8
—¡¿Esto es lo que te he enseñado?! ¡He abandonado todo por ti ¿y así me lo pagas?! —el hombre iba desesperado de aquí para allá. —¡Jeon Jungkook, estoy jodidamente hablandote! —paró a mirar al chico que se hallaba todo golpeado, con vendas en la mano. — Mirate —negó —¡Mirate como estás! —el chico seguía mirándolo sin decir nada. —¡Contestame! —gritó cerca de su rostro.
—¡No te oigo! —gritó con la voz ahogada.
—¡¿Y de quién es la culpa?! —le dio un empujón, provocando que cayera sentado en el suelo. —¡¿Sabes que dijeron que el chico podría morir?! ¡¿Qué crees que haré si llega a morir?! ¡Jungkook estoy por enloquecer! ¡Podrían encerrarte en un reformatorio si eso llegara a pasar! ¡Todo el pueblo se enteró de lo que hiciste! ¡La gente me mira como si hubiera criado a un monstruo! —sostuvo su cabeza y se alejó.
Jungkook sólo se recostó en el suelo, aguantando las terribles ganas de llorar. Claro que no entendía de todo las palabras de su padre, pero podía distinguir algunas y sin duda podía ver la furia reflejada en sus movimientos erráticos.
—Yo no quería hacer esto —se volteó a su hijo, pero notó que no lo miraba y se acercó, dándole una suave patada a su pie para llamar su atención. Jungkook se apoyó en sus antebrazos y lo miró. —Sé donde está tu madre. —el castaño amplió la vista. ¿Lo sabía? —Vive en Seúl. Tiene mucha influencia allí.
Jungkook se mostró confuso y se sentó "¿influencia? ¿De qué? ¿Qué es lo que hace?"
—No ella directamente. —negó —Su esposo... —apretó sus labios — Él es médico, un buen médico.
Jungkook se levantó, sus dedos dolían como la mierda —¿Cómo sabes?
Su padre se demoró en contestar —Ha estado hablándome desde hace dos años. —Jungkook enloqueció ¿qué rayos le estaba contando ahora? ¿Por qué nunca le habló de eso? Removió sus cabellos y dio un giro sobre sí mismo
—¡Explica! —reclamó.
—Ella quería verte y no la dejé. Y no te atrevas a reclamarme nada, ella nos dejó. No tenía derecho a querer verte cuando yo fui tu único padre.
"¿Y lo que yo pienso? ¿No creíste que tendría voto en esto? ¿Y mi derecho verla?" pegó un grito de frustración, alejándose de su padre. En verdad sus manos dolían y así no iba a poder comunicarse. Volvió sobre sus pasos "¿por qué me cuentas esto ahora?"
Su padre suspiró —Si esto pasa a mayores, yo no podré ayudarte. Pero ella podría. Vive lejos de aquí y tiene el dinero suficiente para arreglar cualquier término legal. Sabes bien que yo.. Yo no tengo tanto. Ni siquiera me alcanzaría para pagarte otro aparato.
Jungkook negó "¿quieres mandarme con ella?"
Su padre se acercó y él dio un paso atrás, ¿su padre quería deshacerse de él? ¿Quería entregarlo a la mujer que también lo había dejado?
—No, no, Jungkook. Ella dijo que cualquier cosa que necesitaras, podías pedírselo. Necesitas esto, Jungkook. ¿Qué haré si esto se me escapa de las manos?
"Ya veo que entregarme a la primera oportunidad" reclamó "¿y si ella vuelve a dejarme?"
—Ella tal vez cambió. Entiende que no veo otra salida, más que...
—¿Huir? —dijo dolido. "¿Soy un criminal ahora?" sus ojos se aguaron. —¿Un monstro? —negó frustrado.
Su padre sintió la culpa calar y cubrió su rostro para después mirar a su hijo. —Iras con ella, Jungkook. —su hijo frunció el ceño. —Comienza a empacar.
El castaño mordió su labio y subió las escaleras con furia, encerrandose en su cuarto.
Estaba enojado, enojado consigo mismo. No debió reaccionar así. No debió.
