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24

Saltos y sólo saltos eran los que Taehyung daba en la acera mientras esperaba a Jimin.
Estaba contento, en verdad lo estaba. Apretaba a Yeontan contra su pecho, abrazandolo para ver si así podría liberar un poco de la emoción que a éstas horas de la noche no podía gritar.

A su lado, Jungkook esperaba con una pequeña caja, donde había guardado un pedazo de pastel para que él se llevara.
Seokjin se había ido, Félix se quedaría a pasar la noche en el departamento de Jungkook y al lado de éste, estaba Yoongi, sosteniendo a su cachorro.

—¿Puedes dejar de saltar, tarado? Pareces un canguro con retraso. —la voz áspera del peligris se oyó.

Jungkook le dio un ligero codazo y Taehyung lo miró. —Si supieras cómo me siento, te pondrías a saltar conmigo. —respondió sin ánimos de pelear.

¿Seguro caminarás? —preguntó Jungkook al tener sus manos ocupadas. — Puedo hacer espacio en casa —propuso a Min

—Estoy bien. Félix se quedará, tu departamento es chico. No quiero ser un estorbo.

— De verdad, no es molestia

—¡Dije que no! — Jeon arqueó sus cejas y Taehyung dejó de saltar. Yoongi suspiró — Disculpame. Estoy cansado.— se disculpó —Mejor ya me voy.

El castaño sólo asintió y miró a Taehyung. — No, espera a que venga Jimin y te llevamos —ofreció, sacándole una sonrisa a Jungkook. Él miró a Yoongi con la misma sonrisa, esperando a que aceptara.

—No.

Yoongi. —regañó.

—Taehyung me cae mal. Y si Jimin te cae mal a ti, tampoco quiero ir.

—¿Jimin te cae mal? — preguntó Taehyung, pero Jungkook no oía de ese lado. —Ah.. —se puso frente a ambos, llamando su atención. — Jungkookie, ¿te cae mal Jimin?

Jeon rodó los ojos y soltó una risa —No, sólo ya no es amigo mío.

—¡Claro que lo es! Él te quiere mucho. Es más, cuando venga, podemos hablar y-

No.

¡Jungkookie! —regañó.
Yoongi rió. Eso fue como un déjà vu.

Un auto se fue acercando lentamente y tocó su bocina.
Taehyung se volteó y sonrió —¡Jiminnie!

Jungkook frunció el ceño, ¿cómo que Jiminnie?
¿Y ese apodo qué? —preguntó algo molesto.

—¿Qué tiene? —el pelirrojo abultó su labio. Era un buen apodo, ¿o no?

Sólo Jimin — renegó.

Taehyung dio una risa seca —¿Te recuerdo que tú solías llamarlo Chimmy? —retrucó y Jungkook se sonrojó.

Te dije que era pasado.

—Qué lindo, su primera pelea~ — canturreó Yoongi con ánimos de molestar

—¡No estoy peleando! —saltó en su lugar. —Es una charla de apodos

El pastel —habló sin mirarlo.

—¡Ah, Jungkookie! — se quejó ante su actitud. El castaño le extendió la caja —¡Tengo a Tannie en mis manos! Sólo acércate y déjalo en el auto.

No-oh —acercó la caja hasta la cara de Taehyung y la empujó sueve contra ésta —Tuuu pastel.

¡Jungkook! —gruñó. Ante la insistencia del castaño, apretando la caja contra su cara, dijo: — Le diré a Jiminnie que baje y me ayude, entonces.

Dame a Yeon. —con una mano sostuvo la caja en su lugar y con la otra tomó al perro de los brazos de su dueño —Agarrala —dicho ésto, soltó la caja. Aterrizó en las manos de Taehyung.

—Tanto porque no quieres verlo. Pareces malabarista. — negó con la cabeza. — Ahora vuelvo.

Jungkook sonrió de lado y abrazó al perro.
Yoongi no quería ver esa interacción, pues las esperanzas que tenía de que Jungkook lo viera de otra forma, se esfumaron. Pero por otro lado, en verdad quería a Jungkook, y aunque no lo iba a admitir, era la primera vez que lo veía comportarse como un niño mimado y caprichoso. Todo era por aquella frutilla podrida, hedionda e insoportable. Aún así, muy adentro le agradecía, muy muy adentro.

—Jimin-ah —Taehyung abrió la puerta delantera —Mira, traje pastel. Dejalo aquí arriba —entró como si nada, ignorando el ceño fruncido del rubio

—¿Crees que todo se arregla con pastel? Me tenías preocupado.

—Pues, si el pastel no sirve, traigo galletitas con forma de superheroes.

—Taehyung...

—Jungkookie está afuera — dejó la caja en el asiento. — Pero no quiere verte. ¿Tú?

Jimin negó. — Si él no quiere, está bien. Tampoco hay mucho que decir.

—¿Seguro? Ustedes eran los mejores amigos, ¿eso no cuenta?

—Eramos, bien dicho. —suspiró, viendo al frente. — A decir verdad, tal vez eramos amigos porque teníamos que serlo; no es como si tuviéramos otras opciones. —lo miró — Luego aparecieron ustedes y él supo que había más que sólo gente que hablara el mismo idioma que él, gente que podría brindarle más experiencia y menos discriminación. Nuestra amistad después de eso, se volvió simple costumbre. —se alzó de hombros.

—¿Entonces piensas lo mismo que él.?

—¿Él dijo eso?

—Él dijo que las cosas no son como antes. Qué él ha cambiado.

— Tiene razón, todos cambiamos. —afirmó.

—Para mí sigue siendo el mismo Jungkookie —abultó su labio.

—Eso es porque contigo siempre ha sido el verdadero Jungkook.

—¿Es así? —sonrió. —¡Estoy muy feliz ésta noche!

Jimin sonrió contagiado. —Okey, vamos. Despidete y sube.

—¡Oh! Llevaremos a uno de sus amigos, ¿sí? —sin esperar respuesta, salió.

—Qué alguien me diga cuándo me convertí en taxista. —suspiró, subiendo el volumen de la radio. Crown de TXT estaba sonando y rió ante la ironía.


—Bueno, es hora de irnos. —puchereó Taehyung.

Tu perro —le extendió y Taehyung lo tomó.

—Vamos, Yoongi. Sube al auto —ordenó.

—Pero si dije que no iría —dijo molesto.

—¿Por qué no esperas con Jimin y me dejas despedir de Jungkook? Es que voy a darle tantos besos que-

—¡Ya me subí! Ya me subí. —caminó hasta el auto y abrió la puerta trasera. Entró y dejó a su cachorro en el asiento, sentándose junto a él, cruzandose de brazos sin decir nada.

—Hola, soy Park Jimin, un gusto tener en mi auto a sujetos con tan buenos modales, oh, y además trae otro perro. ¿Qué buena acción habré hecho en el pasado como para obtener este premio? — habló sarcástico. Hubo silencio. —¿No te vas a presentar? —miró por el retrovisor, encontrándose con los ojos oscuros de Min.

—Me llamó Pudre Te.

Jimin rió, llevando su cabeza hacia atrás. — Es un lindo nombre, Lil Miow.

Un gruñido se escuchó en la parte trasera y Jimin largó otra carcajada.



—Ah, Jungkookie.. —Taehyung mordía su labio para que la sonrisa no se agrandara más —Estoy por explotar de felicidad. De hecho... Te encontré y tú... Ay... —se cubrió el rostro con Yeontan — Tú me besaste.

Ah.. Sí...eso.. —sonrió, rascándose la nuca. — Estuvo bien, ¿no?

—Sí, sí.. Creeme, estuvo muy muy bien. —sonrió mostrando sus dientes. —Entonces... Uhm.. Nosotros, digo, ¿somos...? Quiero decir...

¿Quieres ser mi novio?

Preguntó sin más. Taehyung expandió la mirada. Si bien eso era lo que quería decir, le tomó por sorpresa que se lo dijera sin pudor.
No supo cuánto tiempo estuvo sin hablar, pero debió de ser mucho para que Jungkook bajara la mirada y volvera a rascar su nuca, viéndose avergonzado.
—Di algo, maldita sea. Voy a morir... —susurró.
Pues, él fue el que dio el beso, él fue el que propuso eso, Taehyung no había dicho nada en relación a la situación aún.

—¡Dios! Perdón. Sí, p-por supuesto que sí. —balbuseó.
Jungkook apretó sus labios y asintió. ¿Qué debían hacer ahora? ¿Sellarlo con un beso o algo así?

Entonces...

¡Wow! ¡Espera! — Jungkook alzó las cejas. Taehyung recién caía en la realidad — ¿Entonces si alguien me pregunta, yo puedo decir "sí, Jungkook es mi novio"?

Jungkook rió — Sí.

Rayos, ¿Te-Te puedo...? —mordió su pulgar —¿Te puedo dar un beso?

Jungkook bajó la mirada y sonrió de lado. Volvió a mirarlo y asintió.

Ambos se acercaron y se detuvieron muy cerca...

—¡Aaaahhh! ¡Estoy nervioso! — Taehyung se alejó.

Jungkook cubrió su boca con el puño. Él también lo estaba.

La bocina de Jimin se escuchó un par de veces, haciéndolos salir de su burnuja

—Oh, cierto... Debo volver a casa. —Taehyung le hizo una seña a Jimin —¡Ya voy!

No —sostuvo su brazo, haciendo que lo mirara — Quedate a dormir esta noche. — la cara de Taehyung se tornó roja rápidamente — ¡Conmigo y Félix. Félix está arriba! —aclaró.

— No, sí. Yo... No, no pensé nada raro —desvío la mirada. — No sé, es que Jimin..

—Sólo ésta noche.

Taehyung lo pensó por un momento y no vio porqué no. —Le avisaré a Jimin. — la sonrisa que Jungkook le dio, le aseguró que no se equivoco en su decisión.
Fue hasta el auto y abrió la puerta delantera, dejando a Yeontan ahí.
—Jimin, perdón, voy a quedarme esta noche aquí. — Jimin se sorprendió —¡Está Félix también, así que no pienses mal! —advirtió. ¿Quién rayos es Félix? Pensó Jimin, ¿eso debía hacerlo sentir mejor?

—¿Estás seguro? Digo, puedes venir mañana, ¿o no?

Taehyung no pudo ocultar su alegría y soltó — Es que me propuso ser su novio —sonrió enormemente, a la vez que el corazón de Jimin se oprimió. —Pero sólo hablaremos, ¿sí? —
Jimin forzó una sonrisa.
No es que Taehyung lo quisiera hacer sentir mal con la noticia, Jimin lo sabía. Él sólo quería compartir su alegría.

—No te preocupes. Quedate, pero mañana ve a casa, ¿sí? No vuelvas a asustarme y avisame dónde te quedas, ¿está bien?

Taehyung asintió — ¿Llevaras a Yoongi a su casa? Por favor.

—Claro, no hay problema.

—¡Eres el mejor! —se estiró por sobre el asiento, dándole un abrazo. —¡Ya me voy! Llevense bien. —se despidió de Yeontan y salió.

Jimin arrancó el auto cuando los vio subir.

El par estuvo en silencio un rato, mientras salían de ese vecindario. —Dios mio, ¿todos los enanos conducen lentos o sólo tú? —comentó Yoongi.

— Juraría que eres más bajo que yo. ¿A dónde te llevo?

—A cualquier bar estará bien —respondió Yoongi, ignorando la evaluación que tendría mañana temprano. — Necesito un trago.

—¿Por qué de repente?

— Pues, acaban de romperme el corazón.

—Entonces vamos a mi casa.

— Ja, ¿y eso por qué?

—Porque también me acaban de romper  el corazón. Y un bar no es lugar para éstos dos cachorros.

—¿Hablas de Yeontan y Holly o de nosotros? —bromeó el peligris sin recibir respuesta, más que una suave risa.

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