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Capítulo 1

°^Una disculpa a medias^°

Lo que suponía ser una intervención y poder que los dos amigos volvieran a estar juntos. Se formó un momento tan incómodo, que cualquiera que se acercara a ellos, en sus oídos se escuchaba la alarma de peligro. Izzy y Sunny se habían sentado juntas, dejando ambos chicos estar completamente juntos. Pero ninguno de los dos podía siquiera verse a los ojos.

El potro de color rojizo por la vergüenza que sentía, cada minuto que pasaba, se sentía cada vez más pequeño.

El potro de pelaje amarillo la sola presencia, de su ex-compañero lo único que le causa fue una desilusión, al igual que culpa. Ya que de no haberlo dejado a cargo, otra historia fuera.

- Entonces. - Hablo la unicornio. - ¿Pedimos algo de comer?.

- Esa es una buena idea. - corroboro Sunny.

- Supongo que no es mala idea. - Hablo Hitch.

- Por mi está bien.

Fue Sprout el último en hablar, para que nuevamente el grupo de amigos quedará en un completo silenció. Pero fue ahora la unicornio que estaba fija en el de pelaje rojizo. El de cabello rubio al sentir la mirada fija de la chica lo único que hizo fue evitarla, mirando a través de la ventana de vidrio. Pero cuando otros ponis lo miraban solo aumentaban su paso. Cosa que lo deprimía más. Así que sólo dejó caer su mirada y jugar con sus cascos.

La unicornio solo miraba aquella aura de color turquesa, que poco a poco está se apagaba. Cosa que deprimió un poco a la chica quien siempre mantenía una mirada positiva. Así que con su casco tocó el de su amiga, quien al prestarle atención, le estaba dando una señal para que su amigo sheriff fuera el primero en hablar.

Pero por alguna razón. Cuando la chica de cabello rosa estaba por abrir su boca y decir algo. Un unicornio, con ayuda de su magia traía una bandeja en la que traía la carta del menú.

- Espero no hayan esperado mucho. - Dijo el unicornio, de pelaje oscuro y cabello verde.

- Claro que no. - Contesto Hitch. - ¿Hay algo popular en el menú?.

- Bueno, últimamente están pidiendo el pastel de frambuesa.

- Estaría bien. ¿Podemos ordenas cuatro piezas?. - Miro a las chicas quienes solo asintieron. - Se que te gusta la frambuesa, ¿Te gustaría que lo acompañará con chocolate?.

Cuando Sprout se dio cuenta que su amigo le estaba dirigiendo la palabra, al mirar aquellos ojos color marrones. Lo único que hizo fue sonreírle y asentir. Mientras que las chicas solo miraban como ambos chicos ya habían tenido su primera conversación, pero era Izzy quien con su casco tocaba el de su amiga.

- ¿Qué sucede?. - Susurro la chica.

- ¿Por qué a nosotras no nos preguntó si queríamos algo de tomar?.

- Calla solo sonríe.

Contesto Sunny. Luego nuevamente su amiga no paraba de tocar su casco, así que al mesero solo le dijo que trajera un vaso con agua y para la unicornio una limonada. Mientras miraban como los chicos conversaban, así que igual ellas hacían lo mismo.

- Aún recuerdo cuando nos comimos toda la tarta de tu mamá. - Decía Hitch.

- Y luego estuvimos vomitando mucho que nos llevaron al hospital.

- Si. Aún recuerdo lo molesta que estaba tu madre.

- Si. Ella sigue igual.

Contesto Sprout, mirando a su amigo nuevamente luego se echaron a reír un rato juntos. Cosa que la unicornio se interesó ya que era la primera vez que escuchaba la risa del poni terrestre de color rojo. Pero lo que veía le hacía estar igual de feliz ya que el aura del poni de color rojo era brillante, entre una mezcla de color turquesa y amarillo.

Mientras que la del sheriff era de un color rojizo intenso con pequeñas tonalidades de color verde. Así que solo los dejo y siguió con su amiga, quienes hablaban solo de cuando iban a hacer un viaje y visitar a sus amigas pegaso.

- Oye. ¿Puedo preguntarte algo?. - Decía Hitch.

- Claro. - Contesto Sprout.

- ¿Por qué decidiste regalar muffins?.

- La verdad.... Esa no fue idea mía. Fue idea de mi madre.

- Si. Eso ya lo sabía.

- Yo la verdad no quería.

- ¿Por qué?.

- ¿Tu saldrías a las calles - guardo un momento silencio Sprout. - Después de haber hecho algo como yo hice?.

- Entiendo tu punto.

- Cada que caminaba por las calles nadie me hablaba, incluso las cosas para hacer el carrito. Tuve que hacerlo yo mismo. Ni mi madre me ayudo.

- Oye pero eso....

- También tenía miedo de tí.

Dijo interrumpiendo no solo a Hitch. Ya que las chicas al escuchar poco, ambas se callaron y prestaron atención a los chicos. Y en lo que eran auras llenas de felicidad, con el paso del tiempo volvían a estar nuevamente casi apagadas.

- ¿Puedo saber por qué?.

- No lo sé... - Contesto Sprout.

