—¡Mamá! ¡Pero prometiste que me llevarías hoy!

—Lo sé Tae, pero en verdad no me siento muy bien. —la mujer se sentó en la cama. — Aún me duele mucho la cabeza y la fiebre no me ha bajado, si puedes esperar unos días más-

—No, mamá, lo planeé todo para hoy. Tengo dinero ahorrado, tengo el día planeado. Ya lo atrasamos la semana pasada por el trabajo, y ahora esto.

—Tae, ¿no escuchas que estoy enferma?

—Yo te veo perfectamente, pero está bien, está bien. Lo entiendo. —pateó el suelo — Nunca te pido nada, pero está bien. —se fue hacia la salida de la habitación.

—No, no. Tae, bebé. —llamó antes de que se vaya.

—¿Sabes qué? —se volteó hacia ella — No quiero que me lleves a ningún lado. Mejorate o haz lo que quieras.

Taehyung muy pocas veces se enojaba o lo demostraba, su madre lo sabía. Le había fallado la última vez y no quisiera haberlo hecho esta, pero en serio se sentía mal. Aún así...

—Espera, hijo. Ya sé, ya sé, tiene razón. —le sonrió —¿Sabes qué? Dame unos minutos y estaré lista.

Taehyung suspiró —No, perdona. Si te sientes mal, lo dejamos para otro día.

—No, no, bebé. Este día es perfecto, hay buen clima y si nos vamos ahora, llegaremos en la tarde. Sólo dame unos minutos para refrescarme, ¿sí?

—De acuerdo —asintió alegre. —¡Te espero en el auto!

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—Hola Taehyung. —El pelinegro se sorprendió al verlo entrar a su habitación. —¿Sorpresa? —dijo en tono bromista, mientras se acercaba a la camilla.

Taehyung seguía mirándolo sorprendido, por lo que continuó su monólogo. — Vaya, creo que me equivoqué de habitación — Kim frunció el ceño en confusión— Digo, al Taehyung que vine a ver, había que ponerle una media en la boca para que se callara. —se paró a un lado de la camilla.

— ¿Qué haces aquí?

—Me enteré y... Quise venir a verte —se alzó de hombros.

—¿Tú a mí? —Taehyung rió con inocencia —¿De verdad tú a mí? Pero si me odias.

—Ay, hey, no digas eso. Yo no te odio, sólo —miró al techo —sólo he cometido muchos errores.

—Está bien, todos lo hacemos. Mirame a mí —rió de nuevo, enseñando sus muñecas vendadas. —Pero en unas horas me iré, sólo me tenían en vigilancia y me hicieron hablar con una señora. Ya me dejaran ir. —sonrió. — Estoy bien. ¿Querías algo más?

—¿Por... Por qué lo hiciste?

—Pensé que no debía estar aquí. Es decir, no en el hospital, sino con vida. —asintió.

—¿Por qué crees eso? No digas estupideces —sujetó su mano —Mira, sé que no he sido bueno contigo y te he dicho muchas cosas, pero tú sí debes vivir, eres joven y vienen muchas cosas buenas por delante y-

—Ya, ya — dio palmaditas a las manos que lo sostenían —Dije que lo creía, no que lo creo. —apretó sus labios en una sonrisa — Si lo que te preocupa es que lo vuelva a intentar, no lo haré. Sólo no vi otra salida en ese momento y cometí un error. No volverá a pasar. —dijo con seguridad — Por otro lado, si crees que tuviste algo que ver con esto, no lo tienes. No tienes que ver con esto, Jimin.

—Es que, me enteré que fue después de que viste a Jungkook. —pasó su lengua por los labios — Mira, yo sé que arruiné tu confesión aquel día y que luego de eso no tuviste otras oportunidades, y lo lamento, lo lamento mucho por eso, jamás debí-

—Jimin, te dije que no tuvo nada que ver contigo o con Jungkook ni con nadie. Fue, fue mi culpa y solo mía.

—Sea como sea, dejame disculparme, ¿sí? —lo soltó y se alejó, dándole la espalda— Hace semanas dejé de hablar con Jungkook. —hizo una pausa — Antes de eso, me enteré que Jungkook viajó a Busan y ni siquiera fue capaz de visitarme — negó con la cabeza — Se lo reclamé y tuvimos una pelea, aunque él me dijo que necesitaba buscarte, ya que yo no le contaba nada sobre ti —rió con ironía — me enojé tanto que ya no contesté sus llamadas. — miró a Taehyung — Soy celoso. — confesó — soy muy celoso y sé que está mal, pero es así como soy. —volvió a acercarse — Y también me gusta Jungkook. También me gusta.

—Lo sé. Digo, tenía esa impresión.

— Hice todo lo que hice, porque estaba seguro de que si te le confesabas, él te eligiería a ti y no a mí.

—Yo no estoy seguro de eso, tú eres muy-

—Ya no responde mis mensajes y cada llamada que hago, me dice que ese número ya no está disponible. No sé si me bloqueó o directamente cambió de número. —mordió su labio. — Entonces llamé a Hoseok, pero él me dijo que ni siquiera tenía su número. Pregunté si tu lo tendrías, pero me dijo que no tenías celular y me habló sobre lo que te pasó. Así me enteré de esto.

—¿Hoseok lo sabe? —amplió la mirada.

— Tu papá llamó a su madre, sabía que él era tu amigo. Eso me dijo. Pero Hoseok no podía venir solo, así que le ofrecí traerlo.

—¡¿Encerio lo tragiste?! —se alegró — ¡¿P-Por qué no vino él también?!

—Le pedí que me diera unos minutos —sonrió contagiado por la alegría de Taehyung — creeme que está tan impaciente como tú por verte.

—¡Dios! ¡Gracias Jimin! —se estiró y lo atrajó en un abrazo que sorprendió al más bajo.

—De nada, de nada —sonrió y se alejó — Ahora, también pensé en trae a Jungkook, pero para eso tengo que ir hasta su casa, porque no tengo otro medio para contactarlo. ¿Puedes creer que ni siquiera usa redes?

—¿T-Traerlo?

—Sí, seguro le gustará verte y-

—¡No, no! —lo sacudió —No vayas a decirle a Jungkook que hice esto, no. Va a pensar que estoy loco o tonto. No debe saber lo que intenté.

—¿Estás loco? Él no va a pensar eso, Jungkook no es así. A demás, si nos explicas porqué...

—No se lo diré a él jamás.

—¿Por qué no?

—Fue una estúpida reacción

—No fue estúpido para ti —frunció el ceño — No es estúpido.

—Quiero ver a Hobi, ¿sí? —pidió con una sonrisa — Y luego nos vamos por un helado, tú invitas.

Jimin dio una risa y asintió. —Está bien, yo invito.

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—Mamá, mamá — zarandeó su hombro. —Mamá, casi te duermes —dijo con gracia.

—¿Ah? ¿De verdad? —rió —E-Eso no está bien. — frotó sus ojos y secó su frente con la mano — Ah, Taehyung, creo que-

—Mira má — el pelinaranja hablaba mientras miraba su celular. — Hay un hermoso parque en Seúl y una gran fuente, podría llevarlo ahí y pasar la tarde. Se ve bonita.

— Taehyung, bebé, creo que voy a parar por un momento.

—Auch —abultó su labio — Está bien, pero será mejor que nos apresuremos luego para llegar en la tarde. —se giró a verla — Jungkookie se sorprenderá mucho cuando ¡¡Mamá!!

El grito de Taehyung llegó demasiado tarde y su madre no lo procesó, no hasta que su lado fue golpeado por otro coche.
El auto fue arrastrado fuera de la ruta y dio un par de vuelcos.
Taehyung miró a su costado, su cabeza había dado contra el cristal y su mejilla resultó dañada, pero nada comparado al estado en el que su madre estaba. Casi sobre él, la mitad para abajo de su cuerpo era engullida por el metal abollado del auto, el cinturón aún la sostenía, pero caía mucha sangre de su cabeza.
Quedó estático ante la escena y estuvo a punto de vomitar.

No fue consciente del todo, hasta que un oficial le preguntó sobre el accidente.

—Está bien. —palmeó su hombro — Muchacho, tuviste mucha suerte.

—¿Cuándo podré ver a mamá?

—Perdón, chico, creo que aún está en cirugía. Bien, será la última pregunta, ¿a dónde se dirigían?

—Íbamos a Seúl. Iba a visitar a un amigo.