La otra noche te vi salir con un vestido nuevo, el viento te molestaba pero a mí me venía perfecto porque podía apreciar tus piernas y tus movimientos. Yo estaba en la parada esperando un autobús, y con solo verte el día mejoró. Recordé todo lo que vivimos y supe que tenía que hablarte, sentirte, convencerte.
Todavía te quiero. Y sé que no debería decírtelo aquí, y menos ahora que sé que estás con Alexander, un chico al que aprecio; tal vez lo conocí como un mujeriego pero si me juras que es bueno contigo, te creeré.

No me mires así, que no soy mala persona como pensaste y seguramente sigues considerando; luego de nuestra ruptura ha llovido mucho y puede que algún día te fallé al no querer seguir luchando por un futuro entre ambos, pero si en este minuto me aceptas de nuevo en tu vida dejaré atrás lo que tengo y me iré contigo adonde sea que vayas.
¿Todavía sueñas con ser escritora? Confío en que algún día logres cumplir ese reto, tal vez con una adorable familia que te apoye y te inspire a seguir creando. Espero estar ahí para verlo aunque nos llevemos unos cuantos años de diferencia; no te preocupes, no voy a morir, me falta mucho para irme a reunir con mis padres...Me refería a estar ahí contigo, a tu lado, que cuando subas a ganar los premios busques mi mirada y pueda sonreír para brindarte la tranquilidad que necesitas y tus nervios se disipen de inmediato.

A lo mejor tomas como ridículo lo que te diré, pero ya que estoy aquí no puedo callarlo... Una parte de mí querría que estuvieras sola, imagínate el impacto que causó en mí el saber que te casarás el mes que viene, es demasiado duro de asimilar. Tu novio me cayó la boca, sus acciones daban a entender que no buscaba el compromiso y míralo ahora, regalando flores, bombones, anillo. Increíble, fue increíble enterarme de que te pidió la mano delante de tu familia. Ja, ja, ja ese chico era tan frío que verlo detallista con alguna mujer sabía que era para llevarla a la cama.  Okay, eres guapa, inteligente, realmente un buen partido pero mi ego me engañó con la idea de que me amarías para siempre. Estabas destruida el día que rompimos y creí que al volver seguirías estando rota, que yo sería el que te ayudaría a salir del bache. Te dije que sonaría horrible, yo que te rompí querer arreglarte, es bastante ridículo, pero así es el amor. Nos hace algo tontos, y a mí me ha hecho el doble por pensar que no estaba enamorado y darme cuenta de mi error me hizo sufrir más. Me hizo quererte más.

Lo siento por atormentarte con mis divagaciones, y con mi petición que presiento llega demasiado tarde. Ahora me siento mal por querer hacerte cambiar de opinión con tu decisión de tomar a Alex cómo esposo, él es una persona maravillosa y hacen buena pareja aunque me duela admitirlo.

Pero aún así quiero casarme contigo.

No, no me digas algo que pueda dolerme, vamos a dejarlo todo aquí, como si nada hubiera pasado. Intentaré olvidarme que Alexander será el que te dará todo lo que no pude darte yo, por mis inseguridades.

Sus hijos serán muy lindos, ¿sabes?

Y claro que sí, dejarte fue la cosa más estúpida que jamás he hecho.