CAPITULO 13
EMILY ROMANOV
Tal vez trabajar era la mejor forma de pasar el tiempo, así tenía una excusa para salir los fines de semana y entre semana y además ganaba dinero semanalmente. Algunos días en la semana debía trabajar pero por causa de la terapia fueron un poco las flexibles con el tema de los días específicos.
Salí de mi casa y esperé en la acera a que viera a Samantha, dijo que quería recogerme para irnos juntas al instituto; miré como se aproximaba en su moto, gracias al cielo me había decidido poner una sudadera y en el instituto me ponía la falda, es que no me imaginaba yendo en la moto con falda, el viento puede hacer que esta se levante. Cuando llego se levantó la visera del casco y mire su linda sonrisa.
— Buenos días Emily —me sonrió mientras acercaba el casco hacia a mi— Súbete, si llegamos temprano nos podemos ponernos la falta.
— Buenos días Sam —dije subiéndome tras ella y me puse el casco— Dale, arranca —dije dándole golpecitos en su brazo.
Escuché una pequeña risa por parte de ella y empezamos a andar hacia el instituto, estaba haciendo frio, era temprano por lo que el cielo estaba algo nublado pero algunos rayos del sol que estaba emergiendo se colaban entre las nubes. Suspire y me quede callada todo el trayecto, cuando llegamos me baje de la moto y ella tomo mi casco, se quito el de ella y los llevaba en la mano mientras entrabamos al instituto; caminamos hacia el vestidor en donde nos pusimos las faldas y las medias y zapatos correspondientes al uniforme.
— Daria todo para que cambiaran el uniforme —bufó la morena mientras caminábamos hacia nuestros casilleros— Un pantalón me ahorraría mucho trabajo.
— La falda es tan incomoda —dije mientras sacaba mi maleta del casillero— Sería mejor y mas cómodo un pantalón.
— Agh, es que todo tiene que ser tan tradicionalista —guardo los cascos y se acerco a mi— Lo único que no avanza es la estúpida educación, exigiendo cortes de cabellos específicos, falda para las mujeres y pantalones para los chicos; Shorts para las chicas y bermudas para los chicos —dijo mientras miraba hacia el pasillo— Es lo mas machista que he visto en toda mi existencia.
— Sinceramente todo debería ser un poco mas igualitario —dije cerrando mi casillero y acomodando mi mochila— No se, que nos dieran la elección de escoger si queremos pantalón o falda.
— Pero hay tantas que prefieren mostrar las piernas —dijo mirando a las chicas que pasaban— si supieran que es incomodo y tiene tantas desventajas.
— Tu eres la mas indignadas de todas —solté una pequeña risita y me alejé de ella para caminar hacia el salón donde seria mi primera materia del día— Nos vemos en el receso.
Me estaba empezando a acostumbrar a tener Historia en primera hora, a pesar de que no era de mi agrado aquella materia pero intentaba ponerle atención y ganas, después de todo era una materia fundamental para pasar el curso; ya no me sentía como un pez fuera del agua, había empezado a hacer amistades y me llevaba bien con algunas personas pero al igual de que me llevaba bien con las personas también habian personas que no soportaba ver y que sinceramente no me agradaba ni que respiraran; no es que quisiera que murieran, solo que hasta esa simple acción lograba que me irritara.
Entre al salón y miré que aun no había llegado mucha gente, miré mi teléfono quedaban 5 minutos para que sonara la campana, busqué el lugar donde acostumbraba a sentarme y me acomode, deje mi mochila a un lado y solo miré las mas recientes publicaciones de mis amigos en Instagram. Sentí una mano en mi hombro y me di la vuelta para ver quien era, allí estaba la pelirroja mirándome aun con su sonrisa.
— ¿Qué quieres Cassandra? —devolví la mirada hacia mi teléfono mientras esperaba respuesta por parte de ella.
— Solo una cosa Emily —dijo sentándose a mi lado y acercándose— Aléjate de lo que es mío —empezó a susurrar mientras miraba hacia la pizarra.
— ¿Te refieres a Aaron? —dije guardando mi teléfono— ¿No crees que lo tratas como un objeto?
— El solo esta a tu lado por que quiere sexo —dijo manteniendo su estúpida sonrisa.
— Eso es narcisista de tu parte, ¿sabes? —dije acomodando mi mochila e intentando sonar lo mas serena posible— Cassandra si tienes un problema con que Aaron sea mi amigo no es necesario que hagas una estúpida escenita de celos, por que solo somos eso, amigos —dije levantando de mi silla y acomodándola.
— Es que no me importa si son o no son amigos, quiero que te alejes de el —se paro enfrente de mi y me miro borrando la sonrisa de su rostro.
— No voy a caer tan bajo como para pelear por un chico —dije caminando hacia la puerta, habian varias miradas rodeándonos, atentos de lo siguiente que podía decir— Además no crees que es demasiado decirlo enfrente de todos, si quieres arreglar esto dilo en privado, no donde todos los chismosos escuchen —dije saliendo del salón y dejando a la chica allí.
¿Qué le pasaba? lo evidente era que estaba celosa de que Aarón pasara tiempo conmigo, no entendía su actitud egoísta y un tanto autoritaria frente a él; parecía que él fuese un objeto material y que no valiese nada mas que eso, eso era tal vez lo que mas me enojaba de la situación, pero también quería evitar cualquier clase de problemas con esa chica, ya llevaba una semana reclamándome por lo mismo, por que paso tiempo con Aarón; y a pesar de que intentaba tomar distancia y alejarme, el mostraba mas aquella faceta que solo yo conocía, aquella faceta vulnerable y humana que dejaba salir cuando estaba conmigo, y tenia miedo a que eso mismo me hiciera hacer caer todos los esfuerzos que había reunido para armar aquella muralla para no sentir. El mayor problema de eso, es como el era capaz de hacerme sentir, tal vez enserio si debía tomar distancia de él, tal vez era lo mejor para ambos, para evitarme problemas con Cassandra, para evitar sentir, para evitar repetir la historia.
Ya no podía entrar a historia, ya iba tarde y además Cassandra compartía esa clase conmigo y sinceramente no le quería ver ni un mechón de su cabellera. Me senté en una de las bancas del patio trasero y rezaba para que el director no me viera allí sentada, no tenía ganas de recibir y aguantar regaños por alguna materia o por faltar a estas.
Saqué mi cuaderno de dibujo y empecé a dibujar algunas árboles que habían ahí, intente acomodarme mientras que la falda parecía ser mi mayor enemigo. Empecé a dibujar y me recogí el cabello para que los mechones no se colaran en mi cara, hice los bocetos y empecé a escuchar los gritos del grupo de fútbol que pasaban trotando cual batallón de ejército.
Me puse los audífonos y puse la playlist en aleatorio y subí el volumen hasta donde el teléfono me lo permitía, la primera canción en soñar fue "Problem" de Ariana Grande, era una canción que me amaba, y que de hecho prefería repetirla un sinfín de veces, tal vez para muchos le parezca esto fastidioso por repetir la canción, pero yo escucho la canción que me gusta hasta el punto de qué algún día la voy a odiar.
A pesar del volumen que ya tenia la música seguía escuchando los gritos del equipos seguía predominado en el ambiente, eran hombres y al parecer lo daban todo por que fueran escuchados; intenté acomodar los auriculares para así intentar omitir el ruido que causaban pero, fue imposible; levanté la mirada y mire a los que se acercaban rápidamente hacia donde yo me encontraba y entre los chicos habian varios que estaban fornidos y su musculatura era evidente, pero por otro lado, estaban aquellos chicos en donde sus brazos eran algo escuálidos, causando así un contraste algo raro en aquella agrupación.
Mire como seguían trotando y de los que estaban en la parte delantera del grupo estaban el capitán y el vice capitán, Aarón me miro y me regalo una leve sonrisa y yo solo levante la mano para responderle, suspiré y volví acomodar mis audífonos intentando ignorar el sonido externo. De mi mente no salía lo que había dicho Cassandra, no sabia hasta que parte podría llegar esa chica pero se notaba que era de temer.
Me acomode el abrigo ya que había pasado una brisa helada causando que mi piel se erizara, sentí mi como nariz empezaba a doler por el frío que esa mañana estaba surgiendo, esnifar y busque en mi mochila un cubrebocas y me lo puse intentando que el dolor de mi nariz cesará un poco. Me levante de la banca y entré a las instalaciones en donde se sentía un poco más cálido de lo que era afuera. Caminé por los pasillos lleno hacia la cafetería, estaba totalmente vacía y me acerqué hacia las señoras que se encontraban detrás del mostrador. Pagué por un café caliente y me senté en una de las mesas que alejadas de las ventanas. Empecé a jugar con mis manos intentando calentarlas, la punta de mis dedos y mis nudillos estaban algo rojos y sentía como me dolía al moverlos.
Llego mi café, sople un poco y le di un pequeño para intentar entrar en calor, definitivamente no entendía el clima que había si hasta hace unos pocos días estaba haciendo un calor de infierno, ¿acaso el clima es bipolar o que? Definitivamente este clima estaba para estar debajo del edredón y no levantarme en todo día de la cama, pero debía ir a la escuela aunque el día no haya empezado muy bien. Seguí tomándome el café mientras el tiempo pasaba de una manera tortuosamente lento y ya no sabia que hacer esperando a que iniciara la siguiente clase.
Me terminé el café más rápido de lo que esperaba, por lo que le levanté y pague por este, salí de la cafetería y empecé a vagar por los pasillos esperando a que el tiempo pasará mucho las rápido de lo que estaba transcurriendo, empecé a caminar hacia las diferentes plantas del instituto, subí por cada piso explorando, esperando encontrar algo interesante para pasar el tiempo. Acomode mi mochila y me acerqué a una parte del tercer piso que estaba vacía, no habían salones cerca y mire hacia abajo, se veía a los estudiantes caminando hacia cualquier lado, mientras otros solo se la tenían estáticos donde estaban.
Suspiré y me senté en el suelo, deje mi mochila aun lado y suspiré un poco, me sentía sola, no solo por el hecho de estar literalmente sola en aquel momento, sino por el hecho de que a pesar de tener gente a mi lado sentía frío, sentía como si en cualquier momento me fueran a traicionar, como si simplemente mi vida no tuviese algún significado profundo, pudiera ser que me sentía vacía...
Un sentimiento tal vez que debía cargar con el toda mi vida, mi vida cambió mucho, tuve que vivir muchas cosas por no saber elegir a las personas indicadas, por no saber quienes eran buenas personas. Fui ingenua, una niña crédula y con esperanzas de que todas las personas podían ser buenas, de que nadie me había daño, pero recibí la peor traición del mundo, de los que un día llamé amigos, de mi primer amor, de esa persona que simplemente pensé que iba a pasar el resto de mis días con el. Y eso es lo que causa el efecto "Hollywoodense", donde el amor es perfecto, es eterno y puro; pero mentiras, por esa misma ingenuidad caí en mentiras y con personas que hacían daño sin importar a quien le pasara.
Otro suspiro se escapó de mis labio, acomode mi cabello y saque de mi mochila aquella libreta, y empecé a dibujar una cuidad lluviosa, tal vez así me sentía en aquel momento, como si una lluvia torrencial cayera directamente sobre mi y amenazara con inundar todo mi ser.
AARÓN O'CONNOR
Los entrenamientos matutinos nunca eran lo mío, sencillamente el cuerpo a esa hora de la mañana me suplicaba volver a la cama o simplemente mantenerme en reposo, además necesitaba dormir, en toda la semana el estrés y las preocupaciones me habían dominado, quería tirar la toalla y vivir mi vida con la sí fuera el último día, como si mi juventud realmente fuera "la mejor etapa de mi vida" y no las mentiras que nós habían hecho creer los adultos, por que estábamos viviendo como ellos querían, esclavizados el sillas estudiando "para ser alguien en el futuro", pero aquel futuro también es elegido por ellos. Ellos se encargan de influenciarnos de una u otra forma para elegir alguna carrera que genere dinero, más no que genere satisfacción y felicidad con nosotros mismo.
Cuando terminó el tortuoso y largo entrenamiento faltaba una hora para que fuera la hora del receso, y no podía entrar así como así a la clase que me tocaba. Me dirigí hacia las duchas después de que el calor de mi cuerpo disminuyera un poco; después de algunos minutos salí del lugar que estaba repleto de todo el equipo de fútbol y algunos chicos del equipo de tenis.
Camine por los pasillos del instituto buscando que hacer, después de todo, debía soportar una hora para encontrarme con mis amigos, definitivamente el entrenamiento de la mañana no ayudaba mucho en mi regularidad en las clases; camine buscando algo interesante, algo que se me ocurriera para hacer. ¿Ir a la biblioteca? No, el director podía pasar por allí y me mandaría a su oficina para pasar el tiempo allí, ¿Cafetería? No, allí todo estaría vacío por lo que costaba creer que allí encontraría algo interesante que hacer. Y así sucesivamente se me iban ocurriendo ideas y yo las rechaza con diferentes excusas.
Después de unos minutos decidí ir al salón de artes, era lindo, allí iban varias personas de vez en cuando, pintaban, cantaban, bailaban, en fin, una diversidad de talentos que mostrar y de los cuales cualquiera quedaría fascinado con todo lo que pueden hacer. Cuando entré me encontré con un grupo cantando, un chico pintando y algunos que otros espectadores mirando cada acto de manera atenta.
Escuche al dúo cantar y sinceramente era algo fascinante la manera de armonizar, de saber en que momento es necesario la voz del otro para que todo sonará de lo más lindo, por otro lado estaba el chico que pintaba, cada una de sus pinceladas parecían de los más trabajadas, pero en verdad en chico se desenvolvia en ese lienzo como si ya supiera como va a quedar, con seguridad y con confianza ante este.
Me quede allí el resto de tiempo hasta que sonó la campana, salí del lugar no sin antes dar un último vistazo a todo. Empecé a caminar por los pasillos que poco a poco se llenaban de los estudiantes, mire mi teléfono y tenía un mensaje de Samantha.
Sam
Hoy te toca comprar los pasteles a ti, Emily dijo que solo quiere un café.
Aarón
Esta bien, las veo en el patio trasero :b.
Mmmm necesitaba pensar exactamente qué llevarle a Sam, ella acostumbraba a comer cualquier pastel que estuviera disponible en la cafetería y Emily siempre comía algunas frituras o solo el tomaba café. Compre un pastel para la morena, una soda energizante para mi y el café junto con una dona; llegue donde las chicas, la rubia estaba trenzado el cabello de Samantha con una paciencia digna de admirar.
Me senté a su lado mientras les daba lo que cada una quería, le di un sorbo a mi soda mientras me quedaba mirando con atención lo que hacia Emily, la rubia tenía una sonrisa muy linda el día de hoy, era leve pero diga de admirar por cualquiera que la viese. Se detuvo de terminar de hacer la trenza para darle una mordida a su dona, le di otro largo sorbo a mi botella y acomode mi cabello que estaba un poco desordenado; me recosté sobre el tronco del árbol, cerré los ojos un poco mientras escuchaba a las dos chicas hablando sobre las actividades académicas que se acercaban.
— Aarón una pregunta —susurro la rubia mientras le daba un sorbo a su café.
— Si, claro —respondí devolviendo mi mirada hacia ella.
— ¿Por que Cassandra me reclama por ti? —dijo entre dientes Emily.
La morena solo abrió un poco los ojos y abrió la boca en forma de "O".
— ¿Acaso que te dijo? —me incorporé y la mire un poco curioso.
— Sincermente no quiero meterme en problemas de pareja —me miro por un momento y luego desvío la mirada— lo que sea que tengan ustedes dos, hablen y resuelvan sus cosas, mientras tanto por favor tomemos distancia.
Me sorprendió un poco lo que decía, ya me imaginaba lo que Cassandra le pudo haber dicho a Emily para que tomara la distancia, y de alguna u otra forma, así se sintiera cómodo con ella, debía alejarme para que así no todo quedara arruinado.
— Esta bien, tomemos distancia —dije levantándome del sitio y alejándome de ellas.
Tal vez la rubia si tenía razón, tal vez enserio debía dejar claro todo con Cassandra, para ella no era fácil que fuera rechazada y mucho menos alguien que cumplió casi todos los caprichos. Pero lo que más me sorprendía era la capacidad de ser tan posesiva, controladora y manipuladora; y sabía que le había reclamado por mi y por eso la actitud de Emily de hoy conmigo.
Camine por los pasillos con mi bebida en la mano, me sentía tal vez frustrado y enojado por lo que había hecho la pelirroja, necesitaba hablar con ella y dejar todo claro, dejarle claro que es alejarnos definitivamente y explicarle que con Emily me sentía más cómodo que seguir fingiendo mi vida perfecta con ella. Además de que Marcus y Santiago tampoco sabían mucho de los recientes y continuos reclamos de Cassandra hacia; a pesar de que nos habías alejado un poco, seguíamos hablando y seguía habiendo aquel "lazo de amistad".
Saque mi teléfono y busque el numero de Cassandra entre todos los contactos registrados. La llame y escuche cada uno de los pitidos que emitía esperando a que llamará.
— Hola Cassandra —dije con un tono de voz firme y algo enojado— podemos hablar.
— Si claro, lindo —el tono de la morena se volvió seductor y se notaba la satisfacción en este— en la salida, por que tengo clase y quiero estar atenta de esto.
— Esta bien —suspiré un poco— nos vemos luego —colgué.
Esa situación y la tensión que se estaba aproximando era lo que más temía, no pensé que Cassandra fuera a ser tan posesiva conmigo, ella tenia muchos chicos a sus pies, ¿Qué necesidad de encapricharse conmigo?, pero había una cosa a la que temía mas y era el no saber el limite de Cassandra, sabia que era vengativa pero no sabia que tanto, pero no podía dejarme manipular por ella y sus actuaciones dignas del premio "Oscar". De una vez por todas debía cortar con lo que me hacia daño y entre eso estaba la toxicidad de Cassandra conmigo; no era la primera vez que debió decirle eso a Emily, por que a mi tampoco me lo dijo una sola vez, casi todo el tiempo después de la cena me lo repitió, me lo advirtió y hasta casi intenta de nuevo llorar.
Sonó rápidamente la campana para la entrada a clase y camine hacia mi casillero donde guardaba mi maleta, la saque y camine hacia el salón de clases, mire a Emily y a Samantha, pero la rubia solo volteó su rostro, acción que ciertamente me sorprendía al parecer era en serio lo de alejarnos hasta resolver todo el meollo que se estaba presentando. Entre al salón de clases con la esperanza de no quedarme dormido a la mitad de la clase, estaba cansado, estresado y algo tenso por todo lo que estaba sucediendo, quería descansar de todo, simplemente alejarme todo esta mierda y disfrutar cada momento.
La clase se estaba tornado aburrida, el profesor tenia un tono de voz relajante y capaz de hacer sentir cómodo a cualquiera que lo escuchase, odiaba tener un maestro con esa capacidad por que deseaba aprender no dormirme; ese hombre debía ser locutor o tal vez actor de voz, todo menos maestro, ¿acaso no se daba cuenta de la capacidad para dormir personas que tenia?, si eso fuera un super poder, ese hombre lo tenia mas que dominado. Sentí mis parpados pensado, enserio que quería dormirme, pero cabeceo y esfuerzo que hacia para no dormirme parecía inútil para la necesidad de dormir y cansancio que tenia en aquel momento.
Aquellas dos "tortuosas" horas se pasaron bastante mas rápido de lo que pensaba, ¿o era por el hecho de que me quede dormido media hora?, mes estire y deje todo en mi casullero, saque los libros y cuadernos en donde tenia tareas para el día siguiente y los empaque en mi mochila, salí del instituto y espere en la entrada a Cassandra; mientras esperaba mire salir a la rubia quien solo se despidió de mi con su mano y una leve sonrisa como de nostalgia, yo levanté la mano y me despedí de ella.
La pelirroja no demoró mucho en salir, me tomó del brazo y mire a los alrededores y al ver que nadie estaba cerca me solté de su agarre y suspire, pase mis manos por mi cabello desorganizándolo un poco.
— Ok Cassandra —bufé un poco y la mire.
— Tal vez un poco de sexo te relaje del entrenamiento de hoy —dijo tomándome de la corbata y yo simplemente la aleje.
— No te llamé por eso —tomé una bocanada de aire para llenarme de valor— Alejémonos, es enserio, no quiero mas tus celos toxico sin razón alguna —mi mirada se clavó en sus ojos— no más reclamos, no somos pareja, no somos absolutamente nada.
Su sonrisa se fue borrando con cada palabra que salía de mi boca, tal vez si me dolía un poco verla llorar pero debía ser valiente, si ella me intentaba manipular yo debía ser fuerte y alejarla, por su bien, el de Emily y el mío.
— ¿Te gusta? —sollozo un poco mientras mantenía su mirada en mi.
— Ese no es el punto ahora —dije tomándola de los brazos sin aplicarle fuerza— Solo quiero estar lejos de problemas y estar cómodo, ella me hace sentir así.
— Ella es una perra —dijo con cierto tono de rabia pero de tristeza.
— No digas eso —suspire y me mordí el labio— solo olvida todo lo que pasamos y te pido perdón si te herí —me aleje un poco de ella y suspiré nuevamente— nosotros solo éramos dos masoquistas y sabíamos hacia donde iba a llegar todo esto.
— Te odio, la odio con todo mi corazón —sollozó un poco más— Jodanse ambos, tal vez fui masoquista, pero te diré algo Aarón O'Connor —hizo una leve pausa— fuiste el mejor capricho que tuve y pensé que seria eterno y te juro que volverás a ser mío —su tono se volvió demandante y se notaba la furia en este.
Sentí un nudo en la garganta y lo único que pude hacer fue alejarme, tal vez no era la mejor despedida del mundo, pero si era la mas sana para ambos, y de alguna u otra forma sabia que se sentía traicionada por mi, pero yo me sentía usado por ella, después de lo ultimo que dijo, sabia que no se iba a quedar de brazos cruzados, pero en algún momento se le debía pasar el berrinche que estaba haciendo. Yo no era un juguete al que cuando se lo quitaran ella iba a llorar toda la vida, ella debía entender que nada era eterno y que lo que ella y yo teníamos tampoco era la excepción.
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