Nari

Llegué a la fiesta cuando ya todos estaban un poco borrachos. Me había sentido terrible por no haber traído un regalo hasta que mamá me dijo que eso solo se hace en los cumpleaños de niños. Preguntó miles de veces si necesitaba que ella viniera por mi y le dije que no, que descansara y que estaría bien, sin saber lo que sucedería esa noche.

Entré a la casa sin ser atendida por EunJi, había mucha gente por todos lados hasta que la divisé a lo lejos.

—¡EunJi!— sonreí y la abracé, esta hizo lo mismo conmigo.

—¡Que lindo que vinieras! Puedes dejar tus cosas en la pieza a la derecha — miró mi bolso pequeño en mis manos —Ho Seok esta afuera con los chicos, tu ven con nosotras a bailar ¿Sí?—sonrió y me esperó fuera de la puerta con sus amigas.

Nos fuimos a la cocina a servirnos unos tragos mientras que EunJi me presentaba a sus amigas como la mejor jugadora de voleibol de su equipo y la única que le caía bien y yo solo me limitaba a sonreír con modestia ya que sentía que nada de lo que decía era totalmente cierto.

La musica subió su volumen y la fiesta parecía encenderse luego de las  1:00 am, todo parecía darme un poco de vueltas pero no lo suficiente como para querer irme de ahí.

—Hola — una cabellera platinada me distrajo sacándome del ritmo de la canción que estaba bailando junto a las chicas.

—Hola — lo miré de pies a cabeza, lucia una chaqueta de cuero negra y pantalones a juego.

—¿Bailas?

—Claro ¿No ves que lo estoy haciendo?— me moví al ritmo de la nueva canción que sonaba

—Conmigo— tomó mi muñeca sacándome del circulo donde estaba llevándome a otro extremo de la sala.

Like crazy de Jimin sonaba de fondo cambiando todo el ambiente de la fiesta, las luces bajaron y todo estaba un poco más oscuro bajo luces azules y moradas. 

—Creí que no venias— se quitó la chaqueta dejándola en un asiento cercano. 

—Me tardé porque cené con mi omma— miré a la gente a mi alrededor, me sentía algo incomoda mirándolo al rostro. 

—¿Ella vendrá a buscarte luego?

—No lo sé, quizás consiga a alguien que me lleve o me iré en Uber— me giré dándole la espalda.

—¿Piensas pasar la noche afuera o te iras a tu casa?— sonrió apegando su cuerpo al mio rodeando mi cintura apoyando su pecho con mi espalda.

—A mi casa, soy una buena chica

—¿Estás segura de eso?— hundió su nariz en mi cuello de forma repentina haciendo que me aparte por la intensidad de la sensación.

—Ho Seok ¿Qué haces?— me giré para darme cuenta que tenia una sonrisa burlesca dibujada en el rostro.

—Lo que siempre hago, fastidiarte al parecer— metió las manos  los bolsillos traseros de su pantalón —¿Quieres algo de beber? Veré si hay jugo de naranja y una bombilla para ti—.

—Si se beber, pero tráeme una soda porque estoy algo mareada— limpié un poco de sudor de mi nariz.

—Bien— caminó entre la gente hasta donde estaba la cocina, mientras me quedé parada mirando los cuadros del pasillo, parecían ser muy costosos.

Las luces cambiaron a un tono anaranjado y amarillo dándole un poco de calor al momento todos comenzaron a cantar la canción que sonaba de fondo y sonreí al ver que la gente se divertía a mi alrededor, tenia recuerdos de las fiestas donde iba con...

—Creí que evitabas salir para no encontrarte conmigo— aquella voz me heló la sangre por completo.

—Yeon Guk— me apoyé contra la pared algo paralizada por su presencia.

—Extrañaba escuchar que dijeras mi nombre— se acercó a mi con un vaso de licor en su mano, parecía estar bajo los efectos del alcohol —Tanto tiempo...y sigues igual de guapa— tocó mi rostro con una de sus manos.

—Yo tengo que irme— me deslicé por el costado que él no cubría con su cuerpo pero fue más rápido y me jaló con fuerza dejando su vaso de lado.

—¿Crees que es divertido bloquearme las llamadas y fingir que no existo?— se acercó a mi rostro para mirarme fijo a los ojos, me intimidaba bastante esa actitud en él —¿Quién mierda te crees al dejarme así como así?

—Ya lo hablamos Yeon— me quejé por el apretón en mi muñeca —Tu y yo no podemos estar juntos, tu tienes problemas, ve al psicólogo por favor 

—¡Basta de esa mierda Nari!  Yo estoy perfecto, pero soy un montón de problemas desde que lo dejamos y no quiero más de esto— me tomó con firmeza del brazo y me jaló hasta el patio.

La gente que estaba mas sobria nos miraba extrañados por la actitud de él y por mucho que tirara de mi brazo y diera señales de que estaba en peligro nadie hacia nada.

—¡Por favor Yeon suéltame , me lastimas!

—¡Tú me lastimaste peor!— su mirada llena de manipulación ya no tenia efecto en mi —¡Y te irás conmigo para siempre!— sonrió de forma psicópata.

—¡No, yo no iré a ningún lado contigo!— aproveché de soltarme de su mano y caminé entre la multitud buscando a Ho Seok pero no lo veía.

Sentí un fuerte dolor en la nuca por la forma en la que Yeon me jaló el pelo y no podía creer que nadie hiciera nada ante esa actitud conmigo.

—Amorcito tenemos que irnos, es tarde— Yeon intentó darme un beso pero giré el rostro rechazándolo.

—¡Déjala en paz!— Ho Seok tomó la chaqueta de Yeon y lo alejó de mi —Ve adentro— susurró a mi oído y entré por el ventanal que estaba abierto, me quedé mirando por temor  a que pasara algo, conocía a Yeon.

—¡Quién te crees, imbécil!— Yeon se acomodó la chaqueta y empujó a Ho Seok hacia a tras a modo de provocación

—¡No me vuelvas a tocar!— lo miró de pies a cabeza y siguió caminando.

Yeon era mucho más robusto que Ho Seok y cuando lo tomó por el cuello temí que esto terminaría mal. En cosa de segundos Yeon había tomado de la camiseta a Ho Seok y lo tenia acorralado contra la pared.

Salí tras del ventanal y me acerqué con cuidado a Yeon quien aún no se decidía a golpear a Ho Seok.

—Yeon suéltalo por favor— acaricié su mano y le hablé al oído —Él no tiene nada que ver en esto, solo se preocupó porque me estabas lastimado

—Jamás te lastimaría, Amor— me miró.

—Lo haces Yeon, lo haces todo el tiempo actuando así y no esta bien, así que aléjate de él y déjalo tranquilo— hice que bajara su mano y soltara a Ho Seok quien me miraba con preocupación.

—Bien ahora vete a casa y duerme un rato— suspiré al ver que Ho Seok no corría peligro, la gente a nuestro alrededor parecía en otro mundo.

—No me voy a ningún lado sin ti Nari ¿A caso no entiendes que eres mía?— me jaló del bazo nuevamente pero fui más rápida y caminé lejos de él con miedo entre la gente.

—¡Nari, Nari vuelve aquí!— empujó a la gente a mi alrededor.

Yeon tiró de mi camiseta y me giró tomándome del cuello, tenia los ojos llenos de lagrimas por el miedo que me provocaba la situación, la ultima vez que lo hizo había sido traumante y esta parecía recordarme nuevamente este sucedo.

—¡Yeon me lastimas, déjame por favor!— busqué golpear su brazo para que me soltara, mi corazón latía mucho.

Ho Seok tomó su brazo y lo jaló hacia abajo haciendo que me soltara. Yeon volvió a mirarlo y me miró a mi como si sacara conclusiones.

—¿Quién es este maldito imbécil que se mete en peleas de pareja?— lo miró de pies a cabeza con molestia —¿Quieres pelear o qué?

—Quiero que aprendas a comportarte— Ho Seok parecía no temerle.

—¡Basta Yeon, vete ya!— alcé la voz, Yeon se giró hacia mi y me dio una cachetada muy fuerte haciendo que cayera a la piscina tras nosotros.

La caída a la piscina al fin había llamado la atención de la gente, pero yo no escuchaba nada bajo del agua hasta que sentí que alguien me ayudaba a salir la superficie luego de la gran caída.

—¿Estás bien?— quitó los cabellos de mi rostro y pude respirar mejor. 

Asentí y miré a mi alrededor como todos miraban la escena.

—¿Segura que no quieres un café?— EunJi acariciaba mis manos mientras una de sus amigas secaba mi cabello.

—Estoy bien, solo quiero ir a casa— respiré profundo.

—Yo la llevaré— Ho Seok estaba parado en la puerta, no se alejó en ningún momento de mi después sacarme de la piscina.

—¡Genial!— sonrió EunJi  —No te preocupes por la ropa— acarició mi rodilla y se levantó de la cama —Siento no haber tenido ropa de cambio para ti— miró  Ho Seok quien sacudía su camiseta para que se secara.

Salimos de la casa, él venia en auto y se dispuso a acompañarme a casa sin dudar y no dijo nada en todo el camino a casa hasta que tocó la puerta esperando a que mi omma abriera.

—¡Hola Ho Seok, no sabia que ibas a la fiesta también!— sonrió y me miró extrañada, luego lo vió a él algo mojado —¿Acaso llovió?— miró el cielo nocturno ajustando el cinto de su bata de dormir.

—Yeon Guk estuvo ...— Ho Seok buscó explicar la situación frente a mi omma pero ella entendió perfectamente.

Yo me acerqué a ella y la abracé rompiendo en llanto, un llanto muy fuerte y desconsolado.

—Pasa Ho Seok, te ayudaré a secar tu ropa— caminó hacia el interior y subió las escaleras conmigo hacia mi cuarto.

Yeon Guk es de lo peor, menos mal que Hobito estaba ahí para ayudar a Nari :(