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Capítulo 9 "Voy a conquistarte"

Dedicado a  @DonajiRoldan   @_CassandraG_  @KarenG324

—Jefe —dice Ray con la mano rascando por encima de sus pantalones cerca de sus genitales, el jefe no responde, ni siquiera presta atención a lo que el chico dice —¡jefe!

Hay un bolígrafo en su mano, y puede ver sobre la mesa, una servilleta totalmente llena de "Louis" por todas partes. Quizás ahí, Harry debería comprender que no se rellena un espacio en blanco con cualquier nombre.

Parece tan absorto en su tarea que, incluso cuando Ray se posa frente a él, su mano continúa escribiendo Louis, Louis, Louis...

—Jefe —llama de nuevo y la respuesta es la misma; silencio —¡Jefe!

Harry responde con un sonido gutural y eso no es aceptable para Ray, aquí solo hay lugar para un perezoso y débil haragán, y ese no es Harry, así que antes preferiría dejarse secuestrar por un millonario excéntrico que lo lleve a Dubai a nadar desnudo en su jacuzzi bañado en oro, antes que permitir que Harry le quite el puesto de pequeña lapa succionadora de aire.

—¿Estás bien jefe?

—Hmm —responde sin mirarlo en realidad.

Ray se da cuenta que Harry responde sin siquiera prestar atención y aprovecha.

—He terminado mi medio turno, ¿puedo tomar uno de esos bocadillos nuevos de la vitrina?

—Mjmm.

—Terminé mi turno jefe —dice Ray, todavía probando si Harry está escuchándolo realmente —¿Puedo ir a casa?

El ojiverde asiente sin mirarlo, no está escuchando en absoluto y Ray decide usarlo a su favor.

—En realidad, ¿recuerdas que hablamos de reducir mis horas? Bueno, empezamos hoy y ¿Recuerdas el aumento que me prometiste?

—Hujm...

Esto es alucinante, piensa el chico, un zombi luce más despierto que Harry así que decide usar su arma más efectiva y tal vez consiga por fin el sueño de todo empleado:

—¡Oh! Y esas vacaciones de 2 meses con todos los gastos pagados, es lo que merezco después de tanta explotación, entonces ¿Cuándo crees que puedo comenzar?

—De acuerdo.

—¿Tú cierras verdad jefe? Estoy exhausto.

—OK...

Cuando Ray está por salirse con la suya, el teléfono de Harry con la alarma de los bocadillos se dispara y eso trae al jefe a la realidad, corre hacia la cocina para apaga el horno. De regreso atrapa a Ray cerca de la puerta, con una bolsa de bocadillos en su mano.

—¡¿A dónde rayos vas Ray?! Se supone que estás trabajando.

—Jefecito, tú me dejaste ir a casa porque estoy enfermo. Me duelen los zapatos.

—¡¿Qué?!

—Los zapatos, me duelen, muchísimo.

—¡¿Pero cómo te van a doler los zapatos?!

—A ti te dolía la cabeza hace unos días y yo no te juzgué por eso, —recapacita el empleado —A mí me duelen los zapatos, lo sé porque me los quito y dejan de doler. Es mejor que vaya a casa a descansar para no empeorar mi salud, jefecito.

Harry lo mira incrédulo, abre y cierra la boca sin poder hablar hasta que su cerebro se reconecta por completo de nuevo.

—Eres un maldito zorro hipocondriaco, ¡a la cocina!

—Pero, mis zapatitos jefe... —solloza, más falso que una moneda de mago —me duelen. No hay remedio para ese problema.

—Yo tengo la solución para tu "problema".

—¿Cuál, señor?

—Eres pobre, tienes deudas, y eres feo. —enumera con sus dedos —No conseguirás un maldito suggar que te mantenga.

—¡Oh cielos! —dramatiza —lo sé. Mi vida es una tragedia tras otra. La desgracia me ha perseguido por tanto tiempo, he hecho cosas terribles por dinero, cosas que jamás imaginé...—Harry lo mira con una ceja alzada y espera que termine su enunciado —"madrugar" por ejemplo.

Ambos ignoran que Liam está al fondo, escuchando y sonríe cuando escucha la conversación tan estúpida.

—¡Eres un cínico Ray! ¡Un haragán, perezoso, mitómano, hipocondriaco y

—¡¿Quién?! —responde con los ojos casi desorbitados por tremenda ofensa —¡¿Yo?!

