CAPITULO 14
AARÓN O'CONNOR
Una semana y media, ha sido tal vez el tiempo más tortuoso de toda mi vida, Emily y yo ya no hablábamos, ella había tomado la sedición de distanciarme de mi, no sabia la razón, pero tenía claro que había que respetar cada una de sus decisiones
Cassandra por otro lado ya llevaba ese tiempo sin ir al instituto, intenté contactarla e ir a visitarla, pero en todos mis intentos se negó y me mando en todas esas ocasiones a la mierda.
Volví a sentirme solo, con vacío que de alguna forma debía llenar, tal vez tocar la guitarra ayudaba, me hacia sentir acompañado pro cada una de las notas que tocaba, con cada cuerda y tonada que salía del instrumento.
Las practicas se habían vuelto más seguidas, extensas y difíciles, todo por que ya faltaba una semana para que iniciaran las competencias, sinceramente ya estaba agobiado, cansado y estresado por todo lo que se avecinaba, pero como siempre, debía darlo todo de mi por que si daba hasta lo más mínimo de mi, todo podría salir mucho mejor de lo planeado.
Ya faltaba poco para terminar clases, el día se había vuelto bastante largo, el tiempo estaba en lo contra, me dolía el cuello, las piernas y me costaba mantenerme despierto, casi toda la semana había estado haciendo tareas atrasadas, dándome cuenta de que a pesar de que quería cambiar aquel hábito, era casi imposible arreglarlo.
Salí de la clase un poco antes de que sonara la campana para el cambio de clase, me estire en el pasillo y miraba aquel baldío lugar, camine hacia mi casillero, mire a un chico que no llevaba el uniforme, tenía cabello castaño claro, unos jeans de color negro y una camisa de color blanco sin estampado. Me parecía algo extraño ya que se dirijia al segundo piso, le reste importancia a foto y me limité a saca una bebida energizante y los libros de la última hora de clases. Sonó la campana y el pasillos rápidamente ese llenó de estudiantes, me abrí paso entre todo el tumulto de gente que había, intenté caminar hacia el segundo piso que es donde me tocaba tomar la última clase. Subí las escaleras y camine hacia el salón, miré como Cassandra se encontraba hablando con el chico de hace un momento ye intenté no ponerles atención.
Entre al salón y allí estaba la maestra empezando a hablar sobre la clase, entré sin hacer mucho ruido y ke acomodé en la parte trasera del salón, ella siguió como si nada, hablaba de ecuaciones, de los tipos de movimientos, de los tipos de vibraciones.
Anoté cada cosa que la maestra anotaba en la pizarra, cada formula y definición para así intentar tener un orden y cuando se acercaran las evaluaciones tener con que estudiar. Mire a mi alrededor y más de la mitad del salón ya se encontraba durmiendo, y era entendible, literalmente ella días en que el horario era extendido era casi tortuoso. Mire el reloj y ala ofrecer el día seguía siendo el mismo, el tiempo seguía pasando bastante lento y eso que pensaba que había pasado por lo menos media hora de la clase, pero meniltira, solo había pasado 10 minutos.
Me recosté sobre la silla mientras seguía anotando cada cosa que decía la maestra, mis ojos volvieron a sentirse pesados mientras yo me esforzaba por mantenerme despierto. Saqué de mi mochila la botella con la bebida energizante y le di otro largo sorbo. La maestra se detuvo en aquel momento y clavó su mirada sobre mi.
— Señor O'Connor, por favor guardar lo que sea que este tomando —su tono era fuerte y dominante.
Me limité asentir con la cabeza y guarde nuevamente la botella, seguía anotando cada uno de los ejemplos con las respectivas respuestas que nos daba la maestra. Sonó la campana de la salida y m alegre por que podría descasar de un día tan largo. Guarde mis libros y empecé a caminar por el pasillos para bajar las escaleras, escuché algunos murmullos nuevamente e intenté ignorarlos, y me alarme cuando escuché un grito acompañados de algunos lloriqueos, busque entre el tumulto de personas que se seguían juntando.
Y allí fue en donde mi corazón latía con fuerza, la adrenalina de empezaba a apoderar de mi cuerpo y mi cuerpo se tensó rápidamente, Emily estaba llorando tirada en el piso, mientras el chico de hace un momento estaba frente a ella con una mirada de satisfacción, sentí un nudo en la garganta y lo vi agacharse y mirarla directo a los ojos, ella estaba vulnerable, el le susurro algo y ella solo seguía llorando. Me acerque rápidamente a ella, le di un empujón al chico castaño y tomé a Emily que seguía llorando, me intente a abrir paso entre todas las personas que seguía susurrando cosas. Me quité la chaqueta y cubrí su cabeza para que nadie más la viera llorar, la lleve hacia lo auto e hice que entrara en la parte del copiloto, y yo me senté a su lado.
— Emily... ? —la mire mientras subía los vidrios de mi auto.
Ella mantenía su mirada baja mientras seguía llorando, si la había golpeado lo iba a matar de la misma manera. Esperé una respuesta por su parte y me acomodé en mi asiento.
— Sácame de aquí —sollozó mientras pasaba su manga por su nariz.
Arranqué y empecé a conducir sin lugar fijo, ella seguía llorando mientras susurraba cosas que simplemente no le entendía, por un momento se dio un golpe en uno de sus muslos, tomé su mano para que no lo volviera a hacer y ella simplemente me dio un golpe en el brazo, suspiré y decidí llevarla al mirador, era un lugar algo lejos, pero posiblemente allí se calmara y encontrara un poco de paz.
Después de 10 minutos conduciendo llegamos, yo me baje y me aleje del auto el guardo solo me miro confundido y yo le hice una seña para que se alejara un poco. Mire de nuevo al auto, ella se bajo de este aun con la mirada baja y mi chaqueta en su cabeza. Camino hacia la banca que había y dejo la chaqueta ahí, se sentó en el cesped y acomodo sus rodillas para que quedaran en su pecho. Me senté a su lado priorizando dejar espacio entre nosotros.
— ¿Te golpeó? —susurré después de ciertos minutos de silencio.
— No... —respondió ella mientras mantenía su mirada baja.
— ¿Estas bien? —la mire intentando buscar su mirada que se mantenía perdida.
— No... —volvió a susurrar mientras volvía a pasar su manga por su nariz.
No sabia que más preguntarle para saber el por qué de su tristeza. Me recosté en el pastizal mientras miraba hacia el cielo que rápidamente se estaba tornando de colores naranjas y rojizos. Ella sollozaba mientras soltaba algunos insultos, no sabia si eran para lo o para el otro chico.
— Es gracioso, ¿sabes? —dijo quitándose su chaqueta y dejándola aun lado— Ese chico me ha hecho más daño que cualquiera puede hacerle a una chica y hace unos momentos estaba frente a mi.
— ¿Qué te hizo? —dije reincorporándome y mira mirándola atentamente.
Nuevamente hubo un silencio entre nosotros y ella suspiro, se limpio el camino de lágrimas que hace un momento se había creado. Sus ojos mantenían su mirada perdida y me volteo a ver directo a los ojos, sus ojos verdes se veían brillantes por lo aguados que estaban.
— ¿Por qué me ayudaste? —por su voz se notaba que en cualquier momento iba a volver a llorar.
Aclaré mi garganta y me acomodé el cabello— Porque me importas, y verte así fue como si me hubieran golpeado —desvíe la mirada y fui por mi chaqueta estaba empezando a hacer frío y se la puse alrededor de los hombros para que así ella no sintiera aquel frío.
Nuevamente hubo silencio y me volví a sentar a su lado, ella mantenía su mirada fija en el ocaso que estaba sucediendo, las luces de la cuidad se empezaba a encender conforme la noche se empezaba a adueñar del cielo, ella limpio varias veces las lágrimas que brotaban de sus ojos mientras su expresión era casi indescifrable.
— Solo te pedí una cosa Aarón —susurro mientras seguía mirando hacia la ciudad— Qué te alejaras de mi y aún así me ayudaste.
— Cuando te vi llorar te juro que no pude evitarlo —dije mirándola.
— Te agradezco —susurro nuevamente mientras me daba una leve sonrisa.
Mi curiosidad por saber quien era el y que le había hecho es mayor que en cualquier otro momento, todo era tan misterioso, pero entendí su intención de mantener todo en secreto o por lo menos no contarme.
— Se llama Noah y fue mi primer novio, algo así como mi primer amor — dijo acomodándose y se paso las manos por su cara— El problema del amor joven es que es tóxico, ingenuo y poco genuino —dijo aclarando su garganta— Siempre crecí creyendo que el amor era como en los libros y como en las películas, pero, fue mentira.
— No es necesario que me cuentes si tu no quieres —la interrumpí antes de que se arrepintiera.
EMILY ROMANOV
Contarle a el era un paso grande, tal vez por que así dejaba que aquel peso que cargaba sobre mis hombros, quería que mi mente sintiera paz, pero luego de todo lo sucedido de hoy sentía nuevamente presión sobre mi pecho, sentía de nuevo el dolor de mi cuerpo. Sentía miedo de que ese día se volviera a repetir, de que me hiciera nuevamente daño, de que todo lo que hizo quedara impune nuevamente y yo quedara como la "mentirosa". Pero lo que mas me destruía era tener sus palabras clavadas en mi cabeza; "te hare sentir mejor", aquellas palabras lograban hacer que mis recuerdos resurgieran y que mi inseguridad sobre mi y mi cuerpo volviera.
Me hacia un poco de alegría que Aarón me sacara de allí, por que a pesar de que llevaba una semana y media sin hablarle el no dudo de sacarme de aquella situación, pero me daba cierto desconcierto que algo muy profundo en mi corazón lo estaba pensando a apreciar o no sabia como describirlo; algo en mi mente me decía que siguiera alejándome pero en aquel momento era mucho mas fuerte el mismo corazón que la conciencia.
— Primero fuimos compañeros de clase —esnifé un poco y di una leve sonrisa— Empezamos a pasar tiempo juntos, nos quedábamos juntos y los grupos de trabajos siempre éramos los dos —mis ojos dolían y me imaginaba que estaban rojos de llorar— Poco a poco me enamoré de él, yo pensé que el me correspondía y empezamos a salir —la presión en mi pecho nuevamente se hacia presente y sentía que las lagrimas volvían a brotar de mis ojos— Era como en los libros, era perfecto, era como si todo hubiera sido sacado de una película romántica.
El se me dio un abrazo, sentí aquel calor que tal vez en mucho tiempo no sentía, no quería seguir mostrándome débil, pero era lo único que podía hacer, seguir dejando salir mis penas a través de las lagrimas, a través del arrepentimiento de cada recuerdo, fui ingenua al creer en esa persona. Paso sus manos por mi cabello y me dio un leve beso en mi cabeza, siguió acariciando mi cabello y me acomode en su pecho.
— Lo perdoné las veces que fueron necesarias, cada vez que pensé que iba a cambiar le creí, pero no hizo —sollocé un poco y lo mire a los ojos— Me presionó muchas veces para que perdiera mi virginidad con él, todas las veces lo rechacé por que estaba insegura —me mordí el labio intentando no llorar— Después de que terminé con el...—tragué saliva y suspire— Me violó, me golpeo ese mismo día —las lagrimas involuntaria, me levante un poco la camisa y me mostré una cicatriz algo fea— Me resistí todo el tiempo, pero ese mismo día me volvió a violar, su cara de satisfacción fue la peor expresión que pude haber visto en mi vida.
Recuerdo que ese día estaba débil, pero me sentía sucia, el mismo se encargo y curarme después de hacerme sentir como un objeto sexual, mintió de la manera mas estúpida, los tribunales le creyeron por que había utilizado su influencia para que le creyeran, y yo...yo quedé como una mentirosa, me costó sentirme nuevamente confiada con mi cuerpo, me costó confiar en las personas y mas que todo en los hombres, por que tenia miedo a que eso nuevamente volviera a suceder.
