°^Noche de película^°

Solo nuevamente. Pero por alguna razón ahora se sentía muchísimo más vacío que antes.

—Igual esa idea. Puede funcionar.

Dijo Sprout, mientras comía el último trozo de pizza, solo bastaban dos bocados más para llegar a la corteza. Pero ya estaba completamente lleno, así que solo la tiro en la caja y llevo hasta el basurero. Mientras cantaba un pequeño trozo de su canción favorita. Ya que desde que la había escuchado, se había quedado en su cabeza.

— Cada vez que lloro, me vuelvo un      poco más fuerte. — Cantaba un poco animado hasta llegar al basurero de la parte trasera de la comisaría.

Más fuerte, un poco más fuerte
Cada vez que lloro, me vuelvo un poco              más fuerte
Más fuerte, un poco más fuerte.

— Alguien está feliz. Supongo.

Hablo una voz detrás de él. Sprout al voltearse,  no miro a nadie, lo que hizo revisar un rato hasta que miro hacia arriba, era aquel pegaso de la mañana.

— ¿Como está mi poni favorito?. — Decía bajando hasta llegar al suelo.

Sprout le dedicó una sonrisa, y al estar cerca del otro, este cerrando sus ojos dio un beso al pegaso de color verde. Fue uno cortó. Uno que significaba que era un saludo.

— ¿Thunder qué haces aquí?.

— Tu eres la razón. — Dijo el Pegaso, seguido sacando dos tickets de su alforja. — Me dieron unos pases para una cena y apenas son las 6 de la tarde.

— ¡Eso es genial!. — Dijo emocionado. — Pero... — De inmediato recordó su compromiso. — No puedo hoy. Pero mañana tal vez.

— Mañana no se podrá. Los tickets solo funcionan hoy. — Miro a Sprout curioso. — ¿Puedo saber la razón?.

— Hicth salió hoy. Me pidió que cuidara mientras él está en una cita.

— Te entiendo.

Ambos ponis estaban completamente desilusionados. Pero era el poni terrestre el que tenía más culpa. Y en un instante se esfumó al sentir un cálido beso en su frente. El Pegaso le sonreía de una manera que toda la preocupación se iba.

— Tengo una idea. — Hablo Thunder. — Dame dos segundos.

Y de una manera rápida, el Pegaso salió volando por los aires. Sprout solo rió un poco, la noche era fría. Así que volvió nuevamente a la comisaría a terminar algún documento pendiente. Oh solo limpiar un poco el escritorio de Hitch al igual que el suyo. Mientras tarareaba su canción.

—  Cada vez que lloro me vuelvo más fuerte... La la la lá Lara la la..... — Termino tarareando el resto de la canción.

Tardo un poco, pero ya había terminado de limpiar toda la comisaría. Se sentía orgulloso por su trabajo. Y como le habían prometido. Oh eso es lo que le habían dicho.
Luego de cuatro minutos su pegaso Thunder estaba en la puerta, pero al lado de el estaban dos más aún con sus cascos puestos.

— Hola bebe. — Dándole un piquito.

— ¿Quienes son ellos?.

— ¡Mi nombre es Tormenta!. ¡Y el que está a mi lado es Relámpago señor!. — contesto el pegaso al estilo militar.

— Un placer. Mi nombre es Sprout y.... — Mirando a Thunder.

— Ellos se ofrecieron a cuidar la comisaría por tí. Así poder tener nuestra cena.

— ¿Por qué?. — Decía mientras en el rostro de Sprout se formaba una sonrisa, por qué aún no sé creía lo que estaba pasando.

— ¡Todos los ponis necesitan amor!. ¡Nuestro amigo necesita amor señor!.

— Son unos pegasos rudos. — mirando a sus compañeros. — Nadie se meterá con ellos, ¿Qué dices ahora?.

— Está perfecto. Pero nada más dos horas, tengo muchos documentos que tengo que revisar.

— ¡No es problema para mi seño!. — Dijo Tormenta, sentándose en el escritorio.

— ¡Yo vigilaré su fuerte!. — hablo ahora relámpago. Parándose firme.

Sprout solo sonrió por nerviosismo. Y sin quitar la sonrisa de su rostro se llevó consigo a Thunder afuera y así hablar en privado. Sprout no sabía que hacer. Si iba con Thunder traicionaría la promesa nuevamente con Hitch, que tardó mucho en aceptar su confianza. Pero si obedecía sus órdenes, lastimaría al único poni que conocía al 100% como es el.

