Disfraces
Nari
Ho Seok nos iba ganando en el juego de cartas y habíamos apostado comida, si llegábamos a perder le debíamos un tarro de pollo frito con salsa barbicure. No recuerdo la ultima vez que nos reímos tanto con omma en casa.
Omma le había comprado calcetas antideslizantes a Ho Seok ya que ambas teníamos unas para andar por casa y no quería que él ensuciara sus calcetines. El rostro de Ho Seok al recibir el regalo fue algo muy especial, juraría que casi llora.
—Gracias por las calcetas Sra. Lee— Ho Seok sonreía mirando sus calcetas mientras yo le pisaba los pies con las mías.
—No hay de que Ho Seok, ahora vayan a dormir— nos acarició la espalda y subió por la escalera —Ho Seok, tu cuarto está junto al baño, las sábanas están limpias— omma me vió a los ojos muy seriamente.
—Muchas gracias Sra. Lee— sonrió Ho Seok haciendo una reverencia y la vimos entrar a su cuarto cerrando la puerta tras de ella.
—¿Te irás a dormir?— le pregunté a Ho Seok quien se miraba los pies en sus calcetas —¡Son calcetas, ya basta!—.
—¡Lo sé! Pero son un regalo y me gustan, tu y tu omma también las tienen— sonrió —Déjame fantasear un momento con esto—.
—¿Tu familia no tiene sweaters iguales o pijamas iguales?
—No, ellos no hacen eso
—Comprendo... pero ahora cada vez que vengas a visitarnos tienes que traerlas— puse mis pies sobre los suyos acercándome más a él tomándolo por los hombros.
—¿Quizás las deje aqui y así no se me olvida traerlas?—sonrió y besó la punta de mi nariz.
—¿Irás mañana a la fiesta de disfraces?— lo abracé y coloqué mi mentón sobre su mentón.
—Sí, ya tengo mi disfraz en casa, además tenemos que ir para saber si ganaste ese viaje a la isla— me abrazó de vuelta.
Sus brazos me rodearon con tanto cariño o al menos así lo sentía. Después de tanto tiempo sentía un abrazo con cariño de un hombre. Su pecho firme y estrecho me contenía mejor que cualquier otro y sus brazos delgados me rodeaban lo suficientemente fuerte como para no caer.
—Tienes razón— sonreí in querer apartarme de él.
—Ve a dormir— susurró a mi oído.
—Duerme conmigo— susurré.
—No puedo, tu omma me cortará el pene— rió entre el susurro.
—Entonces... yo bajo en la noche...
—No... no quiero que nos molesten, mejor otro día— besó mi mejilla.
—Bien— supongo que así debía ser, lo tenia tan cerca, bajo el mismo techo pero no podía dormir con él.
Rompimos el abrazo para que cada uno fuera por su camino hacia los dormitorios. Él esperó hasta que desapareciera por la escalera y sonrió cuando le lancé un beso de buenas noches. Parecía muy feliz en casa y eso me reconfortaba muchísimo.
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Al otro día Ho Seok se fue a casa, su padre lo convenció de volver la tarde de ayer y él accedió algo inseguro. Le demostramos con omma que nuestra casa era un lugar seguro si deseaba venir, sin embargo sabia que por mucho que omma pueda tenerle un cariño, esa no era la forma de resolver los problemas.
Antes de la fiesta de disfraces me junté con EunJi y sus amigas en la casa de esta. Ella me había invitado a disfrazarme con ella de chicas idol y yo dejé mi disfraz de Jo March de mujercitas de lado para ser una idol de KPOP llena de brillos y una falda corta.
Llegamos a la fiesta algo más tarde de lo pensado porque EunJi estaba maquillando a Min Yoon como un BTS. Era de esperar que todas nos separáramos en la celebración ya que 2 de las chicas tenían pareja y yo esperaba a que Ho Seok apareciera.
—¡Recuerden que esta noche se anunciarán los ganadores de la competencia!— dijo un chico a través del alto parlante.
Yo me senté en las bancas que estaban puestas en el salón del centro de eventos a mirar como lo demás bailaban y saltaban con la musica entre las luces neón.
—¡Hola guapa!— un chico de traje se sentó junto a mi, su voz gruesa lo delataba.
—Hola Tae— me hice a un lado ya que él se había sentado muy apegado a mi.