—Seguro, ¿qué pasó contigo Ray? Apuesto que naciste por cesárea porque ni siquiera hiciste el esfuerzo de empujar —acusa Harry.

Cuando el chico asiente, confirmando su teoría, Harry bufa totalmente fastidiado y le arroja el mandil que forma parte de su uniforme, dobla la hoja con el nombre de Louis por todas partes, y si Ray fuera más observador, notaría que al pie de esta misma hoja se lee "Louis Styles & Harry Tomlinson"

—Pero jefe, eso es violencia.

Harry decide no perder más tiempo con su empleado y se encamina hacia la puerta hasta que escucha la voz de Ray.

—¿Te vas jefe? Entonces ¿también puedo irme jefecito?

—¡NO! Yo voy a buscar algo importante que olvidé.

—¿Qué? —indaga, porque la curiosidad no requiere esfuerzo, y es Ray, flojo pero chismoso.

—¡Un lápiz! —ni él mismo cree la tremenda y falsa excusa que ha puesto para ir al Instituto, porque sí; es domingo y sabe que estará cerrado pero, no pierde oportunidad, quizás Louis esté por allí hoy y él quiere verlo.

Definitivamente lo extraña, tan tonto como suena, extraña mucho a Louis ¿acaso hay alguna ley que impida extrañar a tu crush? Pues tan claro como eso, Harry muere por verlo.

Recorre la calle y se detiene cerca de allí, observa ambos lados y desde la acera observa cada ventana por donde sabe que Louis camina cuando está ahí.

Supone que una vuelta cerca del edificio de Zayn, donde vio a Louis aquel día en que trotaba no le haría daño a nadie; así que lo hace. Las ruedas de su auto giran tan lento pero es "para no gastar demasiado combustible" se dice a sí mismo, pero en el fondo sabe que es porque teme no verlo si va de prisa.

No hay suerte para Harry este día, pues Louis no aparece por ningún lado.

—¿Dónde estás chiquitito? "Ojitos Bonitos... Mi futuro Señor Styles"—repite Harry


(...)

El lunes por la mañana, Harry está ansioso, observa el reloj y quiere que las jodidas horas pasen rápido porque cuando las agujas marquen las 6 en punto, él estará frente a su chico.

—¿Qué tienes? —pregunta el señor Horan cuando Louis está sentado en la sala de profesores, dedicado, básicamente a respirar.

—Hambre.

—¿Y por qué no pides algo a la cafetería?

—Porque lo que me quiero comer de allí, hace días no me habla —con un puchero y una queja, se levanta para ir a su primera clase del día, apenas son las 9:00 am y ya se siente cansado.

—Recuérdame cuántas veces le hablaste tú? —responde el director sin levantar la vista de su ordenador, porque sabe la respuesta de antemano.

—¿Hablarle? Así como; ¿hablarle, hablarle?

—Hablarle como "hola ¿qué tal va tu vida sin mí? Porque la mía es una mierda y te quiero como para seas el motivo de que me vuelva a depilar.

—¿Quién dice que me depilaría por él?

—¿Entonces no te gusta? —inquiere el director, como lo que es, un viejo zorro astuto.

—No.

—Pero piensas en él.

—Un poquito...

—Y quisieras que te llame y que venga a verte, quieres que te abrace y te lleve cabalgando en un corcel blanco hacia el horizonte mientras tu cabello hondea libre y salvaje por el viento.

—¡No soy una maldita princesa!

—Corrección, no eres una princesa, pero ya es hora de que encuentres a tu príncipe azul que te lleve a tu primer baile real.

Louis lo mira casi ofendido, con sus respuestas siempre listas para salir, porque tiene claro lo que sí y lo que no. Él nunca ha tenido a nadie que lo defienda, algunos dirán que él es obstinado y de mal carácter, pero la verdad es que es la única manera en que se ha protegido a sí mismo, así que pensar en un príncipe que ahora le dé lo que él mismo ha conseguido es inaceptable.

—En primera ¿quién dijo que quiero un príncipe? Prefiero un jodido lobo feroz que me mire mejor, me escuche mejor ¡y me coma mejor! —Horan asiente, no puede refutar esa respuesta y lo sabe —además, ¿por qué tendría que ser azul? ¿Y si el príncipe es verde? —no ha olvidado el precioso jade de los ojos de Harry, pero eso es un pequeño secreto —yo jamás limitaría mi destino solo para encajar, al diablo los estereotipos! ¡Yo soy mi propio héroe y me salvo solo!

—Correcto, pero entonces ¿te gusta?

—¡Cada día más! —echa la cabeza hacia atrás totalmente frustrado por sentirse así de nuevo —Joder Horan, ¡Me encanta!

—¿Y por qué no se lo dices?

—Porque el muy tonto me dijo que tenía novio, luego lo negó y no sé qué creer.

—¿Sabías que la boca no es solo para comérsela a los demás? también sirve para hablar y en nuestro caso, las manos también funcionan, no solo para estampar al otro a la pared o desgarrarle la tanga —ironizó —Habla con él, enfréntalo y si no quiere hablar, siempre existe el secuestro, en mi auto tengo cuerdas, mordazas y esposas.

—¡¿Qué?!

—¿Qué de qué? ¿Qué? —Horan parece haber olvidado convenientemente lo que acaba de decir y la expresión de Louis ya es confusa mientras lo observa con ese precioso par de ojitos azules como ningún otro —¿Cómo dices? ¿No tienes una clase que impartir? ¡Andiamo!

—¡Demonios! Eres el maldito Christian Grey, pero versión mal teñida.

—¡Hey! Soy rubio natural.

—¿Desde cuándo ustedes usan esposas y... mordazas? —pregunta, pero es retórica porque no quiere saber lo que su jefe hace en casa con su pareja.

—¿Te acuerdas el día que empezaste a trabajar aquí? —dice, aludiendo a los 6 años que Louis lleva trabajando en el Instituto —pues 4 años antes de eso, ya lo usábamos.

—¡Me largo! No me pagan lo suficiente para escuchar esto.

...

El tiempo se vuelve noble y después de lidiar con Buck y lo que parece toda la mierda del mundo, ha llegado el momento.

Harry está sentado en la sala del Instituto, esperando por él.

Cuando Louis entra, el mundo se difumina y los ojos de Harry solo pueden verlo a él, de una forma tan diferente a como mira al resto, y Louis está tan enojado con él, que ni siquiera se da cuenta.

"Hola" saluda Harry con la configuración que ya domina y espera que le devuelva el saludo, con la sonrisa más perfecta que el mundo ha visto.

Pero no pasa. Louis está serio y se limita a sentir con la cabeza.

Harry lo mira y recuerda el incidente con la Harvey ¡mierda! El castañito está haciendo berrinche por eso, y Harry siente ganas de sentarlo en su regazo y besarlo hasta explote en carcajadas porque cuando Louis sonríe, le hace un favor al mundo.

"Te traje esto" señala todavía con sus manos pero parece un mosquito inoportuno y molesto para el castañito, así que decide combatir su enojo con la pieza más franca que le han enseñado en su familia: alimentar el alma y el cuerpo.

Harry empuja un té y una vianda con la tarta favorita de Louis, lo está extendiendo como una ofrenda de paz, pero sabe que no será así de fácil. Mueve su cabeza en zigzag buscando su atención, pero su instructor parece muy ocupado en su libro.

Louis quiere mirarlo como si aquello no le importase, pero hay tanta dulzura en su mirada y el lado vulnerable que esconde, se asoma en la sonrisa que muerde.

¡Joder! 'Santa Katy Perry shippeadora, apiádate de mí', piensa Louis porque sus piernas casi se derriten con la cercanía del ojiverde. Desde el otro lado de la mesa puede oler su colonia y que el mundo lo perdone, él es un hombre débil.

"Gracias" gesticula con sus manos y apenas lo mira.

"¿Estás molesto?

"No"

"¿Seguro?"

"Sí"

Harry toma su libreta café, y comienza a escribir porque evidentemente aún hay configuraciones y palabras que no sabe cómo expresar.

"Pareces molesto, tu cara se ve tiesa..."

Por un momento observa la vacilación de su instructor, también mira cómo resopla porque ése no es un cumplido, es claro que Louis no sabe si ignorar el mensaje en el papel y continuar la clase como se supone, afortunadamente toma el bolígrafo y escribe:

"Lo siento, no todos tenemos cara de rana. Pero ésta es mi cara feliz"

Louis lo mira completamente serio, cuando acaba de escribir la primera línea, su mirada es penetrante y no hay una sonrisa en esa boca tan linda que tiene, Harry casi quiere arrodillarse cuando lo ve o atraerlo y besarlo tanto hasta que Louis lo entienda: Harry es la forma bonita en que el Universo se está disculpando con él por Luke.