Thunder por otro lado no decía nada, solo esperaba la respuesta de parte de Sprout. Pero durante estos dos largos meses que lo visitaba en su casa. Conocía a la perfección esa reacción en su rostro, demostrándole que dentro de unos segundos le daría un ataque de ansiedad. Así que este solo respiró hondo, y acercándose al poni terrestre.

Con ayuda de su casco sobre el mentón del otro, obligó a levantar su vista, y así poder tener claro y ver aquel rostro que lo había flechado. Aquellos enormes ojos de color verde eran tan llamativos para el. Qué era imposible perderse en su mirada, así que solo se acercó a Sprout y depósito un beso en sus labios, mientras que tardó un poco pero también comenzó a seguir con el beso Sprout, inclinando un poco su cabeza y así poder ir más profundo con su lengua.

Pero mientras estos dos tenían su momento de enamorados. Dentro de la comisaría eran visto por dos guardias. Cada uno con una sonrisa en el rostro. Uno en la ventana, y el otro a través de los cristales en la puerta.

— Si no puedes ir lo entiendo. — Decía sonriente Thunder. — Si quieres, puedo quedarme toda la noche contigo en la comisaría.

— Pero. — Volviendo la culpa en Sprout. — ¿Qué pasará con tus tickets?.

— Bueno. Creo que se a quien dárselos.

Dijo Thunder. Volteando junto con Sprout, y ver a los dos espías. Qué al ver a la pareja voltearse estos rápido se apartaron para dejar de ver. A Sprout se le salió una pequeña risa, cosa que hizo enternecer a Thunder y junto con el ambos entraron nuevamente. Mirando a dos guardias completamente nerviosos, uno aparentando barrer con la escoba al revés y otro con el periódico completamente desordenado.

— Chicos. Apareció que se hayan ofrecido a ayudar. — decía Thunder mientras sacaba los tickets de su alforja — Tengan, disfruten la noche también.

— ¿Enserio son para nosotros?. — Decía tormenta tomando los tickets.

— Si. He visto como miran el restaurante cuando volamos sobre el.

— Pero...

— Solo acepten por favor.

Dijo de forma dulce Sprout, cosa que hizo ruborizar un poco al poni de color púrpura de nombre tormenta. Pero también un pequeño sentimiento de celo apareció en Thunder. Pero no le importó mucho, así que solo se acercó con sus amigos para despedirlo en las puertas de la comisaría. Y con un saludo de su casco solo observó como los dos guardias desaparecían entre algunas nubes que habían.

— Los chicos ya se fueron. — decía Thunder. Cerrando las puertas de la comisaría con seguro y bajando las persianas.

— ¡Wow!. — decía sorprendido Sprout. — Terminaron de revisar los documentos. Y mi escritorio nunca estuvo tan ordenado.

— Te dije que son buenos. — decía mientras tomaba la silla del sheriff y llevarla hasta el escritorio de Sprout.

— Tengo que llevarlos a mi cuarto. Y que me ayuden a limpiarlo.

— Bueno. Ya que no tienes mucho trabajo. Por qué mejor no, nos ponemos cómodos nada más. — dijo en todo seductor.

— Quien diría que te escucharía decir esa frase. — decía Sprout apagando las luces y prendiendo solo la lámpara de su mesa. — Donde quedó ese guardia completamente miedoso que conocí.

— Bueno, el ya quedó enterrado en el pasado.

— ¿Quieres ver Viernes 13?.

— ¿Por que guardas películas en tu escritorio?. — Mirando la colección de películas.

— No puedo verlas en casa. Mi madre piensa que generarían algo malo por verlas, así que las guardo aquí.

— Astuto. Pero ahora yo sé tú oscuro secreto.

Dijo Thunder. Mirando como Sprout ponía la película en el viejo reproductor de DVDs. Dando comienzo a la película de terror. Thunder se acostó en el haciendo, colocando su espalda en la silla de Sprout, y apoyando sus piernas traseras en la silla del sheriff. Mientras que Sprout solo se acostó a un lado de el. Colocando una de sus patas sobre el pecho del otro así poder juntar cabezas.  Mientras disfrutaban como los protagonistas comenzaban a morir en el lago.

Gracias a mi amiga Sarah. Incluimos un personaje nuevo, por qué no todo tiene que ser tan triste y melancólico. Fotos para que sepan quien es Thunder. Por si alguno anduvo perdido por saber quién era.