A veces, todo es tan difícil. La gente dice que no, que debo esforzarme. ¡Como si pudieran entender lo que siento! Es fácil decir "Cálmate" cuando no estás en mi mundo.

La entrada es turbulenta, una puerta que no quiero cruzar, pero sin poder evitarlo me adentro en ese bosque, sabiendo que encontraré un monstruo. Las garras me atrapan por detrás y siento cómo me roba el aire con su aliento. Las ramas de los árboles se mueven, produciendo un ruido que me encoge y me desespera, mientras el bicho sigue rompiendo mi garganta, intentando alcanzar mi alma.

Gracias al cielo, llega un momento en que una voz lejana lo desconcierta y el agarre se afloja. Puedo evadirme del toque de su maligno cuerpo, pero el miedo se presenta al verme tan sola y perdida en aquel lugar. La desesperación de escapar y buscar la puerta que me saque de este mundo que jamás pedí visitar me atormenta.

Aunque finalmente lo logro, saber que existe ese sitio que aparece cuando menos quiero no me deja quedarme quieta a pesar de los "Cálmate" de mi madre. Me importan los "Estarás bien", pero no me llegan; no aportan nada porque veo las marcas que el monstruo ha dejado en mi pecho.

El terror de repetir lo mismo una y otra vez crece dentro de mí como aquellos árboles. Los rugidos de la bestia no me permiten mantenerme tranquila. Y la puerta continúa allí, persiguiéndome como un agujero negro dispuesto a abducirme cuando se le antoje.

Ansiedad:
Preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas. Es posible que se produzca taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.

Recomendación:
Realizar actividad física, seguir una dieta saludable, tener un patrón de sueño regular y realizar ejercicios de relajación pueden ayudar a reducir la ansiedad. Unirse a un grupo de apoyo también puede ayudar. Para controlar los síntomas de manera eficaz, se recomienda evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina.