V
Capitulo 5: Un corazón roto.
Unos días de gloria, o eso dirían los demás, una amistad hermosa emergió entre Oliver y Daniela, algo que le disgusto a sus amigos en especial a Antón que no le agradaba Daniela.
La castaña durante aquella amistad empezó a sentir amor o atracción por el moreno, después de todo a Oliver le gustaba desde secundaria, no le haría daño ¿Cierto?.
El grupo de amigos conformado por: Daniela, Alex, Peach, María, Daniel, Maite y ahora Daisy, hablaban de una clase de momento que iba a pasar entre ellos, al parecer una clase de confesión amorosa escrita en una carta.
María: Esto va a ser genial, hay una probabilidad muy alta de que terminen juntos.
Esas palabras hicieron que la castaña salte de emoción, en clase de matemáticas se lo dirá en eso está claro.
Todos los alumnos entraron a su clase correspondiente, La castaña conservaba la carta en un bello sobre rojo con corazones blancos como decoración.
Alex: Sin duda será genial.
Todos llegaron a sus asientos, el profesor Smith debido a su gripe no pudo asistir, la clase de matemáticas comenzó por lo cual la castaña vió su objetivo por lo cual se levantó de su asiento acercandose al moreno.
Daniela: Oye Oliver.
El moreno se giró al notar que lo llamaban por lo cual hablo con tranquilidad.
Oliver: Uh? Dime.
La castaña suspiro pesado para después tomar valor y acercarle la carta.
Daniela: Está....¡Está carta es para ti!
Todos se asombraron al ver la carta en las manos de la castaña, Antón vió la mejor forma de arruinar esa amistad.
Antón: Ay con que una carta para Oliver de parte de Daniela, que lindo.
Mencionó sacastico mientras Daniela lo veía enfadada por lo cual lo empujó suavemente con la carta en sus manos.
Daniela: Oye no te metas en lo que no te importa
El chico Sonrió levemente tomando la carta haciendo que la castaña se sobresalté, el mencionado dió unos pasos para no ser atrapado por la castaña.
Antón: ¿Es una carta de amor?
Daniela: ¡Dámela!
Gritó tratando de quitarle la carta de las manos, Emanuel tomó la dichosa carta en sus manos empezando a burlarse de ella.
Emanuel: ¡Daniela soy, Daniela soy, y escribo cartas torpes!
El chico abrió el sobre para después Antón se acercará riendo de forma burlona.
Antón: Hora de confesarse.
Oliver: ¡Oigan ya basta!
Gritó tratando de que paren con el espectáculo pero eso solo elevó el ego del causante de todo ésto.
Antón: Les parece si la leemos en voz alta? Tatatatatataaan.
El chico abrío la carta mientras su acompañante se le borraba la sonrisa de su rostro.
Alex: ¡Ya basta dejen de molestarla!
Emanuel: Antón enserio vas a leerla?
Preguntó siendo ignorado por el chico el cual leía la carta en su mente para juzgar está.
Antón: Wow ahora sí se lució, que patética. Para Oliver, quiero que sepas que cada vez que te veo me siento muy feliz.
Daniel: ¡Antón!
Gritó para intentar que parará, la castaña se lanzará para que no siguiera leyendo.
Antón: Tal vez puedas comprender porque siempre te llamó Mi amanecer.
Daniela: ¡Dámela!
Gritó mientras era esquivada por parte del chico para seguir leyendo la carta.
Antón: Tu eres mi sol Oliver, me haces sentir como si fueras mi propio amanecer.
Esquivo nuevamente a la castaña que trataba de quitarle la carta de las manos.
María/Maite: ¡Ya basta la carta no es para ti!
Peach: ¡Regresala en este instante!
Gritaron mientras el chico seguía esquivando sus ataques.
Antón: Mi querido amanecer, eres el sol que sale detrás del orisonte y le da calor a mi alma.
Oliver: Ya detente.
La castaña se lanzó nuevamente mientras el chico hablaba nuevamente para burlarse de ella una vez más.
Antón: Daniela ¿Porque eres tan ridícula?, ¿Que acaso no te da vergüenza?
Pregunto mientras se refugiaba en el escritorio del profesor Smith, la chica no podía más y explotó.
Daniela: ¡NO, NO ME DA VERGÜENZA!, ¿¡QUE DEMONIOS TE HACE CREER QUE TIENES DERECHO A BURLARTE DE MIS SENTIMIENTOS!?
El joven solo sonrió de forma descarada para levantar la mirada y ver al moreno que tenía una cara seria.
Antón: Ah sí, ¿Y que dices Oliver, aceptas su declaración de amor? El señor amanecer.
El moreno se acercó mientras el chico se dejaba arrebatar la dichosa carta de forma molesta haciendo que la castaña se vea preocupada.
Daniela: Oliver.....
Un silencio se hizo presente en la clase, la mirada seria se posó en la presencia de la castaña, el moreno suspiro de forma pesada preocupando a la chica.
Daniela:¿Oliver que pasa?
Antón: ¡Confiesa ya, Confiesa ya, Confiesa ya!
Daisy: ¡CÁLLATE!
Daisy al notar la escena tomó su mochila lanzando está en el rostro del chico para que guardará silencio.
Daniela: Espera...Oliver yo...solo quería hacerte sentir mejor... tú y yo somos muy parecidos, tampoco digo lo que siento en realidad así que-
Oliver: ¡YO NO SOY CÓMO TÚ, PARA NADA SOMOS IGUALES!
Las palabras silenciaron a la chica mientras se alejaban un poco del moreno, este sostenía la carta en su mano derecha para girarse viendo a la chica.
Oliver: ¿¡No ves que me avergonzaste!?, ¿¡Alguna vez consideraste lo que podría sentir al recibir tu carta!?
El moreno se giró viendo la carta en sus manos, este estaba furioso.
Oliver: ¡Antón... la leyó frente a todos, no soporto a la gente insistente como tú!
Daniela: Pero...¿Y si te lo digo en persona?
Oliver: ¡No déjame en paz!, ¿¡No me escuchaste!?, ¡Ya cállate, TE ODIO!
Las palabras del moreno hicieron que la chica se quedará en silencio solo soltando un "¿Me odias?" Por lo bajo.
Oliver: Te odio con toda mi fuerza.
El chico arrugó el papel entre sus manos que metafóricamente es el corazón de la joven.
Daniela: Oh, entiendo...
El moreno se giró para encontrarse con el rostro de la castaña empapado en lágrimas, todos se veían conmocionados por lo que estaban viendo.
Daniela: ¿Así que me odias?
Oliver: Daniela...
La chica se giró de forma pesada mientras una sonrisa decoraba su rostro cubierto de lágrimas.
Daniela: Ni modo...es una lastima...
La castaña levantó sus hombros para correr fuera del salón, obviamente sus amigos vieron como está se marchaba.
Maite: ¡Daniela!
Peach, Maite, María y Daisy corrieron detrás de ella, esta última tomó las cosas que le había tirado al causante de este caos pisando su estómago.
Daisy: ¡Muérete!
Alex y Daniel se acercaron corriendo a la puerta de forma preocupada, a la puerta, el rubio se giró viendo al moreno.
Alex: ¡Ahora sí te pásate!, ¡DANIELA!
Gritó preocupado mientras Daniel negaba con la cabeza con desaprobación, El salón se quedó en silencio mientras todos se miraban angustiados.
5mentarios, que canijo el Oliver.
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