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One-Shot en colaboración de KiraraMirai866.
Gracias a la dinámica del Club_de_Lectura_js, hemos podido hacer un pequeño Oneshot en donde se explica que le pasó a Cin tras los eventos del libro Código del Caos.
Lo mencionado aquí es semi-canon.
¡Os recomiendo mirar el perfil de la autora! Hace geniales historias :'3
Nombres de los personajes: Cin (Mío) Lucero (KiraraMirai866)
¿Nivel de spoiler?:Alto si no te has leído Código del Caos.
Multiverso o universo al que pertenece: Multiverso O, universo Omega, código 002. (O más o menos cerca de ese código jeje)
Aclaración: No lo he corregido porque soy muy vaga, pero cuando habla Lucero, suele hacerlo en presente, mientras que Cin lo hace en pasado. Esto es porque nosotras nos acostumbramos a escribir así, yo en pasado y ella en presente xD.
Dentro de la oscuridad donde habitaban Cin, observando todo lo que hacía la diosa Pys y su compañero Caos, aparece una silueta enana y blanca brillante que se sienta delante de su ficticio cuerpo en esa área oscura.
—¿Estás bien? —preguntó la pequeña, cuyo nombre es Lucero.
—¿Estar bien? —Rio Cin con un suspiro largo—. Dudo que sea la pregunta más idónea en esta situación, pequeña... No, no estoy realmente bien.
Se le veía con varias cadenas que lo retenían en aquel suelo oscuro, sin levantar la cabeza.
La pequeña luz trata de jalar una de las cadenas en vano, pero intentando comprobar lo rígidas que pueden ser, pero se cae al piso por el esfuerzo.
—¿Te arrepientes de algo de lo que te trajo hasta acá?
Ver como la joven movía las cadenas le causo pena y dolor, pero más aun cuando aquella pregunta hizo que los recuerdos del pasado le revolvieran.
—Una parte de mi siente culpa por no haberlo visto, por confiar ciegamente... Capaz debí de ser más atento, vigilar más a mi elegida, no dejarla tan libre, pero cuando la veía... Creía que todo estaba bajo control, como si no tuviera miedo a nada, a diferencia de mí —contestó, para luego mirar a la pequeña—. Al final, aun sabiendo que no tenía nada, me uní, dándome cuenta de una verdad muy bien escondida.
La pequeña mira a su alrededor buscando encontrar algo más en ese vacío fuera de la pobre silueta encadenada. Busca sentir algún ruido dentro y comienza a aplaudir suavecito para causar algo del elemento del dios y que pueda escucharlo, aunque sea pausado.
—Es normal sentir miedo y creer que otros pueden hacer las cosas mejor que nosotros. A demás, Pys puede que te haya hecho sentir que no estabas solo mientras los demás hacían su vida... Ella en específico... No creo que haya sido mala contigo —dice la niña sentándose en el suelo delante de él—: ¿te asusta esa verdad?
Aquellas ondas de sonido hacían que el cuerpo de Cin vibrara como si fueran ondas detectando el sonido. Escuchó sus palabras, sonriendo con cierta pena.
—Cierto es que me hizo sentir acompañado y ahora entiendo su porqué, la soledad hace a uno alguien muy distinto, que vea el mundo de una forma que no corresponde y actúe por la rabia y el dolor de ese sentimiento —respondió, mirando a la pequeña con una sonrisa compasiva—. No me asusta esa verdad, no estábamos muy alejados de nuestras actitudes, el ruido es un elemento que durante muchos años ha estado solo hasta que la luz y la oscuridad vinieron... ¿Pero al final para qué? Dos elementos que "se odian" pero que a su vez se atraen, mientras yo me preocupaba por una diosa de la guerra... Que no era tan mala...
—¿Sabes? Das ganas de abrazarte y de decir, aunque sea falsamente que todo estará bien. Espera, deja ver si puedo —dice la niña acercándose a él y tratando de abrazarle una pierna ya que es muy peque. Trepa por está llegando a su cuello y con sus manitas completa un abrazo dando palmaditas en su espalda para el sonido—. No todos son lo que aparentan a la primera, incluso si encaja en todo lo que tenemos estereotipado del mundo.