"Esta es mi cara de euforia. Esta es mi cara de tristeza, esta mi cara de venganza. Y esta es mi cara malditamente con ganas de querer castrar al primero que me pregunte si estoy enojado ¿quedó claro?"

Cuando Harry termina de leer lo mira y se da cuenta que el castañito no ha cambiado su expresión en absoluto, casi como un gemelo de Merlina Addams, todas sus supuestas caras son exactamente igual: sin emociones.

Es obvio que sigue malditamente molesto y Harry ya está pensando en mil maneras de contentarlo. Louis parece aburrido o fastidiado de él, pero no es más que una fachada para protegerse.

"¿Y cuál es tu cara de enamorado?"

"Ésta".

Louis vuelve a mirarlo tal como lo hizo antes, serio, se cruza de brazos y mira un poco sus uñas, su boca se mueve en posición contraria y parece que esconde una sonrisa porque contrario al exterior, su mente va girando a gran velocidad pensando en un fin de semana mientras la temperatura baja y Harry acurrucado entre sus brazos.

"Ésa es mi favorita. Sin duda alguna es diferente a las demás."

Ironiza, pero logra conseguir que el castañito eleve una ceja y tome una postura un poco más abierta hacia él.

Harry vuelve a tomar el papel y escribe:

"Resérvala para cuando me mires"

"No tengo que mirarte de ninguna forma especial."

"¿Por qué?"

"Porque no.

"Respuesta incorrecta, deberías decirme algo sencillo como 'Sí, mi amor'...

Louis lo mira, intentando parecer harto, la realidad en cambio es absolutamente opuesta; está feliz de escucharlo y muerde su labio para reprimir una sonrisa, insuficiente porque, de todas formas, Harry la atrapa un segundo antes de que desaparezca.

"Me gusta verte así. Cuando sonríes no sé quién de los dos es más feliz, pero sonríeme siempre, por favor".

El ojiverde podrá arrepentirse de muchas cosas que antes permitió, pero sabe que jamás se arrepentirá de intentar hacer sonreír a Louis, porque ese brillo que ha visto cada vez que le coquetea, ése no se lo quitará nadie.

"¿Le dices lo mismo a tu novia?"

Escribe un enojado Louis, ha cambiado drásticamente su sonrisa por un ceño fruncido, todavía no olvida la conversación anterior y es que, él solo quiere que Harry le aclare de una maldita vez por todas que no hay nadie, porque lo está esperando a él.

"¿Por qué asumes que es un 'ella'? Además, estoy soltero."

Una ceja arqueada es la respuesta que recibe, Louis lo mira y aunque quiere golpear su estúpido rostro piensa que, es demasiado lindo y si ha de tocarlo le gustaría que fuera con delicadeza pero lo que sea.

"Dijiste que tenías novia o una cosa así."

"No, dije que AÚN no era mi novio y, establezcamos que es un ÉL."

Louis lee lo que ha escrito Harry y algo inusual ocurre dentro suyo, es una sensación semejante a cuando todas las luces de un árbol de navidad se encienden y anuncian que las fiestas han llegado. Algo se enciende dentro de Louis y traga con dureza porque siente, en el pecho; que ese cosquilleo es el amor llegando de nuevo.

"Explícate. Tienes un minuto"

Cruza sus brazos sobre su pecho para parecer desinteresado y ni siquiera puede mirarlo porque está cayendo y no sabe nada sobre el otro hombre más que gusta hacerlo sonrojar. Harry sonríe y es suficiente, le sobraron 59 segundos.

Louis, oficialmente ha caído.

"No tengo novio...pero quiero que sepas que ya te estoy siendo fiel"

Harry lo mira por encima del papel pero no deja de escribir, muerde su labio inferior y Louis está a punto de arrebatarle la hoja para leer pero antes de que eso suceda, Harry la extiende hacia él y el semblante del castañito es mejor de lo esperado.

"Voy a cortejarte"


....................................

"Ningún suelo merece tu caída, por eso te espero con los brazos tendidos"... Ron Israel.

Perdón por la demora a quien me lee, pero estuve reescribiendo "Amarte es el antídoto", pero ya me dedicaré a ésta fic por completo.

Besos de volver...

MAKI <3

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