Extra 2
Jungkook secó el sudor de su frente, el entrenador le dijo que tomara una ducha antes de irse, pero estaba apurado, su hermana lo esperaba y si llevaba tarde a su cumpleaños, ella sin dudas lo mataría.
Corrió con todas sus fuerzas, el lugar donde practicaba boxeo no quedaba lejos de su casa, unas cinco cuadras, pero tenía en cuenta que también debía darse un baño al llegar.
Frenó de golpe ante el claxon que resonó cuando se hayaba en medio de la calle y dio unos pasos hacia atrás, odiaba los jodidos pitidos. Se adentraban en su oído como un chirrido en verdad molesto.
Tronó su cuello frustrado ante el insulto que el hombre le dio, percatandose de que el semáforo estaba en verde y, en realidad, el que cruzó mal sí fue él.
Soltó aire mientras los demás autos pasaban y ¡paf! Un panfleto fue a dar justo en su cara.
¿Es broma?
Se lo quitó y la imagen de un rico platillo llamó su atención.
"Escuela de gastronomía"
Arqueó sus cejas, ese año terminaria la escuela y necesitaba encontrar rápidamente una carrera que seguir o algo que hacer, cualquier cosa que lo mantuviera ocupado el mayor tiempo posible para no tener que volver a su casa... ¡¡VOLVER A SU CASA!!
El semáforo ya estaba en rojo y volvió a correr.
Entró a la casa y las amigas de su hermana ya estaban ahí, junto con algunos familiares por parte de su padre.
—¡Jungkookie! ¡¿Por qué tardaste tanto?! —reclamó.
El castaño se alzó de hombros, e ignorando todo, subió a su cuarto para ir al baño y ducharse.
Para la hora de soplar las velas y tomar la foto familiar, él ya estaba listo para darle el gusto a su hermanita.
El mismo panfleto fue dejado frente a Namjoon sobre la mesa.
—¿Qué te parece?
El pelivioleta lo miró —¿Para ti? — sonrió. —¡Sería genial!
Jungkook sonrió y Sun se estiró por encima de la mesa para ver de qué se trataba.
—¡¿Serás cocinero?! —gritó con emoción.
Jungkook frunció el ceño con diversión, qué exageración.
—¿Quién será cocinero? —Yumi llegó de la cocina con las tostadas y el jugo. —Yongsun, siéntate bien. —ordenó, a lo que la niña obedeció con un puchero. —A ver, ¿por qué no le muestras tus cosas a tu madre primero? —La mujer tomó el panfleto y lo leyó —¿Quieres estudiar esto? —preguntó, Jungkook asintió. —Tienes la posibilidad de entrar a una buena universidad y prefieres hacer cupcakes?
—Por eso no te lo dijo a ti~ —canturreó la menor en voz baja.
—Está bien que lo haga. Eso abre muchas puertas. —refutó Namjoon.
—¿Qué puertas se te van a abrir por saber cocinar? Todo el mundo sabe cocinar.
—Las puertas del horno, el microondas —bromeó, mirando a Jungkook y a su hija, qué rió escandalosamente exagerado.
—No bromees conmigo —arrugó el panfleto, arrojándoselo a la cara.
—Pero si te prestas al ridículo con esas preguntas. —la mujer bufó. — Cariño, es algo por hacer, sólo dejalo. Jungkook ha estado obedeciendo todo lo que le demandaste, va a boxeo, estudia, no vuelve tarde a casa, sólo dejalo ser por una vez en la vida.
Torció el gesto y alzó su hombro. —Al cabo que es su vida, ¿no?
—¿Qué tal?... ¿Holaaa? —el insistente se puso frente a su rostro, desde el lado izquierdo, y fue ahí que lo notó —¿Estás ignorandome?
Se tardó en contestar, perdido en la nostalgia de esa frase.
.Taehyung.
Pensó
Jungkook negó y picó su oído para negar con el dedo luego, tratando de dar a entender su problema.
—Ya veo, no puedes oír de ese lado.
Jeon asintió y mostró su otro oído, específicamente el aparato en él.
El pelinegro dio una bocanada —¡Yoongi! —llamó a otro chico sentado en la parte de atrás. —¡El chico tiene sordera, ven! —Jungkook se molestó un poco por la presentación que se le dio y golpeó la mesa con el puño. —¡Wow! Y un mal carácter. Creo que se llevarán bien.
El tal Yoongi se paró frente a él, viendolo desde arriba, como si Jungkook fuera un perro de la calle, pero ya no más, él había cambiado y no dejaría que alguien se crea superior otra vez.