Cin le pareció adorable la actitud de la pequeña, sonriendo con suavidad y soltando una risa débil mientras dejaba que la pequeña subiera a su cuello. En un gesto suave, quiso acariciar a la pequeña, pero las cadenas de sus brazos se lo impidieron.
—Uno aprende de los errores... Aunque en mi caso no puedo volver atrás y solucionarlo. El tiempo no va a estar de mi parte y solo me quedarme aquí —explicarme—, de igual forma... Pyschen no es tan mala como uno parece, solo es una niña que ha vivido la soledad y se ha encerrado ante su odio a la humanidad, pero conmigo ha sido ciertamente compasiva y tranquila.
La luz blanca, aunque no se ve, hace un puchero por él no poder abrazarle. Saca un martillo de su barriga plan Doraemon y comienza a golpear la cadena sin resultados positivos, aun así, lo intenta.
—¿Desde aquí no puedes ayudar a la señorita Pys? ¿Crees que haya una forma de salvarla?
Aquellos intentos de la luz pequeña hicieron que Cin la mirara con precaución.
—Yo no golpearía tales cadenas, pequeña, no son creadas por el poder de Pyschen —avisó, tratando de alejarla para que no se hiciera daño—. Y a tu pregunta... Claro que me encantaría ayudarla, pero alguien superior de un poder el triple de mayor esta siempre atento y no deja que se desvie...
Sus palabras habían sido escogidas con cuidado, si decía de más, las cadenas le harían más daño. Era como si estuviera sellado a decir la verdad.
La pequeña se sienta en el suelo al intuir la preocupación del dios por sus acciones.
—Algo que cuando mente posiblemente mi estancia acá sea eliminada, creo que sé algo sobre eso, aunque no tanto como usted, señorito dios hermoso y apapuchable —dice dejando escapar un suspiro y guardando el martillo otra vez en su pancita—. Todos son marionetas, joo, que triste. Parece que sabes mucho más de lo que deberías y eso podría hacer peor las cosas. No sé si alegrarme de que estés vivo, porque de esa forma no puedes descansar en paz por estar aquí. Ojalá con el tiempo logres salir...
Cin solo pudo afirmar en silencio, sintiendo alivio por que la pequeña no siguiera golpeando las cadenas, le había caído bien y no quería que nada grave le ocurriera.
—Pequeña, aun si muriera, mi alma no descansaría en paz por aquel que vigila a todos desde las sombras. Si muriera, pronto seria descubierto y condenado porque se verdades que podría acordarme en mi otra vida... Haga lo que haga, mi vida parece estar condenada —respondió con un suspiro largo.
Se queda en silencio pensando, camina hacia la mano de Cin para que le acaricié la cabecita.
—Cuando renazcas te golpeamos duro en la cabeza y así olvidas todo, wiiiii. Bueno, no creo que funcione así, pero nunca uno se puede rendir, siempre, siempre, hay alguna solución, aunque parezca remota. Incluso la muerte llega a tenerla cuando sabes que se puede reencarnar... Aun así, ¿te perdonas?
La adorabilidad de la pequeña hizo reír con calma, ¿cómo le haría razonar? Aun había tantos secretos que desconocía la pequeña.
—¿Perdonarme? Es complicado, pequeña, con los errores que hice, solo me culpo, pero a la vez pienso que es un destino que estaba escrito y que hice lo que mejor pude... Por lo que es difícil pensar en el perdón, si soy honesto.
Le niña se le queda observando el rostro del dios, hay aún muchas cosas que no comprende y que la curiosidad le mata.
—Por ahora, la verdad soy feliz porque al menos sonreíste un poco, lo vi, lo vi —dice con ánimo antes de hablar ya más calmada de nuevo—. ¿Crees que haya esperanza para todo el multiverso? Como te culpas no puedo culparte más, sí no vieses tu error te lo recriminaría, pero ya que lo sabes, no tiene caso, porque lo que quisiera es que logras avanzar, algo difícil en este espacio. ¿Destino? No tiene caso que esté escrito si no se conoce, porque esa misma base hace pensar que puede ser cambiado, ya que incluso el resultado final oculto puede ser uno positivo.
Saca un pomo de Nutella y lo abre para brindarle a Cin.