—¿Vienes de una BLACKPINK o algo así?
—No lo sé, solo seguí a un grupo de chicas que me invitó—miré a lo lejos a EunJi bailando con MinYoon en la pista.
—¿Y tu quién eres? ¿Dorian Gray?— lo miré de pies a cabeza.
—Sí, ¿Cómo lo supiste?
—Porque te refugias en tu apariencia pero por dentro no tienes nada bueno que mostrar— Su voz me hizo girar para verlo.
—¿Y a ti quien te invitó Ho Seok?— Tae se levantó para quedar a su altura y yo hice lo mismo.
—¿Quieres ir por algo de beber, Nari?— Ho Seok se quitó su sombrero de pirata y me tendió su mano para pasar frente de Tae y nos retiramos del lugar.
Mientras caminábamos hacia la barra miraba a lo lejos a EunJi quien me alzaba el pulgar aprobando el hecho de que estaba en compañía de Ho Seok.
—¿Cerveza está bien o solo quieres un jugo?— me miró y luego al chico que preparaba los tragos.
—Solo jugo— respondí y toqué su espada.
Realmente lucia muy guapo. El traje de tonos rojos y negros, la pañoleta ocultando su cabello platinado, la cicatriz pintada en su rostro y los pantalones de cuero le daban un aire diferente a lo que siempre veía en él.
—Tu jugo— me alcanzó el vaso y vi que él tenia uno igual en su manos —Es cerveza sin alcohol, debo manejar— sonrió.
—¿Me llevarás a casa?
—¡No! Te irás caminando en esa faldita corta hasta el auto bus— miró mis muslos —¿Esa falda te cubre algo en realidad?— acercó su mano por detrás y apretó una de mis nalgas bajo la tela de la falda.—¡Vaya! Creo que nos divertiremos esta noche— besó mi mejilla y camino hacia el frente.
Le di un golpe en la espalda y me reí luego de ver que derramara un poco de cerveza al piso. Caminé hacia MinYoon y EunJi que estaban en un costado de la pista, Ho Seok me siguió y nos quedamos los 4 conversando.
—¿Qué se supone que eres?— Ho Seok preguntó a Min Yoon aguantando la risa —¿Un vampiro de crepúsculo?
—¡Te dije que no me blanquearas tanto EunJi!—Min Yoon alzó la voz molesto mientras todos reíamos.
—¡Min Min luces muy guapo no te toques la cara!— le quitó las manos del rostro —Ho Seok ¿Por qué eres tan pesado?—EunJi le gritó a Ho Seok.
—¡Oye no le grites EunJi! La verdad es que Yoon si se ve muy blanco y las luces neón no ayudan mucho— reí.
—¡Con razón se gustan, ambos dicen cosas pesadas!— EunJi se levantó tras Yoon quien se había ido hacia los baños.
—¡Pero que intensos esos dos!— Ho Seok dio un sorbo a su cerveza.
—Creo que son tal para cual— sonreí —Y tu, pirata— le jalé de la corbata —¿Me llevarás a bailar o me raptarás y me llevarás lejos?
—Soy más ambicioso, yo busco tesoros, no joyas de fantasías— quitó mi mano de su corbata y se la acomodó.
—Es obvio que no tienes buen ojo entonces, porque soy la que más brilla esta noche—mostré un poco de mi brasier con brillos bajo la blusa que llevaba, mi piel también tenia pequeños destellos del iluminador que esparcí sobre mis pechos.
—A eso si le llamo un buen par de tesoros—sonrió y se colocó su sombrero dejando el vaso de plástico en la banca junto mi. —¿Bailas entonces?
—¡Obvio que sí!— le tomé la mano dejando un poco de jugo en el vaso junto al de él.
Ho Seok
Nari bailaba muy bien, tenia mucha energía, pero era igual de peligrosa que un arma cargada esperando a que jalaras el gatillo. No perdía su tiempo restregando su trasero bajo aquella falda corta negra con tablillas contra mi, cada vez que lo hacia pensaba seriamente llevármela a los jardines del centro de eventos y hacerla mía sin importar nada.
—¡Llegó el esperado momento, acérquense todos!— un muchacho habló por el alto parlante y la musica bajó su intensidad.—En este sobre tengo los resultados de los ganadores y en este otro tengo los boletos y el plan de viaje todo pagado hacia la isla Tongyeong— mostró ambos sobres.
