nuevo nombre. Mucho papeleo.
Ni que fuera la visa, papá.
-¿Cómo está Disfluencia? -Dep fue curioso, no habíamos hablado con ella porque no era atenta a los mensajes.
-A ella le falta un poco más, aunque creo que ya puede pronunciar la R. -Expresó un poco más feliz, hasta presumido-. Por fin voy a entender cuando diga Rey, no Gay.
-Uff, qué difícil distinguir esas dos. -TOC apuntó su tenedor a mi cara, diciendo que lo limpiara o me lo clavaría en la mano. Como buen esclavo, lo hice, aún me daba culo hacerle frente.
El desayuno fue genial. La comida estaba deliciosa, Dep nos hizo tomarnos fotos con él para compartirlas y escuchamos su experiencia de TOC ahora que entró a la universidad días atrás. Escogió una carrera en psicología, le interesaba ser psicólogo clínico y especializarse como terapeuta.
Siempre tuvo un talento innato para ello. Fue chido, ver que alguien no le temía a fallar en lo que le gustaba por ser bueno en eso. Depresión y yo aún nos encontrábamos en el limbo.
-¿Saben, escuincles? -Hizo una pausa para respirar con profundidad. Nos miramos con nervios, esperando cualquier cosa de esa paz que transmitía-. Estoy feliz. Lo estoy, y aunque no estoy seguro de cómo funciona el ser común... quiero, agh. Estoy hablando mucho, perdón, ya casi no cuento las palabras.
Se ve raro.
-Me estresa la idea de dejar de preocuparme -admitió, haciéndonos bajar la cabeza cuando él se tocó la suya como si tuviera migraña-. Pero al menos mis manos están bien. Ya no duelen tanto...
A mi alrededor, todos perderían su identidad antes de descubrir quiénes eran verdaderamente. Yo me enfrentaría a algo distinto, y eso me aterró, porque incluso Depresión tarde o temprano dejaría de llorar por todo.
Y ojalá volviera a ser como antes...
-Eres increíble, Theo. -Depresión se mostró gentil, apoyando una mano en su espalda tras pedirle permiso. Y aunque no lloró por el momento emotivo, seguía siendo él.
No, Cán, ni digas eso de tu amigo. Él no necesita volver a callarse nada.
• • •
JELOUDA, 10 CAPÍTULOS Y HEMOS TERMINADO LA INTRODUCCIÓN A ESTA SEGUNDA PARTE.
Casi siempre divido las novelas en 30 capítulos, como si fuera obra de teatro de tres actos. ¿Cómo han sentido este cambio?
Por otro lado, a nadie le cae bien SGA HAGHAHAA. A Dep no le queda de otra más que tolerarlo.
Ya quería mostrar a Theo, ay. La verdad extrañaba mucho a este personaje. Pero lo está haciendo bien, poco a poco, pero se siente raro para él estar dejando de lado sus viejas rutinas o costumbres. Poco a poco le ha perdido interés a la limpieza, no se siente bien respecto a eso.
Santo putazo le metieron a Cán. Pero me alegra tanto verlo querer echarle las ganas y buscar ser amable con los demás. Por fin descubrió que hacía sentir mal a Dep tratándolo de forma grosera, porque aunque puede ser su forma de hacer amigos, a veces no se puede ser pesado con todos. Solo el que se lleva se aguanta.
FELIZ VIERNES. Descansen a toda madre. Se les ama mucho.
~MMIvens.
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