Cuando lo vi enfrente mío sentía que lo haría de nuevo y lo peor es que fue cínico, me sonrió y me dijo que desde ese día deseaba ver de nuevo mi cuerpo y ver la expresión de dolor en mi rostro; entré en pánico, sentía las miradas de todo el mundo pero nadie me ayudaba, no sabia que hacia frente a mi pero quería que todo acabara y fuera una simple pesadilla que nacía en algunos de mis sueños alocados.
— No dejaré que te ponga una mano encima —bufó en pelinegro mientras me abrazaba y acariciaba mi cabello— No dejaré que te sientas vulnerable, por que a pesar de que me pidas que me aleje yo estaré ahí para ti.
Nuevamente aquella presión y escalofríos recorría mi cuerpo, el me hacia sentir en cierta parte segura, en paz y tranquilidad en cada parte de mi cuerpo.
— No te alejes —susurré, cada palabra que estaba saliendo de manera involuntaria de mi boca venia desde lo mas profundo de mi ser— Solo no me dejes sola, no te vuelvas a alejar, por favor —sollocé mientras escuchaba sus latidos fuerte y claros en mis oídos.
Solo quería que aquel calor que el estaba generando se quedara, no quería sentirme nuevamente sola, sonreí levemente por su abrazo, y me acomode en su pecho el olor a vainilla combinado con el olor a cigarrillo se coló en mi fosas nasales, en ese momento ese olor me dio tranquilidad rápidamente se estaba convirtiendo en mi olor favorito de todo el mundo.
AARÓN O'CONNOR
El mundo estaba corrompido hasta la medula, definitivamente las personas ya no sabían de que otra manera hacerle daño a los demás, ver vulnerable a Emily y abrirse ante mi de esa manera hacia que mi impotencia aumentara, me hacia pensar "¿y si la hubiera conocido antes algo de eso habría cambiado?", tal vez la respuesta nunca la sabré , pero sabia que esa chica sufría por eso, y mas por que ya sabia por que para ella el amor era algo de poca importante, el problema es que se había enamorado de la persona equivocada.
Nosotros cuando llegamos al mundo no sabemos la cantidad de dolor que hemos de soportar o la cantidad de errores que hemos de cometer, pero es parte de la vida, es parte de aprender a vivir y gracias a estos obstáculos es que tomamos valor y fuerzas para enfrentar el siguiente; y para mi Emily era valiente por que paso todo eso de seguido, gracias a la misma desgraciada persona; pero también quería ayudarla a sanar, a que dejara eso atrás, en su pasado, quería ver su sonrisa de nuevo, quería a ver sus hermosos ojos color esmeralda brillar de felicidad, de asombro, pero nunca de tristeza y por lagrimas hacia una persona que no las merecía.
EL tiempo con ella parecía que pasara mucho más lento, el abrazo se prolongo por bastante tiempo, ella ya no sollozaba solo soltaba algunos suspiros entrecortados, cuando empezaron las brisas frías fui por un saco en mi carro y ella se lo puso sin protestar, le quedaba bastante grande pero ella dio una pequeña sonrisa aprobatoria ante esto; duramos algunos minutos más en el mirador hasta que el teléfono de Emily sonó.
— Hola mamá —por su tono de voz se notaba que había llorado, además de que tenia congestión— En casa te cuento, solo dame un poco mas de tiempo y estaré allí.
Hubieron unos minutos de silencio y luego asintió y colgó la llamada guardando nuevamente su teléfono.
— ¿Me podrías llevar a mi casa? —dijo mirándome mientras jugaba con las mangas del buso.
— Si claro —dije sonriéndole y rodeando sus hombros con mi brazo y caminando a su lado— ¿Quieres algo de agua?
