Todos viajaban bastante animados en el cubo de Whis, comiendo la comida de Milk y ansiosos por el torneo de Champa. Cuando Goku acabó con unos veinte platos se acercó a su esposa.

—¡Wah! Eso estuvo delicioso.

—Me alegro que te haya gustado, debes alimentarte bien para ganarle a todos esos bichos con los que peleas —aconsejó Milk, sazonando otro trozo de carne.

—Ya te he dicho que no son bichos...

—Lo que sea, no tendrán oportunidad —afirmó la mujer con convicción. Goku le miró curioso.

—¿Por qué lo dices?

—Pelearán contra ti, y tú eres el más fuerte del universo, es obvio que ganarás.

—No digas esas cosas... —murmuró, algo sonrojado—. El Señor Bills y Whis son mucho más fuertes que yo.

—El gato calvo junto al afeminado no podrían preocuparme menos, tú entrenarás duro y pronto ya los habrás sobrepasado. —El orgullo en su voz fue palpable, lo que provocó una sonrisa al saiyajin.

—Está bien, sólo procura no decir eso cerca de Vegeta o de Bills —pidió, tocando su hombro.

—No lo haré, mi Goku, aunque sabes que para mí siempre serás el más fuerte.

—Lo sé.

—

♥️

HLena.