Parte 4
Normalmente había sido una chica solitaria, muy de hacer la mía sin importarme lo que los demás dijeran, pero cuando los rumores comenzaron, me di cuenta de que necesitaba a alguien, alguien que me escuchara, que me quisiera, una relación estable, seria, sin mayor compromiso que el amor. Pero eso era muy complicado de encontrar en estos tiempos. Últimamente las generaciones de hombres apestan.
—¿Una fiesta por San Valentín?—cuestioné a través del teléfono.
Por supuesto esa mañana mis ánimos estaba por el subsuelo, así que le había mentido a mamá diciendo que tenia un dolor insoportable de estomago, claro que termino creyéndolo y me había dejado quedarme en casa por ese día, luego llego la llamada de Hoseok. ¿Cómo había conseguido mi numero después de negárselo aproximadamente unas cinco veces? Bueno, eso es algo que le preguntaré algún día porque no sé la respuesta, por ahora concentrémonos en la historia.
—Si, y no puedo ir sin ti—lo escuche al otro lado de la línea. Yo solté una pequeña risita.
—Si que puedes—le dije.
—Si, pero no quiero—soltó el muy atrevido.
—No quiero salir esta noche.
—Entonces tampoco saldré esta noche—sonreí por inercia al escucharle decir eso.
Un silencio se presenció por unos largos segundos, silencio que el se encargo de romper.
—Estoy enamorado Wren—soltó tomándome desprevenida—Desde el año pasado.
—¿De quien?—quise indagar descaradamente sintiendo una clase de asfixia.
—De una chica curiosa—respondió.
Me tendí sobre mi cama y miré el techo sin despegar el celular de mi oreja.
—¿Es bonita?
—Muy bonita en realidad.
—¿Cómo fue que pasó?
—Me gustó desde que la vi por primera vez mientras la luz de la ventana daba directo a ella. Una imagen que nunca pude sacarme de la cabeza.
Una pequeña alarma dentro mío se encendió, como una supuesta intuición femenina. Me decía que había una pequeña probabilidad de que esa chica fuese yo, pero...eso básicamente era imposible.
—Pues deberías invitarla a ella y no a mi. Adiós Hope.
Y colgué sintiéndome completamente furiosa. ¿Por qué estaba furiosa? ¡No lo sabía! Es sólo que el pensar que otra chica cualquiera traía embobado a ese apuesto chico, me hacía enojar, mucho.
Luego de colgar tan fríamente, planee quedarme en mi cama viendo "La última carta de amor" mientras comía helado de chocolate en calzones para deshacerme de esa furia, fue entonces cuando un pensamiento de empoderamiento se encendió como un foco:
¡Suficiente!
NO podía dejar que estúpidos rumores me arruinaran la vida, todos decían que habían dormido conmigo, pero nadie se había tomado la molestia de dormir en realidad conmigo, lo cual era mas indignante aún. Había gente decente todavía, Hoseok era la prueba viviente de ello, entonces las mentiras tenían que parar. ¡Ya!
—Así que, así es como llegue a este escenario señoras y señores—mencioné a través del micrófono mientras todas las miradas de mis compañeros me examinaban de pies a cabeza y luego de regreso—Porque ya era hora de poner fin a todo esto de una vez por todas contando mi versión de la historia, la verdad. Y se que acabo de quitarles al menos una hora de su vida y diversión en esta animada fiesta en 14 de febrero, pero era necesario que todos ustedes estuviesen presentes.
Ya para finalizar y bajar de aquí, debo hacer esto:
—¡Jodanse todos malditos hipócritas!—grite mostrando mis dos dedos de en medio—Qué se joda Juwon, que se joda Seongwoo, que se joda Suho, que se joda Shia, que se joda Wook ¡Jodete Seohoon, maldito imbécil de mierda! ¡Y también tú, chico al que jamás había visto en mi vida!—dije señalando a un chico que jamás había visto en mi vida—Púdranse—susurre suspirando aliviada. Lanzando toda esa frustración fuera de mi.
Luego observé a la profesora que me había dejado subir al escenario para poder dar un aviso importante, quien me miraba confundida, inaudita y engañada.
— Ah, y un anuncio rápido, la mesa de dulces será abierta a las ocho en punto, gracias—finalice soltando el micrófono causando un estruendo agudo para luego bajar del escenario.
Después de esa escena regrese a casa sintiendo que toda la presión por fin abandonaba mis hombros.
A la mañana siguiente, mientras limpiaba mi habitación (énfasis: luego de estar triste limpiar tu habitación es el mejor glow up que podrás tener). Less than zero inundo mis oídos, y cuando corrí hacia la ventana pude observar a Jung Hoseok afuera de mi casa sosteniendo un cartel que decía:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro