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Cuándo me enfoco determinando una invocación para algo tengo que ser específico, sin estar dudando lo que determino.
Sí mi deseo es querer una Ferrari y lo que realizo son grandiosos Daimokus y profundos Gongyos determinando una Ferrari. Es lo mismo que decir que estoy derrochando valiosa energía para alcanzar la nada.
El Universo después de mis grandes invocaciones de alguna manera, me hará saber que querer algo tiene que de alguna manera tener su dirección correcta, directa. El Universo me dice que no hay forma para qué me llegue 1 Ferrari así, porque el contrato expedido requiere que diga de qué año la quiero y de qué color la quiero. Si no soy específico no podré recibir nada...específico.
Así como cuándo alguien realiza un Daimoku, o cuándo yo realizo el mismo.
Por ejemplo imaginemos que de un grupo cualquiera de Whatsapp, de una supuesta persona llamada René, solicita Daimoku para su sobrina "Dorita" que tiene fiebre. ¿Los camaradas cómo enfocan su Daimoku? Para "Dorita" ¿Quién?  la sobrina de una tal René ¿Quién?
Los Daimokus tienen que tener nombre y apellido para cumplir un claro objetivo, sí por ejemplo es un compromiso de sanación. O sea para cumplir con su fundamento existencial en esta vida.
Entonces en esta supuesta invocación de Sanación, todo el qué con gran sentimiento de entrega incondicional lo realizara correctamente, tendría que ser así: Pidiendo Daimoku para equilibrar la temperatura corporal de Dora González. Un pedido concreto para un ser específico, determinado, el que recibirá felizmente la valiosa energía sanadora de las invocaciones de todos los Bodishatvas del grupo del Whatsapp, que sienten ya el equilibrio de la temperatura corporal de "Dorita González" sobrina de René Campos. NAMYOHORENGEKYO.