Se paró, enfrentando a esos dos e hizo un gesto con la cabeza, insitandolos a hablar, si es que se atrevían.
"Soy Min Yoongi"
Se presentó, estirando su mano, ladeando una sonrisa.
Jungkook alzó una ceja y tomó su mano.
—Ja, sabía que se llevarían bien. Soy Kim Seokjin, por cierto —dio un codazo a Yoongi — Anda, dile que eres igual de amargado que él.
Min lo miró mal y Jungkook dejó caer sus párpados.
—¡Oh! ¿Me entendiste? —
El castaño soltó la mano que aún sostenía y volvió a señalar su aparato.
—Aah, o sea que sí escuchas de ese lado —¡¿no había quedado claro ya?!. Apoyó su mano en el mentón — ¿Acaso eres mudo también?
Apretó sus labios. ¿Por qué hacía esas preguntas, justamente esas preguntas? Su pecho dolía ante el recuerdo.
—No.
Se atrevió a contestar, y fue una de las pocas veces en las que Jin oiria la voz de Jungkook hasta la llegada de Taehyung.
En cambio, Yoongi logró ganarse su confianza y volverse un buen amigo, teniendo la oportunidad de oír incluso su risa, risa que, a través de los dias, le encantaba oír cada vez más.
—Oh, ¿así que este es tu soufflé?
Mientras preparaban sus postres para un evaluación, Jungkook y Yoongi se vieron distraídos por esa voz burlona.
Mark, de nuevo, estaba molestando a Lee Félix, un chico hablador y un poco torpe, pero que no tenía malas intenciones con nadie.
El rubio no captaba la burla en la voz del otro, tal vez no acostumbraba a ver maldad en los demás, por lo que cada vez que el pelirrojo venía a molestarlo, lo recibía con la guardia baja.
—¡Sí! De hecho, fui un poco más creativo y lo rellené con chocolate en barra, debe estar derretido luego del golpe de horno, mezclado con la masa y ¡Hey! No puedes poner el dedo ahí. —sostuvo su mano. — Es para los profesores.
—De todas formas hay que volver a hacerlo frente a ellos, ¿no?
—Sí, pero aún así, lo hice para ellos y ¡Mark! ¡¿Qué te he dicho?!
El pelirrojo adentró el dedo hasta el centro y al sacarlo se lo pasó por la boca— Mmm, sí, el chocolate le da el toque.
—¡Oh! ¡Eres un bobo!
—¿Qué decías? —pronunció al tiempo que empujaba el plato al borde de la mesada, que cayó al suelo con soufflé y todo. — Recojelo y que no se te ocurra volver a llamarme así. ¡Eh! —trastavilló al ser empujado —¡¿Qué mierda contigo?! —miró a Jungkook con furia. — A ver, mudo de mierda, ¿qué te metes tú?
Jungkook movió sus manos y Yoongi, a su lado, tradujo.
—Dice que lo levantes, o te lo hará tragar directamente desde el suelo.
Apuntó su dedo, amenazante hacia el par —Qué se atreva y- ¡Aaah! ¡Estúpido, sueltame! —Jungkook había tomado su brazo, doblandolo tras su espalda, en una llave que obligó a Mark a inclinarse. —¡Sueltame! ¡¿Qué te pasa?! ¡Vas a romper mi brazo!
—¿Olvide mencionarte que Jungkook practica boxeo desde hace tres años? —habló el peligris. Jungkook torció aún más su brazo, sacando otro grito de Mark, poniéndolo en vergüenza frente a todos los estudiantes. —Ahora, recogelo.
—¡¡PudranseOuh!! —su cara fue estampada dentro del soufflé cuando Jungkook dejó caer el cuerpo del pelirrojo hacia el suelo con un empujón.
—Tomalo como advertencia. —finalizó Yoongi y ambos volvieron a su lugar.
Félix tapó su boca con sorpresa y luego miró a ese par.
A partir de ahí, no pudo hacer más que admirar a los únicos chicos que decidieron hacer justicia por él y no sólo se quedaron viendo.
Claro que también tenía que soportar el bullying que ellos mismos le hacían, pero el estaba convencido de que era porque lo querían.
Sí, no había maldad en Félix, por lo tanto, tampoco podía verla.
Con el tiempo, Seokjin, Yoongi, Félix y Jungkook, se unieron en una amistad algo rara.
Más adelante, Jin les ofreció trabajo en el restaurante de su familia y Namjoon le consiguió un departamento a Jungkook para que pudiera independizarse como él quería. Demostrar que no necesitaba de nadie para poder valerse.
Aún así, todavía necesitando a esa persona para ser feliz.
[💕]
Bai
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro