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El entorno amigo cotidiano fundamenta mi fundamento de lo que quiero recibir de la vida. Sí tengo amigos alcohólicos, o amigos que se drogan, o amigos que sacan provecho de todo en la vida, o que viven encantados de recibir pero dar es una materia inmaterial para ellos, voy a recibir un futuro congruente de la misma esencia conceptual que generan ellos.

Sí quiero un mundo de prosperidad me tengo que rodear de amistades afines, si quiero ser rico tengo que enriquecerme con amigos llenos de la mejor riqueza. O sea amigos prósperos y ricos en Amor, en fraternidad, en empatía, con conciencia social, receptivos y dadores de lo mejor en la vida.

Todo tiene que ver con todo. Lo bueno atrae a su igual, lo malo a su afín. Sí queremos lo mejor para nuestra vida atraigamos afinidades que nos completen. Y esas afinidades nada mejor que completarlas con mejores  amigos.