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Capítulo 13

°^ ¿Sueño?

Las horas habían pasado. Las chicas esperaban a su amigo en recepción, cuando esté hizo acto de presencia estás se acercaron de manera curiosa al ver que tenía la melena corta. Pipp fue la primera en acercarse al potro para tomarle muchas fotos con cada filtro que tenía en favoritos, todas charlaban de manera tranquila. Pero uno de ellos era el contraste de todos, mientras ellas eran un blanco hermoso. Sprout era esa mancha de color negro que arruinaba la página.

—¿Podemos comer aquí?. — Sugirió Zipp.

— ¡Espera!. — Alarmante grito. — Déjenme ver primero las reseñas.

— ¡Estrellas!. — Grito emocionada Izzy. — ¿Dónde?.

— Es solo un decir. — se acercó Sprout a la unicornio. — Está viendo si este sitio es muy bueno.

— Claro que sí hermoso. — Dijo Pipp. — Yo solo como en lugares, no menos de 4 estrellas.

— ¿Tardarás mucho?. — Mencionó Sunny. — Tengo algunas cosas que hacer, no puedo perder mucho tiempo.

— También yo. — Se incorporó Sprout.

— Tienen razón. — Con una sonrisa inmensa hablo Zipp. — ¡Hermana!.

— ¿Qué?. — Miro confundida.

—Tienes como tarea. Buscar el mejor lugar para comer con solo restaurantes entre 4 y 5 estrellas. Pero no solo eso, también tenemos que buscar que sea de gala.

— ¡HERMANA!. — Grito alegre Pipp. — Buscaré el mejor lugar del mundo, y haré que nos veamos tan bien. Qué todos adentro del lugar tengan ganas de  irse a cambiar de ropa.

Dijo la pegaso despegando del sitio, dejando nada más una estela, mientras que los que aún seguían en el suelo, solo tosian por el polvo.

— Eso la mantendrá un rato ocupada. — Mirando a los tres. — ¿Quieren ir a otro lado?.

— Me encantaría. Pero como dije, tengo cosas que hacer. — ajustándose la alforja. — Mi casa ya está terminada, solo necesita los detalles finales.

— ¿Qué tal tu Izzy?.

— ¡Por mí encantada!. — colocándose al lado de la pegaso.

— Tú rojito. ¿Vendrás con nosotras?.

— Me encantaría. Pero estoy muy cansado en realidad.

— Bueno, los vemos cuando mi hermana consiga un sitio para comer.

— ¡Adiós bestis!.

— ¡Adiós chicas!. — se despidió Sunny.

— Sprout.

Grito la unicornio. Sprout solo la miro confundió mirando como está se le acercaba hasta susurrarle en el oído.

— Luego podemos hablar de lo que pasó en el hospital.

— ¿Qué?. — dijo avergonzado y un tanto en estado de pánico. — ¿Viste lo que pasó?.

Ambos ponis hablaban tan bajo que Sunny y Zipp se voltearon a ver, y simplemente esperaron a que sus acompañantes terminarán de hablar.

— Pero recuerda Sprout. — Acomodando la melena rubia. — No importa lo que pase. Después de una gran tormenta, luego viene la tempestad.

— Izzy. — Sprout simplemente rodó los ojos. — Así no es el refrán.

— ¿Enserio?. — apenada. — ¿Al menos entendiste mi punto?.

— Claro que sí chica. — Dándole un codazo.

— ¡Ay!. — se quejó la unicornio.

— ¡Lo siento!. — preocupado. — No pensé que te dolería.

— No importan. — Sobándose el golpe. — Será mejor que te vayas, Sunny está desesperada.

— Está bien. — caminando en dirección a Sunny. — Cuídate Izzy. — Dijo Sprout.

Ambas parejas tomaron caminos completamente separados, unos caminando en dirección a sus casas, mientras que otros solo volvían a la ciudad.

Tanto como Sprout y Sunny estaban incómodos. Desde lo que había pasado ya varios días atrás, estos aún no tenían una conversación sería. Ni siquiera el propio día en el que Sprout fue obligado por su madre a dar un discurso de disculpas, ya que en ningún momento había mencionado a la poni. Así que simplemente tenían una caminata en línea recta hasta el gran ferri. Una gran máquina que la madre de Sprout había inventado, así los ponis terrestres podrían visitar aquella ciudad en las nubes.

Ambos llegaron a tiempo, ya que por los horarios de viaje, estos se limitaban a abrir de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Así que podrían los mecánicos revisarlo con tiempo de sobra y que todo esté en orden.

Sprout intento buscar un asiento al lado de la ventana, ya que adoraba ver aquel inmenso mar, que por el sol, este lo tornaba en un naranja. Lo que lo hacía ver, como una enorme sopa de tomate.

