Capitulo 2
Capitulo 2
Después de mi terapia mental del instituto a casa, estoy sentada en la mesa cenando y ¿adivinen qué? Estoy sola porque Mama solo saca tiempo para llevarme al instituto y recogerme, sé que solo finge que le importo, es de esas mamas que creen que trabajando y dándonos cosas lujosas harán que nos sintamos satisfechos pues no, a veces solo necesitas sentir el amor maternal, que le importas, tampoco es una mala madre, solo que nosotros los adolescentes, nuestra generación es frágil y carece de amor, a veces solo queremos sentirnos amados y que a pesar de las miles de cosas que el mundo te haga, ella este siempre ahí.
Por qué créeme me acuerdo perfectamente cuando las personas de mi antigua escuela me tachaban como la rara, la que nunca lograría nada, la que simplemente nadie se le quería acercar porque estaba infectada de la peste de no saber qué hacer con su propia vida y vivir hundiéndose cada vez más.
Creo que he tenido muchas terapias mentales ya.
Termino de cenar y subo a mi habitación a bañarme, después de estar aseada me pongo mi pijama y me acuesto en mi cómoda y relajante cama, siento como mis lindos ojos marrones se van sumiendo en un sueño profundo que puede hacer maravillas, como desaparecer todos tus problemas emocionales.
***
Abro mis ojos y no puede ser que siempre el sol despierte primero que mi alarma, creo que es una mierda, me levanto y empiezo a arreglarme, opto por un vestido amarillo de flores unas sandalias y una chaqueta con capucha que siento que en momentos incomodos me sentara bien, bajo las escaleras y me doy cuenta que ya se me hace tarde así que tomo una manzana como desayuno, veo a mi madre en el auto y entro yo también.
—Buenos días hija—dice Mama mirando al frente mientras conduce.
—Buenos días Mama— Digo mientras miro las publicaciones de Facebook.
Llegamos y me despido de Mama, bajo del auto y emprendo camino dentro de las instalaciones del Instituto, llego a los pasillos y me voy a mi primera clase que es Ingles, tomo asiento en las filas de atrás, me doy cuenta que aún no ha llegado la profesora y faltan alumnos, así que me entretengo escuchando música de Adele (Crazy For You) que me desconecta del mundo.
Found myself today
Singing out your name
You said I'm crazy
If I am
I'm crazy for you
Sometimes
Sitting in the dark
Wishing you were here
Turns me crazy
But it's you
Who makes me
Lose my head.
Siento que alguien toca mi hombro como que tratando de que reaccione, me quito los audífonos y como si el mundo me odiara tanto, me doy cuenta que quien me está tocando es ese chico lindo con el cual me tropecé en los pasillos, me mira y no sé qué decir o hacer.
—Oye, no te quería molestar, pero acaba de llegar la profesora—Dice apuntándome con sus manos a la persona que está sentada frente a su escritorio.
No dice nada más y yo solo opto por la vieja confiable, asiento, dejo de mirarlo y me apresuro a poner atención a la clase, puedo sentir la mirada de ese chico clavada en mi nuca, pero reúno fuerzas y lo ignoro lo más que puedo. la profesora pregunta algunas cosas y nosotros respondemos en inglés, apunto todo y suena la campana informando que la primera clase ha terminado.
Recojo mis cosas y espero que todos salgan para después salir yo.
—Hey ¿no saldrás? —Dice el chico lindo que ya conozco, entendiendo mi timidez vuelve a hablar.
—Me doy cuenta que eres muy tímida, la verdad lo siento por tirar todas tus cosas por todo el pasillo ayer, entiendo si no quieres hablar—dice alejándose y sin ni siquiera yo saber mis palabras salen de mi boca tan rápido que sorprende al chico.
—Está bien y si saldré— digo y el chico se vuelve a sentar a mi lado y yo ya no se ni para donde mirar.
No sé cómo actuar en estas situaciones, no soy buena socializando.
—No te vez muy convencida, pero bueno dime, ¿cómo te llamas? —Dice mirándome fijamente mientras espera mi respuesta.