- Está bien... Supongo. - decía el sheriff, intentando mirar a otro lado. Pero rápido miro las señales de su amiga quien disimuladamente las hacía.

- ¿Me arrestarias si te lo pidiera?.

- ¿Por qué me pedirías eso?. - Prestando atención ahora más atención en Sprout.

- No lo sé. - Mirando ahora el rostro de Hitch. - Supongo que todos esperan que lo hagas.

- Pues te equivocas.

Dijo completamente serio Hitch. Mirando fijamente aquellos ojos color esmeraldas de Sprout. Quien intentaba no verlo tan directamente. Pero ambos cascos del sheriff lo obligaban a mirarle.

- Yo quiero lo mejor para tí. Y si quieres tu puesto te lo daré. - Dijo firme.

- Pero...

- ¡Callate!.

- .... - Guardo silencio Sprout.

- Jamás quisiera ver a uno de mis amigos tras las rejas.

Pero al momento de decir algo más rápidamente interrumpió a su amiga Sunny.

- Sunny. Tu no digas nada.

A lo que la chica solo se mantuviera callada, pasando su casco por su boca. En señal de que no interrumpirá. Ahora era Hitch, quien en un acto pequeño de valor hablo.

- ¿Quieres volver a tu puesto?.

Sprout se había mantenido callado todo el momento, y en un segundo que no había prestado atención a las chicas, oh al propio Hitch. Al levantar su mirada no solo tenía la mirada fija del poni de color amarillo, si no también de las chicas, algunos comensales, meseros y hasta los que estaban cocinando. Todos habían escuchado. Y como si fuera de una novela, esperaban ansiosos por qué es lo que contestaría.

- Si. - contesto Sprout.

Pero cuando todos gritaron de alegría, habían asustado a una unicornio que se había aburrido de esperar la respuesta y comenzó a comer.

- Espero verte mañana. Pero esta vez no inicies otra guerra.

Dijo Hitch entre una risa. Cosa que era nada más que una simple broma, pero el otro que la había escuchado, no solo le pareció eso. Más bien lo había escuchado como un reclamo. Así que frunciendo el señor Sprout hablo.

- ¿Qué quisiste decir con eso?. - Mencionó Sprout dándole un mordisco a su pay de frambuesa.

- Bueno. Lo que dije. - Probando su bocadillo. - Ahora que se lo fácil que puedes poner de cabeza una ciudad. Tendré más cuidado.

- Me da igual. - Contesto.

- Alguien está molesto. - Miro ahora al poni con un poco de enfado.

- Eres igual que todos. - Dejo de comer.

- Creo que será mejor que caminemos un rato. - Interrumpió Sunny. Pero nadie la escucho.

- Escúchame. - hablo hicth molesto.

- Si. Jefe.

- Cuando deje la ciudad. ¿Qué fue lo que te había pedido?.

- Que no iniciará una guerra. - Contesto Sprout sin mirarle mientras picaba su rebanada de pay.

- ¿Y que fue lo que terminaste haciendo?.

Al momento de que Hitch escuchará como su amigo aceptaba la culpa, se sintió bien. Pero era ese tono el que comenzaba a molestarlo.

- ¿Qué pasó después?. - Preguntó nuevamente Hitch, pero esta vez no tuvo respuesta del poni de color rojo. - Tu madre tuvo que vender parte de su compañía, para poder pagar todo lo que destruiste.

- Está no fue buena idea. - Susurro la unicornio.

- Acepto la toda la culpa. - le contesto Sunny.

- El logo de tu madre Sprout era: Tener miedo es estar preparado; pero aún así. Tu reuniste el valor para reunir un grupo de ponis y que te construyeran esa maquina, incluso que marcharán a tu lado.....

Pero nada más, Hitch al ver como de los ojos de su amigo. Solo derramaba lágrimas, este se detuvo.

Sprout estaba llorando de impotencia, muchos en la cafetería la miraban, pero cuando esté les devolvía la mirada, rápido se volteaba. Y aún sin soltar el llanto Sprout hablo.

- Crees que no lo sé. - Decía. - Desde que eso ocurrió. Mi madre me lo recuerda cada vez que la veo, decidí encerrarme en mi casa. Pero muchos llegaban y me rompían las ventanas, así que decidí correr a casa de mi madre. Donde estuve seguro un tiempo. Pero aún así, ella no me hablaba. - hablaba entre gemidos, aún aguantando el llanto. - Todos en las calles cada vez que me miran, solo se voltean , oh ríen. Diciéndome: la cagaste Sprout, buena canción nos diste, espero la próxima máquina que hagas, vístete de marrón y ponte un bigote.

- Sprout...

- Así que. - Mirando a Hitch.- Si voy a recibir sermones de alguien. Que no sean del que me abandono. Por qué su orgullo como sheriff decidío que era buena idea ir tras una poni, que cuidar la ciudad.

Y sin decir nada más. Sprout se levantó de la silla en la que estaba para luego salir corriendo y dejar rápido el lugar. Ambas chicas estaban completamente calladas y ninguna se animaba a decir algo, así que Izzy con su casco tomo el pay que había dejado Sprout y sin decir nada, está comenzó a comerlo, mientras que Sunny solo rodaba los ojos.

- Podría traernos la cuenta. - Hablo Hitch.


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