Sprout había soltado una risita, que fue interrumpida por una poni que se sentó al lado de el.

— ¿Qué es tan gracioso?. — Preguntó Sunny.

— Solo unas cosas que imagino nada más.

— ¿Podrías contarme alguna?.

— Son un poco tontas la verdad. — Mirando el suelo. — No quisiera que te fueras de mi.

— Tengo de mejor a amiga a una unicornio. — decía acomodando la alforja. — Una vez ella no quiso comerse unas galletas, por qué les había puesto nombre.

— Eso ya es un estado mental un poco grabé.

— No.

— ¿Por qué no?.

— Solo es inocente nada más. — Mirando Sprout. — Es la única poni, que aún ve el lado bueno en todos.

Sprout recibió aquel comentarios como un navajazo en la garganta. Por primera vez había escuchado decir algo como eso a la poni que hace varios días promocionaba la paz.

— ¿Cómo está quedando tu casa?.

Intento cambiar de tema. Pero aún tenía aquella mirada de la poni sobre el, que lo único que lograba era que se sintiera más pequeño de lo que ya era.

— Bien. Ya todo está terminado, solo falta quitar al robot de mi cuarto.

— Entiendo....

— Sprout. ¿Puedo ser clara contigo?.

— Está bien.

— Tu no me agradas. — dijo la chica mirando al poni rojo.

— Si. Eso siempre lo supe.

— Pero.... — intentando no revelar el secreto de su amigo. — No entiendo poco flechaste a Hitch.

— Espera. Vayamos más lento querida. — acomodándose en su asiento. — ¿Como está eso de flechar a Hitch?.

— ¿Es una broma verdad?.

— Te parece que soy el poni que le gusta bromear.

— De niños si lo eras.

— Pero de niños, me refiero ahora de adultos.

— Supongo que no. — Sacudiendo la cabeza. — ¿Por qué dijiste eso?.

— Yo.... — respirando profundo. — Yo estoy enamorada de Hitch.

Sprout fingió sorpresa, al menos por hacer sentir bien a la poni que se estaba abriendo con el. Ya que desde.que eran niños sospecho algo, inclusive aún cuando eran solo ellos tres. Sprout no sabía que significa ese saludo secreto que tenían ambos.

— Sunny.

— Solo olvida que te dije eso Sprout. — Intentando cambiar de tema. — ¿Como te cortaste el cabello?.

— Fue Izzy. — Aceptando la conversación. — Por los exámenes que pidió Pipp, no podían hacerme uno en partículas, así que me tuvieron que cortar un poco.

— Izzy. Esa chica. — dijo riendo.

Sprout logró notar muchas emociones en lo que alguna vez fue su amiga de la infancia, así que solo trato de seguirle la corriente, así ella no se sentiría mal y al menos lograr disculparse con ella.

— Sunny quiero disculparme contigo.

— Sprout eso no importa. — Bromeó. — Mejor dicho. Si no fuera por ti, tu no hubieras unido a todos los ponis para salvarse entre ellos. También ayudaste tontito. — Dijo tocando la nariz del potro con su pesuña.

— Si lo dices así. Ya no se siente como un recuerdo malo.

— Yo los uni por las buenas. — dijo Sunny. — Tú los uniste por las malas. ¡Jajajaja!. — reía la poni.

Inclusive Sprout se incorporó por la broma inocente de su amiga, pero sin darse cuenta. El transporte ya había llegado a su destino, dejándolos en donde había un viejo puesto de gorros, ahora era la estación. Qué daba justo en el centro de la pequeña ciudad. Ambos ponis salieron con los pocos que se encontraban ahí, y antes de separarse estos se despidieron.

Sprout se sentía feliz. Ya que poco a poco estaba avanzando en la recuperación de sus amigos. Incluso llegó a sentirse que podía volar, pero fue una escena que lo destruyó. Ya que al caminar por la ruta de su casa, se encontró con un poni tirado en un callejón. Sprout con temor se acercó a él, y fue el clímax cuando sintió que había pisado algo húmedo y con miedo ahora en su cuerpo camino se retiró cuatro pasos atrás.

Este estaba por comenzar a correr y dejar solo al que se encontraba tirado, pero cuando escucho débil como este pedía ayuda. Sin importarle se acercó.

— ¿Qué fue lo que pasó?. — tocando la espalda del poni.

Y sin previo aviso los faroles se encendieron, para iluminar las calles y uno que estaba encima de ellos, iluminó la escena. Fue momento en que todo el mundo de Sprout se vino abajo, al ver como ese poni de melena verde, y sonrisa encantadora. Se encontraba completamente lastimado, de pies a cabeza y con lo que parece ser una apuñalada en su pecho.

— ¡HITCH!.

Grito Sprout completamente alterado.

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