Pero su padre venía ocultandole eso incluso antes de su accionar, ¿Acaso estaba esperando un momento así para decírselo? ¿Ahora su madre quería volver? ¿Qué más le reveló durante todo ese discurso que no pudo oír con claridad?
Qué frustración, odiaba a sus padres, odiaba su vida, odiaba su puta sordera, se odiaba, Jungkook odiaba su incompetencia para enfrentarlo todo.
—¡¿Y a ti cómo se te ocurre meterte en una pelea así?! —volvió a regañar la madre de Taehyung.
—¡Ellos empezaron, mamá!
—Tú no debiste seguirla. Debiste llamar a algún adulto de inmediato.
—Pero ya le estaban pegando a mis amigos.
—Pues ellos decidieron meterse en la riña, ¿no? Debiste alejarte de ahí.
—No podía, le estaban pegando a Hoseok y Jungkook estaba peleando solo.
—¿Y tenías que comportarte como él?
—¡Pues sí! —se cruzó de brazos. —es mi amigo.
—¿Entonces si Jungkook se tira por un pozo, tú te tiras con él? —rió cínica, dándose la vuelta para acabar la conversación.
—Claro que no —abultó su labio inferior — Yo lo ayudaría a salir de él.
Su madre frenó y volteó a verlo.
—Taehyung... —sonrió —Dios, te amo tanto, mi niño.
Silencio. Todo lo que sentía era silencio. No sabía si era porque su padre lo había dejado solo o por no escuchar.
Jimin le había mandado mensajes antes, diciendo que todo iba a estar bien; que no podía ir a verlo por ahora ya que su madre lo castigó y le dijo que no se le acercara por un tiempo debido a los rumores. Pero en cuanto pudiera se escaparía para estar con él.
Suspiró, tal vez si estaba solo. No quería verificarlo, prefería seguir abrazando sus rodillas, con la cabeza metida entre sus piernas y su espalda apoyada al respaldo de la cama, sentado en el frío suelo. En realidad, preferiría estar solo.
Pero algo picaba dentro suyo, sabía que no eran las lágrimas que había estado aguantando, sentía un cosquilleo en la nuca, como cuando sientes que te observan, pero sin sentirse incomodo.
Levantó la vista, chocando con la entrada de su cuarto e inevitablemente con el chico parado ahí.
¿Qué hacía ahí? ¿Su madre no lo castigó como a los otros? ¿No le prohibió juntarse con él como le habían dicho a Jimin?
—Hey~ —le sonrió el pelinaranja. — ¿Qué tal estás?
—¿Qué haces aquí? —preguntó sin oír a Taehyung.
—Jum, sigues oyendote gracioso —trató de bromear. No recibió respuestas y se atrevió a entrar.
—No. —se detuvo cuando Jungkook habló. —No vengas.
—Pero quiero ir. —puchereó.
—No escucho.
—Pero sí sabes hablar, ¿no? —sonrió. Jungkook había aprendido a pronunciar mejor las palabras durante estos años, pero por alguna razón, prefería no hablar. — Y yo sí escucho, ¿sabes? Puedes simplemente hablar de lo que quieras y yo oiré. ¿Quieres?
Jungkook frunció el ceño ¿por qué seguía ahí? ¿No fue claro en lo que dijo? No lograba oírse a sí mismo, pero creyó ser consciente de lo que pronunciaba. —vete.
—No.
—No quiero hablar.
—¡Entonces sí me entendiste! —lo señaló en reclamo.
Y sí, un poco pudo entender. Las palabras simples eran fáciles de leer al mirar los labios. Pero nunca se arriesgaba a usar ese truco, no era muy confiable.
—Taetae... —suspiró cansado.
—Está bien... —caminó tambaleante hasta donde estaba Jungkook y se sentó a su lado, ante la atenta mirada del castaño. —No hables si no quieres. Pero aún así, me quedaré a tu lado.
Jungkook lo miró con ojos brillosos, estaba tan cansado. No sólo de lo pasado últimamente, sino de su vida completa.
—Quiero llorar... —pronunció lento.
—Entonces lloraré contigo —sonrió, derramando algunas lágrimas que también se tenía guardadas.
Jungkook rió bajo y lo abrazó, apoyando su cabeza en el pecho del otro y sintiendo sus brazos rodearlo.
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