Ella negó mientras subía al asiento del copiloto, conduje por la cuidad que estaba iluminada por los faroles y las luces de las tiendas que seguían abiertas, la mire de reojo por un momento, se notaba la tristeza en su semblante pero de vez en cuando soltaba algunas risitas a comentarios estúpidos que hacia. Ella encendió la radio y empezó a tararear algunas canciones que iba apareciendo de manera aleatoria.
Cuando llegamos a su casa me estación y sus padres se encontraban en la entrada de la casa, ella bajo del auto y me sonrió levemente, yo baje y me quede parado mirando como ella se acercaba a la puerta de su casa; sonreí al ver que ya estaba llegando con sus padre; sentía cierta paz mental al ver que por lo menos hacia el esfuerzo por sonreí, levante la mano en modo de despedida y subí al auto, apague la radio y acomodé mi maleta en el asiento de atrás. Todo lo que había pasado aquel día me había dejado algo cansado, eran muchas cosas que procesar, muchas cosas que debía pensar, pero la que no salía de mi cabeza era el querer curar a Emily, no sabia como, pero ese era el punto, improvisar.
EMILY ROMANOV
El saber que no estaba sola me daba cierto confort en mi corazón, pero la intranquilidad de volverlo ver frente a mi me inquietaba, pero lo que mas me asustaba era el como el sabia en que instituto estaba estudiando y que horario tenia, nada de eso me gustaba, pero por el momento debía tomar distancia y dejar de asistir unos días a la escuela, creo que así debía descansar de todo lo que sucedía aquel día.
— ¿Qué te pasó? —dije mi madre mientras tomaba mi rostro en sus manos— En la escuela nos dijeron que algo paso.
Baje la mirada mientras mi madre me abrazaba, sentí la mano de mi padre sobre mi hombro para popr ultimo abrazarme.
— Noah estaba en la escuela —dije con la voz un poco quebradiza— Apareció de repente y tuve miedo —abracé a mi madre mientras intentaba tragarme las ganas de llorar.
— Ese hijo de puta —bufó mi padre— Que se te vuelva acercar y vera.
— Aarón me sacó del instituto al ver que estaba llorando —dije separándome de ellos y jugando con las mangas de la sudadera que mantenía su olor— En cierta parte le agradezco.
— Cariño, si quieres ir a dormir esta bien —dijo mi madre mientras acariciaba mi cabello.
Asentí y me fui a mi habitación, cerré la puerta y encendí la luz de esta, me di una larga ducha pensando en todo lo que había sucedido y en el miedo que me seguía provocando el solo ver a Noah, pero también en el confort que me hacia sentir Aarón; me puse un short y una camisa, miré la sudadera de Aarón y solo la abracé, la apegué a mi para así sentir algo de paz, su olor volvió a colarse por mis fosas nasales, con el simple hecho de sentir su olor me hacia recordar cada momento en el que ha estado ahí para mi, para sorprenderme y subirme el animo con sus estupideces. Y me sorprendía la capacidad que tenia de hacerme reír, emocionar, de dar sonrisas de manera estúpida y más que todo lo anterior hacerme sentir viva.
Tomé mi libreta de dibujo y solo empecé a dibujar, tal vez lo que estaba dibujando aquella noche era como me sentía y por eso el dibujo era confuso hasta para mi, sentía miedo, nostalgia, y rabia, pero a la vez cierta felicidad de fuera Aarón el chico que me sacara de tal apuro, de que el rechazara el pedido que ya le había hecho. Pasé muchas paginas, cada uno habian dibujos de cada una de las personas que me agradaban y otras que simplemente no soportaba, vi la pagina de Cassandra tenia escrito "Es muy linda, a veces es cruel pero creo que podría ser buena amiga", "se comporta de una manera cruel, además de ser algo autoritaria", suspire y simplemente seguí pasando hojas y me detuve en la pagina de Aarón, tenia el dibujo terminado pero no tenia nada escrito, tomé un lápiz y escribí en la parte inferior de la hoja.
"Creo que me esta empezando a gustar"
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