Los dos jóvenes por su lado entraron a la casa.

Mirabel- el cerrojo estaba roto, alguien entro

Marco- ¿un ladrón talvez?

Mirabel- lo más probable

Marco- pues la verdad, yo creo que sigue aquí

Mirabel- ¿Por qué?

Marco- Mira- dijo señalando

Mirabel vio el lugar que Marco señalaba y noto que habían manchas de tinta por todas partes, pues Dolores sin darse cuenta se había manchado de tinta mientras revisaba la maleta.

Mirabel- si se hubiera ido, habría manchas de tinta la puerta

Marco- correcto, por ende, el tipo debe de seguir acá escondido

Mirabel- ¿no sería bueno ir por ayuda?

Marco- No creo, quien quiera que esté aquí, lo sacare a patadas de tu casa

Mirabel- te asustan los bichos, ¿pero no un ladrón?

Marco- bueno, bueno, vamos por alguien

Mirabel- ve tú, yo me quedaré a vigilar que el ladrón no escape

Marco- Pero, el podría atacarte

Mirabel- yo puedo defenderme sola

Marco- no te dejare sola, y si hay un ladrón pues que salga, que se las verá conmigo- exclamo mientras tomaba una escoba que había en el piso.

Marco empezó a buscar por todos los rincones de la casa, y como no había muchos muebles, él pensó que sería fácil encontrar al ladrón.

Dolores por su parte continuaba debajo de la cama sin emitir ni un sonido, y para su buena suerte, las sabanas de la cama eran tan largas que tapaban hasta el piso, por ende, no se la podía ver.