Capítulo 15

Hoy es sábado y me encuentro de camino al consultorio del Dr. Brooke junto a mis padres, es reconfortante tenerlos, me brindan sonrisas y me dan consuelo. Ellos siempre han sabido cuanto he sufrido, tal vez no le han tomado la suficiente importancia antes, pero ahora están comprometidos en hacerme sentir bien y darme la atención que no he tenido desde que me había mudado a España con Mama.

Se que no he tenido una conversación seriamente, y que de repente me apoyen es algo sumamente contradictorio ya que los acontecimientos con Mama anteriormente no han sido del todo favorecedores. En realidad, tengo que hablar es con ella, pero en este momento creo fielmente en que todo lo que hacen y me dan es plenamente verdadero.

La anterior Cloe tal vez sentiría cierto rechazo a dejar que las cosas estén bien, ya que antes era como un vidrio con grietas intentando salir delante de una manera que no era la adecuada. Ahora me doy cuenta que cambiar de pensamientos negativos a positivos, fue una buena estrategia; dicen que tu misma encuentras tu propia salida, yo encontré la mía, y fue esa.

Estoy frente a la puerta de color blanco del consultorio, mis padres me miran y sonríen, esto es un reto, lo sé, es la última consulta con el Dr. Brooke, y la verdad es que no siento miedo, estoy preparada para lo que sea, estoy lista.

—Estaré bien, Padres —Digo rompiendo el silencio.

—¿Segura Hija? —Pregunta Mama, ambos me miran y asiento —Bien, esperaremos aquí.

—Te queremos —Habla Papa.

—Y yo a ustedes.

Tomo el pomo de la puerta, y lo giro; abriendo la puerta completamente. Sentado en su mismo escritorio de siempre está el Dr. Brooke mirando en mi dirección, como si me estuviera esperando, lleva sus pantalones de vestir marrones, una camisa negra y sus mismos lentes azules. Me mira y asiente hacia la silla frente a su escritorio; indicando que me siente.

Hago lo propio y empieza:

—Hola, Cloe

—Hola Dr. Brooke

—¿Sabes bien que tienes que ser totalmente sincera? —Dice y asiento — mira, solo tienes que hacerme saber que estas bien, sé que los sentimientos son contradictorios, y tal vez hoy estés bien y mañana estar mal, pero sé que puedes ¿ok?

Bien.

Me siento excelente, así que es momento de demostrar que podemos salir hasta de los más oscuros huecos.

—Lo logre.

—¿Qué lograste? —Pregunta mirándome de forma fija; analizándome.

—Fue difícil, pero yo creo que usted más que nadie sabe cómo me sentí, pero si me preguntaran en este momento como me siento mi respuesta seria clara y precisa. ¿Quiere saber?

—Por supuesto.

—Nunca me he sentido más bien en mi vida que en este momento, porque quisieron ahogarme, pero no pudieron; no los deje. Se todo lo que sufrí y por fin acepto que no fue mi culpa que John muriera, era una situación que estaba fuera de mi alcance, ahora entiendo que no podemos deprimirnos por las perdidas, porque al final es parte de la vida que las personas mueran, tal vez queremos que sean eternos, pero simplemente no podemos hacerlo. Y sé que el tiempo que él vivió lo disfruto.

Sonrió.

—Algo que tengo claro es que no podemos olvidar lo que nos pasó, porque al final esos acontecimientos me hicieron ser la persona que soy ahora. Dejé que me hicieran odiarme, les di el poder de dañarme, y ahora me amo. Jodidamente me valoro como soy, me importa una mierda si para ellos soy una zorra, soy fea y todos los comentarios ofensivos que digan, no me interesa; lo único que ahora se es que soy completamente suficiente como soy.

—Soy jodidamente hermosa, y nadie más me hará ponerlo en duda. Me siento increíblemente bien, y, sobre todo; estoy feliz.

Es este instante en donde me siento rebosar de alegría, porque en ningún momento flaqueé, no llore, no grite; simplemente hable firmemente, sin dolor alguno. Hay algo que se y es que llorar, no nos hace débiles, nos hace humanos. Porque es bueno desahogarse, pero nunca dejar hundirnos.

— Omitiré tu vocabulario inadecuado—dice, rió — Sabes... Desde el momento en te vi entrar por esa puerta, con la mirada perdida, los hombros caídos y tu vista al piso, supe que un día ya ese no nunca más iba a ser tu situación, ya no ibas a estar así. Tal vez estuvieras hundiéndote en un vaso de agua, pero en mi interior sentí que eres fuerte. Y ahora viéndote feliz, me haces feliz tu a mí.

—Gracias, en verdad. sin usted tal vez nunca lo fuera logrado.

—Te equivocas, conmigo o sin mí, tú lo ibas a lograr. Eres valiente Cloe, y recuerda las peores batallas no son enfrentamientos militares; las peores batallas son las que vives en tu mente. Siente, ama, llora, grita, baila, canta, esa eres tú.

—Lo haré.

—El dolor es parte de la vida, pero ten presente que la felicidad también.

(........)

—¿Y bien? ¿Todo en orden? —Pregunta Nolan. El no pudo acompañarme porque estaba visitando la empresa de su padre.

—Todo perfecto amor — contesto.

—Me alegra mucho, realmente es importante para mí que estés bien.

—Lo se.

Estoy en su casa, de hecho, vine porque quería encontrar inspiración para una canción, pero supongo que después lo haré. Estamos acostados en su cama, mirándonos fijamente mientras hablamos.

—Estoy feliz de estar contigo —Dice. Mi corazón se acelera inmediatamente.

—Yo también estoy feliz —contesto con una gran sonrisa — por cierto, gracias.

—¿Gracias? ¿Por qué?

—Gracias por no asustarte con mis problemas, tu compañía en momentos tristes siempre me saco sonrisas. De hecho, eres uno de los motivos por los cuales quise dejar el pasado atrás, y solo... empezar a vivir.

—No me gusto que no me dijeras desde el momento uno lo que pasaba, pero después lo entendí; querías tu sola salir adelante. Y no me des las gracias, nunca podrías asustarme.

Me acomodo boca arriba y miro el techo.

—Te quiero.

—Y yo a ti bonita.

Me da un beso en la mejilla y se acurruca junto a mí.

—¿Podrías pasarme mi celular? —Le digo, ya que está en la mesita de noche y para tomarlo tendría que trepar por encima de él. Aunque no sería mala idea. 

— Mmmm... estoy muy cómodo aquí —dice y ríe —puedes tomarlo tu.

Bien. Así que quiere jugar.

Juguemos.

En un movimiento rápido me pongo a horcadas sobre él, estiro mi mano y me balanceo sobre el para tomar el teléfono. Lo torturo un poco y me froto más sobre él, cabe decir que no iba a tomar ningún teléfono, solo quería conseguir llegar a este momento.

Lo miro directamente a los ojos mientras me muevo, sus manos se posan en mi cintura y me hacen parar.

—No sigas, porque si no, no podre parar —Dice con voz ronca, me muevo de nuevo — Cloe...

—No quiero parar.

Con esas últimas palabras, rápidamente me pone debajo de él, y ahora es el quien está sobre mí, empieza por mi cuello; Me besa y pasa su lengua. Siento sus manos en todas las partes de mi cuerpo, desesperadas, jadeo, miles de sensaciones me embargan cuando ataca ferozmente mi boca, un beso apasionado, tiro de su pelo y profundizo el beso. Siento su erección presionar contra mi parte baja.

Deja de besarme y aun sentado sobre mí, saca su camisa, baja sus pantalones y queda en calzoncillo. Pozo mi vista en su marcado abdomen, sus músculos se contraen cuando hace un movimiento, acaricio su abdomen y lo miró fijamente. Tiene los labios hinchados y sus pupilas están dilatadas, deseo es lo que veo en el.

—Tienes mucha ropa, cariño —Dice y sonrió.

Empiezo a quitarme la ropa y cuando quedo en ropa interior, puedo sentir como me come con los ojos.

—Eres perfecta.

Su boca vuelve a chocar con la mía, nuestras lenguas se encuentran, y empiezan un vaivén exquisito. Desliza su boca hasta mi barbilla y cuello, mientras que sus manos quitan de un tirón mi sujetador, dejando mis pechos al aire. Su boca se posa en mis labios, y juguetea con su lengua, su mano libre magrea el otro. Me siento desfallecer, este hombre me hará explotar de placer, esto es demasiado divino, gimo, jadeo y grito. Mi zona baja palpita desenfrenada, joder, pongo mis manos en su pecho, deteniéndolo.

Me mira confundido, jadeando.

Cuando encuentro mi voz digo:

— Entra en mi —Respondo con la voz ronca, sus ojos me miran y se lo que preguntara, pero me adelanto — no soy virgen Nolan.

—Bien.

Busca un preservativo en la mesita de noche, se quita sus calzoncillos negros, y que buen tamaño, siento mi boca salivar. Se pone el preservativo y me mira, me quito mis bragas y las lanzo a algún lugar de la habitación. Nolan se acomoda entre mis piernas, y acaricia con la punta de su miembro mi entrada, un nudo se crea en mi vientre con esa caricia.

Con una sola estocada se hunde con fiereza, sus embestidas son fuerte, firmes y placenteras, arqueo mi espalda ante la lujuria. Me agarro de sus hombros fuertemente mientras lo escucho gruñir contra mi oído.

— Nolan....

Grito su nombre repetidas veces, es en este momento donde siento subir al cielo y bajar, siento mi respiración agitada mientras gimo, dios mío, nunca había sentido esto tan fuertemente. Es con Nolan con quien me siento maravillada, él puede hacerme perder los estribos, puede hacerme enloquecer con tan solo un beso, lo inexplicable de todo lo que mi corazón siente hacia él. Nolan embiste con más rapidez y cuando escucho como gime mi nombre es cuando llego al límite, exploto.

—No sabía que eras tan bueno en el sexo —logro decir, aun tratando de recuperar la respiración.

—Sorpresa.

Nolan embiste dos veces más y llega a su propio orgasmo. Sale de mi y me mira directamente a los ojos.

—Te amo bonita—dice. Mi corazón salta en felicidad ante sus palabras, todo lo que me hace sentir es tan real, y es que dios mío, yo también amo a este hombre.

—Te amo Nolan. 

Nota de autora: 

¡Eyy! dejen sus comentarios, espero hayan disfrutado la lectura:

Con amos y aprecio.

AP