Cin, escuchando con atención, mantuvo la calma mientras veía la pequeña
—Siento ser muy borde y pesimista, pequeña... Pero no hay opción con aquel que siempre observa —respondió, sintiendo un escalofrió en su cuerpo, uno que le dejó sin palabras, siéndole difícil respirar incluso—. Jovencita, no es recomendable que creas que el destino no está escrito... Ni si quiera el tiempo ni la muerte tienen el poder para hacer frente a... —Sus palabras se trabaron al querer pronunciar un nombre, tosiendo con fuerza y que las lágrimas cayeran de sus ojos.
Ante su notable sufrimiento por hablar, ella saca un blanquito de su barriga para subirse y le tapa la boca, luego limpia sus lágrimas.
—No sufras más... No eres borde, calma. Puede existir, pero quizás tenga un buen final, no sabemos eso por lo que da igual si está escrito. Sabes, ahora entiendo un poco más ese pesimismo, sabes muchas cosas que podrían hacer temblar a otros.
El dios, si es que se le podía llamar asi, se quedó mirando a la pequeña con calma, agradeciendo su actitud y, por momento, acordándose de alguien cuya luminosidad le hacía recordar a la joven elegida de Luminem.
—Puede que si haya un buen final... Aunque será desastroso, pequeña, esto involucra a una historia de muchos años, una muy antigua que aún me cuesta procesar... Saberlo es no es agradable, en eso entiendo a Pyschen porque sabe mucho, pero no puede decir nada y se desahoga con su poder... Pero a su vez obligada a cumplir.
Le hace pat pat en la cabeza aún subida en su banquito, porque a duras penas alcanza mitad de metro.
—¿Desde aquí puedes ver el exterior y todo lo que pasará? —dice con una sonrisa algo triste.
Él solo sonríe ante la actitud de la pequeña.
—Puedo ver el exterior y todo lo que pasa en el momento, pero no lo que ocurrirá a futuro, aunque puedo hacerme ciertas ideas.
De pronto, sus palabras serían escuchadas por alguien, por una presencia que desde lo lejos estaba atenta a todo, pero sin decir nada.
—Entonces de aburrirte, no te aburrirás. Podrás ver todo desde acá y conociendo mucho más que cualquier otro espectador. Solo queda confiar en quien logre oponerse al desastre, aun así, va a haber mucho sufrimiento de por medio. —La niña mira hacia un lado random para saber cuánto tiempo ha pasado desde que llegó, su presencia en ese espacio no podría y no debía ser eterna—. Sabes, me agradas más ahora, cuando te veía parecías un señor estirado todo turbio, luego con miedos y que se equivoca. Aquí quería saber más de ti y es una lástima no verte más danzar en los acontecimientos, aunque a la vez es bueno porque no estarás en medio del caos sufriendo directamente, pero... Voy a quedarme hasta el final a ver como todo avanza y quizás vuelva a verte hablar, o a los demás...
Cin afirmo con calma a las palabras de la pequeña, aunque poco le duro al sentir aquella presencia que conocía, con cuidado llevo a la pequeña al suelo.
—En ese sentido tienes razón, y si bien no podré hacer mucho, intentare hacerle ver que las cosas son como ella piensa... No es así, ¿Pyschen?
La mencionada, que veía todo desde la lejanía solo soltó un suspiro largo.
—Esa pequeña no tendría que estar aquí Cin, despídete rápido antes de que haga algo de lo que no te guste ver —aseguro con un tono poco agradable, viendo a la pequeña con cierto desprecio
La pequeña abraza al Dios que ya no lo es, para sonreírle por última vez.
—Animo, Cin —le dice a él y luego mira a Pys—: señorita sonría, es hermosa y tiene una muy linda sonrisa.
Luego de ello, desaparece dejando solo el banquito que luego se vuelve aire, como si nunca hubiese existido.
Aquellas palabras sorprendieron para ambos. Cin no se esperaba que la pequeña fuera asi de atrevida y valiente. ¿Y Pyschen? se quedó observando con un rostro serio, pero al final sonrió con calma, cruzando sus brazos.
—Si hablabas de más te iba a matar ... Y yo no quería eso, no quiero permitir eso.
—Lo sé bien, tranquila —murmuro, mientras calmaba sus nervios—. Y ahora... ¿Qué piensas hacer?
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