Nari apretaba mi mano de emoción, deseaba saber que era ella quien había ganado ese premio, ella y la Sra. Lee lo merecen.
—¡Y los ganadores son... Min Son Kang y Jeon Hye Shi!— alzó la voz una chica a través del micrófono y mucho confeti cayó del cielo.
—¿Qué?— Nari miró hacia el publico buscando a los participantes que debían subir al escenario.
—Lo siento...— la miré un poco preocupado ya que la veía muy decepcionada.
—¡Es imposible, jugamos muy bien, tu jugaste duro ese día!— soltó mi mano y las empuñó a los costados contra su cintura, lucia muy tierna.
—Si los jugadores no se encuentran esta noche debemos darle el premio al segundo lugar— la chica sacó otro sobre mostrándolo al publico.
Nari y yo nos miramos algo cómplices, estábamos seguros que éramos nosotros los segundos y cruzamos los dedos tras nuestras espaldas para que los ganadores no se acercaran.
—Bien— el chico tomó el sobre y lo rasgó sacando el papel que contenía los nombres de los ganadores.—¡Los ganadores son ....Jung Ho Seok y Lee Nari!—.
—¡Siiii!— Nari gritó tan fuerte que todos se giraron a vernos y me tomó la cara dándome un beso al que todos aplaudieron, me tomó de la mano y me jaló hasta el escenario para recibir los premios.
—¡Felicidades!— dijo el chico entregándonos los sobres correspondientes.
—¡Gracias!— recibí el mio y miré a Nari quien sonreía de oreja a oreja abrazando a los chicos que anunciaban los premios como si fueran amigos íntimos
—Vamos a otro lugar— Nari habló a mi oído colocándose de puntitas y me tomó de la mano.
Salimos del salón y corrimos hacia los jardines donde nos escabullimos entre las flores y los arbustos. El lugar tenia un pequeño parque con flores y luces pequeñas para alumbrar el camino.
—¡Nari, no vayamos tan lejos!— le dije sin soltar su mano, veía que el lugar se hacia un poco más oscuro.
—¡Acá nadie nos ve tontito!— me detuvo y apoyó mi espalda contra uno de los arboles. —Gracias por ayudarme— sonrió y me dio un corto beso.
—Tu lo hiciste genial igual— aparté su cabello de rostro.
—No lo hubiera hecho sin ti— se acercó a mi, haciendo mínimo el espacio entre nosotros —¿Te había dicho que me gustas?
—Solo mientras tenemos sexo— tomé su rostro con una de mis manos desde el mentón y la besé dándole un poético e indecoroso agarrón de nalga.
—Me gusta como me agarras el trasero—sacó mi corbata con un estratégico jalón deshaciendo el nudo.—Pero me gusta más cuando me lames aqui— desabrochó un poco su blusa.
—Si me das a elegir entre tu trasero y tus pechos tus sabes que elegiré— besé su cuello de forma erótica lamiendo su perfume.
—Vamos a tu auto mejor— susurró a mi oído de forma juguetona.
—Buena idea— sonreí acomodando su falda.
Conduje hasta las orillas del rio Han pero los sectores más alejados donde siempre iban chicos a tener sexo, siempre quise vivir esa experiencia por ilegal que fuera. Llevé mi asiento lo más atrás que pude y la invité a sentarse sobre mis piernas.
Nari lo hizo sin pensar, ya estaba lo suficiente húmeda como para que me untara en ella como cuchillo en mantequilla y vaya que se sentía bien. Me excitaba demasiado verla montarme con tanta pasión, como disfrutaba ella de su propio deseo sin tener que depender de mi para nada y al mismo tiempo deseaba que yo la cogiera en mis brazos.
Llené el condón como nunca después de haber esperado este momento por días y luego la miré totalmente sudada con el maquillaje corrido, aún luciendo guapa, jadeando al igual que yo después de semejante orgasmo.
—Me gustas Ho Seok— rió a duras penas —A ti y a ese lunar que tienes en el labio, como una descuidada chispa de chocolate— me besó y yo me paralicé.
¿Chispa de chocolate? Creí haber leído algo así en algún lugar... ¿Pero donde era?
Acá es donde yo digo: ¡Qué está pasando aquí Pablo Lorenzo!
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