Bien Cloe tú puedes, tienes que dejar atrás todas esas estupideces y empezar a conocer personas, ¡HAZLO JODER!
—Me llamo Cloe Williams—Digo tímidamente y con una sonrisa nerviosa.
—Lindo nombre, bueno yo me llamo Nolan Johnson— y admito su nombre también es lindo.
—Gracias
—Iras a la cafetería? —Al ver que no respondo, me pregunta otra cosa.
Te está sacando las palabras con cucharitas.
—Tienes amig@s? —pregunta.
—Las personas nunca serian mis amigos—Digo en tono triste.
BOBA, ESTUPIDA.
—Tienes que intentarlo, la verdad puedo percibir que no eres muy social.
—N-no, tengo miedo—respondo.
Patética lo sé.
—Bueno, yo puedo ser tu amigo—Dice y siento que algo se me remueve en el estómago, lo miro asombrada.
Pareces niña cuando te dan un dulce
Silencio víbora consciencia.
—¿Lo dices enserio? —pregunto.
—Claro que si—Dice con una pequeña sonrisa.
Si de verdad él quiere ser mi amigo y yo quiero dejar de actuar como paloma enjaulada, creo que le daré un voto positivo, aun me siento nerviosa con él y siento temor de que de repente me pueda llegar a tratar como las de mi antigua escuela, ¡DIOS MIO YAA! No pienses más, debo dejar de ver las cosas siempre como algo malo, necesito dejar todo atrás, ¡LO NECESITO!
—Me gustaría mucho— Digo sonriendo de lado.
—Bueno yo me tengo que ir, pero después hablamos, ¿sí? — dice y asiento en respuesta mientras lo veo alejarse.
Y yo solo puedo quedar con una sonrisa en mi cara, sintiendo otra vez un brillo en mi rostro, no es tan difícil ser amigo de una persona y que no todas son iguales, solo tienes que aprender a disfrutar de la vida a pesar de los retos que te imponga.
Después de mi conversación con Nolan, todas las clases las paso feliz, después de salir del instituto, decido comprar un café en un puesto.
—Un café, por favor— El señor prepara el café y en menos de 5 minutos está listo.
—Aquí tiene—dice entregándome el café.
—Gracias—Le agradezco dedicándole una sonrisa y entregándole el dinero.
Hoy el día está más soleado, como si de alguna manera u otra supiera que estoy feliz, los árboles verdes danzan al compás del viento haciendo volar brevemente mi cabello negro.
Camino hacia el banco de siempre a sentarme para esperar que Mama llegue a recogerme, pongo a Sam Smith, mientras me tomo gustosa mi café, miro como las personas se van en sus respectivos autos.
Necesito un auto, me cansa esperar.
Veo a un par de chicas repartiendo unas tarjetas, se paran enfrente de mi con una gran sonrisa.
—¡Mañana fiesta en mi casa, en la tarjeta esta la dirección y hora, no te la pierdas! —Dicen alegres y se van.
¿Se supone que tengo que ir a esa fiesta? No lo sé, creo que lo pensare, tal vez me sirva para liberarme un poco de mis problemas, quizá salir me puede hacer bien.
De un momento a otro llega Mama, la saludo y entro al auto.
Y en menos de 15 minutos llegamos a casa.
Entro rápidamente, me ducho, me pongo una ropa cómoda para bajar y comer la comida que preparo Mama antes de volver a irse a trabajar
Busco en el microondas la comida, empiezo a cenar y termino rápido.
Decido subir a dormir ya que mañana tengo que madrugar para ir al instituto, a seguir tratando de vivir la vida sin dolor alguno.
¡Viva la exageración!
A veces vivimos pensando que la vida no tiene un propósito para ti, que solo veras y escucharas susurros que te llaman, que estarás por siempre temiendo caer de nuevo en las garras del enemigo, miedo a lo que llega sin avisar.
Cloe Cloe Cloe
Susurran en mi cabeza.
¡Adiós satanás!
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