Eres un hechizo del tiempo del cual me haces preso, metiéndote entre mis sueños,
me deslizo suavemente hasta llegar a todos tus deseos y fantasíam.  Te seduzco con mi lengua y tu lengua sigue al compás la mia,
que es de fuego y zalamera, eres arcilla en mis manos y fuego en mi cuerpo moldeándome a tu placer. Eres una arpía seductora que me devora por dentro,

Soy tu preso perfecto y del cual siempre estará en lo sombrío de tu templo, obedeces sin reclamos.
Me muerdo, me arañas, gozas, con gran placer insaciable y con ganas de más
bebiendo hasta el último aliento.

Eres una Venus desnuda,
deleitándose con mi cuerpo como si fuera comida con leve sabor a sal para tu boca
guiándome hacia el pecado que es tu cuerpo
en lúdica danza ancestral,
extasiado entre tus pliegues bellos y perfectos derramando elixir mortal que se desprenden de los jugosos, suculentos y preciosos montes olímpicos. Eres magia pura que embruja, mujer en lo profano y misteriosa hecha a base de encantos.
Puedo llevarte al Cielo con mi miembro
aunque también al Infierno con mis deseos prohibidos. Con agonía perversa
tus fantasías haré realidad, provocando en ti mil muertes y otras mil renacerás, así será eternamente. Pues soy hechicera de amor. Eres un hechizo del tiempo.